»No te amo como debería. Estoy enamorado de ti pero el modo es incorrecto. Lo mantenemos guardado y ambos perdemos.«

°°°

Jim se sentía desesperado. Bruce no aparecía, apenas llevaba un día pero tenía que encontrarlo cuanto antes.

—Tranquilo Jim, lo encontraremos. Acaban de darme la dirección donde esta Cicero, tal vez él sepa donde esta su hijo —Harvey trató de consolarlo pero Jim no estaba nada seguro.

—Andando.

Ambos llegaron al departamento del Sr. Cicero, pero la puerta estaba medio abierta.

—¡GCPD! ¿Hay alguien aquí? —Jim gritó y sacaron sus armas. Entraron en silencio y suspiraron derrotados al ver al cuerpo sin vida de Cicero. Al parecer Jerome se les adelantó.

—Asombroso —dijo Harvey con sarcasmo. Una llamada llegó de la estación, después de colgar habló con James —Avisé del cuerpo, dicen que regresemos, quizá tengan algo—

Regresaron y se les informó que reportaron un camión desaparecido de combustible. Tal vez fue por parte de Jerome y debían descubrir para que lo necesitaba.

—Andando —avisó Jim de inmediato, pero antes de salir Bullock lo detuvo.

—¿Si sabes que pueden ser pistas o distracciones para ganar tiempo con el chico, verdad? —

—Lo sé, Harvey, pero es todo lo que tengo —Jim lució tan cansado y preocupado que Hardy solo pudo asentir y apoyarlo en lo que pudiera.

Alfred también hacía su propia investigación por cuenta propia. Ambos querían encontrar a Bruce cuanto antes, lástima que Jerome si intentaba ganar tiempo con su pequeño amigo.

°°°

Horas antes.

Bruce estuvo todo el camino con una bolsa, que le pusieron apenas entraron a la camioneta. Sintió como se detuvieron y lo sacaban sin delicadeza. Se mareó un poco cuando le quitaron la bolsa y miró las muchas luces del lugar. Parecía un pequeño circo abandonado, ya que estaba algo descuidado. Miró todo, hasta que una voz lo trajo a la realidad. Era Jerome riendo.

—Hola, Brucie-Boy —rió inclinándose un poco cerca —¿Qué tal el viaje? ¿Muy movido? —

Bruce frunció el ceño.

—¿Por qué haces esto, Jerome? Pensé que era tu amigo —en serio le dolía sentir que aun había cierto aprecio por el pelirrojo y este hacía lo que hacía.

—Oh, tu sabes. Para dominar el mundo...bla, bla, bla —movió las manos explicando su intento de justificación.

—No te creo—se plantó seguro frente a él —Dime la verdadera razón de porque lo haces. Es lo menos que me debes por creer que eras mi amigo —

—Ouch —tocó su pecho fingiendo dolor —En serio me lastimas Brucey —después rió y ordenó a sus hombres alejarse, solo dos se quedaron a su lado. Jerome tenía el don natural de líder. Lo tomó, con un brazo sobre sus hombros, y empezaron a caminar por las zonas del parque. —¿Quieres explicaciones? Bien, juguemos algo —sonrió malicioso —Yo contesto una pregunta y tu otra. Si no contestas, habrá un pequeño castigo —rió levemente.

—Bien

—¡Empecemos! Damas primero —le hizo un ademán de empezar y Bruce tuvo que hacerlo.

—¿Qué es lo que quieres de todo esto? El interrumpir en mi fiesta, causar muertes y desastres—

—Buena pregunta, Brucey —Jerome hizo un gesto juguetón de pensar —¿Qué quiero? Mm...¡fácil! A ti —sonrió de forma escalofriante.

Bruce abrió la boca asombrado. Trató de alejarse, pero Jerome lo tomó más fuerte de los hombros.

—¿A mi? ¿Por qué?

—Eh, eh. Esas son dos preguntas y es mi turno —movió el cuchillo de su mano negando —¿En serio amas a ese Gordon tanto como todos dicen?—

—Claro que lo amo —Bruce frunció el ceño confundido por la pregunta —Ahora dime, ¿por que yo? —

—Te lo dije ese día en la mansión, me gustas —se encogió de hombros —Bien, ¿por qué decidiste estar con el detective aburrido? —

—Porque lo amo, me ha gustado desde hace mucho. Eso ya te lo dije —respondió molesto —Aun no entiendo, ¿por qué yo? —

—Eso se relaciona con mi siguiente pregunta —sonrió más cerca de su rostro —¿Jimmy te gustaba aún cuando yo lo hacía? —

Bruce abrió la boca sin saber que decir, después la cerró molesto. Lo vio fijamente, sin bajar la mirada.

—Eso es absurdo, tú no me gustas, Jerome —contestó después de unos momentos.

—Oh, ¿en serio? —su rostro estaba muy cerca, casi podía sentir su aliento golpeando sus labios —Porque yo veo una atracción que no se puede negar, Brucey —después se alejó haciendo sentir inseguro a Bruce.

—N-no hay ninguna atracción entre nosotros. Yo creí que éramos amigos, solamente —

—Entonces, ¿por qué tenemos tanto en común? ¿Por qué nos hicimos tan cercanos en tan poco tiempo? —

Bruce lo pensó por un momento.

—Yo...pensé que necesitabas ayuda, un amigo. Yo estaba dispuesto a hacerlo

—Pero, ¿por qué?

—Porque ambos teníamos en común la muerte de nuestros padres—Bruce cerró los ojos al admitir la cruda verdad. Por más que Bruce se negará, ellos si tenían más en común de lo que quisieran.

—¡Exacto! —Jerome rió alto y saltó con entusiasmo —Ambos tuvimos el mismo principio, de ahí surgió este vínculo que no puedes negar —

—Pero la diferencia es que mis padres fueron asesinados, tú en cambio mataste a tu madre —soltó alto queriendo justificar.

—Tal vez si —Jerome fingió pensar, después su rostro se volvió sombrío —pero el orden de los factores no cambia el resultado, querido Bruce —

—¿Qué quieres decir? —espetó con miedo de saber la respuesta.

—Puede que nuestros padres murieran de formas diferentes, pero ambos lo hicieron. Eso provocó el mismo resultado en ambos —sonrió y se volvió a acercar —La oscuridad, Brucey. Nos afecto por igual, de formas inconsiderables, y nos hizo cruzar nuestros caminos —dejó sus hombros y empezó a caminar muy cerca, flotando a su alrededor mientras hablaba —No puedes negar la oscuridad en tu interior. No puedes negar que somos parecidos

—No

—No puedes negar que te sentiste atraído a mi desde el principio

—Detente, no es verdad

—No puedes negar que por dentro eres como yo. Deseas estar junto a mi

—¡Para!—Bruce gritó y Jerome sonrió mirándolo de frente.

—Esos somos nosotros Bruce, por más que lo niegues —rió muy alto. Todos le siguieron la risa y Bruce solo quería morir en ese momento.—¿Qué no lo ves? Ambos tenemos la misma oscuridad y soledad dentro. Ambos debemos estar juntos.

Bruce estaba harto de todo. Jerome tenía razón. Si había algo maligno con Bruce, él mismo lo sabía. Estaba ahí, muy dentro y queriendo salir, pero no lo haría. Él no caería como Jerome.

—Puede que tengas razón, Jerome. Puede que si tengamos la oscuridad en común —respondió con la cabeza en alto. Jerome sonrió sastifecho, hasta que Bruce siguió —Tal vez hasta Jim la tiene y por eso me gusta, pero él tiene algo diferente a ti. Él me hace mejor persona y tú estas loco. Jamás te amaré como amo James Gordon—

Bruce si estaba consiente de algo, jamás armaría a Jerome como a James. No se puede comparar tal atracción, la de Jerome siempre fue superior.

La gran sonrisa de Jerome cayó. Sus ojos se oscurecieron por un momento y después volvió a sonreír, solo que algo más sádico.

—Eso que has dicho me ha dado un idea—habló tranquilo, aun con su sonrisa —Ya no te mantendré secuestrado.

—¿Qué? —preguntó Bruce asombrado

—Si, ya no te tendré a la fuerza. Si no eres mio no serás de nadie —respondió simple.

—¿Eso que quiere decir?

—Que te mataré.

Bruce palideció. Jerome no sería capaz de matarlo si confesó quererlo. ¿Qué punto tenía matar a alguien que deseas? Tal vez no tenga lógica, pero para Jerome nada lo tiene. Si Bruce no parecía querer cooperar, entonces lo mataría. Sería suyo para siempre, ya que nunca estaría con Gordon.

—No puedes hacer eso —dijo Bruce con miedo.

—Pero si puedo, y lo haré —respondió con una sonrisa aterradora de lado. Después su expresión cambió a una entusiasmada —¡Pero no aún! Podemos jugar un poco antes —

Bruce no dijo nada más, igual Jerome no lo necesitaba.

—¿Qué dices Bruce? —Jerome tomó un sombrero y se lo puso con toda gracia —¿Tenemos algo de diversión antes del evento principal? —se acercó más a Bruce—Tienes cinco segundos para correr. Si logras escapar, te dejaré ir, si no...tendrás un castigo...—

Jerome lo soltó y Bruce corrió un poco, estando aun desconcentrado. Después de dos segundos, se dió cuenta de lo que pasaba y corrió más rápido. Supo que no llegaría muy lejos por los miles de seguidores que tenía Jerome en el lugar, pero tal vez podía encondese hasta que Jim lo encontrará. Así que corrió y entró al lugar más cercano. Este resultó ser la casa de los espejos.

Se escondió y respiró rápidamente. Después de unos minutos, escuchó pasos entrar. Jerome supo donde estaba.

—¡Brucey! —gritó con tono agudo e infantil —Sal de donde quiera que estes —

Bruce pudo observar el cuerpo sonriente de Jerome por los miles de espejos del lugar. Él estaba relajado y disfrutando del juego, pero Bruce no. Jerome fue un amigo para él, pero ya estaba cansado de su actitud desquiciada. Debía ponerle un alto.

—¡¿Dónde estás, Brucey?!

—Aqui estoy.

La figura de Bruce apareció frente a Jerome, decidido a aceptar lo que pasará. Estaba con la cabeza en alto y con puños cerrados en coraje.

—Oh, mírate —rió de forma floja —Tienes tanto de mi ahora mismo que no puedes negarlo —

—No soy como tú —levantó sus brazos en posición de pelea y se acercó dispuesto a enfrentarlo.

—Entonces vamos, demuéstrame que me equivoco —Jerome rió gravemente y procedió a pelear.
Ambos lanzaron golpes y lo esquivaron. Bruce se estaba cansado y Jerome solo reía de su capacidad de aguante —Recuerda que entrenábamos juntos, Brucey —

Bruce se lamentó de la verdad. Jerome sabía lo básico de pelea gracias a sus entrenamientos juntos. Pensar en sus viejos tiempos juntos le dió el impulso que necesitaba.

—Antes...cuando te consideré mi amigo —se lanzó con fuerza. Un golpe cayó en el perfecto rostro de Jerome —Cuando pensé en ayudarte. Cuando pensé que necesitabas ayuda y quise dártela —dos golpes más llegaron y Jerome se tambaleó sin poder evitarlos —¡Cuando estabas ahí para mi! ¡Cuando creí que seríamos tu y yo para siempre! —Bruce alzó la voz golpeando a Jerome. Este cayó y Bruce se subió en sus caderas para seguir golpeando lleno de furia. —¡Cuando estábamos tan bien juntos, teníamos un futuro y tal vez algo más! —

El coraje venció a Bruce. Vio el pequeño cuchillo de Jerome tirado y lo tomó para acercarlo a la garganta del pelirrojo. La oscuridad que tanto quería negar y mantener lejos, estaba tomándolo. Lo que tanto Jerome quería que viera, ahora podía verlo.

Bruce era igual que Jerome.

El cuchillo estaba pegado en su garganta. Solo un leve movimiento más y estaría por dentro de su tráquea. Solo un movimiento más y Jerome estaría muerto. Eso es lo que quería, ¿no? Eso era lo mejor para Gotham, y él, pero no estaba seguro de si eso quería.

Vio a Jerome sonriente y lleno de sangre, ansiando el último golpe. Entonces no pudo hacerlo. Suspiró y bajo el mango. Jerome rió alto.

—Mi turno —Jerome lo tomó por sorpresa y lo hizo girar. Ahora Bruce estaba debajo, a su mercer —Te dije que si te atrapaba tendrías un castigo —se acercó más a su rostro. Bruce notó que la sangre combinaba bien en Jerome. Aún con ella seguía siendo atractivo.

Bruce esperó que tomara el cuchillo y lo matara de una vez, pero eso no fue lo que pasó. Cuando se dió cuenta, Jerome estaba besándolo. Bruce sin pensar dos veces, le respondió. Lo tomó del cabello y besó con la misma fuerza. Jerome lo tomó de la cadera con una mano y con la otra agarró su cuello de forma posesiva. Porque aún cuando Bruce se negara, él sentía una extraña atracción por el pelirrojo. La adrenalina del momento, junto con los líos de su cabeza, lo llevaron a querer más de Jerome.

Bruce había besado muchas veces a James, pero ninguna fue como Jerome. Jim era lindo y sexi, pero Jerome era exitante y posesivo. Para Bruce fue como un tranquilizante y una droga. Lo estaba calmando y haciendo adicto al mismo tiempo.

Gimió cuando Jerome jaló de su cabello y empezó a chupar su cuello. Dejaba marcas y Bruce deseaba más. Gimió bajito y enterró sus uñas en la espalda del pelirrojo. Sintió una fría mano bajar por su espalda, hasta la zona íntima. Soltó un leve quejido y entonces la realidad de lo que hacía llegó. Alejó a Jerome de golpe y respiró con asiedad y miedo de si mismo.

—Bueno, eso fue divertido —sonrió limpiando un poco de sangre de su boca. ¿Cuándo fue que lo mordió? —Pero igual voy a matarte —

Bruce abrió los ojos y Jerome lo tomó para llevarlo con sus seguidores. Estos estaban afuera, esperando por él. La primera parada fue a un puesto de maquillaje. Ahí había dos hombres vestido de payaso, con todo y el maquillaje usual de uno. Lo hicieron sentar y después de unos minutos, lucía como uno de ellos. Cara blanca, ojos deliniados de negro y boca roja de la sangre de Jerome por el beso. Lo peor de la pintura no fue la sangre seca, si no sus cejas indicando una mueca triste y vulnerable.

Después de eso, sus ayudantes lo llevaron a una gran carpa. Está tenía asientos para expectadores y una parte para presenciar un show. Esta vez el show sería él. Lo amarraron con los brazos arriba de un poste y lo dejaron ahí hasta Jerome y sus demás aduladores ingresaron. Todos reían mirándolo. Se sintió como un fenómeno, todos apuntándolo y humillandolo.
Jerome se acercó apreciando el maquillaje, después de anunciar su muerte.

—¿Por qué la cara larga, Brucey-boy? —rió de forma ronca. Algo que Bruce pudo presencia de los cambios de Jerome gracias a estos años, fue su voz siendo más grave, así como la suya.

—No hagas esto, Jerome. Por favor, si en algún momento fuiste mi amigo y quien creí que eras, debes dejar toda esta locura —suplicó aun confundido por las actitudes del pelirrojo. Quería matarlo pero lo besaba minutos antes —Por favor. Si una parte de ti me ama, no hagas esto. No caigas en la locura —

Jerome lo miró con una sonrisa atentamente, los seguidores hacían ruido esperando el evento y Bruce trataba de estar como en los viejos tiempos. El cañon fue preparado con cuchillos y clavos para dispararle, pero Jerome seguía con la mirada fija en Bruce. El menor se dio cuenta que estaba dudando, de si lo amaba como decía.

—Jerome

—Lo hago —contestó. Bruce lo miró confundió y siguió —Amarte, lo hago, pero el modo es incorrecto y jamás serás mío—

Bruce se aterró de la seriedad de Jerome, y se desesperó por salir que habló con todo lo que tenía guardado.

—No, Jerome. Te estuve buscando cuando me enteré de las muertes, y aun así no sabía porque quería saber de ti. Quería saber si estabas bien, no podía odiarte como debería. Yo...te amo, aun cuando no pueda aceptarlo—

Jerome tomó su mejilla en un gesto tan dulce que Bruce sintió el aire salir de sus pulmones. Lo miró a los ojos y fue como si solo ellos dos estuvieran.

—¿No me odias? Después de todo, ¿piensas que soy alguien que merece tu amor?

—Si

—¿Estarías dispuesto a estar a mi lado, ser grandes juntos? —sus ojos parecían brillar con la idea de ellos provocando el caos en toda Gotham.

Bruce abrió la boca sin saber muy bien que contestar. Lo dudó, y Jerome vio eso con una sonrisa. Bruce jamás supo que contestar a esa pregunta en ese momento de su pasado. Antes de poder contestar, unos disparos sonaron y la policía entró con su equipo. Jerome vió perfectamente a James apuntándole de lejos. Bruce vió por igual a Jim y no sabía que hacer ahora. Era obvio que cada uno quería matar al otro, y había tanto caos que Bruce no podía pensar con claridad.

Sintió un jalón y vió a Alfred desamarrarlo. Cuando terminó, lo abrazó queriendo salir del lugar. Todo pasó tan rápido. Alfred llevándolo, James acercándose con su arma en mano, Jerome sonriendo sin hacer algo. Bruce saliendo de los brazos de Alfred para correr donde Jerome. Jim disparando a Jerome y Jerome cayendo con una mancha de sangre en pecho.

—¡No!

Bruce solo quedó de pie viendo el cuerpo sonriente del pelirrojo. Jim se acercó y lo abrazó. Jerome dejó de respirar y Bruce no quitaba su vista del cuerpo.

Jerome estaba muerto.

Al parecer si hubo una muerte principal después de todo. Esa fue la segunda vez en su vida, donde Jerome lo hizo quedar en estado de shock.
Sintió los brazos de su novio llevarlo lejos cuando todo estaba tranquilo en el ambiente, pero él no se sentía en paz. Jamás lo estuvo desde que lo conoció.

—¿Bruce?

Escuchó la voz de Jim y se dió cuenta que estaba en la mansión. Sano y salvo, pero sin Jerome. Jim lo abrazó y Bruce se envolvió en sus brazos. Se quedaron esa noche juntos, y todas las otras que siguieron. Cuando Bruce por fin dejó a Jim ser el primero en tomarlo, una pequeña parte de él no pudo evitar pensar en cierto pelirrojo de ojos verdes. Y es que, Bruce quiso negar la extraña atracción que sintió por primera vez cuando vio al pelirrojo. Quiso poner a James primero, porque era lo correcto, porque era la mejor opción. Pero su mente no se conectaba con su corazón. Su alma deseaba algo más. Deseaba a Jerome Valeska. Aun cuando James Gordon pudo tener el cuerpo y presencia de Bruce, Jerome Valeska siempre poseyó la mayor parte de su corazón y alma.

Su mente jamás lo dejó por completo.

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Perdón si el momento entre Jerome y Bruce no fue muy zhuculento, pero Bruce aun es menor  y como no es creíble que pase algo mayor con ese momento.
Sorry 😟💕

Al menos les gustó como estuvo el capitulo? O creen que debería poner, tal vez quitar, algo? Den sus opiniones y votos. Todo es free.