Después de terminar con el problema en el trabajo, no dudo ni un segundo en irse a descansar a su casa.

No tenía humor de estar ahí, le dolía la cabeza y no había comido nada.

Al llegar a su casa, se encontró con la bella sorpresa de Taehyung acostado en su sillón mientras veía alguna serie en la televisión, se acercó y se tiró encima de él.

— ¡Jiminnie, avísame cuando hagas eso! — Se quejó mientras trataba de quitárselo de encima. — ¿Estás cansado? Hice de comer, te estaba esperando.

— Eres un ángel, Taehyungie. — Se paró y corrió hacia la cocina siendo seguido por Taehyung.

— ¿Saliste temprano? Llegué a las ocho y ya no estabas. — Preguntó mientras servía la comida.

— De hecho... — Entornó sus ojos para confirmar que solo estaban los dos. — Anoche no llegué a casa después del bar. — Le susurró.

— ¿Por qué? — Preguntó entreserrando los ojos. — ¿Qué hacías en el bar?

— Estaba huyendo de Namjoon.

— Ese tonto no se cansa, debería de darle una buena-

— Bueno, ese no es el punto. Después de deshacerme de Namjoon en el bar puede que haya ido a coquetear con un chico... — Taehyung alzó una ceja. — Un chico muy chico, ¿Entiendes?

— Por Dios Jimin, ¿Qué hiciste? — Cuestionó recargandose sobre la mesa.

— Me acosté con él. — Taehyung peinó su cabello hacia atrás mientras cerraba los ojos. — Pero el es mayor de edad, estaba en un bar después de todo.

— ¿Qué hiciste después?

— No mucho, me fui esta mañana por un problema que hubo en la agencia.

— O sea, si hubieses podido, ¿Te habrías quedado con él? — Interrogó.

— No me mates, Tae. — Pidió con ojitos de cachorro regañado y Taehyung cedió.

— Entiendo, supongo. — Frotó su cara con ambas manos. — ¿Y ahora qué? ¿Te pidió tu número o algo?

— Le dejé el mío anotado en un papel y lo dejé antes de salir, el seguía dormido y eso.

— Esto es demasiado, espera. — Taehyung trató de ordenar sus pensamientos. — Para que le hayas dado tu número te debió de haber dado la cogida de tu vida.

— ¡Taehyung, por Dios! — Regañó mientras trataba de tapar su sonrojo. — Es que... No sé, fue diferente, ¿Entiendes? Me gustó estar y platicar con él, y no te lo negaré, fue una buena noche.

— ¿Pero?

— Pero la edad... No sé exactamente cuantos años tiene pero si es mucho más joven que yo.

— Entiendo... — Se quedaron en silencio un momento. — No te agobies con eso, Jiminnie, solo espera a que te hable y después las cosas van a fluir como tengan que hacerlo.

Y como si Taehyung lo hubiera invocado, el celular de Jimin sonó anunciando un mensaje de un número desconocido.