lo que se ha perdido
Capítulo dedicado a hazza_2882 lenteja_larry_28 NadiaJimnez5 Larry_Stylinson_0028. Muchas gracias por preguntar si sigo viva, resulta que si sigo. Y a todos los que llevaban tiempo esperado esto es para ustedes..
CUARENTA Y DOS HORAS, CUARENTA Y SIETE MINUTOS DESPUÉS DE LA DESAPARECIÓN DE LOUIS
El vuelo estaba siendo, por decir lo menos, una cosa extraña e incómoda, de algún modo había comenzado el vuelo con Niall en el asiento a su lado pero por primera vez en su vida tenía náuseas, mareos y terribles dolores de cabeza que curiosamente no se quitaban con el agua que la azafata le ofrecía, termino yendo al baño a vomitar y al final tenía a Zayn y un asiento a su lado como único espacio disponible para sentar. Incómodo e innecesario.
No estaba siendo grosero porque no tenía razones, excepto que si las tenía, tenía razones para no querer hablar con él, para no soportar su falsa preocupación y en general para estar enojado. La principal era que Louis aún no le contestaba las llamadas. Y su falta de comunicación le estaba pasando factura.
La cabeza le daba vueltas, el mareo y la sensación de querer volver a vomitar no se iban. El dolor de cabeza estaba solo incrementando, intentaba con todo su ser no aparentar que se estaba muriendo, tanto física como psicológicamente. Y de su corazón, mejor ni hablar. El pecho le apretaba, sentía que necesitaba aire porque no estaba respirando correctamente. Le estaba dando otro ataque de pánico, a once mil pies de altura, encerrado en un avión, con toda la gente dormida por un vuelo de más de cinco horas. Quería bajarse. Quería tirarse al piso y llorar. Quería lucir tan roto como se sentía, aunque eso ya lo estaba haciendo sin darse cuenta porque por más que quisiera no estaba engañando a nadie. Quería cerrar los ojos y al abrirlos ver a Louis Tomlinson, frente a él.
Y entonces una voz le hablo, sacándolo de sus pensamientos.
—¡Harry! ¿Estás bien?
Harry no sabía exactamente cómo responder a eso ¿Él está a bien? ¿Cómo definiría el estarlo? Claramente ahí había una buena pregunta que lo haría regresar a terapia.
—La verdad es que no lo sé. Creo que me voy a desmayar.— el agarre que Harry ejercía sobre los reposabrazos estaba generando que sus nudillos se pusieran blancos, presionaba su cabeza sobre su asiento buscando dar otro enfoque al dolor pulsante con el que últimamente vivía, tenía la mandíbula tensa provocando una presión en su mordida, lo que le traía un inmenso dolor de muelas, los ojos cerrados con fuerza buscando alivio en la obscuridad. Pero nada parecía funcionar. —Rápido, dime algo, lo que sea, cuéntame algo, intenta distraerme—
Zayn intentaba comprender lo que le pasaba a Harry, ¿un ataque de pánico, de ansiedad, ambos? La realidad es que la mente de Zayn se quedó en blanco cuando miro con incertidumbre el rostro de quién alguna vez fue uno de sus mejores amigos al no encontrar que contarle, cuando hace algún tiempo podían hablar de lo que fuera. Nunca en todos los años de conocerlo lo había visto de aquel modo, Harry el chico que siempre le traía calma a él en sus propios ataques de ansiedad se estaba quebrando ahí mismo y era totalmente visible para cualquiera que lo viera. Estaba jadeando, dando bocanadas de aire como si estuviera ahogándose en este momento.
Ese no era Harry. No podía reconocerlo.
—Lo primero que intento balbucear Khai fueron tus canciones. Es una fan innata, sabe Fine Line de memoria, aunque claro, probablemente es mi culpa por ponerlo todo el tiempo cuando era bebé.
Pensar en niños pequeños era algo en lo que Harry solía pensar muy a menudo, quería hijos, claro, pero quería hijos con Louis y ambos tenían muy establecido entre ellos que el futuro significaba eso, hijos. No ahora, quizá y no en un par de años, pero ambos coincidían perfectamente en lo bonito que sería retirarse a una casa en el campo a criar a sus futuros hijos. Era algo que a Harry le ayudaba a dormir por las noches, la fe en el futuro que Louis le implantaba en el corazón.
Sabía que ambos serían unos padres extraordinarios, Louis con su inigualable experiencia como hermano mayor y Harry como un increíble padrino que era. Sin mencionar en lo secretamente al pendiente que estuvieron de que su celular sonara por sí el chico que ahora estaba sentado a su lado, llamaba para avisar sobre su primogénita.
Fue una sorpresa que Zayn fuera el primero en tener hijos, pero fue una sorpresa aún más grande que no le hubiera dicho a ninguno de los chicos. A Louis eso le había terminado de romper el corazón, no le había dicho a Harry directamente, pero ese día lo había oído llorar en el baño del cuarto de invitados.
—Debe estar enorme. ¿Cuántos años tiene?– en realidad, no era un tema que quisiera abordar, pero todo era mejor que seguir pensando en Louis Tomlinson dándole un beso por haber perdido en la batalla de bandas. Oh Louis.
—Un año nueve meses.
—Ha pasado mucho tiempo.
Zayn supo entonces que no se refería a la edad de su hija, iba más allá de eso, en algún momento tenía que llegar esa conversación. Y aparentemente tenía que ser ahora.
—Yo, entiendo que no quieras verme justo ahora, en cuanto aterricemos regresaré a casa. No quiero incomodarte, debí preguntar antes sobre como tomarías...
—¿Nosotros realmente solíamos ser tu familia?
—¿Qué?
—Tú sabes, dijiste muchas cosas antes y después de irte. Solo quiero preguntar directamente, aunque en realidad no hay mucho que preguntar cuando salió directo de tu boca.
Ninguno se veía directamente a la cara, preferían mirar al frente y fingir que en cualquier momento que ellos quisieran podrían simplemente cortar la conversación aún sabiendo perfectamente que ya no había marcha atrás.
—Harry, tú mejor que nadie sabía lo que iba a decir, era algo que todos acordamos te lo dije a ti personalmente.
—Si, pero no me lo dijiste todo. Y no hablo de esa entrevista, yo mismo te ayude a ensayar para cuando fuera el momento de darla.
—¿Entonces por qué...?
—Olvidalo, de todas maneras no va a solucionar los últimos siete años sin ti.
Dentro de ambos hombres había un hueco en sus pechos que parecía imposible de llenar, se sentía peor de como habían abordado y ambos solo querían sostener al otro y llorar por lo que quedaba del día, teniendo en cuenta que apenas iba amaneciendo cuando aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
—Harry solo intento entender porque todo termino de esta manera, esto no debía suceder as...
—Sé lo que pensabas sobre nosotros, sobre mi relación con Louis y como te hacía sentir y en lo mucho que te afectaba.
—Hazz...
—No, nunca se lo dije, le habría roto el corazón. Solo quisiera saber ¿por qué nunca me lo dijiste a mí? Te pedimos que fueras nuestro padrino de bodas ¿y aún así pensabas eso de nosotros? ¿Desde cuándo?
—Puedo explicártelo
—Ya no sé si quiero saberlo
La gente inmediatamente comienza a deslizarse fuera de sus asientos una vez que la azafata indica que pueden comenzar a bajar, todos procuran moverse rápido intentando ser de los primeros en bajar, es un vuelo comercial el más pronto que Harry encontró para llegar a México que tuviera solo una escala, es una hora extraña y aún así había mucha gente de varias edades, lo cual le hacía sudar frío a Harry temiendo que alguien pudiera verlo.
No podía negar lo mala idea que le estaba pareciendo venir sin ningún tipo de seguridad o al menos una especie de plan a seguir. Genial, estaba en México ¿Y ahora qué?
Lo único que podía hacer era guardar su cabello y rostro entre la gorra de la sudadera y los lentes obscuros y esperar a que fuera suficiente para poder llegar siquiera al hotel donde Louis se había hospedado. No podía esperar a llegar, sentía que sus piernas simplemente no soportarían el camino hasta el hotel. Se movía completamente en automático y rezaba por no caerse frente a todo el mundo y llamar la atención.
Ya no quería hablar con nadie, ya no quería ser amable con nadie, solamente quería llegar al hotel y ver a Louis ahí esperándolo para poder abrazarlo y dormir juntos. Dormir juntos.
—¿Tomamos un taxi?- preguntó Niall, esperando que alguien trajera algo de dinero nacional o supiera algo de español. —Tu sabes español, ¿no Li?
—Yo solo sé decir sacapuntas, y no creo que con eso consigamos algo.- todos soltaron una risa. Sabía que eso era verdad, era un buen recuerdo para revivir de momento el ánimo de los chicos le dió un poco de inspiración para seguir caminando aunque eso también le provocará algo de nostalgia. Acababa de llegar a otro país con tres de sus cuatro ex compañeros de banda intentando llegar a su hotel. De repente todo parecía un extraño dejá vu.
Harry les dijo que él tenía la dirección y Liam menciono probar si la aplicación de Uber también funcionaba en México y dijo que pediría uno. Al final si funcionó y todos entraron en un auto gris, con placas terminación 52. Fue un viaje tranquilo, en el tablero marcaban la fecha sábado 18 de junio 12:47PM, se sentían cálidos los rayos del sol asomándose entre los altos edificios. Había mucho movimiento, autos a su alrededor y gente moviéndose por las calles a pesar de la hora, apurados a llegar a dónde sea que vayan, todos siguiendo con sus vidas como si el mundo no se estuviera acabando.
Y ese era justo el problema con Harry, su mundo si se estaba acabando y nadie parecía entenderlo. Nadie se veía estancado en el sufrimiento como él. Nadie había perdido lo que él.
Pero a dos calles antes a llegar al hotel, entendió que no era el único que se sentía desfallecer con el paso de los segundos, el ruido se hizo presente, imposible de ignorar. El tráfico parecía totalmente parado, carros con las luces rojas de los frenos iluminando la vialidad y personas bajando de los carros corriendo a la misma dirección a dónde los chicos iban.
El taxista hablo en un inglés entendible que era imposible avanzar, parecía haber un accidente al frente. Todos tuvieron miedo de bajar y caminar, no querían que nadie los viera a plena luz de día. Al final todos bajaron y se camuflajearon lo mejor que pudieron para evitar ser vistos.
Cuando estaban llegando al hotel, lo vieron. Cientos, sino es que miles de personas se arremolinaban a las afueras del hotel, gente con pancartas en su mayoría chicas, gritaban pidiendo por Louis, patrullas de policías intentando contener a la multitud que ansiaba respuestas al igual que él.
No podía entender mucho de lo que se leía en los letreros por lo rápido que estaba pasando todo, pero los que si alcanzo a leer eran solo un puñado de palabras de aliento, entendiendo la situación apesar de no saber con exactitud cuál era. Pero que de igual forma, amaban al hombre que ellas no sabían, había desaparecido desde hace horas.
Corearon sus canciones, gritaban su nombre, había una valla que impedía que la gente se acercara al hotel. Seguridad, policías y trabajadores del hotel intentando calmar a la gente, sin dar respuestas a lo que ellas preguntaban. Se dio cuenta de lo difícil que sería entrar el hotel sin que alguien lo viera. Literalmente toda la esquina que abarcaba el hotel estaba rodeado de personas.
Los chicos intentaban cubrirlo rodeándolo, intentando protegerlo. Elevando lo más que podían sus cabezas para encontrar una salida del caos o una entrada segura a algún lugar donde pudieran esperar a que pasará todo.
Fue cuando alguien del equipo de Louis se percato de Liam y Niall. Haciendo un pasillo humano con otros miembros del hotel lograron llegar hasta ellos, cubriéndolos hasta llegar a las puertas del hotel que estaba resguardo de más seguridad y policías.
Harry no conocía mucho del español, pero si había entendido que la gente del hotel les pedía que dejarán pasar al resto de los huéspedes, dejando en claro que ellos solo eran eso, huéspedes comunes.
—Mr. Styles, please, this way (Señor Styles, por favor, por aquí)
Lo guiaron con el resto de los chicos hasta un elevador privado, no se había detenido a mirar el hotel con detalle porque él ya se había hospedado ahí con anterioridad, aunque había nuevas cosas y detalles para mirar, el solo quería verificar algo en ese lugar.
Subieron en completo silencio por el elevador. Hasta el penúltimo piso, se abrieron las puertas dando la vista a un pasillo ancho caminaron hasta dar vuelta a la izquierda y vieron a la pequeña cantidad de personas que había afuera de la habitación principal.
Reconoció a todos de inmediato mientras se acercaba al montón de gente que parecía estar a la espera de alguien, conforme avanzaba hasta ellos podía escuchar todo más claro. Todos se conocían, se habían saludado un centenar de veces, habían compartido anécdotas, sabían sus nombres, conocían a sus familias, habían tenido pláticas triviales tras bambalinas, en autobuses, en vuelos, en camerinos mientras acompañaba a Louis.
Y cuando notaron que alguien se acercaba, voltearon todos y lo que recibió fue el mismo semblante, compartieron el parecer querer correr a abrazarlo y tenían en sus ojos un brillo malsano. Todos contenían el llanto.
Se dio cuenta que era Matt Vines a quien esperaban que terminara una llamada por teléfono. Antes de que pudiera llegar hasta él ya podía escuchar los gritos de quién estaba al otro lado de la línea.
“¡SÉ QUE ESTA AHÍ! ¡ASÍ QUE MÁNDALO EN EL PRIMER PUTO AVIÓN DE REGRESO!”
—¡CON UN CARAJO, YA TE DIJE QUE ÉL NO ESTÁ AQUÍ, ASÍ QUE YA DEJA DE JODERME! Escúchame bien, imbécil, aunque estuviera aquí, lo último que haría sería enviarlo de regreso, no soy tu puto secretario yo sí tengo cosas más importantes que resolver que estar soportando a un idiota como tú. No es mi culpa que no puedas controlar a tu chico. ASÍ QUE DEJA DE LLAMARME, PEDAZO DE BASURA.
Matt cuelga la llamada y da la vuelta para hablar con su equipo, encontrándose frente a él a Harry Styles, pero no se siente sorprendido o impactado por su presencia, él sabía que vendría, no había que ser un genio para saberlo.
—Tardaste en llegar– Se limitó a darle un saludo con la cabeza y levantó el teléfono dando a entender la llamada, diciéndole las palabras —Tu manager es una mierda– esperando que sonriera un poco, quitarle esa mirada que le daba y que lo único que le hacía sentir era que le había fallado y en cierto modo así era.
Pero no lo había conseguido, ni un cambio en su rostro ante el comentario, nada que no fuera una mirada suplicante de buenas noticias. Y al hombre le dolió ver a ese hermoso rostro adornado de ojeras, una mueca que parecía un puchero, ojos rojos cansados y acuosos. Aguardando por soltar un llanto lastimero que le rompería el corazón a más de uno.
Matt Vines no se creía un hombre honorable y santo, le gustaba el dinero y le gustaba mucho obtenerlo de forma nada complicada. Encontró su vocación como manager, asistió a la escuela y se especializó en ello. Le encantó, el desenvolverse en el medio pero entre las sombras, establecer vínculos y su trabajo para ampliar y maximizar a sus artistas. Entre más dinero ganarán ellos, más dinero ganaba él. No era una persona modelo, se consideraba como alguien decente. Él solo quería ganar.
Conoció a Louis antes de que 1D llegara a su fin. Todo el mundo decía que apostar por él era una tirada arriesgada, los números no mentían, todos iban por Harry Styles. Tenía el encanto, la carisma, la amabilidad, el talento y el rostro para ir a por todo en la industria de la música y ¿por qué no? También del cine. Harry era el paquete completo, fácil de manejar, amable con las personas, responsable y confiable. Pero Louis Tomlinson, Louis era solo un chico problemático.
Era juguetón, le gustaban las drogas y en sus descansos podía ir a embriagarse con sus amigos por días completos y ocasionar alguna nota amarillista que lo empujaban a una apariencia aún más desastrosa.
Se iba a echar para atrás en su propuesta por ser su manager porque si bien el talento y el encanto lo tenía, nunca es recomendable hacer un trato con alguien a quien no puedes manejar. Los espíritus rebeldes son buenas estrellas de rock, pero son constantemente autodestructivos y eso es malo para las ganancias. En la enseñanza te dicen que el único modo de enriquecerte de ellos es echándolos más al fondo: prensa, amarillismo, rumores, mala imagen, enterrarlos vivos para exprimir lo que quede antes de que se apaguen.
Matt no quería eso, el chico no era malo, no le hacía daño a nadie, habían entablando una buena relación con el muchacho. Le había rechazado su propuesta de manejarlo dos veces, él se estaba aferrando a algo que ya no existía. Y nadie parecía convencerlo de abandonar al grupo. Él todavía conservaba su fé. Y le tuvo un poco de lastima, no quería ser él quién le dijera que ahí ya no había nada para él.
Iba a enfocar su trabajo en otro artista nuevo, cuando recibió una llamada poco común. Johannah Deakin era una mujer decidida, de buen corazón, brillante, amable pero fuerte con un carácter altruista y humilde, una buena madre y esposa, amaba a cada uno de sus hijos. Pero su pequeño Louis, él lo era todo para ella.
—Lo convenceré, le costará algo de tiempo, pero él lo hará. Me escuchará.
—¿Y yo que obtengo?
—Quien está haciendo la apuesta arriesgada no eres tú, soy yo. Te estoy dando la oportunidad de acompañarlo en el proceso pero tienes que apoyarlo. Él necesita gente que realmente crea en lo que hace, estoy confiando en ti.
—Le tienes muchas esperanzas. Pero es obvio, eres su madre, ustedes ven con amor todo lo que hacemos.
—No, a él no. Yo lo hice sé lo que tiene. Le tengo fé a ellas, al puñado de gente que lo ama quizá tanto como yo. Él no te necesita, tiene una base que cualquier otro artista mataría por tener. Lo he visto.
La línea que quedó muerta unos minutos.
—Solo tienes que tener paciencia, la vida le va a golpear duro, pero lo logrará. Yo lo sé. Se tiene que levantar. Será la mejor inversión de tu vida, pero por favor, que no se detenga. Te lo estoy pidiendo como un favor, tienes que ayudarlo a pelear o el mundo se lo comerá. Si dependiera de quienes lo amamos, lo protegeríamos, pero él no necesita eso, necesita demostrarse a sí mismo que merece todo lo bueno que el mundo tiene para ofrecerle.
Entendió esa llamada tiempo después, cuando fue avisado sobre la partida de Jay. Entendió lo que debía hacer, se sintió en deuda y algunos días teme decir que no siente que este haciendo lo necesario para saldarlo.
Había intentado comprender la barrera más grande que Louis se ponía. Su amor. No iba a juzgar a nadie que le diera a ganar dinero, él se propondría tapar todo lo que a Louis le significará un obstáculo en su carrera a la cima. Pero ocultar el amor que sientes por alguien, es algo imposible de esconder.
La primera vez que tuvo un acercamiento personal con Harry fue mientras él y Louis discutían. Iba llegando para invitarle una cerveza a Louis y poder hablar con él cuando antes de dar vuelta por el pasillo escucho todo.
—Te estás aferrando a algo que nos ha causado angustia y no nos deja avanzar ¿y quieres seguir así?
—¡Me estás pidiendo que renuncie a todo lo que tengo!
—Por Dios solo escucha lo que dices, esto no es todo lo que tienes. Eres más que esto ¿por qué no puedes verlo? ¿por qué no puedes creer en ti por una vez? ¿por qué te cuesta tanto dejar caer esa corona de espinas que tú mismo te pusiste? ¡Todos estamos intentando avanzar!
—Claro ¿Qué más te da a ti lo que yo pueda perder con esto? Sé que ustedes solo están esperando el final. Todos ya tienen grandes planes para cuando esto termine. Firmar o no con alguien, ¿que caso tiene? Fuera de aquí solo soy un estúpido alcohólico drogadicto sin talento y te has dado cuenta de que nunca seré más que eso. Solo quieres terminar esto y dejarme.
—Estas poniendo palabras en mi boca y es momento de que te disculpes, Tomlinson.
—Esta bien, solo vete Harry. Desde el principio sabíamos que yo era muy poco para ti.
—Louis... ¡Louis!– Un azote de puerta le hizo saber que Louis se había ido, estaba pensando en marcharse y regresar en otro momento, pero escucho el sonido de algo estrellándose contra la pared con vidrios rotos y un grito ahogado desgarrador, pensó lo peor. Se decidió a dar la vuelta por el pasillo y vio a Harry sentado en el piso, con el rostro enterrado entre sus manos con los nudillos sangrando, llorando desconsoladamente. Y un cuadro de decoración roto y vidrios en el suelo.
Le tendió el pañuelo que llevaba consigo, nunca había visto una expresión así en ese rostro tan estético. Le parecía un desperdicio de belleza tener un semblante tan enojado y frustrado. No creía que Harry Styles se pudiera sentir así.
Paso el pañuelo por sus ojos llorosos y después lo envolvió en sus nudillos para detener el sangrado
Ya había aprendido que el mayor defecto en Louis era no creer en si mismo y lo doloroso que era cuando se hería así mismo no solo para él, sino también para quienes lo apreciaban.
—Deberías dejar que revisen tu mano. Eso no se ve bien.
—Jay dijo que lo convencerías. ¿ya sabes cómo lo harás?
—Él ni siquiera quiere escucharme hablar sobre lo que sea. Cambia de tema constantemente y veo que a ti no te va mejor.
—Solo es un poco necio, pero ya entrara en razón. Solo necesita empezar y verá que todo estará bien.
—¿Por qué no lo dejas? – tan rápido como la pregunta salió se arrepintió de soltarla, no era de su inconveniencia, ¿Qué carajos le importaba a él si esto parecía malsano? Ayudar a alguien que no quiere ser ayudado ¿De qué sirve al final? Pero la pregunta ya estaba en el aire y ahora solo le quedaba pedir disculpas.
—Nunca lo he pensado. Si crees que esto es terrible y caprichoso, debiste vernos hace unos años. Hemos pasado por tanto y todo sería más fácil si solo nos soltamos el uno al otro. Pero, no podemos, yo no puedo. Lo amo, no puedo imaginarme una vida sin él. No somos aferrados a algo vacío, aquí hay algo, así es como me imagino cuando se describe al amor. Lo veo solo a él.
Matt no lo terminaba de entender, tanto dolor, tanta angustia, ¿Realmente valía la pena? ¿Lo valían los besos? ¿Las caricias? ¿El placer de solo un minutos de privacidad compartida?
—Han pasado cinco años y todavía piensan que no sabemos lo que hacemos o lo que sentimos– dijo Harry mirando a la nada, solo apretando la tela rojiza sobre su piel partida. —Yo podría estar con cualquier persona, con cualquiera. Pero nadie me ha mirado de la forma en la que él lo hace. Me hace sentir, como si fuera lo único que él necesita. Y espero que él sepa que yo lo miro de la misma manera.
Nadie le había creído a ese par de chicos. Amor ¿Qué iban a saber ellos sobre el amor? Solo tenían 16 y 18 años, era un locura hormonal, era la emoción de vivir un romance imposible. Nadie les creyó las palabras de amor que ambos soltaban a diestra y siniestra, porque solo eran jóvenes y tontos enamorados.
Aferrados a algo que les hacía daño, a algo que tenían que dejar antes de que alguien realmente saliera herido. Pero no, nada logro separarlos hasta... el día de hoy, Matt aún se preguntaba si todo valía la pena, porque, ¿Qué iban a saber ellos sobre el amor?
Pero aquí estaba su respuesta. No era lo que supieran o no, no era lo que está establecido o no, no eran solo rebeldes haciendo lo que se suponía no hicieran por la adrenalina de ser atrapados.
Era lo que sentían y Harry podía sentir que le estaba fallando el corazón.
—No estamos seguros de qué pasó, salimos un momento a ver la zona, solo fuimos a dar un recorrido rápido, éramos 7 personas las que íbamos con él pero nadie lo vio irse. Nadie extraño estaba cerca de nosotros se quedó unos momentos solo y después nadie lo vio bajar luego de un rato. —Harry intentaba de verdad poner atención a todo lo que Matt le decía, pero no podía algo bloqueaba su mente de las palabras "nadie lo vio irse" porque él no se iría, algo le había pasado.
Lo conocía, años de verlo de pie y en el piso, de ser él quien sostenía su rostro húmedo sobre su hombro en los momentos difíciles, de ser el primero en escuchar sobre las buenas noticias y el que más tiempo lo ha escuchado hablar entusiasmado sobre está gira. Él no se iría.
—Estamos haciendo todo lo que podemos, Harry.–continuo Matt– Estamos pensando en todas las posibles opciones, mandamos a revisar las cámaras de seguridad, todavía estamos a la espera de que lleguen pero... No han dejado de decirnos que esperemos lo peor.
Las piernas temblorosas de Harry simplemente cedieron como si alguien hubiera presionado el botón correcto para dejarlo caer al piso, todos se vieron sorprendidos e intentaron sostenerlo pero solo Zayn y Niall lograron agarrarlo antes de que terminará de derrumbarse. De pronto todo era mucho, demasiado para él y su inestable corazón. Solo quería dormir.
—Llevenlo a la cama, necesita descansar y ustedes traigan a un doctor que venga a revisarlo.
Harry cerraba los ojos con fuerza para evitar quebrarse en llanto, pero cuando los abrió y miro la cama desatendida con dos almohadas apiladas con su maleta abierta y la ropa arrugada sobre el colchón y entre todo el desastre vio el suéter que él mismo le ayudo a empacar simplemente no pudo más.
Era el llanto más desgarrador que alguien pudiera escuchar en la vida, a todos al rededor les estaba doliendo de solo escuchar y ver la agonía en alguien tan joven.
No quería moverse más, no quería pensar en nada más.
No estaba listo para enfrentar un mundo donde no estuviera Louis, dónde simplemente no habría mañanas con él en el mundo nada podía prepararlo para tener que enfrentar algo así.
Lloro y lloró, fue depositado con tanta amabilidad sobre el colchón, sentía a todos alrededor de él, mirándolo con preocupación llamándolo para que intentará reaccionar. Tantos toques sobre su piel solo lo estaban haciendo querer desaparecer o arrancarse la piel, lo que fuera más rápido.
Podía oírlo todo, podía escuchar los gritos afuera, llamándolo. El estaba intentando llamarlo de la misma forma entre lágrimas y gritos que lastimaban su voz. Y entre todo ese ruido finalmente su cuerpo no pudo más, se desmayo sobre el colchón que todavía tenía su aroma.
SETENTA Y TRES HORAS, VEINTISÉIS MINUTOS DESPUÉS DE LA DESAPARECIÓN DE LOUIS
Durmió y tuvo unos sueños tan bonitos pero fue frustrante darse cuenta que mientras más segundos pasaban menos podía recordar los detalle, pero eran tan bellos como una mirada brillante, tan dulces como un ligero beso sobre sus labios, tan divertidos como un concierto en un baño, tan silenciosos como un secreto adolescente guardo en lo cálido de su corazón y estaba tan concentrado en volver a ellos tanto que simplemente no quería abrir sus ojos pero su cabeza punzaba no había dolor solo sentía llena. Cómo abarrotada de cosas que no deberían tener sentido, pero los tenían. Tenía sentido soñar con un Louis Tomlinson de 30 en el 2010.
Penso que lo peor era despertar y que el sentimiento de agonía siguiera en su pecho pero lo peor de todo era tener en el corazón todos esos recuerdos, todos los aniversarios, todas las pláticas de media noche con ellos enredados entre las sábanas mirándose frente a frente diciendo tanto y nada, esos primeros días juntos en Holmes Chapel como su primer cumpleaños juntos.
Cuando descubrió de manera increíble que solo quería compartir sus cumpleaños con una sola persona para ser feliz. Claro que seguía amando a su familia, cada parte de ella. Pero haber recibido un regalo de un hombre tan guapo y mayor y sobre todo tan amoroso hacía él, hacia que su corazón latiera de una forma tan desesperada. Lo quería tanto, estaba tan tan enamorado de ese hombre.
Un dolor en el brazo lo distrajo de sus pensamientos y le hizo por fin intentar abrir los ojos, no había luces encendidas pero por las ventanas podía notar que todavía había algo de luz era entrada la tarde tal vez. El vuelo tras atlántico y su propio ataque de ansiedad lo habían dejado tumbado, probablemente había estado dormido un par de horas pero el pinchazo en su brazo volvió a alarmarlo.
Tenía una intravenosa con lo que parecía ser un suero casi apunto de vaciarse, la aguja que estaba incrustada en su piel se había zafado por tanto movimiento podía ver unas gotas sangre salir de piel y el ardor del diminuto corte, un monitor cardíaco apagado que no estaba conectado a él y a Niall sentado durmiendo en una silla junto a su cama. La ventana al balcón estaba abierta, olía a tabaco e inmediatamente pensó en Louis, intento ponerse de pie terminando de arrancarse la aguja jalando también el carrito que sostenía el suero. Haciendo ruido, haciendo que Niall despertara y que Zayn quien estaba fumando en la terraza entrara corriendo. No era Louis.
Se volvió a dejar caer en la cama y cerro los ojos mientras movía sus piernas en un tic nervioso. Todo seguía igual.
—¿Harry? ¡Hey amigo! ¿cómo estás?– le gustaba el acento irlandés de Niall, le hacía sentir reconfortado por todos esos años escuchándolo, pero más aún escuchando a Louis imitandolo, siempre discutiendo con Niall sobre como no le salía y que dejará de intentarlo. Pero en el fondo a Niall también le gustaba, lo sabía.
—No lo sé. ¿Cuánto tiempo dormí? ¿Hay noticias?
—Ya es domingo, dormiste un poco más de 24 horas, nos preocupaste pero los doctores dijeron que todo estaba bien. Solo necesitabas descansar.
El rostro desalentador de ambos le dijo todo y Harry entonces se enojo muchísimo consigo mismo por simplemente estarse desmayando en lugar de salir a buscarlo debidamente. En su lugar se dejaba torturar por sus emociones y los recuerdos vagos de su memoria como un mecanismo de defensa para creer lo peor.
Ya había llegado a un límite, se levantaría de esta cama y comenzaría su búsqueda, aunque ni siquiera supiera por dónde empezar pero quizá y solo quizá esperaría un poquito más de autocompasión. Porque todavía tenía el corazón a mil por hora de solo pensar en Louis Tomlinson cambiando el auto de sus sueños por hacerle un regalo por su cumpleaños número 16 en lo especial que se había sentido, en lo adorado que se sintió, no tenía muchos detalles pero si podía recordar el calor intenso en su rostro cuando Louis le dió aquel pequeño sobre.
Tenía nuevas lágrimas en su rostro pero ahora venían acompañadas de una tímida sonrisa, digna de cualquier adolescente enamorado. Y de pronto le asalto la duda porque en realidad él no recuerda con exactitud en qué momento de sus vidas Louis obtuvo ese carro, pero ahora tenía ese recuerdo solo no con exactitud.
—¿Oigan ustedes recuerdan el Ferrari 330 GT que Louis tenía?– ambos hombres lo miraron de forma particular, ninguno podía recordar que Louis hubiera tenido tal auto, sabían cuánto había querido uno desde joven sin embargo nunca pudo conseguir uno. Así que a ambos los había tomado por sorpresa.
Para terminar el silencio que ni Zayn y Niall supieron romper Liam abrió la puerta de la habitación trayendo consigo comida y esperando no haber interrumpido nada interesante, pero por la expresión que capto de Zayn supo que había llegado en el momento adecuado. Leer el rostro de Zayn era algo que siempre supo hacer y parece que eso no había cambiado mucho en estos años alejados.
Dejaron la conversación de lado ahora que Harry había despertado llamaron al mismo doctor de antes y dieron aviso a Matt de que no había porque preocuparse solo había sido una descompensación de cansancio y hambre después de la revisión quedaron de acuerdo para decir que lo mejor era comer y descansar ya mañana sería otro día para ponerse en marcha y comenzar la búsqueda.
Era increíble lo cansado que Harry se sentía a pesar de haber dormido por muchísimas horas, pero por alguna razón se sentía más liviano como si tuviera la certeza de que encontraría a Louis, se podía sentir esperanzado de alguna manera y eso le fue suficiente.
Le tocó compartir cama con Niall, Liam y Zayn tenían camas individuales para cada uno, no estaba incómodo ya muchas veces habían dormido juntos, al igual que con Liam y Zayn. De cierta manera le agrado no dormir solo.
Las luces ya estaban apagadas, todo estaba silencioso y a pesar del cansancio todavía quería charlar con alguien antes de dormir. Se giró hacia Niall quien ya estaba mirando hacia el centro de la cama, se sonrieron perezosamente y Harry rompió el silencio haciendo una pregunta en apenas susurros
—¿Crees que algo malo le haya pasado?
—No lo creo, es Louis Tomlinson de quién hablamos– respondió Niall con la misma confidencialidad en susurros –estaria más preocupado si fuéramos nosotros.
Harry sonrió, es cierto que Louis es fuerte y sabe defenderse es bueno peleando lo sabía pero eso no era suficiente para tranquilizarlo al pensar en situaciones de mucho riesgo.
—Harry, yo conozco a Louis. Sea donde sea que esté él está haciendo todo lo posible para regresar a ti y eso es todo lo que necesitas tener en mente. Mañana empezaremos a buscarlo, lo encontraremos, no pararemos hasta encontrarlo amigo y entonces lo patearemos por asustarnos así.
Otra risa con lágrimas salió de Harry, definitivamente necesitaba que alguien más le dijera eso con seguridad y confianza.
—Descansa, mañana nos espera un día movido.
Con esa conversación en mente Harry se fue a dormir, deseando con todo su ser volver a soñar con Louis.
°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°
Okey como se habrán dado cuenta ya tenía algo de rato que no actualizaba pero en términos de como me trató el año, pues me trató de la verga. Pero aquí andamos banda porque si hay algo que yo todavía amo en este mundo es escribir y compartirlo con ustedes. Agradezco de antemano a quien todavía tiene está historia en sus bibliotecas del corazón les estoy agradecida por seguir dándome la oportunidad de leerme. Espero ya no desaparecer, quiero pensar que el siguiente año será mejor. Ya saben tener fé en el futuro.
Perdonen que esté capítulo haya estado triste y me haya ensañado con el Harry pero alguien debe de sufrir además de mí. Prometo que... Tardaré para hacer otro igual de triste y depresivo. 👍🏼
Y pequeño regalo de cumpleaños a freakshadow te amo mucho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro