Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 12














-Vamos chico, no puedes estar de tan mal humor -se burló Will sentándose a mi lado antes de empujarme con su hombro-. ¿No te alegra? Lo logramos Magnus, lo encontramos -celebró el ojiazul mirándome con una enorme sonrisa instalada en sus labios.

-Lo sé Will, pero es una victoria amarga. Sí, lo encontramos, ahora se sabe quien es... bueno, ustedes lo saben, pero sigue siendo una traición por parte de alguien en quien confiábamos. Puede ser Jocelyn, o Patrick, incluso Aldertree. No sé si estoy preparado para ello.

¿Y cómo podría estarlo? Para mí, aquello era impensable, es decir, Jocelyn era la madre de Clary, una de mis mejores amigas. Patrick siempre había sido demasiado estricto, pero no lo veía como un sujeto malévolo capaz de hacer daño a alguien, ¿y Aldertree? No, definitivamente no. Era alguien estricto, y demasiado malhumorado, pero amaba a Idris más que a nada, siempre lucía tan fiel a Jem... ¿podría ser capaz de romper su confianza?

-Y peor aún -añadí con amargura-. Lo capturamos, sí, por fin nos desharemos de ese topo, ¿y qué? ¿Qué impedirá que Valentine o mi abuela implanten un nuevo espía entre nosotros? Y sin importar que lo capturemos, ¿en qué nos ayudará ahora? Ragnor ya fue torturado, mi abuela le quitó a Jem el seguir el camino de su padre, Ash ya ha pasado toda su vida encerrado. Y nosotros no volveremos a ser los de antes... ya no confiaremos en las personas...

-Whoa, chico, tú si sabes arruinar una fiesta -refunfuñó Jem sentándose junto a su novio, antes de recostar su cabeza en el hombro de él-. Supongo que eso lo heredaste de tu padre.

-Lo siento -me disculpé avergonzado con todos.

Ellos estaban celebrando, y por primera vez me di cuenta lo egoísta que estaba siendo. No solo mi vida estaba en peligro, todos ellos, todo aquel que estuviera en Idris estaba en riesgo, aunque no todos lo supieran. Fuera se estaba desatando una guerra donde ya había un muerto, y podría haber muchos más. Y ellos, mis amigos, estaban celebrando que habían ganado una batalla... faltaba mucho más para ganar la guerra, pero en aquel momento, después de la muerte de Tessa y los recientes descubrimientos que habíamos hecho, ganar una batalla era muy importante para todos. No quería ser yo quien arruinara esa felicidad... y no lo sería.

Justamente cuando me disponía a darles la razón y a unirme a su alegría, alguien entró corriendo al lugar.

Clary.

La chica lucía terrible, su cabello estaba completamente revuelto, tenía golpes en el rostro y ropa estaba rasgada, pero lo que más me aterró, fue su expresión llena de pánico. Sus ojos estaban rojos e hinchados, y en ellos aún brillaban las frescas lágrimas que seguía derramando. La pelirroja miró a Jem con desespero.

-Lo tenemos. Luke y Patrick lo están llevando al lugar designado para él -anunció, pero justamente cuando el rostro de Jem se comenzaba a iluminar, Clary añadió algo que nos dejó helados a todos-. Pero algo salió mal... Jem... él se está muriendo...












ಥ_ಥ

Pov Alec













-Demonios, creo que ya se dio cuenta -refunfuñé mientras corría junto con Jace y Hodge, por los oscuros pasillos de la academia.

-No lo creo -musitó Hodge inseguro, cubriéndome el flanco izquierdo justo antes de detenerse frente a un salón, para luego entrar en él; Jace y yo lo seguimos. El maestro nos estaba esperando allí, y nos miraba seriamente-. ¿Cómo supieron que se trataba de Jocelyn?

-No fue fácil -respondió Jace con tristeza-. Nadie quiso creerlo en un principio... ¿cómo podría serlo? Se supone que ella odiaba a Valentine...

-Al parecer no, dicen que del amor al odio solo hay un paso, ¿no funciona también al revés? -Solté con amargura mientras miraba por la ventana de la puerta, esperando la señal.

-Tiene sentido -habló Hodge después de un par de minutos, sorprendiéndonos a Jace y a mi.

- ¿Lo tiene? -Preguntó Jace, atónito.

-Por supuesto... Valentine siempre estuvo obsesionado con Jocelyn... y en algún tiempo ella lo amó, amores como esos nunca mueren, ¿o sí? -Preguntó el maestro.

Jace abrió la boca para hablar, pero el teléfono dado por Jem vibró en mi bolsillo, por lo cual alcé la mano para interrumpirlo. El mensaje era claro. Era hora de actuar. Suspirando pesadamente, guardé el aparato y miré a los presentes.

-Jem la encontró. Se dirige a la biblioteca, supongo que espera escapar por la salida escondida que hay por allí -informé antes de abrir la puerta.

Los tres nos internamos nuevamente en la oscuridad de los pasillos corriendo lo más rápido posible. Mi corazón latía rápidamente, esperando que todo saliera bien. Magnus debía estar bien, Will y Jem se encargarían de que así fuera. La idea de Isabelle era fabulosa, distraer a los más débiles para que no entorpecieran el plan y estuvieran a salvo. Odiaba la insistencia de Clary por participar, pero entendía que no quería dejar solo a Jace, al menos era un alivio que Catarina hubiese decidido enfermarse y quedarse en la seguridad de su habitación. Kieran la cuidaría. Magnus y Ragnor era quienes me angustiaban, pero Will, Jem, Isabelle y Mark los cuidarían. Los demás nos encargaríamos de atrapar a esa maldita rata traidora. Y lo haría pagar. Por todo.

Le haría pagar el ayudar a lastimar a Magnus, le haría pagar el matar a Tessa, le haría pagar el estar aliado con la persona que nos quería muertos a todos. Incluso le haría pagar el confabularse con el imbécil que había lastimado el estúpido e insensato amigo de Magnus.

Los vengaría a todos.

Hodge y Jace entraron después de mi a la biblioteca, pero justamente cuando nos dirigimos a la zona de historia, un coro de maldiciones se escuchó. Una enorme sonrisa cargada de satisfacción se instaló en mis labios, antes de llevar mi mano a la parte trasera de mi pantalón. La empuñadura del arma se sentía terrible en mi mano, y esperaba no tener que apretar el gatillo, pero no dudaría en hacerlo si era necesario.

-Esto es lo que querían, ¿no? Soy un imbécil -espetó Hodge con una voz tan hostil, que me hizo temblar, pero me recordó quién era él en realidad. Sí, se había mostrado como el maestro simpático, siempre dispuesto a ayudar, el que nos protegería en todo momento, pero claro, eso era solo una fachada-. Claro que Jocelyn jamás se aliaría con él... lo odia... y siempre amó a Lucian... pero claro, que esa perra viniera aquí era solo una excusa... debo imaginarme que Patrick y Luke están en la entrada, impidiéndome salir, ¿eh? -El maestro lanzó una risa mordaz que hizo eco en el lugar-. Y Will debe estar con Jem en la salida secreta.

-Julian y Emma, en realidad -respondió Jace mirando con furia al maestro-. Y por supuesto, Jocelyn y Aldertree están cerca.

-Hodge ya basta, por favor, ¿no has hecho mucho daño ya? -Pregunté dolido con él, ¿cómo había sido capaz de traicionarnos así? -.No seremos tan duros si cooperas...

- ¿Y si no? -Preguntó él con frialdad.

-Yo mismo haré que pagues por todo lo que has hecho -solté con voz envenenada.

-Creo que prefiero la tercera opción -soltó el hombre sonriendo malévolo.

-No hay tercera opción -refutó mi mejor amigo.

-Oh Jace querido, ¿no has aprendido nada de mi? Siempre hay más opciones -aseguró el hombre antes de dar una elegante vuelta en el aire y golpear con fuerza a mi amigo en el pecho, mandándolo a volar directamente contra un estante, donde al chocar, varios libros le cayeron encima.

Clary, ¿cómo no? Salió de la nada intentando sorprender al maestro, pero él era un experto y ella demasiado torpe, por lo cual después de aturdirla con varios golpes que me hicieron doler el alma, se agachó para tomarla del tobillo y arrojarla lejos.

Quise correr hacia Jace y Clary, asegurarme que estuvieran bien, pero debía apegarme al plan, no habría más oportunidades. Ya habíamos revelado nuestras cartas y era hora de actuar, por lo cual, corrí detrás del maestro que ya preparaba su escape, y tomándolo del cuello de la camisa, intenté arrojarlo lejos. Fallé. Hodge era una maldita rata traicionera, y una maldita rata traicionera muy bien entrenada, era mucho más rápido que yo, así que utilizando mi fuerza contra mi mismo, me tomó por los brazos y dando una vuelta hacia adelante, me arrojó por encima de su espalda hacia una de las mesas de estudio. Todo mi cuerpo gritó adolorido cuando la mesa se quebró bajo mi peso, y en aquel instante juré que me había quebrado varios huesos; no me importó. Tenía que proteger a Magnus. Protegería a Magnus incluso arriesgando mi vida, por lo cual, con gran dificultad tomé el arma que aún estaba en la cintura trasera de mi pantalón y apunté hacia el hombre. Por un instante se sorprendió, pero el imbécil no estaba herido, él era más rápido, así que lanzando una fuerte patada a mi mano, me arrebató el arma. El crujido de mis dedos rompiéndose me hizo soltar un nuevo alarido mientras que el arma se escapaba de mis manos, antes de que el traidor la tomara y la apuntara hacia mi.

-No quiero herirte Alec, puede que no me creas, pero mi intención no es lastimarte, así que no me obligues a hacerlo.

-Tienes razón, no te creo -espeté lleno de odio y dolor; intenté ponerme en pie, pero aquello era inútil-. ¡MATAME! -Grité furioso-. ¡ASÍ COMO MATASTE A TESSA! ¡MÁTAME! ¡MÁTAME PORQUE SI TÚ NO LO HACES, CUANDO ME RECUPERE, YO TE MATARÉ A TI!

-Alec yo no quería...

Y se escuchó un golpe sordo cuando Aldertree llegó hasta Hodge antes de derribarlo. El arma cayó lejos de ellos y el forcejeo se dio en el suelo. Se escuchaban golpes sordos en el suelo, un coro de maldiciones y reclamos, pero todo era tan lejano, incluso la aterrada voz de Jace gritaba pidiendo auxilio. Yo solo sentía como estaba nadando, ¿nadando? Sí, lo hacía, el agua mojaba toda mi ropa... no, no era agua, era mi sangre. Intenté concentrarme en la voz de Jace, pero cuando ya me encontraba focalizando mi atención en él, un fuerte quemazón impactó en mi vientre. Quise gritar, pero no sentí la fuerza para hacerlo. Yo solo podía sentir dolor, dolor y más dolor. La voz de Jace y Clary gritaban mi nombre, pero yo solo podía pensar en aquellos bellos ojos color verde dorado.

Hubiera deseado tanto que mis últimas palabras hacia él no estuvieran cargadas de reproche y enojo.

Mi Magnus, mi hermoso Magnus. Cuánto quisiera haberte dicho lo mucho que te amo, fue lo último que pensé antes de dejarme arrastrar en la inconsciencia. 










Bueno mis amores, esto es todo por hoy, nos leemos la próxima semana (y se los prometo porque tengo 4 capítulos escritos por adelantado, así que actualizaré pronto, pero me daré el placer de dejarles con intriga un corto periodo, para que hagan sus teorías de lo que pasará próximamente)


Les amo infinitamente mucho. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro