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Martes a las diez y media de la mañana. Primer martes de las hermosas vacaciones de verano.
El calor es abrumador, el aire se siente caliente, respirar te quema los pelos de la nariz, hasta el asfalto parece estar hirviendo. Los mosquitos despertaron y se empezaron a reproducir, la peor estación que existe.
Jimin sabe que el año que viene va a estudiar como esclavo con tal de poder quedarse todo el puto verano abajo del aire acondicionado.
No lo puede creer, otra vez llevándose matemática y educación fisíca, son su cruz.
Camina con pereza hacía la parada del bus que lo deja en la escuela, siente que la mochila le pesa 50 kilos, y que en sus pies tiene atadas bolsas de 30 kilos cada una. El sudor recorre su frente, tiene ganas de arrancarse la piel a ver sí siente aunque sea un poco de fresquito, esta desesperado.
Por otro lado, Jungkook recién se encuentra saliendo de su casa junto a su padre, quíen poco a poco empezaba a recobrar la confianza en su hijo y a enorgullecerse de él.
El año pasado se había llevado cuatro materias y este sólo una, era una gran mejora.
—¿A qué hora salís?
Pregunta el adulto con tránquilidad, mientras ambos se suben al auto, encendiendo el aire acondicionado de inmediato.
—A la una, pero vuelvo con Joon y otro amigo, venimos a casa a estudiar.
Responde Jungkook, quíen no puede explicar el mótivo por el cuál se encuentra un poco nervioso. Quiere llegar a la escuela pero al mismo tiempo no quiere hacerlo.
—Los paso a buscar, me gusta que tengas amigos que te ayuden a estudiar, Kook. Amigos son los que te ayudan a salir adelante, no los que te arrastran a mandarte cagadas.
Advierte el hombre, causando que Jungkook entienda de inmediato que se refiere a la época de la secundaria, cuando las personas con las que se juntaba no eran los que cualquier padre llamaría "Buena junta" de hecho eran todo lo contrario, vivían saltándose clases y escapando de la escuela, o metiéndose en problemas de todo tipo.
—Lo se, ya no me hablo más con ellos.
Asegura Jungkook con una sonrisa, se dió cuenta tarde de que esas personas no eran sus amigos, y lo confirmo cuando conoció a su grupo de ahora.
—Tu madre y yo estamos muy orgulloso de vos, jamás te olvides de eso, nunca dudes de que te amamos más que a nada en el mundo.
El adolescente que empieza a convertirse en adulto de apoco sonríe con cariño.
Se había alejado bastante de sus padres, y recíen el año pasado había empezado a reconectar con ellos de a poco. Tal vez había sido su etapa rebelde que finalmente parece haber acabado, tal vez había empezado a madurar, o quizá simplemente se dió cuenta de que nada bueno podía resultar de seguir juntándose con las personas con las que solía hacerlo.
—Lo se, yo también los amo y agradezco que ustedes sean mi familia.
Afirma Jungkook causando que su padre sonría enormemente. Realmente se parecían demasiado, las mismas arrugas en las esquinas de los ojos, su nariz que se arrugaba de la misma forma al reír, parecían un copia y pega.
Luego de un viaje de no más de veinte mínutos, llegan a su destino.
—Recordá que los vengo a buscar. Voy a tratar de convencer a tu mamá de comprar comida, insiste en cocinar ella y la verdad que no quiero que tus amigos se mueran de una intoxicación.
Esas palabras causan que Jungkook largue una gran carcajada al aire, mientras se baja del vehículo con tránquilidad.
—Esta bien, te lo encargo, nos vemos en unas horas, pa.
—Nos vemos, hijo.
Jungkook camina hacía la entrada de la escuela. Yoo observa con una sonrisa el cómo saluda a ese chico que logra reconocer como Kim Namjoon.
Se sorprende en cuanto su hijo no entra de inmediato en el establecimiento, pero al mirarlo se da cuenta de que parece estar buscando a alguíen, nota como sus ojos escanean su alrededor en todas direcciones, claramente esta buscando a una persona en específico.
Justo cuando parece estar a punto de rendirse, es que lo vé sonreír repentinamente y saludándo en su dirección.
Es entonces que sus ojos captan a ese chico que no conoce.
Mucho más bajito que su hijo, nunca lo había visto, pero parece llevarse muy bien con Jungkook, lo cual causa que una sonrisa se dibuje en sus labios.
Finalmente Jimin llega a la escuela, se pregunta de dónde es que Jeon Jungkook saca la energía como para saludar, él esta a nada de tirarse al suelo y morir quemado por él.
—Buen día, Mimi.
Saluda Jungkook con una sonrisa tránquila en el rostro.
—Ah vos sos Mimi, perdón por el pelotazo del otro día.
Namjoon se disculpa avergonzado, causando que Jimin sonría en su dirección.
—Buen día, y no te preocupes, en parte fue culpa mia por darme vuelta.
Afirma Jimin amablemente, sintiendo la intensa mirada de Jungkook sobre él.
—¿Hyung? ¿Pasa algo?
Pregunta el menor de ellos, con miedo a que el chico le diga algo como "Te quedo pasta de dientes en la mejilla" no le sorprendería, sigue dormido.
—Ah, estaba pensando en que tenes una voz...no se como decirlo ¿Tranquilizadora?
—¿En serio? Nunca me habían dicho eso.
Asegura Jimin inclinando su cabeza hacía un lado, siempre le decían que incluso su voz se parecía a la de una chica.
—Si, que bueno que no estamos en la misma clase, porque me llegas a hablar así y me quedo dormido.
Esas palabras de parte de Jungkook causan que Jimin ria por lo bajo mientras niega con la cabeza.
—No te quedes dormido en las clases de recuperatorio, amigo.
Pide Namjoon causando que ambos chicos empiecen a reír.
Eso es lo que ve el padre de Jungkook, quíen aún no se había ido, su hijo entrando al colegio con esa tránquila y amable sonrisa en el rostro.
Realmente haberse mudado fue la mejor opción que pudieron haber tomado junto a su esposa. No saben cuando fue que Jungkook había comenzado a juntarse con un mal grupo durante la secundaria, pero parecían haber reemplazado a su hijo por un completo desconocido. Se pasaba todo el tiempo fuera de la casa o encerrado en su habitación, de la nada había aparecido con tatuajes, olor a cigarro y alcohol. Lo vivían llamando de la escuela por su mal comportamiento.
El límite fue cuando el adolescente apareció un domingo a las seis de la mañana, luego de haber desaparecido sin avisar el viernes. Llego a su casa como si sus padres no hubiesen estado desesperados buscándolo, denunciando su desaparición a la policía y llamando a cada uno de los padres de sus compañeros por si sabían algo. Tenía toda la pinta de haberse peleado con alguíen. Todo explotó ese día, discutieron con él como nunca, y Jungkook término llorando abrazado a su madre. Después de eso Jungkook no volvió a ir a la secundaria hasta que se mudaron a las dos semanas y lo cambiaron de institución sin siquiera pensarlo dos veces.
Con el paso de los meses, de forma inevitable Jungkook se empezó a alejar de ese grupo debido a la distancia, había empezado a volver a ser el hijo que ellos conocían, tránquilo, amable, ya no tenía esa mirada fría y grosera. Viéndolo entrar a la escuela con una sonrisa, acompañado de chicos que parecen ser igual de buenos y tránquilos, realmente se siente en paz.
—Nos vemos a la salida, me voy a la tortura, digo, a recuperar literatura.
Nam se despide con pereza, caminando hacía el salón designado para esa materia. Jungkook y Jimin se observan con sonrisas, y siguen con su camino.
—Entiendo mejor que nadie que te lleves matemática, pero sí no te molesta tengo que preguntar ¿Educación fisíca?
El menor se carcajea por lo bajo, causando que los ojos de Kook no se alejen de él.
Se siente horrible por pensarlo, pero por dios, realmente su cara es preciosa. Exactamente del tipo que le gustan en mujeres. Labios gruesos y pomposos, ojos afinados y atrayentes, cada una de sus facciones es sumamente delicada, le parece increíble que el chico junto a él en efecto es un chico.
—Odio los deportes, me vivo comiendo pelotazos o cayéndome. Nunca participo y me quedo mirando la clase con el profesor. Ya lo hable con él, ya se los temas que me va a tomar y todo eso, prefiero esto a estar todo el año haciendo deportes, no es lo mío.
Confiesa Jimin con vergüenza, llevarse educación fisíca es algo así como el peak de ser burro, le ganó a Yongsun, bueno no, tampoco para tanto.
—Sí lo pones así, la hiciste re bien ¿Qué es lo que te pueden preguntar en un examen escrito de educación fisíca? ¿La pelota de voley se patea? ¿Se puede pellizcar a tu oponente en un partido?
El menor ríe ante esas preguntas estúpidas, porque a decir verdad, son exactamente el tipo de preguntas que cree que van a tomarle.
El profesor literalmente le dijo que los temas eran las reglas de voley, las reglas de beisbol, las del basquet y futbol. Tres preguntas por deporte, la saco re barata, en la secundaria le tomaban los músculos y como se estiraban, horrible.
—¿Y vos siempre te llevas sólo matemáticas?
Pregunta Jimin con curiosidad causando que Jungkook suspire con pesadez.
—Es mi cruz, en la secundaria me llevaba todo como Sun, pero cuando entre en la preparatoria me dí cuenta de que me estaba arruinando la vida solo. El año pasado me costó, estaba atrasado en todo, Jin, Joon y Té me ayudaron un montón y al final me lleve cuatro materias, las pude rendir bien en la primera mesa. Este año ya estaba al mismo nivel que el resto, pero yo te juro que la profesora de matemática dice dos palabras y yo pongo esta cara.
Jungkook hace literalmente esta cara:
Jimin estálla en carcajadas al observar la expresión en su rostro, realmente le empieza a caer mejor. No tuvo la mejor primera impresión pero empieza a darse cuenta que no es la persona que los rumores dicen que es.
Finalmente llegan a su salón listos para ser torturados, ni siquiera lo piensan, se sientan juntos como si hubiese arreglado para hacerlo, y enseguida Sun, que ya se encontraba allí, se acerca a ellos para saludar y hablar en lo que llega la profesora.
Saben perfectamente que tienen dos horrorosas horas por delante.
En otro salón se encuentra Namjoon, siendo observado por odio duro y puro por su profesor.
Pobre docente, para él, leer el examen de Namjoon fue una tortura.
Era una crítica brillante a Romeo y Julieta, perfectamente redactada a lo largo de las 5 hojas de examen que entregó. También lo fue la crítica que hizo a La Ilíada y La Odisea, sin duda fue magnífica. En ambos casos no encontró una sola falta ortográfica para corregir, las comas y puntos perfectamente colocados, la narración exquisita, se notaba que el chico había leído ambas obras, era evidente. Pero en esas 5 y 7 hojas de examen que había entregado respectivamente, no había respondido a ninguna de las 10 preguntas del examen, ni una, ni siquiera lo había intentado.
En el primer trimestre, leyeron el Martin Fierro y el chico había dado respuestas brillantes. Se notaba que no le habían gustado las otras dos obras y debido a su crítica llego a la conclusión de que el chico en efecto las había odiado. No le quedo otra opción que desaprobarlo, no por criticar el texto, sino, porque no respondió las consignas.
—Vamos a hacer lo siguiente. Jung Hoseok, sos el único acá que no esta aplazado, estuviste a sólo un punto de aprobar por lo tanto no voy a tomarte ningún examen, vas a tener que entregarme una crítica sobre la obra entera Martin Fierro que es la que más te costó, puede ser una crítica positiva o negativa, es tu elección. Kim Namjoon, ese va a ser tu examen, vas a trabajar con Hoseok para que él me entregue la crítica en tiempo y forma en la mesa de examen. Sí el aprueba vos aprobas, sí el no aprueba vos tampoco. El resto va a tener un examen con 3 preguntas por cada una de las 3 obras que vimos a lo largo del año. Para los de primero son la primera mitad del Martín Fierro, Hamlet, y Cien Años de Soledad, para los de segundo son la segunda mitad del Martin Fierro, La Ilíada y La Odisea, y Romeo y Julieta, sí tienen dudas aprovechen a preguntar ahora y la semana que viene.
Namjoon suspira con pesadez al escuchar las palabras de su profesor. Sabía que le iba a salir con cualquiera, pero no se esperaba tener que trabajar con otra persona, va a ser un calvarió, es capaz de asegurarlo.
No entiende como funciona la cabeza de otras personas, no tiene problema con explicarles y ayudarlas a estudiar. Pero que su nota dependa de otro no le gusta nada.
A veces Nam no entiende cómo es que no entienden cuándo a él todo le resulta tan fácil y aburrido.
—No se quíen sea Hoseok pero que se venga a sentar conmigo.
Pide Namjoon levantando la mano, sin siquiera molestarse en mirar a las personas a su alrededor. Realmente su puto profesor le acababa de cagar las vacaciones.
—Un placer, soy Jung Hoseok, espero que trabajemos bien juntos, Namjoon.
Al escuchar esas palabras, el mencionado levanta la mirada, se encuentra con algo que lo descoloca por completo.
El chico frente a él parece tener al mismísimo sol en su sonrisa.
—Ah, si, igualmente.
Responde como puede, no se esperaba para nada presenciar ese tipo de sonrisa, es simplemente preciosa.
—Sobre el Martín Fierro, la verdad me costó leerlo por la forma en la que hablan, pero en realidad lo disfrute muchísimo, en el examen me fue mal porque me cuesta memorizar y las consignas fueron muy específicas. En cuanto a la crítica, creo que estaría bueno recalcar la forma en la que el autor retrata la imagén del gaucho en el contexto socio-económico en el que se encontraban en esa época, la conquista del desierto, la pelea con los pueblos originarios y al mismo tiempo con la gente blanca, la pérdida de territorio. Fue una época marcada por fuertes cambios sociales y terrioriales. No se qué es lo que vos opinas.
Dice Hobi, tomando nota de sus propias palabras, tratando de mantenerse sereno ante el increíble chico que tiene frente a él, es Kim Namjoon, el genio que se saca diez en todo y esta más fuerte que comer pan con dulce de leche.
Siente el nerviosismo atacando su cuerpo, en cuanto el chico frente a él se acuesta sobre el pupitre mirándolo de reojo con una dulce sonrisa en los labios.
—Vos y yo nos vamos terminar llevando muy bien, Jung Hoseok.
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1/3 💛
En unos minutos subo el siguiente de hoy 💛💛💛
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