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Capítulo 23


El siguiente será el último capítulo jdksldj. Hay que despedirnos de estos dos ya, pero habrá epílogo, tranquilos y seguro se ganan un especial en el apartado de la saga Payson. 

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Harold.

Llevo un día entero sin saber sobre Junghee; ni mensajes, ni llamadas ni nada.

Intento estar tranquilo pero estoy demasiado desocupado como para no prestarle atención; siempre contesta mis mensajes de buenos días pero no se ha reportado. Ni siquiera me dijo cuando aterrizó, pensé que estaba demasiado cansado pero para ahora debería haber recuperado el sueño, ya es mediodía allá.

Hablé con Ty para saber si a través de él podía saber algo pero solo dijo que había un poco de drama familiar, que prefería que Junghee me contara él mismo, en lo cual estuve de acuerdo, no es mi intención enterarme de nada que él no quiera que yo sepa. Sin embargo, no dejo de estar preocupado. Ty me aseguró que me daría una llamada luego y lo dijo muy seguro pero cada minuto que pasa me pongo más ansioso.

Tengo miedo porque Junghee está con sus padres y ellos tienen mucho poder sobre él por lo que he podido apreciar, ¿Y si logran convencerlo de quedarse en Corea? ¿Cómo podría yo competir con sus padres? Sé que no puedo, sé que no podría convencerlo y no creo que quiera tener rogarle para que vuelva conmigo, pero de hacerlo, sé que no ganaría ante su familia. Si bien la familia de Junghee no es la mejor, sé que quiere complacerlos y que su necesidad por hacerlo permanece a pesar de todo, de una manera u otra.

Me gustaría que se levanta contra sus padres y dijera que vendrá de vuelta, que ellos entendieran que está hecho para algo más que seguir ordenes y ser parte de una máquina de dos piezas, que no su hermano y él no son clones, me gustaría que eligiera la vida que lo hará feliz, realmente no importa si no es junto a mí, pero creo que a pesar de todo se merece la libertad.

Mientras estoy comiendo mi sándwich, en mi laptop aparece una notificación de que estoy recibiendo una video llamada, primero pienso que son mis padres pero cuando me acerco suelto el sándwich y lo dejo de lado porque se trata de él. Me peino rápidamente en el reflejo de mi celular y presiono el botón de la laptop para contestar.

Su sonrisa hermosa aparece en pantalla, parece cansado; está usando esos anteojos de lectura redondos que se le ven tan lindos, parece estar en una habitación, probablemente la suya. Yo lo suspiro y lo saludo con una sonrisa tonta.

—¿Dónde estabas? Me tenías preocupado, incluso Ty no quería decirme nada —le reclamo, cruzándome de brazos.

—Lo siento —él suspira y voltea hacia un lado—. Estuve ocupado, ya sabes, hubo una pequeña discusión cuando llegamos pero las cosas resultaron bien... supongo. Al menos para mí.

—¿Me contarás? —interrogo.

—Ahora... no —responde, dudoso—. Quiero que conozcas a alguien primero.

—Oh... bien —asiento.

Eomma... —dice y conozco esa palabra lo suficiente como para impresionarme.

A su lado se sienta una mujer de cabello largo, se ve temerosa, me mira con recelo pero ella es sin duda su madre; su mirada de desconfianza es totalmente la misma, tiene esas mejillas regordetas y esos labios delgados que aprieta cuando está nerviosa, su cabello es negro y está atado en un moño y está muy bien vestida con lo que parece un vestido negro. Ella mira a Junghee y luego a mí de nuevo, esperando que él diga algo.

—Harold, esta es mi madre, Choi Eunjae —dice—. Eomma, ige nae namjachingu ya, Harold Asford —agrega—. Ella quería conocerte, saber quién eres para asegurarse de que vales la pena.

—Oh, bueno, bien —me enderezo un poco y me arreglo mejor, procurando sacar mi tono de voz profundo y extra amable—. Es un placer conocerla, señora Choi, usted es... tan hermosa como Junghee... y Jungho para el caso, pero sabe, creo que Junghee se parece más a usted, tiene sus mejillas regordetas... espera, no le digas eso.

—¿Regordetas? —la mujer se toca las mejillas con una mirada ofendida en su rostro y yo abro los ojos de par en par.

—¿¡Ella me entiende!? —exclamo.

—Por supuesto, mamá habla cuatro idiomas incluyendo el tuyo —responde—. Discúlpalo, le encanta bromear, no quiso decir eso —le dice a su madre.

—No fue mi intención ¡No está gorda! Hablo de lo lindas que son su mejillas, muy... voluptuosas y atractivas, como ¡Daifuku! ¿Ha comido? Me encanta —me río con nerviosismo—. Por favor, deme su bendición, juro que no soy tan extraño en persona.

Ella se sigue acariciando las mejillas con los dedos, mirándome con recelo; baja sus manos de repente y se acerca más a la cámara. Para ser la madre de dos chicos de veintiún años, parece joven, no sé lo que será que use para exfoliarse pero debe funcionar maravillosamente, parece que podría haber sido una madre adolescente.

—¿Qué hacen tus padres? —me pregunta.

Su acento es mucho más fuerte que el de Junghee pero resulta algo lindo oírla hablar.

—Um... mis padre es físico matemático, trabaja con diferentes organizaciones y es profesor universitario en su campo —respondo—. Mamá es bióloga con una especialización en botánica, como papá trabaja en diferentes laboratorios y con diferentes organizaciones y también tiene un vivero pequeño.

—Ya veo —ella asiente—. ¿Qué estás estudiando?

—Criminalística —respondo—. Mi plan es trabajar para el FBI.

—Mmmm... —la escucho decir antes de mirar a Junghee—. Eso pagaría bien.

Eomma... —Junghee se queja.

—¡Pienso en su futuro! —ella se excusa—. No puedes vivir en Corea si estudias eso, lo que significa, si se casa contigo, no volverá nunca.

—Oh... bueno —yo miro a Junghee en busca de ayuda—. El matrimonio es algo apresurado....

—¿No te quieres casar con él? ¿No lo tomas en serio? —ella pone exactamente la misma expresión que pone Jungho cuando me amenaza acerca de cualquier cosa que tenga que ver con Junghee.

Ya veo que la sobreprotección y el mal genio lo han heredado de su madre.

—No es que no lo tome en serio —digo—. Es que... bueno, somos muy jóvenes.

—Tienes razón —ella asiente—. Debes pensarlo mejor sobre él, Junghee —le dice—. Tal vez haya mejores candidatos, un mejor partido ¡Pídele a Donald-ssi que te presente a alguien!

—¡No, un momento! —yo exclamo—. No, no, escuche, Junghee... es feliz conmigo, bueno, eso creo ¿Te hago feliz, gatito?

—La mayoría del tiempo —él responde—. Relativamente hablando.

—Junghee... —le reprocho.

—De acuerdo, sí, me hace feliz, mamá —él le dice—. Yo... realmente quiero estar con él.

—Tal vez no soy el mejor partido, pero creo que lo que importa es que su hijo me quiera y que lo haga feliz ¿No es así? —junto mis manos y le sonrío, sintiéndome como que estoy en una entrevista de trabajo tratando de probar por qué merezco este puesto—. Él también me hace muy feliz, tanto que lo llevé con mamá y papá ¿Puede creer eso? Nos conocemos desde hace poco, es totalmente una locura... porque estamos locos el uno por el otro.

La mujer me mira con una expresión evaluadora, justo como Junghee cuando intenta descifrar si creerme o no. Ella mira a su hijo y empieza a hablarle en coreano y yo me limito a escuchar y a esperar que no esté diciendo nada malo sobre mí. Aunque las miradas que me da, como si aun no confiara en lo que digo, revelan un poco de lo que ambos están hablando.

—Mamá dice que quiere conocerte en persona —Junghee habla después de que la mujer termine un largo dialogo—. Y a tus padres, quiere ver de qué clase de lugar vienes... le dije que en el futuro podríamos hablar sobre eso.

—¿Ve que es su hijo el que quiere ir lento? No yo —le comento—. Será un placer conocerla en persona y presentarle a mis padres, la invitaremos la siguiente navidad, se va a divertir.

—La siguiente navidad es muy pronto —murmura Junghee haciendo una mueca.

—Pero la pasaremos juntos ¿No? —yo interrogo—. Mamá te invitó, le romperás el corazón si no vas.

—Iré —él asiente—, pero no creo que mamá quiera ir...

—Está bien —su madre se encoge de hombros—. Ya no pasaré la navidad con tu padre ¿Con quién se supone que lo haga?

—Navidad es algo para compartir en pareja aquí —Junghee me explica—. Mis padres... van a separarse.

—Oh... —frunzo el ceño—. Lo siento.

—Está bien, mamá no parece afectada —él la mira y ella le da una media sonrisa—. Ella decidió estar de mi lado, del de Jungho también, volveremos a América. Mamá no puede mudarse pero ella irá a vernos, al menos se mudará fuera de la casa a un lugar donde pueda tener control de sus acciones, seguirá trabajando para la empresa familiar pero ahora estará lejos de papá y de la familia, lo cual creo que es bueno para ella.

—Me alegra escuchar eso, espero que encuentre la felicidad, señora Choi —le digo—. Es una nueva aventura, tal vez pueda enamorarse de nuevo incluso, aun luce joven, quien sabe, podría tener otro bebé.

Jungho aparece de la nada detrás de su madre y pone sus brazos alrededor de ella dándome una mirada de recelo, parece que había estado escuchando desde donde no podía verlo. Es justo como me mira siempre que me advierte sobre cuidar a su hermano, al parecer también siente lo mismo sobre su madre.

—Mamá no necesita más hijos —responde él—. Tiene suficiente con nosotros.

—Oh, así que no solo eres celoso y sobreprotector con tu hermano, sino también con tu madre ¿Eh? —río, mirando su expresión, se me hace muy graciosa—. Tal vez tu madre se sienta sola y quiera un nuevo bebé ¿No estarás feliz por ella?

—Pero ella no lo necesita, yo soy su bebé —espeta él, abrazándose más a ella.

—¿Qué piensas de un nuevo esposo entonces? —interrogo.

—Podría considerarlo, solo si él pasa mi prueba —Jungho responde—. Pero mantendría un ojo sobre él, justo como contigo.

—Claro... —asiento—. No esperaría menos de ti.

De repente en el fondo una señora mayor aparece, caminando lento hacia donde ellos están, se inclina sobre Jungho y mira con los ojos entrecerrados a la cámara. Le pregunta algo a Junghee y este responde, asiente y luego se retira. Yo busco una explicación de él cuando su madre y su hermano se levantan y desaparecen del foco.

—Esa era mi abuela, preguntó si eras mi novio —me explica entonces—. Le dije que sí.

—¿Le contaste a todos? —pregunto, impresionado.

No pensé que fuera a hacerlo.

—Fue algo dramático, tuvimos una discusión, mi padre quiso golpearme cuando se lo confesé, Jungho lo detuvo y mamá intentó protegerme, Donnie-ssi quería golpear a mi padre como un saco de boxeo —él ríe pero en el fondo parece estar muy conmovido—. La abuela dijo que ahora que el viejo estaba muerto, no había nadie que quisiera detenerme aparte de mi padre y que él no tenía el poder para hacerlo de cualquier manera, dijo que no encajo aquí y que no lo aprueba pero que podía volver a América, donde aparentemente sí encajo.

—Bien, eres más que bienvenido a volver, gatito —le digo—. Estaré esperándote con ansias.

—Volveré pronto —dice—. Tal vez en unas semanas, compórtate mientras no estoy ¿De acuerdo?

—Oye, siempre me comporto.

—Harold...

—¿Sí?

—Gracias.

—¿Por qué, Junghee?

—Porque... a pesar de todo, jamás estuve tan cómodo aquí, o con nadie.

—Bueno, eso no es solo gracias a mí, tal vez te hice darte cuenta pero... la capacidad para ser feliz siempre estuvo dentro de ti, por cursi que eso suene.

Él me da una sonrisa, grande y hermosa.

—Pero hasta ahora no había encontrado un lugar que se sintiera como un hogar —sus ojos parecen mirar dentro de mi alma—. Y ahora sé que donde tú estés, se siente cómodo y cálido y huele a... casa —se encoge de hombros—. No sé como una persona puede sentirse tan cómoda, pero ahora que lo sé siento que todo encaja... que yo encajo.

—Es un placer, Junghee... ser tu hogar y que tú seas el mío.

Increíblemente meloso y cursi, jamás me imaginé a mí mismo diciendo eso... pero tampoco imaginé que diría algo tan sincero. 

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