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usando el nombre de otra persona

N/a: Ya sé que no tengo perdón de Dios, pero esto que el suyo si. No tengo excusas válidas, pero aquí está el capítulo, espero les guste. Gracias por los votos, comentarios y las leídas. No saben cuánto significan para mí. Todo mi amor para ustedes.




POV. LOUIS

Estaba claro, iría a la prisión por maldito degenerado. Era un depravado, un depravado de primera y mis días estaban contados y resumidos en qué Robin Twist iría por mi cabeza. ¿Sería suficiente con irme del país? ¿Y si me cambio el nombre? ¿Un bigote falso resolvería esto?

Tenía ya más de cuatro días atrapado en 2010, y seguía sin respuestas del universo o del destino o de la pirámide que decidió enviarme 12 años atrás donde todavía no existía la resolución 4K Full HD en la televisión ¿CUÁL FUE EL MAL QUE YO HICE DIOS MÍO?

No es como que tuviera una tele, pero si la tuviera no serían en alta resolución. Odio los años 2010.

Había estado viviendo en perfil bajo, después de esa noche en la que me comporte como un completo imbécil con Harry chiquito y lo bese, había entendido que definitivamente no estaba en mi año y que lo mejor para esta situación era alejarme de él. Pero ¿A dónde mierda iría? No tenía dinero, ni un lugar a dónde llegar y el hotel más cercano estaba a veinte minutos a pie y yo no tenía ánimos para caminar tanto.

Es ahora más que nunca dónde tenía que poner en práctica todos esos capítulos vistos de 'A prueba de todo' con el temible aventurero Bear Grylls. Años de pagar Discovery tienen que servir de algo. Claro que también ví 'El encantador de perros' y aún así Clifford se comió un huevo de pascua y nunca viene cuando le hablo y el otro día mordió unos zapatos de Harry. Si... Probablemente no sobreviva si tomamos eso como ejemplo.

De camino a las orillas del pueblo ví la casa vacía que Harry siempre juro comprar cuando recién nos conocimos, la casa siempre estuvo abandonada, nadie en el pueblo sabía de quién era. Años más tarde cuando Harry junto el dinero descubrimos que en general esa casa estaba embargada por el banco, pero nadie la quería así que la compro por un precio ridículo. Fue una buena compra. Y... Bueno, prácticamente será la casa de Harry así que está bien si entro y me quedo por una sola noche.

Hay cosas que una persona NO debería dar por sentado, como el pensar que salir públicamente con mujeres signifique que eres heterosexual, o que venir de un barrio de nivel socioeconómico bajo te haga conocedor de técnicas para abrir cerrojos.

Si, se abrir puertas sin forzarlas. Pero no porque haya sido pobre y de un barrio bajo. Es porque ví un tutorial el YouTube. Y porque nunca recordaba llevarme las llaves cuando era adolescente. YouTube en unos años será la verdadera biblioteca de como vivir la vida sin morir en el intento. Tal vez en el 2022 ya haya un tutorial que diga como viajar en el tiempo. Lo buscaré cuando regrese.

La solución de la casa fue sencilla, toda ella estaba deshabitada, pero tenía algunos muebles viejos regados por todas partes. Exepto claro, un colchón; fue fácil ir a una búsqueda rápida en los botes de reciclaje de la zona. Al final si dormir sobre cartones esa noche.

En mi tarea por desaparecer de la vida de Harry estaba fallando catastróficamente. Es como si lo atrajera cuál imán.

De algo es seguro.

Bendita la hora en la que Harry se hizo cantante, porque como detective y espía hubiera fracasado. Y no hay manera de decirlo de forma bonita, lo siento mucho mi amor pero eres un desastre para ser cauteloso. Y mira que lo hemos hecho medianamente bien en los últimos años pero es que Harry chiquito... Ay mi niño, no das una.

Lo ví salir corriendo de unos arbustos, lo ví limpiar ventanas tan furiosamente que estoy seguro que ese cristal rechinaba, lo ví en la estación de tren y creí que moriría porque ya le había contado algo a Anne. Pero no, solo era él tratando de ser ruidoso. Y eso me hizo recordar a mi propio Harry. Le sonreí sin siquiera pensarlo.

Es ridícula la forma en la que funciona la vida, porque ese niño que tosia con toda la intensión de ser escuchado es mi esposo o al menos yo espero que en el futuro de este presente se case con mi yo. ¿Eso tiene sentido? ¿Tendré otro yo ahora mismo? Ay no debí ver tantas películas sobre multiversos.

Esto de tomar mi propio espacio no está funcionando, por lo que sin lugar a dudas tengo que salir de este pueblo. Fue una mala idea venir.

Pero tengo un plan, sé que en alguna maldita parte de Londres hay un billar donde se hacen apuestas totalmente descabelladas, un bar de mala muerte dónde varios han muerto por querer estafar a los tipos de ahí. Y quiero encontrarlo, solo había ido un par de veces cuando mi vida iba un poco en picada. Salí vivo pero vaya, que locura sería regresar. Y es precisamente lo que intento hacer.

Vendí el único par de ropa que traje conmigo como una edición descontinuada de Burberry en Ebay, la verdad no pensé que funcionaría, pero algún maldito desquiciado lo compro por £1500. Imaginen si hubiera dicho que tenía rastros de un viaje por el tiempo.

Con eso sobreviví los primeros días, hice un poco de despensa, compré un colchón de segunda, y un calentador de agua, compré una escoba y focos para cambiar todos los que la casa. Pero el dinero no es exactamente infinito. Y ya estaba cansado de lavarme el cabello en el lavadero.

Rente un auto en la salida de Holmes Chapel y comencé con mi búsqueda del mejor billar de mala muerte en Londres. Todavía no encontraba el lugar, pero estaba cerca, podía sentirlo.

Eso me había llevado hasta está mañana de de hoy Lunes. Ayer fue un día de verdad lucrativo, le saque a un imbécil £200 y con eso pensaba hacer la despensa. Porque uno debe ser un adulto responsable y autosuficiente. Haciendo la despensa balanceadamente y creo que mi carrito cumple los requisitos.

(El carrito en cuestión: Cerveza, comida instantánea, te Yorkshire, un garrafón de agua, cigarros, un chocolate que se le atravesó en el pasillo de camino a la caja y finalmente dos plátanos)

Despensa de campeones. Claro que sí.

Una vez que volví a revisar mi lista mental me dí cuenta de que no había comprado papel higiénico, tenía que regresar, no quedaba de otra.

Intentando recordar cuál es el papel que hay en casa, siento que alguien me observa. Es una cosa intuitiva que he desarrollado con los años, inevitablemente te das cuenta. Uno se vuelve bueno cuando constantemente la prensa y los fans te siguen. Cuando te tienen en la mira. También te vuelves bueno mirando de reojo y lo ví, una cabellera esponjosa rizada. ¿Cómo no me dí cuenta antes de que ese Harry chiquito, no era mi Harry? Los viajes en el tiempo te dañan de forma cerebral. Quería girar y decirle que era pésimo siguiendo personas, que no tenía futuro como investigador o psicópata, pero ¿Cómo decirle que no a esos ojitos?

Con el papel correcto en la mano, y rezando para que fuera ese el que compra Harry, pague por todo y volvieron a poner mis bolsas en el carrito. Porque si ¡En el 2010 aún dan bolsas! No es que no me guste la ecología, solo que he comprado más bolsas verdes ecológicas de las que una persona normal necesita. Harry es el encargado de recordarme llevar una bolsa para las compras, lastimosamente Harry no está aquí, así que... ¡CONSUMISMO DESMEDIDO!

Pase al baño antes de irme, al carajo dejar mis cosas afuera del baño. Sería rápido de todas maneras y ya me estaba orinando como para analizar las desventajas de dejar mis compras solas. Europa en los 2010 es un lugar seguro ¿No?

Entre corriendo y fui a vaciar mi vejiga. El baño estaba tan solitario que se escuchaba la gota del lavabo caer al fondo de la tubería. Tétrico. Guarde mi pene en mis pantalones y gire para irme a lavar las manos cuando salvajemente a mi lado un Harry chiquito apareció cuál aparición fantasmal.

Claro que grite, pero fue un grito varonil y masculino. Yo grito como hombre.

Lleve mi mano todavía salpicada de orina a mi pecho a la altura de mi corazón porque juraría que este se saldría por tremendo susto

—Diablos Harry, casi me muero de un puto susto. Mira que andarme dando esas sorpresas ¡y a mi edad!

Pero es Harry, está chiquito y el muy desgraciado se está riendo de mí.

Me seguí derecho a lavarme las manos y cuando iba para la salida él me detuvo. Su voz era tal y como la recordaba, jovial y alegre, con esa chispa de seguridad y coquetería. La misma que me envolvió desde el primer instante.

—¿Por qué estás siguiéndome a todas partes?

¿Perdón, que yo qué?

—Oye oye oye, yo no soy el que se la pasa espiando entre arbusto y en el pasillo de los cereales a otras personas. Debes pulir tu táctica para espiar porque la que tienes no funciona.

Su cara se volvió totalmente roja, ja, sabía que era él, el pequeño mirón.

—Oye enserio lamento lo del otro día, no debí hacerlo, debió ser jodidamente espantoso para ti que un imbécil llegará y te besara de la nada. Pero tranquilo, estoy trabajando para irme del pueblo. Te prometo que te dejare en paz y no pasará de nuevo.

No lo mire en lo absoluto cuando se lo dije, porque no importaba si no era el Harry con el que estaba casado, a un Harry jamás podría decirle que lo dejaré. Me entretuve secandome las manos aunque ya estaban secas y cuando voltee a verlo mi corazón se rompió porque de nuevo lo estaba arruinado.

Harry estaba llorando y cuando iba decidido a darle un abrazo quien corrió hacía mí abrazando mi torso fue él. Lo abrace porque sentí que me necesitaba y porque jamás podría resistirme a mimarlo.

—Oh Harry, está bien. Lo siento muchísimo, sé que nada va a compensar mi estúpida estúpida acción pero si hay algo que yo pudiera hac...

—¡QUÉDATE!– lo tenía entre mis brazos, hipando, sorbiendo sus moco, pidiéndome una sola cosa de forma entrecortada porque su propio llanto le impida hablar bien. ¿Qué podía hacer? ¿Decirle que no era lo mejor porque ellos eran esposos en el futuro y por error pensó que este Harry era su Harry? ¿Decirle que no? ¿Decirle que si?

Yo sabía en el fondo lo que al pequeño Harry le atemorizaba porque mi propio esposo me lo había contado. Holmes Chapel era prácticamente un pueblo, uno bonito y rústico pero con calles pavimentadas y acceso a luz y agua potable, chapado a la antigua para mantener sus raíces muy chapado a la antigua, no importa cuántos kilómetros diga tener, en un pueblo sientes que todo el mundo te conoce. Reconoces a la gente e inevitablemente te reconocen a ti y en un año que parecía tan lejano a un futuro donde no te discriminaran por tus preferencias o tuvieras incluso derechos por ser miembro de una comunidad orgullosa, vivir aquí parecía una pesadilla.

Cuando Harry era joven, antes de que nos conociéramos los cinco, él se sentía prácticamente solo. Era un chico de casa que intentaba descubrir quien era, le costó mucho intentar encubrir sus pasos de una familia a la que le temía sin razón por el simple miedo de avergonzarlos en un lugar donde todos se enteraban de todo. Fue difícil.

Se puso peor cuando el mundo creció y tenías la atención de todos todo el tiempo. Ya no era cosa de una pequeña localidad de la que podías escapar. Ahora todo el mundo buscaba mirarte solo unos segundos. Le costó a Harry un montón de terapia y me costó un poco más a mí.

—Has perdido la cabeza si quieres que me quede aquí, no me conoces yo...

—¡CUÉNTAME ENTONCES! Dime lo que sea, voy a creerte, cada palabra que me digas la creeré y confiaré en tí pero no te vayas. Por favor, no me dejes.

Estaba mal, eso era claro, pero jamás podría negarle nada y mira que lo he intentado. Cómo esa vez que le dije que no podíamos hacerlo en el autobús del Tour. Pero vaya que Harry cachondo es insistente. Pero ahora lo tengo mirándome como si me necesitará y eso me destroza y me hace pensar en lo mucho que Harry ha crecido en estos años.

Dejándose llevar, vistiendo como ha querido y pintándose las uñas del modo en el que le gusta, levantando nuestra bandera orgullosamente. He mirando a ese hombre convertirse en la mejor versión de si mismo. Y aún así, puedo recordar cómo me enamore de él siento exactamente así: Inseguro, lleno de dudas y preguntas. Con miedos, pero siempre dispuesto a enfrentarlos a mi lado..

No hay una sola versión que no me guste de Harry.

—Oye, está bien. Pero vamos, salgamos de aquí, esto es medio incómodo.

Secándose las lágrimas desesperadamente, nos dirigimos al exterior y gracias a la seguridad de este pueblo mis cosas siguen ahí.

—Oye mira que maravilla. Que buen lugar para vivir, imagina cuánta gente demente anda por ahí suelta robando carritos de súper mercado ajenos.

—O besando menores de edad por la noche.– dijo Harry sarcásticamente, mientras se reía. Si, este era Harry sin duda alguna.

—Ja ja ja. Te estás ganando una patada en el trasero, niño.

Llegamos al estacionamiento y cargue las bolsa del carrito, él me ayudó con un par y caminamos por la calles de Holmes Chapel, yo tome dirección hacia un parque pequeño y cercano mientras íbamos en silencio. Intentaba pensar en qué era lo mejor en una situación así.

¿Sería bueno decirle todo o nada? Si le contaba algo ¿Debería incluir detalles o sin detalles? ¿Me cambio el nombre? ¿Esto afectará el futuro? Y si así fuera, ¿sería bueno o malo? ¿Cuál es la verdad que debo decirle?

—¿Y tu auto?– pregunto curioso.

—Ah era rentado, lo rento por día y ahora no lo iba a ocupar tanto, de todas maneras es lunes no hay ningún bar abierto y no soy tan vago para no caminar un par de cuadras.

Llegamos hasta una banca en medio del parque y dejé mis bolsas.

—¿El anciano no llega hasta su casa?

—¿Enserio quieres ir a mi casa? ¿Después de lo que pasó conmigo siendo un depravado? ¿Que tus padres no te dijeron nada sobre los desconocidos?– Harry pareció pensarlo y dió dos pasos para atrás.

—Ahmmm si... Bueno dime tu nombre, así no serás un extraño.

Mierda.

—Yo ahhhh... Me llamo... Pedro.

Reírse no era lo que hacía, él estaba carcajeando deliberadamente en mi cara ¿Quién se creía él? Claro que yo tenía cara de Pablo, ¿verdad?

—Estás siendo un mentiroso y me voy a ir si no me dices la verdad.

—No puedes culparme, ¿Cuando has visto que un viajero en el tiempo revele toda su información?

—Es un buen punto.

—¿Enserio? Es la peor excusa que he dicho en mi vida y mira que vengo diciendo que soy hetero desde hace años.

—Bueno pero ¿Y si te prometo no decirle a nadie?

Harry era increíblemente convincente cuando quería, pero no sabía que tanto era bueno decirle cosas sobre el futuro. Si bien, eso podría cambiar el futuro o solo darle otra dirección a las cosas en general no sabía que tanto afectaría.

Me acerque a él con toda la intención de intimidarlo, creo que no funcionó. Porque se sonrojo, creo que solo lo puse nervioso y no de la forma en la que yo quería.

—¿Puedo confiar en ti Harry Styles?

Con sus ojos brillosos y una sonrisa deslumbrante, se paró frente a mí y juro con su mano en el pecho.

—Juro solemnemente que puedes confiar en mí, cuidaré de todos tus secretos extraño y loco sujeto que dice venir de otro tiempo.

—Bien, eso es suficiente para mí.

Yo tengo un montón de credenciales con mi nombre de pila, con el que todos me reconocen. En mi identificación oficial aparezco como Louis William Tomlinson. Tengo otro par de documentos. En algunos me registre de varias maneras. Algunas credenciales más legales que otras. Pero tengo exactamente una donde estoy registrado como...

—¿William Poulston?

—Ese soy yo. Nací en Doncaster, en 1991, por mi trabajo tuve que viajar a México y estando en la cima del monte titirisquiagan algo paso, no sé que fue pero cuando desperté estaba tirado en la calle. Tú y yo aún no nos conocemos, pero lo haremos, no sé por qué razón estoy aquí o qué es lo que debo hacer para poder regresar a mi tiempo. Yo solo... Quiero volver a casa. Hay personas que me esperan.

—Y nosotros, ¿Qué seremos? ¿Cuándo nos conoceremos? Acostumbras... ¿Acostumbramos a saludarnos así siempre que nos vemos?

Mierda. Sabía que eso era algo peligroso ¿Que le digo?

—Eso será algo que deberás averiguar en el futuro, Hazz. Mientras tanto, no pienso ir a la cárcel así que te prometo que no volverá a pasar. Pero nos tomaremos una buenas fotos en el futuro. ¿Quieres ver alguna?

Parece que enserio lo estaba pensando, y quizá esa era la razón por la que le había dado a elegir, él siempre fue el más listo de los dos, él pensaba antes de actuar y consideraba todas las opciones. Estaba seguro que sabría qué hacer.

—No lo sé, no quiero meterme con esas cosas del tiempo, voy a confiar en ti. Es más te ayudaré a investigar como volver a casa.

Eso sería de mucha ayuda, aunque tendré que pensar mejor antes de contarle más detalles si es que los pide. No puedo decirle todo lo que pasará, pero estoy seguro de que él me ayudara a salir de este desastre, siempre ha sido así.

—Ire a buscar algunos libros a la biblioteca y los llevaré mañana a tu casa. Podemos investigar.

—Eso suena bien, también investigare. Entonces ¿Te veo mañana?

Me preguntaba si eso sería algo bueno, es decir ese será mi esposo en el futuro, conocernos tenía que pasar eventualmente pero ¿Que tanto cambiaría esto en mi vida? También me preguntaba si sería habitual ver ese tierno sonrojo en su rostro cada que le hacía una pregunta directa de frente.

—Si, si yo, ahí estaré.— tartamudeo levantándose de un salto —Yo... Yo olvide comprar por lo que me mandó mi madre. Mañana iré a tu casa por la tarde.

—¿Quieres la dirección?— sabía perfectamente que él la conocía, solo quería ver...

—¡NO! Yo, lo averiguaré

... Ese nerviosismo.

—Bien, entonces Harry Styles, mucho gusto y muchas gracias. Te veré mañana entonces — le dije estirando mi brazo para extenderle mi mano y darnos un apretón amistoso.

—¿Hoy no habrá un beso?

—¿Qué?

—¿Qué?— antes de que me diera cuenta de lo que significaban sus palabras Harry apenas y tomo mi mano sacudiendola descuidadamente y corriendo de nuevo en dirección de la tienda.

Este sería un viaje bastante inusual y complicado.






Al día siguiente por la tarde Harry había regresado y como había prometido traía mucha información consigo. Al abrirle la puerta lo primero que ví fue un montón de libros que traía en sus manos, le llegaban a la barbilla, era un imagen muy linda.

Dejo todo sobre la plancha de cemento de la cocina.

—Traje todo esto, tal vez venga algo aquí que pueda ayudarte.

Extendió uno a uno los libros que traía iban de todo, sobre México, cultura Azteca, Teotihuicol, reino cuántico, ¿Lo poco que sabemos sobre los viajes en el tiempo?, ¿Usted es un viajero en el tiempo y no lo sabe?, ¿Cómo hablar con su perro sobre los viajes en el tiempo?.

¿Quién mierda escribió eso?

—También te traje tu sudadera, la lave. Perdona que no te la diera anoche.

—Ah no te preocupes— era suya de todas maneras.

—William ¿Dónde está tu investigación?

—Oh por aquí, mira. Solo lo mejor de lo mejor, verdaderos expertos sobre los viajes en el tiempo. Tenemos la trilogía de Volver al Futuro, 17 otra vez, Star Trek, En algún lugar del tiempo, Terminator y Vaselina. Ah no, esa no, pero es mi favorita... de algo tendrá que servir.

—Me estás jodiendo, ¿Verdad?

—Wow wow wow niño, cuidá ese lenguaje, maldición. Aún no tienes edad para decir groserías. Con un carajo, estos jóvenes de hoy no tienen respeto.

—¡Hablo enserio!– creo que no importa realmente en que tiempo sea, yo siempre voy a sacar de quicio a Harry Styles, porque hay cosas que simplemente nunca cambian.

—Bueno, también hay algunos cómics, pero a menos que tengas la gema del tiempo de Stephen Stranger no creo que esto funcione.— la verdad no tenía muy en claro como iba a solucionar esto. Intenté recapitular entre toda la información que mi cerebro tenía para mí y nada. No recordaba a qué Dios tuve que maldecir para que me castigará de esta manera.

Estaba a nada de mi descanso para ver a Harry, y ahora estoy más lejos de lo que parece.

—Bueno, tal vez pueda funcionar. ¿Con cuál quieres comenzar?

Esperen, ¿acaso Harry dijo que mi idea era buena? Oh por Dios ya estoy haciendo cambios en la historia del universo. Esto es monumental y glorioso; un momento que pasará a la historia, se harán películas de este logro en el que Harry admite que mis ideas son buenas.

—No sé, la que sea.

—Bueno, pero oye ¿en dónde tienes la tele?

Oh no

—Si, oye creo que tienes ahí buenos libros, tal vez uno de esos sea una mejor información.

NADA, ABSOLUTAMENTE NADA.

Para este preciso momento había demasiada información en mi cabeza, más de que la que yo mismo podía retener. Todo estaba confuso, había términos científicos, históricos, me aprendí la regla general y ni una pista de como maldita sea termine varado en 2010.

Aztecas, energía cuántica, relatividad y la posibilidad de que la tierra sea plana. Me cago en el puto siglo XXI ¿ENSERIO NADIE TIENE UNA RESPUESTA PARA MÍ?

Iba por la segunda página del primer libro que me puse a leer cuando Harry chiquito comenzó de curioso. Él realmente es así, pregunta cosa, rara vez se queda con la duda. Él es la razón por la que nunca nos perdemos, él es amistoso y confiable con esa linda sonrisa y los ojos más bondadosos del puto mundo. Si fuera por mí habríamos terminados perdidos en algún desierto en medio de algún bosque si eso era posible. Y dadas las circunstancias, no había nada que yo no pudiera lograr.

—¿De qué has estado viviendo?

—Yo ahmm tengo mis métodos.– no sabía que tan sabio era decirle a alguien de 15 años que las apuestas en juegos de mesa eran adictivos pero muy lucrativos.

—Oh por Dios, ¿te estás... Tú sabes... vendiendo?

—¡Claro que no Harry! ¿Quién te crees que soy? Jamás me prostituiria, posiblemente creo que tengo más futuro como esos bailarines de tubo, aunque seamos realistas yo no bailo, ni sé cómo usar uno de esos tacones infernales y golpearía al primer imbécil que me chiflara. Si, tampoco funcionaría.

Harry solo estaba ahí, intentando poner su mejor cara sería cuando evidentemente quería reírse en mi cara.

—¿Quieres que te enseñe?

—¿A bailar en un tubo?— preguntó confundido.

Me habría reído muchísimo de no ser porque yo sabía la fuerza que tenían las piernas de mi esposo en mi ¿Futuro? Yo sabía que él sería bueno si tan solo lo intentará. Una vez casi me ahorca con ellas, en lugar de venirme, casi me voy ese día. Experiencias que uno debe de tener en esta vida llamada 'matrimonio'

Pero ahora se sentía raro pensar en mi esposo cuando prácticamente y de manera escalofriante estaba frente a mí, solo que más joven e ilegal.

—¡No, tonto! Sobre mi trabajo.

—¿Ya conseguiste un trabajo?— mal uso de las palabras.

—Algo así.

Llegamos a una sala de juegos en el centro de Holmes Chapel donde había máquinas, bolos y un par de mesas de billar, una cosa céntrica y muy juvenil. Era temprano así que habían muchas familias, parejas y grupos de amigos. Vendían palomitas, nachos y esas papás picosas, refrescos y cervezas. Pero esas únicamente a quienes mostrarán su identificación. Claro que yo no necesitaba una, pero me sentí decaído cuando el imbécil que me asignó la mesa me dijo señor. Idiota.

—¿Así que aquí trabajas?

—Algo así

La verdad es que solo soy bueno en un puñado de cosas, jugando fútbol, amando a Harry Styles, cantando y jugando billar. El resto son talentos que emergen sin querer, cómo mi fabulosa habilidad para responder bajo presión.

Era extraño, pero verlo intentar sostener el taco* era algo que me causaba un nuevo tipo de sentimiento hacia él. Yo sabía que conocía a este chico, pero había una diferencia enorme. No era en su totalidad el hombre que amaba, pero sabía que en algún momento lo sería, la cosa era que justo ahora no sentía ese tipo de amor por él como cuando era joven, sino que era ese tipo de amor amistoso. Como esa alma gemela que solo es tu amigo y justo así quería verlo.

No porque fuera algún tipo de moral, más allá de eso yo sentía que él necesitaba está amistad. Porque sabía que no podía ser tan libre como él quisiera hasta muchos años después e incluso después de ello tendría que esperar y yo no tenía la fuerza para decirle aquello. Y si traerlo a divertirse en una salida de amigos era lo que él necesitaba entonces lo haría.

No habría ningún tipo de daño ahí para él.

Pero mi amigo era terrible, tardamos un rato en que pudiera darle correctamente a las bolas, un poco más en afinar su puntería y no hablemos de su postura. Pero fue una buena tarde.

Bastante divertido, fue como salir con Harry solo que sin esconderse, sin estar volteando a todas partes o escondiendonos en habitaciones de hotel sin poder salir frente a todos.

Compramos un montón de comida chatarra y por primera vez, no estaba fumando o bebiendo. Genuinamente no había necesidad, estaba con él carcajeando libremente. Harry chiquito contaba esos chistes horribles pero de forma tan irónica, contándome sobre su vida y preguntando cosas de la mía.

Me las arregle para responderle sin darle detalles, pero este chico era bastante curioso.

Gaste el dinero que había ahorrado en los últimos días, pero verlo con ese brillo en los ojos era único. Me hacía sentir bien saber que había logrado quitar esa capa de inseguridad y angustia que estaba ahí la primera vez que lo encontré. Me gustó pensar por un momento que estaba haciendo las cosas bien con él. Cómo un protector que él estaba necesitando.

Lo lleve hasta su casa al terminar, fuimos caminando uno a lado de otro a través de la oscuridad entre las farolas y el sonido de los grillos. Hacía frío y él llevaba mi sudadera (que en realidad era suya) puesta. Todo estaba silencioso cuando llegamos hasta su puerta.

Lo admitía, sentí nerviosismo de pensar que Robin saldría a correrme con otro paraguas, y estaba en todo su derecho.

Nos despedimos y me dijo que nos veríamos otro día, le dije que si. Le agradecí los libros y le prometí leerlos para que pudiera regresarlos pronto a la biblioteca.

—Descansa, Hazz.— un rosado pinto su rostro. Me abrazo tan rápido que incluso ni yo lo había registrado del todo y entonces entro corriendo a la casa.

Iba caminando con dirección a la casa donde me estaba quedando cuando vi que Robín venía conduciendo en mi dirección, y sin pensarlo corrí hacia unos arbustos que estaban llenos de espinas. Auch.




Hoy volví a caminar los 30 minutos que me toma llegar hasta el lugar de renta de carros, tome un bonito Toyota Corolla, porque evidentemente no me alcanzaba para la renta de un Audi A4. Nunca creí necesitar tanto mis autos. Pase de manejar en lo mínimo por ser llevado a todas partes a literalmente tener que ir caminando a todos lados.

Tenía a la mano a mi buen amigo el mapa de la perdición, yo le puse el nombre. Había ido al mismo viejo internet donde logré hacer mi venta en Ebay a buscar todos los billares de la ciudad. Fui descartando muchos familares, aunque ayer me ayudó a llevar a Harry a uno tranquilo en el que no tuviéramos problemas.

Fue una noche bastante divertida, inevitablemente me había traído varios recuerdos que había obtenido con el paso de los años con Harry, mi Harry. Cuando ambos éramos jóvenes y con permisos de conducir con los que podíamos entrar, más grandes cuando cerrabamos el lugar para nosotros solos y algunos amigos. Incluso cuando sin avisarle compré una mesa de billar y la puse a la mitad de la sala, la primera noche que estuvo instalada la usamos. No para jugar, sino para... Bueno, no jugamos de la manera tradicional.

Ayer había sido muy divertido, me había recordado la primera vez que habíamos ido a uno cuando éramos jóvenes y lo malo que él era. Yo solía ir seguido cuando era joven aunque también era bastante inexperto, con el tiempo fui mejorando pero con él siempre había sido algo divertido.

Ahora estaba yendo a otro billar más lejano del centro, no exactamente a uno con buena fama, tenía la esperanza de que en este pudiera conseguir algo más, las apuestas que había conseguido eran buenas, pero necesitaba algo más grande que me asegurará un tiempo de paz y quizá la manera de conseguir un pasaporte para viajar a México a buscar más respuestas.

No era diferente a cualquier otro lugar de mala muerte. Un lugar bastante semi obscuro, con gritos, olor a licor y cerveza barata y cigarros.

Entre al lugar con toda la seguridad de que esa noche intentaría reunir algo de valor o en su defecto saldría con varios problemas. Pero sería una noche tranquila si este no era el lugar que estaba buscando.

Después de entrar al sitio y pedir una cerveza no tarde mucho en encontrar a un imbécil obeso que estaba pavoneandose con su grupo de imbéciles lame botas. Tenía ese molesto tono al gritar que hacía que mi cabeza comenzará a doler. Pero era mi oportunidad, estaba buscando a un rival y quise intentarlo.

Lastimosamente este tipo de imbéciles no toman muy bien que alguien como yo se acerque, ello son los que "buscan una presa" así que debía entrar en papel aunque no quisiera.

Pero yo podía actuar, sabía actuar, lo había hecho por muchos años de mi vida y no fue difícil hacer que pusieran su atención en mí. Podía sentir la mirada del tipo encima mío y era asqueroso, solo quería terminar pronto.

Después de un par de tragos y unos juegos 'amistosos' el quiso lucirse con una apuesta grande conmigo. Le mostré al auto que traía y dijo que era una basura, que alguien como yo debía andar en un maldito Camaro como el suyo. Carajo, ese era un buen auto, incluso si no lo fuera era mejor que rentarlo.

Le dije que aceptaba, incluso me ofrecí a comprarle unos tragos a él y a sus odiosos cerdos de compañía. Era desesperante. Pedí todo en la barra y estaba listo para volver a la mesa cuando ví un pequeño alboroto en la entrada.

Podía haber sido el alcohol o un derrame cerebral, pero yo siempre reconocería esa voz y sobretodo ese cabello esponjoso.

—Esta bien, viene conmigo— antes de que el guardia lo sacará aparecí para salvarle el trasero, pero esto estaba mal. Jodidamente mal.

—No es una guardería, manténlo vigilado.

No, no, no, carajo Harry ¿Qué mierda voy a hacer contigo ahora?

—Harry, ¿Qué estás haciendo aquí?— le pregunté intentando no llamar mucho la atención.

—No me dijiste que vendrías aquí, pude haberte acompañado, creí que éramos un equipo.— casi se veía herido y me culpe muchísimo, sabía que debía mantenerme alejado de él. Pero no, siempre tengo que necesitarlo porque ya no recuerdo cómo es mi vida sin él. O tal vez si lo hago y toda ella era un maldito desastre, era una cosa imperfecta que mejoro desde el primer día que él llegó. No es culpa de nadie más que mía el hecho de que ahora esté aquí y lo esté poniendo en peligro.

—Debes irte a casa ahora. Harry esto es peligroso. No puedes estar en este maldito lugar. Ven tengo que sacarte de aquí antes de que ese maldito cerdo te vea.

—Si es tan peligrosos, ¿tú qué haces aquí? Ayer fuimos a uno de estos.

—Harry este lugar es pura mierda, no es ni parecido al lugar al que fuimos y me importa un carajo lo que me pase pero si algo te llega a dañar mínimamente y es mi culpa jamás, jamás me lo perdonaría.

Lo jale hasta la entrada, pensaba llevarlo a un taxi y pagarle para asegurarme de que llegara a casa pero mi suerte es un asco y todo está cada vez más en mi contra.

—¡Poulston! ¿Por qué tardas tanto? Ahhhhh encontraste a uno bueno. ¿Por qué no lo invitas a jugar? El niño puede estar mi equipo.

Mierda. Mierda. MIERDA.

Esto no puede mejorar.

—No es necesario, viene conmigo.— mierda mierda ¿Qué estoy haciendo? Abrace a Harry por la cintura y lo pegue a mi cuerpo intentando protegerlo de su vista directa. ¿Cómo mierda iba a salir de esto? Pegando a Harry lo más posible a mí, le hable al oído mientras nos abríamos paso entre la gente hasta llegar a la mesa donde estaba todo listo para una nueva partida.

—Escuchame con mucho cuidado, no te separes de mí, no tomes nada, no aceptes nada de nadie, no hables con nadie, debes estar junto a mí en todo momento, si por alguna maldita razón nos separamos corre a la salida, no mires atrás no importa si no me ves salir tienes que correr Harry. Voy a protegerte con mi vida si es necesario y si la vida está un poco de nuestro lado todo saldrá jodidamente bien, ¿de acuerdo?

Quizá yo solo estaba exagerando y comportándome como un neurótico pero yo conocía a este tipo de gente. Y no dejaría que nada le hiciera daño a Harry y más si todo esto era por mi maldita culpa. No quería asustarlo pero no podía no decirle estás cosas.

—Así qué ¿seguimos con la apuesta?— el tipo tenía esa clase de mirada que yo detestaba, era asqueroso y casi me hacía querer romperle la nariz porque ya no me veía a mí, lo veía a él. Pero era imposible con su grupo de imbéciles y ya no podía echarme para atrás aunque quisiera, si me retractaba ahora él sería capaz de quitarme el auto de todas formas y no tendría manera de llevar Harry a salvó a su casa.

—Por supuesto, ¿Quieres empezar?

El me dió un taco* que rechace inmediatamente. Yo era un imbécil pero no era tonto y sabía de antemano que él haría lo que fuera para no perder su carro. Yo también jugaría sucio si fuera tan malo en el billar como él.

Todo empezó quería terminar lo más rápido posible y sacar a Harry de aquí, ya ni siquiera me importaba la apuesta, solo quería que todo terminara. Me habían tocado las lisas y fue sencillo deshacerme de la mayoría de ellas. Cuando a mí solo me quedaban dos y finalmente la negra, a él le quedaban cuatro todavía. Lastimosamente para ese cretino era mi turno después de que él fallara un tiro de lo más puto simple. Pero me gusta complicarme la existencia y hacer quedar mal a los idiotas como él. Después de que la bola 6 entrará ya solo quedaba la 7 y la 8. La color vino era un juego de niños y la negra era tan sencilla que incluso Harry con tu terrible técnica podría hacerlo.

Y entonces algo estúpido en mí se prendió y ese impulso de idiotez actuó más rápido que yo. Cuando solo quedó la bola 8 le pasé el taco a Harry.

—Toma, haz los honores.– en su joven rostro se veía toda la preocupación que podía expresar.

—No sé mucho sobre la vida, pero estoy seguro que las libras extras que pagaste por el servicio del seguro no cubren apuestas en billares.— estaba inclinado, casi encimandose en mí, era gracioso verlo intentar susurrar cuando estaba prácticamente gritando.

—Lo harás bien

—Ese es un movimiento arriesgado— hablo el cerdo obeso —¿Quieres echarle la culpa al niño cuando pierdas?

—Confio en él.

Harry se acercó a la mesa y tomo la tiza que estaba en la esquina de ella, la tallo dos veces en la orilla del palo y volteo a verme. Le sonreí con seguridad, incluso si fallaba aún había más oportunidades, ese tipo era un asco no solo como ser humano, también para el billar.

Harry se posicionó correctamente, tal y como le había enseñado la tarde de ayer. Tomo el taco delicadamente entre sus dedos y experimentalmente lo deslizó entre la banda y sus dedos, solo tenía que calcular el golpe que debía darle a la bola blanca para que está pegará despacio y solo metiera la negra y no ambas. Pero lo había visto hacerlo antes... O ¿Después?

Bueno, no era algo con lo que Harry no pudiera. Finalmente dió el golpe y tal como lo presentía está iba directo a entrar a la tronera* (buchaca). Había sido un golpe sin mucha fuerza, solo la suficiente para que la bola rodará y cuando iba a entrar la mano de ese imbécil la detuvo.

—Upss, creo que no entro.

Rápido me acerque a Harry y lo puse detrás de mí.

—Parece que aquí termino el juego entonces.— Deje las llaves del carro sobre la mesa y estaba dispuesto a irme incluso si por dentro tenía ganas de romperle algo en la cabeza. Tome a Harry de la mano y quería correr hacia la salida pero fui detenido.

—Oye está bien, llévate tu auto— esto no iba nada bien —pero tal vez tú podrías dejar que platique con ese chico un par de minut...

—¡Ni siquiera se te ocurra acércate a él!

Puse a Harry atrás de mí intentando alejarlo lo más posible de ese cerdo.

—Oye oye, está bien, no quisiste hacerlo por la buenas— ay no. MIERDA —Sera por las malas.

Su maldito grupo de imbéciles me tomo por los brazos, para llevarme hasta la mesa de billar donde estábamos, pusieron mi cabeza sobre la tela verde y escuché a Harry gritar. A no, a él no. De alguna manera me quite al tipo de la derecha y con un brazo me estire hasta debajo de la mesa donde guardaban el puente* para hacer los tiros con salto, y le dí de lleno al otro tipo en la cabeza.

Tome las llaves del auto rentado y corrí hasta Harry para ver cómo batallaba para quitarse al imbécil que evidentemente media más que él y que yo mismo. Tome un taco y lo estrelle en su espalda partiendo a la mitad el palo, haciendo que lo soltara y que volteara a verme. Mierda, desearía haber tenido un mejor plan. Le dí un puñetazo en la cara y no sé a quien le dolió más, pero no podía detenerme tenía que sacar a Harry de aquí.

Mientras el maldito gordo intentaba recuperarse tome un tarro de cerveza de una de las mesas cercanas e hice algo poco ético pero muy necesario, estrelle el tarro de vidrio contra él y rece para que el imbécil no se muriera. Mientras lo veía caer al suelo tome también las llaves de su carro y corrí hacia un Harry que estaba totalmente pasmado.

Prácticamente lo jale del brazo haciéndonos espacio entre la gente para salir, podía escuchar que los tipos iban detrás nuestro.

—¡Harry corre!— pronto llegamos hasta la salida y desactive las alarmas del carro para que ambos subieramos. Las manos me temblaban pero logré encender el carro, no había tiempo para ser un conductor prudente así que metí reversa y justo cuando logré salir y librar el resto de carros y motos esos imbéciles iban saliendo. Pise el acelerador y salí entre las calles no sin antes arrojar las llaves del tipo por la ventana.

Sentí que el corazón estaba bombeando demasiado rápido y no necesitaba ser un tipo brillante para asumir que eso no estaba ni cerca de ser normal, pero al mirar de reojo a mi copiloto mi corazón se detuvo rompiéndose.

Detuve el auto cuando creí que estábamos lo suficientemente lejos de ellos, apague el motor corriendo para ir a su lado. Abrí su puerta y lo que me recibió fue su llanto. Tuve miedo de que algo le hubiera pasado.

—Oh Harry ¿Estás herido? ¿Ese imbécil te hizo algo?— sentía coraje y no solo era por ese estúpido, era coraje conmigo mismo por haberlo puedo en esta terrible situación. —Vamos, te llevaré a un hospital.

Iba a cerrar la puerta y conducir a un lugar para que lo revisaran, estaba enserio furioso conmigo y sin querer casi azotó la puerta. Pero me detuvo.

—¡Perdóname! Debí irme cuando me dijiste, es solo que quería ayudarte. Debes sentirte muy solo y únicamente quería estar ahí para ti.

Harry Styles en mi tiempo correcto mide cerca de 1.83, pesa... Yo diría que unos 74 kilos aunque es difícil saberlo, pero cuando me monta he podido irlo sabiendo. Tiene facciones simétricas y muy marcadas, hace mucho más ejercicio que yo y de un golpe podría reiniciarte la vida. Luce grande e imponente incluso con esos suéteres holgados tejidos con ositos.

Pero al llegar a casa y verlo ahí sentado con una bandana que le agarre el cabello, con sus uñas pintadas y el aroma de su piel luce tan pequeño. Cuando lo tengo dormido entre mis brazos siendo la cuchara pequeña, cuando tiene problemas para dormir, cuando tiene dudas sobre nuestro futuro, luce exactamente como en este preciso momento. Cómo un niño asustado y solo hay una cosa que yo puedo hacer en esos casos.

—Ven aquí, cariño.— con la agilidad de alguien joven salió del auto y lo atrapé justo a tiempo para cargarlo. Sus brazos envolvieron mi cuello y sus piernas apretaron mi cadera. Lejos de lo que cualquiera pudiera pensar si nos vieran. Estos siempre habíamos sido nosotros, siendo mejores amigos, siendo personas que se comprendían más que nadie, que se apoyaban y ayudaban en esos momentos tan difíciles.

Yo seguía teniendo en mis brazos al único hombre al que amaría para siempre y justo ahora estaba tan preocupado por sus sentimientos y los pensamientos que estaban rondando por su mente porque sabía lo que él estaba pensando.

—No quiero que pienses, ni por un segundo que estoy molesto contigo.— enterró más se cabeza en el espacio de mi cuello y lloro un poco más fuerte. —El único sentimiento que ahora tengo es miedo. Miedo de que algo te hubiera pasado por mi culpa. Jamás, mírame Harry— me costó que saliera de su escondite hasta que finalmente me miró a los ojos —Jamás podría estar molesto conmigo, es solo que no me hubiera perdonado si algo te pasaba. Tenía tanto miedo de que ese maldito cerdo te hiciera algo, yo haría lo que fuera para mantenerte a salvo. Caminaría sobre el fuego por ti.

—Estoy molesto conmigo, debí sacarte en ese maldito momento, nunca te pondría en riesgo. Lamento mucho lo que pasó, por favor, deja llorar cariño. Parece que lo único que hago es ponerte en peligro.

Intente hacer que volviera al asiento pero fue un imposible, parecía querer quedarse en esa posición para siempre.

Solo por esta vez, lo dejaría. Pero tenía que dejarle algo en claro antes de que yo mismo lo olvidará.

—Yo dejaría de ver el fútbol antes de pedirte que te vayas. Pero si las cosas siguen siendo un constante peligro para ti, entonces te lo ruego... Corre lejos de mí Harry, por favor. ¿Puedes prometermelo?

—Yo, lo- lo intentaré.

Bueno, eso era un avance. La luna estaba más brillante que nunca y la admire, y me pregunté que estaría haciendo Harry ahora mismo.

—Ven tenemos que llevarte a casa antes de que Robin y Anne me acusen de secuestro.

Ambos llegamos a su calle y acordamos que lo dejaría en la esquina y que lo vigilaria desde aquí hasta que entrara a casa. Se disculpó conmigo una vez más, pero le aclaré que no era culpa suya. Pareció créeme y preguntó si podía ir mañana a mi casa, no pude decirle que no. Así que quedamos de verlos al día siguiente. Lo mire meterse a la casa a hurtadillas y vi la luz de su recámara encenderse para después ver por la ventana como removía la cortina para despedirse de mí.

Llegué a casa y me tiré en el colchón al que ya se le estaban sintiendo los resortes. Estaba cansado, agotado, me dolía el cuerpo pero eso no me detuvo a llorar durante un par de horas antes de quedarme dormido.

No sabía qué es lo que estaba haciendo y le pedía a Dios y a quién fuera que me haya enviado aquí que dejara de poner a Harry en peligro, que me dijera qué es lo que debía hacer. Que por favor lo protegiera de mí mismo.

Porque parecía que el peligro más grande aquí para él, era yo.




Glosario mamalon.

Taco: (ya sé que suena cagado, pero no es el taco que uno normalmente pensaría :v) El palo de billar o taco es un palo de madera con el cual los jugadores de billar golpean (a otros jugadores) las bolas para tratar de (dejar inconciente a su oponente) hacer carambolas o entronerar las bolas.

Tronera/Buchaca: Agujero que hay en las bandas y en las esquinas de algunas mesas de billar, por donde entran las bolas.

Puente: es básicamente un taco de billar pero que trae una madre de fierro en la punta que se asemeja a un puente y sirve para hacer unas maniobras acá bien locochonas en el billar.

Y.... Hay otra cosa que iba a explicar aquí pero no me acuerdo, cuando la encuentre la explico en los comentarios. Jajajajajaja gracias, espero les haya gustado el capítulo.

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