Capítulo 20
Junghee
Es hora de volver a casa, pero me siento tan bien y a gusto aquí que realmente no quiero hacerlo.
—¡Junghee, fue tan divertido tenerte aquí! —el padre de Harold me abraza mientras nos despedimos en el aeropuerto—. Espero que vuelvas pronto, nos encantará verte de nuevo, ya eres parte de la familia.
—Esperemos que Panqueque se sienta bien en su transportador, lo hicimos lo suficientemente cómodo —la madre de Harold se levanta de donde está agachada mirando a Panqueque dentro del transportador para mascotas y luego ella me da un abrazo—. Vuelve pronto, cariño, ten un buen viaje ¡Y por favor! Haz que Harold se porte bien, parece que eres el único al que escucha ahora.
Eso me hace sentir un poco de orgullo, ridículamente.
—No se preocupen, me aseguraré de ello —les digo, dándoles una sonrisa—. También espero volver pronto.
—Es hora, lindura —Harold toma mi mano.
Ambos terminamos de despedirnos para esperar por nuestro vuelo. El viaje es bastante corto de hecho pero pude recuperar un poco del sueño que había perdido en la mañana cuando tuvimos que madrugar para tomar este avión. Aterrizamos en Phoenix algún tiempo después y en el aeropuerto se encuentra nada más y nada menos que Taesung junto a Eric, con un gran cartel que dice "Señor y señor Asford" en brillantes colores. Quiero asesinarlos en cuanto los veo con sus grandes sonrisas burlonas.
Harold se echa a reír como si fuera gracioso. Yo tomo el cartel en cuanto paso a su lado y lo echo en la basura al salir del aeropuerto. Taesung se cuelga a mi brazo, todo risueño e intentando hacerse el amable conmigo. A veces quisiera que nuestra relación siguiera como antes, con ninguno de los dos soportando al otro.
—¿Qué tal es Harold? Tienes que decirme los detalles ahora sí —él insiste mientras caminamos hacia la salida donde está la camioneta de Eric.
—¿Puede quedarse como un secreto? A diferencia de ti, yo odio presumir ese tipo de cosas —le espeto, intentando que suelte mi brazo.
—¡No seas aguafiestas! Es un chisme muy bueno, quiero saber y sé que le contaste a la novia de Funk ¿¡Por qué a mí no!? —él sacude mi brazo—. Somos familia, Junghee.
—Con toda la razón, es extraño —yo ruedo los ojos—. Solo diré; no eres el único que tiene algo de lo que puede presumir ahora.
Él da un salto con emoción y me abraza.
—¡Que descarado, hyung! —chilla.
—Me pregunto si están hablando de mi —oigo Harold dirigiéndose a Eric detrás de nosotros—. Siento que debería apuntarme a esas clases de coreano que mencionaste, Eric, no estoy seguro de que pueda mantenerme no sabiendo de que habla cuando está con su familia.
—Te acostumbras —él dice—. Aunque es difícil cuando su madre te está dando una mirada desaprobatoria y hablando en tus narices y no tienes ni idea de que está diciendo pero sabes que es malo.
—Ella realmente te odia ¿No? —Harold ríe.
—No, ella me ama, solo está preocupada —Eric responde, muy a la defensiva—. Es todo culpa de Tae.
—Mamá sabe que tan peligroso es un hombre caliente en mis manos —Taesung se voltea para sonreírles—. Teme por Eric más que por mí.
—Esa es una sabia posición —yo comento.
Los cuatro nos subimos a la camioneta de Eric quien conduce toda una hora hacia Payson. Taesung y Eric hablan de todo lo que hicieron mientras no estábamos, incluyendo lo de Kiyoon viniendo a visitar a mi hermano. Así que pregunto acerca de Jungho, aprovechando el momento y siento que algo le ha ocurrido porque Taesung desvía el tema olímpicamente, lo cual me parece sospechoso. Dudo que sea algo grave porque de no ser así me lo hubiesen dicho. Harold empieza a contarles sobre nuestro viaje y a mostrar las fotos que me tomó.
Incluso Taesung, una persona que se toma mil fotos diarias, piensa que son demasiadas.
Llegamos a casa y lo primero que hago es poner a Panqueque en el suelo que va directamente a enredarse en la pierna de Donnie-ssi, quien está sentado en el sofá leyendo un libro. Él la carga y luego viene a recibirme con un abrazo, diciendo que me extrañó. Él sin duda es tan raro.
La tía Eunji aparece bajando las escaleras. Y me sorprende bastante su apariencia... luce un poco hinchada. No quiero decir que está gorda, no voy a decirlo en voz alta pero ella ha cambiado y es notable. Sus mejillas están más llenas, su piel está brillosa y parece un poco cansada. Empiezo a pensar que esas nauseas de la otra vez no fueron por la comida mexicana solamente. Es raro pensarlo; ella es menor que mamá pero no es como que sea muy joven, sin embargo, no se ve para nada de su edad, lo cual lo hace más posible... estaré feliz por ella si resulta estar embarazada pero será una sorpresa si es cierto.
—Les trajimos recuerdos —dice Harold levantando una bolsa donde pusimos los recuerdos que compramos para la familia—. Algunos dulces, postales ¿Quieren ver las fotos? Tengo un montón.
—Demasiadas —Taesung espeta.
—Si Taesung lo dice, deben ser muchas —dice la tía Eunji—. ¿Tienen hambre? Creo que es hora de empezar a hacer el almuerzo, haré algo especial ya que Junghee y Harold están aquí y deben estar hambrientos.
—Suena bien —digo—. Gracias, Imo.
—Eric y yo queríamos comer afuera hoy —responde Taesung—. Benjamin y Xavier están la ciudad, íbamos a comer con ellos.
—No, no —su padre pone las manos sobre sus hombros con una gran sonrisa—. Cancelen o muevan la cita para la cena, hoy se come en familia.
—Es solo Junghee —Taesung hace una mueca—. Comeré con él mañana.
—No protestes, comes aquí hoy —su madre lo apunta con su dedo—. Eric, tú también.
—Sí, señora —Eric asiente con obediencia.
—¿Están escondiendo algo? —Taesung alza las cejas.
—¿Dónde está Jungho? —interrumpo, no soportando un minuto más de las insistencias de Taesung—. ¿Ya dejó de que estar enojado? Le traje algunas cosas.
—Está arriba —la tía Eunji toma mis manos—, no sé si es seguro que vayas a verlo, ha estado enfermo, esta mañana tenía fiebre pero ya debería habérsele pasado, está durmiendo ahora.
—¿Ya lo vio el médico? —pregunto, alarmado porque sé que Jungho es increíblemente vulnerable cuando está enfermo.
—Sí, por supuesto —dice Donnie-ssi—. Es solo un virus, todo está en orden, le dio medicamentos y debería pasársele pronto.
—Iré a verlo —digo, dirigiéndome hacia arriba.
—Puedes contagiarte —Taesung me advierte.
—Está bien, nunca me enfermo —respondo—. Él siempre ha sido más débil en ese sentido.
Subo hacia su habitación y abro la puerta lentamente; él está en su cama, cubierto con la sábana en la parte superior pero con sus piernas saliendo de debajo de ella, estiradas hacia ambos lados. Está abrazando ese tonto conejo de peluche que lleva a todas partes y siempre tiene guardado en la funda de su almohada. Cuando Jungho y yo éramos pequeños, solíamos dormir juntos pero eventualmente crecimos y mamá consideró que debíamos dormir en habitaciones separadas para tener nuestro propio espacio personal. Yo estaba feliz al respecto, odiaba que Jungho se adueñara de mis cosas con tanta facilidad porque rara vez tenía algo solo para mi, además, él siempre se mudaba a mi cama durante la noche cuando tenía miedo. Sin embargo, Jungho hizo un gran berrinche por eso y cuando empezamos a dormir separados, él empezó a tener pesadillas así que la abuela le consiguió ese conejo de peluche y se lo dio para que fingiera que era yo y pudiera abrazarlo y no sentirse tan solo. Eso ayudó realmente a que superase su miedo pero aun con veintiún años él sigue usando esa cosa.
Y se hace llamar el mayor y más inteligente de nuestra camada.
Es como cuando éramos niños; él se enferma y quiere dormir conmigo, mamá le solía gritar que iba a enfermarme también pero por alguna razón eso nunca pasaba. Y cuando una vez que durmiese a mi lado, él mejoraba pronto.
Me acuesto a su lado, quitándome la chaqueta y los zapatos. Él no despierta, pero se mueve inmediatamente hacia mi lado y busca instintivamente por mi mano. Así es como duerme a mi lado siempre; tomando mi mano.
Una vez que lo hace, suspira.
Él va a estar bien.
Harold.
Sonrío al ver a Junghee ir por su hermano; estoy contento de que quiera arreglar las cosas con él y me hace sentir orgulloso. Mientras tanto, tengo que encontrar algo que hacer. La madre de Ty, por suerte, es súper amable y nos sirve té helado mientras ella prepara el almuerzo. Eric, Ty y yo nos sentamos en una mesa que tiene cerca de la gran piscina que se encuentra en el patio; admiro los alrededor con detenimiento. La casa sin duda es grande y puedo ver que hay varias casas así por aquí, es un barrio bastante lujoso, incluso de camino aquí pasamos en frente de la casa de Eric y entonces recordé que también era muy grande.
—¿Tienen amigos de clase media o pobres para variar? —interrogo de la nada, solo por curiosidad.
Ty levanta sus ojos de la revista que está leyendo y pone una expresión pensativa.
—¿Mahony es de clase media? —le pregunta a Eric.
—No, ella solo se viste así, sus padres tienen dinero —Eric responde—. Rachel sí.
—Oh, sí —él asiente—. Nuestra amiga Rachel ¡Y Otto! Como olvidarlo.
—Ryu también —agrega Eric—. ¿Declan es clase media? Digo, vive con el viejo Reeves pero ¿No es él... heredero del tío Elton?
—Supongo, yo lo consideraría posiblemente rico algún día —Ty se encoge de hombros—. Aunque creo que el heredero definitivo será Alana, Benjamin será maestro de cualquier forma y Declan heredará la ferretería del viejo Reeves, él ya es el jefe y todo.
—Es mejor que sea Alana, es mejor para todos —Eric asiente.
—Concuerdo —Ty me mira—. Tenemos muchos amigos de clase media, si es lo que quieres saber... Rachel, Otto, Ryu, tal vez Declan cuenta ¡Oh y Chase! Él es mi amigo.
—Él no es mi amigo —Eric refunfuña.
—De todas formas ¿A qué viene tu pregunta? —Ty me mira fijamente luego de rodar los ojos al comentario de Eric.
—Solo me preguntaba... —me encojo de hombros—. Estoy constantemente impresionado por todo el dinero que tienen, pensé que siendo hijos de quienes son serían bastante arrogantes y presumidos pero los conozco y realmente no pienso eso de ustedes.
—Oh ¿No has escuchado del pasado de Eric? —Ty se ríe.
—Cállate —Eric rueda los ojos—. No era presumido.
—Sí lo era —Ty susurra—. Era un idiota.
—Ya no lo soy, la gente crece ¿Podemos dejar eso atrás? —interroga él a la defensiva.
—Ciertamente la gente crece —Ty lo mira—. Ha madurado mucho, no lo creerías si supieras como era antes —él se levanta y se sienta sobre las piernas de su novio que está haciendo un puchero—. Él era un desastre pero entonces él se convirtió en mi desastre y todo mejoró... pero lo hizo por sí mismo y estoy orgulloso.
—¿Qué clase problemas tenías? —yo pregunto con curiosidad.
Conozco a Eric porque su madre la mía nos presentaron cuando se mudó a Berkeley, sin embargo, tantos de eso, solo lo vi un par de veces y no hablamos demasiado. No lo conozco tan a fondo a pesar de que somos buenos amigos, no hemos tenido el tiempo para hablar sobre nosotros mismos. De hecho, solo nos volvimos cercanos cuando Ty apareció y Eric no pudo resistir el decir que era su novio.
—Era un adicto —responde Eric—. A las drogas, no fue tan malo para mí... pero por un tiempo estuve traumatizado porque mi distribuidor intentó abusar de mi, todo un drama... sin embargo, Tae me salvó.
—Yo no salvé a nadie —Ty levanta las manos dándole una sonrisa—. Eric lo hizo por sí mismo, pero estoy feliz de decir que estuve ahí para él.
—Mierda.
Estoy impresionado... de todas las cosas que pensé sobre él, jamás se me ocurrió que haber sido un adicto estuviera entre ellas. Él es súper lindo y carismático, además de que es un chico maduro y calmado. ¿Eric siendo un adicto? Eso no me cuadra pero lo de ser casi abusado tiene un poco de sentido considerando su reacción cuando creyó que había obligado a Junghee a acostarse conmigo.
—No sé qué decir, no esperaba nada de eso —murmuro, rascando mi nuca con incomodidad—. ¿Están juntos desde que eso sucedió?
—Sí, algo así —Ty asiente, acariciando el cabello de Eric—. Nos gustamos desde el primer momento ¿Alguna vez te conté que Eric no sabía que yo era un chico cuando nos conocimos?
Yo suelto una risa, agradeciendo que Ty haga este momento menos tenso y aligere el ambiente con su comentario. Eric ríe también y le da una nalgada como reprimenda antes de que Ty le dé un beso. Ellos son una linda pareja en todos los sentidos; ambos son sexys en diferentes maneras, ninguno tiene miedo de mostrar lo atraídos que están por el otro, se entienden y conocen muy bien y tienen tanta confianza en el otro... espero que jamás terminen, romperían mi corazón.
—No puedo culparlo —digo yo—. Cualquiera cometería esa equivocación.
—Es lo que le digo —Ty ríe.
—Entonces ¿Te gustó como chica? —yo miro a Eric—. ¿Qué pasó cuando te enteraste que no era una?
—Bueno, fue un largo camino para darme cuenta de que aun me gustaba siendo un chico —responde él, apretando la cintura de su novio—. Si algo realmente hubiese cambiado para mí al saber que era un chico, yo... no dicho que podíamos ser amigos.
—Es bueno saberlo... —Ty lo mira—. Yo no quería aceptar que él me gustaba, era un tonto.
—Pero aquí estamos ¿No? —Eric hace a Ty rebotar en su regazo moviendo sus rodillas—. Y él está loco por mí.
—Y tú por mi —ambos juntan sus narices y las frotan.
—Dios... —ruedo los ojos—. Son tan cursis.
—Disfrútalo, Harold, es lo más romántico que Taesung puede ser, podría haber apretado mis bolas, tienes suerte —espeta Eric, separándose de él.
—Lo hubiera disfrutado más —confieso.
Pasamos alrededor de una hora y media charlando antes de volver adentro cuando la madre de Ty nos avisa que el almuerzo está listo. Mientras ellos preparan la mesa, Ty me arrastra hacia arriba para ir por los gemelos. Me siento curioso acerca de que lo podrían estar hablando ahora. Sin embargo, cuando llegamos arriba y Ty abre la puerta de la habitación de Jungho los encontramos pacíficamente dormidos en la cama, tomándose de las manos. Yo sonrío, porque sí, es adorable. Incluso con Jungho en la fotografía, es una imagen hermosa y fraternal.
La madre de Ty entra en la habitación un segundo después y suspira.
—Oh... aun duermen así —dice ella, llevando sus manos a su pecho conmovida.
—¿Siempre lo han hecho? —interrogo.
—Desde pequeños —Ty afirma—. Son tan asquerosamente lindos así... dormidos, porque no abren la boca.
—Jungho es el más dependiente, no lo creerías porque es el mayor y el que generalmente busca más problemas —dice la madre de Ty acercándose a la cama—, pero él siempre está buscando a su hermano, es algo lindo a veces pero es hora de que ambos tomen caminos separados... Jungho debe entender eso y estaba haciendo su mejor esfuerzo.
—Junghee parece asustado de todo pero es increíblemente valiente —murmura Ty—. Que estés aquí es una prueba de ello.
—Lo sé —asiento, mirando la hermosa cara de mi novio—. Estoy orgulloso de eso.
—¡Bien, levántense! —Ty grita de repente, rompiendo el silencio.
—Los espero abajo —dice su madre, dejando la habitación.
Los gemelos empiezan a moverse y abren los ojos lentamente para mirarnos; Jungho está sorprendido de ver a su hermano pero no dice nada, Junghee le da una sonrisa y luego dirige su mirada hacia mí. Me inclino para darle un beso en los labios y él me lo devuelve antes de ponerse de pie.
Volvemos abajo todos y nos sentamos en la mesa del comedor, Junghee y Jungho se sientan el uno frente al otro, yo me siento entre Junghee y Ty; el señor Webber empieza a servirnos mientras estamos en silencio y él nos da una sonrisa que dice muy explícitamente que oculta algo. Ty lo mira entrecerrando los ojos; él sospecha algo desde que los obligaron a él y a Eric a comer en casa.
—Bien... —una vez que su padre se sienta y todos tenemos nuestros platos, Ty parece querer saber de una vez—. ¿Van a decirnos cuál es la sorpresa?
—Solo empecemos a comer, muero de hambre —su madre dice, tomando sus cubiertos.
Todos empezamos la cena, pero Ty no deja de mirarlos.
—¿Nadie tiene nada nuevo que compartir? —interroga el señor Webber.
—Junghee y Harold son oficiales —espeta Ty—. Eso es lo único nuevo, ahora ¿Cuál es el misterio?
—¿En serio, Junghee? Felicidades a ambos —el señor Webber nos mira.
Ambos decimos "gracias" en voz baja, admitiendo que de hecho somos oficiales cuando no hemos tenido una verdadera conversación al respecto.
—¿Te sientes mejor, Jungho? —la madre de Ty pregunta.
—Sí... —él carraspea—. La fiebre bajó.
—¿Hace cuanto estás enfermo? —pregunta Junghee mirándolo.
—Una semana —murmura Jungho en respuesta.
—¿Por qué no me dijiste? Podíamos haberme mandado un mensaje.
—¿Qué caso tenía? No eres doctor.
—Bueno, pero quería saber.
—Que lindo, están hablando de nuevo —Ty interrumpe aun mirando a sus padres—. Creo que todo está dicho ¿Escupirán la sopa o no?
—No, está muy buena —dice el señor Webber, apuntando a su plato de sopa.
—¡Papá! —Ty reclama.
—Bien —la madre de Ty suspira y luego mira a su padre—. ¿Lo dirás tú o lo diré yo?
—Digámoslo juntos a la cuenta de tres —él responde—. Uno... dos... tres.
—¡Vamos a tener un bebé!
—¡Nos vamos a casar!
Un cubierto cayó sobre el piso ante esas declaraciones totalmente inesperadas; gracioso, porque yo pensé que ya estaban casados pero al parecer no es así. Espero a que alguien diga algo más pero todo ha quedado en silencio y Ty parece que está teniendo un ataque.
—¿¡Qué!? —exclama el chico.
—¡Donnie, dijimos que diríamos lo de la boda primero! —reclama la mujer a su prometido—. Te lo dije hace diez minutos ¿Por qué no me escuchas?
—¡Es que lo del bebé es más emocionante! —él ríe—. No que casarme contigo sea menos... bueno, tú me entiendes, te amo.
Ella rueda los ojos.
—¿¡Qué!? —repite Ty, levantándose y mirando a su madre—. ¿¡Estás embarazada!? ¡Pensé que solo estabas engordando!
—¡Oye, que soy tu madre! —ella lo apunta con un tenedor viéndose totalmente ofendida—. Y sí, lo estoy... nosotros no lo esperábamos, sucedió sin ser previsto, yo pensé que la fábrica estaba cerrada ya pero al parecer no es así, el doctor dijo que estoy muy sana y lo suficientemente joven aun... —suspira—. Van a ser tres meses pronto.
—¡Sí! —Ty levanta sus brazos en una victoria—. ¡Voy a tener un hermanito! —él da pequeños saltos y se lanza sobre Eric—. Eric tendré un hermanito.
—Felicidades, Imo —Junghee se levanta a abrazarla.
—Felicidades —Jungho sonríe desde la distancia, supongo que no queriendo acercarse para no contagiarla con su virus—. Espero que sea un bebé sano.
—¡Y recuerden que nos casaremos! Va a ser después del nacimiento, Eunji insiste en que no se casará embarazada —dice el señor Webber antes de que Ty corra hacia él y lo abrace, enganchando a su madre también en un abrazo—. ¿Estás contento? Es lo que siempre quisiste.
—¡Sí, seré el mejor hermano mayor! —exclama Ty dejando besos en las mejillas de sus padres—. ¡Oh, oh, espero que sea niña! Voy a enseñarle todo lo que sé.
—Oh Dios... —Eric suspira una risa mientras cierra los ojos.
—¿Y si es lo opuesto a ti? —interroga Junghee—. ¿Y si no le gusta la moda?
—Sea niño o niña se vestirá bien o dejo de llamarme Tyler Webber y Choi Taesung —responde él—. ¡Oh, ¿Qué nombre le pondremos?! ¿¡Tendrá dos como yo!? ¡Quiero nombrarlo! ¡Tengo tantas opciones! Buscaré las mejores para niño y niña ¡Y debemos comprar su ropa ahora, yo la elegiré! ¡Quiero decorar su habitación!
—Creo que abrimos una puerta que nunca se cerrará —murmura la madre de Ty.
—Nunca se callará ahora —Jungho rueda los ojos.
—También serán hermanos mayores —le susurro a Junghee—. ¿No es eso genial?
—Sí —él sonríe—. Esta es... una gran familia, estoy feliz de que crezca.
Me gusta que él piense en esta como su familia ahora, que se sienta parte de ella, su sonrisa es tan hermosa cuando lo dice de esa manera... parece como si se sintiera en casa y que él se sienta así es mi único deseo.
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