ix
—Disculpa, hyung, la profe justo me pregunto algo relacionado al centro de estudiantes.
Pronuncia Jimin en cuanto sale del aula, encontrándose con el mayor esperándolo pacientemente justo al lado de la puerta.
—No te preocupes ¿Paso algo con el centro y la profe?
Pregunta Jungkook entregándole la mochila al chico, ya que se la había llevado con él en cuanto salió del salón.
—Se esta por jubilar y estamos organizándole una fiesta de despedida para hacerle los primeros días de clases cuando volvamos de las vacaciones. La profe se entero y ahora nos esta diciendo cómo quiere la torta.
Cuenta Jimin con cansancio causando que a Jungkook se le escape una pequeña risita, encima de que le hacen una fiesta se pone en exigente, una genia la profe.
—Sólo por curiosidad ¿Cómo quiere la torta?
Pregunta el mayor observando el perfil de su acompañante con mucha más atención de la necesaria.
No lo podía evitar, su nariz es perfecta, sus ojos pequeños color avellana son simplemente preciosos, sus labios atrayentes, la forma en la que sus mejillas se adueñan de su rostro cada vez que ríe o sonríe, su voz, todo de él le llama la atención.
Durante las dos horas que tuvieron de matemáticas, apenas fue capaz de prestar atención, se la paso pensando en lo bien que olía el chico a su lado, y se siente medio hijo de puta por nuevamente haber pensado "¿En serio es un hombre?"
—Vainilla y dulce de leche recubierta de buttercream, de tres pisos color azul con decoraciones rosas. Me quiero morir, se supone que yo le tengo que dar la noticia a Seokjin ¿Con qué cara se supone que lo haga?
Jungkook no puede evitar estallar en carcajadas al notar la expresión amarga con la que el chico dice esas palabras.
—Tránquilo, te paso el número de Jin así no le tenes que ver la cara mientras se lo decis.
Propone el mayor causando que Jimin asienta con cansancio, esta agredecido de que la señora se jubile y eso que sólo la tuvo un año.
Así es como llegan al patio hablando con tránquilidad, donde Jimin puede observar atentamente la forma en la que Hobi se encuentra sonríendo de más mientras habla con Namjoon.
—¡Mimi!
Exclamá su amigo en cuanto lo ve, para correr hacía él con felicidad.
—No sabes, no tengo que dar el examen sólo tengo que hacer una crítica, después te cuento todo bien, me voy que ya me vinieron a buscar. Cuando llego a casa te hablo, te amo.
Luego de dejar un beso en su mejilla, lo observa correr hacía la puerta de la escuela mientras saluda a todas las personas que se cruza, quíenes lo saludan de vuelta sin dudarlo.
Ser humano más sociable que Hobi no ibas a encontrar en ninguna parte.
—¿Y esa esfera de energía condensada quíen era?
Pregunta Jungkook observando fijamente la forma en la que Jimin ríe ante sus palabras, incapaz de notar que Nam se esta acercando a ellos.
—Jung Hoseok, con él, Yoon y Sun estuvimos juntos toda la secundaria y elegimos esta misma preparatoria para volver a quedar juntos.
Responde con tránquilidad observando el asentimiento de cabeza del mayor.
—Mimi, que suerte que sos amigo de él ¿Le gustan los hombres? Y sí la respuesta es si ¿Esta soltero?
Jungkook observa con incredulidad la forma tan serena en la que Nam acaba de hacer esa pregunta.
Esta sorprendido porque conoce al chico hace más de dos años y nunca lo vió coqueteando con ningún hombre.
—Mmm, si es homosexual, la otra pregunta no sabría contestarla.
Se limita a decir Jimin, sabiendo perfectamente que se trata de la vida privada que su amigo le confió y él no es quíen como para andar ventilándola sin permiso.
—Esta bien, perdón por preguntar pero es que tiene la sonrisa más linda que ví en mi vida.
El menor de los tres asiente completamente de acuerdo con esas palabras, Hobi realmente tiene el sol en su sonrisa, es simplemente precioso.
—¿Vamos? Me acaba de avisar mi viejo que ya esta en la puerta.
Esas palabras de Jungkook causan que ambos chicos asientan en su dirección.
Jimin se siente feliz, ya se veía subiendo a un micro con olor a chivo, no puede creer que se van a ir en auto, es feliz.
Al salir de la escuela, la felicidad de Jimin aumenta aún más en cuanto ve el auto al que se están dirigiendo, un modelo nuevo que cien por ciento tiene aire acondicionado, definitivamente es un gran día.
Así es como se suben al vehículo, Kook en el asiento del copiloto, Nam y Mimi en los asientos traseros.
En cuanto el menor observa el rostro del padre de su nuevo amigo no puede creerlo, literalmente son iguales.
—Un placer conocerlo, soy Park Jimin.
Se presenta con educación logrando que una sonrisa se forme en los labios del adulto.
—El placer es mío, Jimin ¿Sos compañero de los chicos?
Pregunta el hombre con curiosidad, ya que nunca lo había visto.
—No, yo soy de primer año, por suerte pase a segundo.
Responde el menor con tranquilidad, mientras abrocha el cinturón de seguridad con diligencia.
—¿Sólo te llevaste matemática? Eso es lo que van a estudiar ¿No?
Pregunta Yoo con curiosidad, reprimiendo un gran impulso de tomar al niño por las mejillas y estirárselas. Le provocaba muchisíma ternura por algún mótivo.
—Matemática y educación fisíca.
El señor Jeon ríe ante esas palabras mientras enciende el motor del auto para emprender el camino a su casa.
—¿Cómo te llevaste educación fisíca?
Pregunta el adulto sin siquiera molestarse en ocultar la risa que le da haber escuchado semejante afirmación, osea si, Jungkook tuvo su época de llevarse todo pero jamás educación fisíca.
—Las pocas clases en las que participe recibí la pelota con la cara, y le dí lástima al profesor así que me dejó quedarme mirando.
Responde el menor, sabiendo que el único mótivo por el cual su profesor le dió ese "trato especial" es porque tenía miedo de que se lastime o algo, porque después el que se mete en problemas es él sí algún alumno sale lastimado en su clase.
—¿En serio sos tan malo en los deportes?
Interroga Jungkook, girando su cuerpo para ser capaz de observar el rostro de Jimin, encontrándose con el chico rojo de la vergüenza.
—No quiero hablar de eso, hyung.
—¿Tan malo es?
Pregunta el mayor entre risas, osea, obviamente hay gente que no es buena en los deportes, pero de eso a recibir cada pelota con la cara en todos los deportes hay una gran y abismal diferencia.
—Muy malo, doy asco, veo la pelota y me congelo porque digo "Sí me da en la cara me va a doler" y a veces llego a esquivarla, pero la mayoría de las veces no, y por estar pensando que me va a doler sí me la dan en la cara, me termina dando.
Es Namjoon quíen estalla en carcajadas al oír esas palabras, mientras que Jungkook se límita a sonreír y negar con la cabeza, al mismo tiempo que el señor Jeon trata de aguantarse la risa con todas sus fuerzas.
—¿No te gusta ningún deporte?
Insiste el tatuado con incredulidad mientras Jimin lo observa pensativo.
—Odio cualquier deporte que tenga una pelota, no me gusta correr porque odio sudar, no tengo ningún tipo de equilibrio o punteria, creo que con esas afirmaciones abarco todos los deportes.
Asegura avergonzado mientras Namjoon se dedica a seguír ríendo a carcajadas armonizando con las risas del señor Jeon.
—Los de segundo y tercero tenemos educación fisíca juntos, el año que viene te ayudo así no te la llevas.
—Nunca nadie se había preocupado tanto por mi.
Bromea Jimin causando que una pequeña risita se escape de los labios de Jungkook.
—Yo puedo prometer no pegarte más pelotazos en la cara.
Propone Namjoon, observando con una sonrisa a Jimin, realmente es demasiado lindo, ahora entiende un poco el mótivo por el cual Jungkook le pregunto si era un hombre, su rostro es simplemente precioso.
—Es gracioso que digas eso sabiendo perfectamente que tenes una punteria asquerosa.
Esas son las palabras del tatuado que causan que Nam ria con ironía.
—Vamos, Jay, dejame pasar una sola.
Jungkook observa atentamente la forma en la que su amigo dice esas palabras, estirando uno de sus brazos en dirección a Jimin, colocándolo en el respaldo del asiento justo detrás del menor.
Decide ignorarlo, y así es como pasa el resto del viaje, entre conversaciones sin sentido y risas que el señor Jeon escucha atentamente, incapaz de borrar la sonrisa de sus labios.
Cuando finalmente llegan a su destino los cuatro se bajan del vehículo con tránquilidad.
Jungkook observa curioso la forma en la que Jimin parece mirar a su alrededor bastante sorprendido, por ese mótivo se acerca a él, y con una sonrisa en los labios pasa uno de sus brazos por los hombros del chico, inclinando su rostro hacía abajo.
—¿Pasa algo?
Pregunta con curiosidad, observando la nula reacción del chico que se limita a negar con la cabeza.
—No me había dado cuenta en el viaje, pero ahora que llegamos acabo de notar que el bus que tomo para ir al colegio siempre pasa por acá, vivo a unas 15 calles creo.
—Mejor, así los sábados podes venir sin problema.
Asegura el tatuado mientras caminan hacía la puerta de su casa, que en cuanto la cruzan son recibidos por un hedor putrefacto.
—Dijiste que te ibas a encargar.
Esas son las palabras que dice Jungkook, sin apartarse de Jimin, aún con uno de sus brazos sobre los hombros del chico, mientras su padre le sonríe, pero sus ojos parecen estar gritando auxilio.
—Bienvenido al mundo real, hijo. Regla número uno, los adultos también mienten.
Jimin se carcajea ante las palabras del adulto, mientras Namjoon ni siquiera intenta ocultar su mueca de asco.
—¡Bienvenidos, pasen! Deje todo listo para que puedan comer y ponerse a estudiar enseguida.
Esas son las palabras que dice una hermosa mujer con su elegante ropa toda sucia, incluso el rostro manchado de salsa y harina, con su largo pelo atado y despeinado al mismo tiempo. Es evidente que se esforzo bastante preparando todo.
—¡Ah, vos sos el nuevo amigo que Jungkookie dijo que iba a traer hoy! Es un placer conocerte, soy Seo Yeji, la mamá.
Se presenta la realmente hermosa mujer, causando que Jimin la mire hipnotizado por un momento ¿La madre? Luce demasiado joven, le parece increíble.
—El placer es mío, muchas gracias por invitarme, soy Park Jimin.
—¡Sos una preciosura! ¡Vamos, pasen! Se va a enfriar.
Los cuatro hombres caminan hacía el comedor, tres de ellos deseando con todas sus fuerzas que una nave espacial aparezca de la nada misma, abduzca la comida, y desaparezca sin dejar rastro de ningún tipo.
Lo desean tanto que hasta tienen esperanzas de que eso suceda, esperanzas que obviamente son muy estúpidas. Se quieren morir en cuanto observan la mesa repleta de diferentes platos, cada uno luciendo más asqueroso que el anterior.
Zanahorias crudas, papas demasiado hervidas, una especie de ¿Púre? Que parece tener vida propia y esta tratando de escapar del plato, una langosta viva, si, viva en una pecera ahí en la mesa, camarones quemados, carne cruda, lo que parecer ser ¿Sushi? y finalmente una bebida color violeta que definitivamente no huele ni a gaseosa ni a jugo de uva.
Es algo impresionante, nada queda bien con nada, y de alguna forma Yeji se las arreglo para arruinar cada uno de los platos que cocino. Visto de otra forma hasta es digno de admirar que ni siquiera uno parezca normal.
Jimin es el único con el valor suficiente como para sentarse en la mesa bajo la atenta mirada de todos.
Yoo, Nam y Kook lo miran con pánico, y Yeji con felicidad.
—Mimi, no tenes que hacerlo.
Le dice Jungkook mientras el mencionado se sirve un poco del púre que estaba tratando de escapar, y de lo que parecen ser camarones carbonizados.
—Tu mamá se esforzo para preparar todo, hyung. Además puede no tener el mejor aspecto pero el sabor debe ser delicioso.
Literalmente la expresión de Jimin mientras dijo esas palabras:
Yeji al escuchar esas palabras:
Nam, Yoo y Kook mirando a Jimin en silencio:
Así es como Jimin toma sus palillos tomando uno de los camarones que se había servido, lo moja en el púre que parece tener vida propia, respira una última vez, y finalmente se lo lleva a la boca.
Lo único que se escucha es el carbón, digo, el camarón siendo masticado por Jimin, es increíble, así que así es como se siente masticar una piedra, eso es en lo que piensa el pobre chico tratando de mantener su expresión estoica, no puede permitir que la mujer observe su expresión de asco al sentir el carbón, digo, el camarón haciéndose polvo dentro de su boca, o que escuche a sus papilas gustativas pidiendo auxilio mientras sienten el sabor del púre con vida propia.
—¿Y? ¿Esta rico?
Pregunta Yeji observando con inseguridad al chico que se encuentra probando lo que preparo.
Entonces Jimin se toma un momento para observarla atentamente. Su ropa manchada de comida, sus manos con varias curitas demostrando la cantidad de veces que se quemo o cortó preparando todo, incluso su pelo atado parece tener un poco del púre con vida propia en el, su rostro con salsa y harina. Lo sabe, no puede ser brutalemente honesto con ella porque lo haría sentirse el más grande hijo de puta que existe.
—Es un sabor que nunca había probado en mi vida, muchas gracias por esta experiencia, no la voy a olvidar nunca.
Esas son las palabras que acaba diciendo, mientras lleva otro pedazo de comida a su boca, esta decidido a acabarse todo lo que se sirvió, aunque si se arrepiente un poco de haberse llenado el plato.
Namjoon y Jungkook observan al chico como sí fuese un puto loco de mierda, pero Yoo se dedica a sonreír con felicidad.
Conoce las habilidades culinarias de su mujer mejor que nadie, sabe que la comida debe estar asquerosa e incomible, pero ese niño sentado en la mesa es tan educado que esta ahí comiendo sin criticar absolutamente nada, masticando como todo un heroe.
Ese es el mótivo por el cual también toma asiento y se sirve del sushi y las zanahorias, empezando a comer en completo silenció.
—¿No van a comer chicos?
Pregunta Yeji en dirección a su hijo y Nam que de encontraban observando la escena así:
—Si, ma, vamos a comer.
Afirma Jungkook tomando a Namjoon de los hombros y sentándolo a la fuerza en la silla.
—O te servís lo que veas más tránqui o juro que te sirvo la langosta viva.
Amenaza el tatuado causando que el moreno trague saliva con dureza, y finalmente opte por las zanahorias crudas y el ¿Sushi?, al igual que el señor Jeon, ya que él no parecía tener dificultad de ningún tipo para comerlo.
Iluso, se olvido de que el paladar de Yoo ya esta acostumbrado.
En cuanto Nam prueba del sushi puede jurar que tiene frutillas, pescado, espinaca y albahaca, quiere llorar.
Jungkook por otra parte, opta por las papas sobrecocidad y el carbón, digo, los camarones.
En cuanto los prueba...su admiración por Jimin nace. No puede creer que el chico haya estado comiendo semejante atrocidad con la seriedad marcada en el rostro.
—¿Amor vos no vas a comer?
Pregunta el señor Jeon sacándose un pedazo de la hoja de frutilla de entre sus dientes, ya que su esposa parece haberse olvidado de sacarla antes de meterla en el sushi.
—Yo comí ramen instantaneo mientras preparaba todo lo más rápido posible, me alegro mucho de que les guste.
En ese momento los cuatro hombres pensaron exactamente lo mismo
"Se hace la pobrecita pero es una zorra astuta"
Es entonces que sucede, si, el polvo del carbón, digo, del camarón causan que Jimin empiece a toser, y por inercia toma el vaso con ese liquído color violeta de dudosa procedencia.
Si, todos habían sido lo suficientemente valientes como para sentarse a comer y probar los platillos (menos la carne claramente cruda o la langosta claramente vivita y coleando) pero ningúno había siquiera amagado a tonar de ese líquido, a ver, buenos si, ya tarados no.
Pero Jimin, que en el momento en el que se sentó en la mesa había decidido por completo ignorar su vaso con olor putrefacto emanando de él, lo lleva a su labios y toma de él en el momento de desesperación por estar atragantándose.
No sabe como explicarlo, esta frío y caliente al mismo tiempo. No puede ponerlo en palabras, su lengua arde pero al mismo tiempo se siente dulce, es perfectamente asqueroso.
Lo deja sobre la mesa mientras Nam, Kook y Yoo lo miran de la siguiente manera:
—¿Por casualidad esto es pollo licuado, señora?
—¡Ay cariño! Sólo llamame Yeji, y me impresiona que lo hayas descubierto, si lo es, pollo, albahaca, durazno, limo-
—¿Durazno?
Pregunta Jimin sólo para asegurarse de que acaba de escuchar bien.
—Si durazno dulzura.
Jimin asiente con la cabeza, cambiando de expresión por primera vez desde que se sentó en la mesa.
—¿Mimi esta todo bien?
Pregunta Jungkook sabiendo que claramente no esta todo bien, osea, el pobre chico comió la comida de su madre y acaba de tomar pollo licuado, se debe querer morir, pero le pregunta aparte de eso.
—Soy mortalmente alérgico al durazno.
Tardan lo que tarda una persona en decir las vocales en correr al auto y subirse en él, gritando todos y cada uno de ellos "No te mueras, Jimin", reiteradas veces.
Si, Jimin lo sabe, va a morir en el intento de aprobar matemáticas, definitivamente va a morir.
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3/3 💛
BUENOOOOO hasta acá x hoy tkm 💛💛💛
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