Capítulo 13
Harold.
Al fin llegamos a Nueva Jersey después de casi tres días en la carretera, apenas está saliendo el sol cuando entramos a la ciudad y Junghee está despertando. Yo lo miro mientras trato de mantener mis ojos también en el camino. Él despierta y se estira como un gatito, justo como Panqueque lo está haciendo en su regazo; verlo despertar cada día es la mejor cosa que puede pasarme, tal vez porque es demasiado lindo o tal vez porque él es especial... no puedo decir que me gustaría ver a alguien más despertar, porque he visto a un montón de personas hacerlo a mi lado y nunca sentí como si el sol saliera cada mañana solo por ellos. Es patético, es increíblemente cursi y estoy seguro de que mis amigos si burlarían si supieran que pienso eso, pero no puedo evitarlo.
—¿Ya llegamos, hyung? —él pregunta, acomodándose en su asiento, mirando alrededor—. ¿Dónde estamos?
—Adivina —digo, mientras giro el volante hacia la esquina.
—El Buffet de Nueva Jersey —él lee uno de los carteles encima de las tiendas que pasamos y me mira—. Oh, no lo sé ¿Washington?
—Ah, niño listo —yo pongo mi mano sobre su cabeza y alboroto su cabello—. Está amaneciendo apenas, son las cinco de la mañana, pero conozco un lugar para desayunar que está abierto a esta hora ¿No tienes hambre?
—Mataría por un plato de sopa —murmura él, echándose hacia atrás en su asiento.
—¿A las cinco de la mañana?
—Um, sí.
—Bueno, hay panqueques —miro a Panqueque y bajo mi mano hasta ella—. Comeremos deliciosos panqueques ¿No chica? Que linda chica, luce como un panqueque esponjoso.
—Ella comerá sus deliciosos bocadillos sabor salmón que compramos en la última ciudad —él estira su mano debajo del asiento y saca una bolsa para servirle en el pequeño plato un poco de esos bocadillos a Panqueque, quien se los devora como si fueran la cosa más deliciosa que hubiese probado—. ¿Ves? Le encantan, sabían que le gustarían, es una chica refinada.
—Qué bueno que valen la pena, son más caros que los regulares —comento—. Aunque ella es totalmente parecida a ti, comería cualquier cosa que le pusieras al frente.
—Yo no como cualquier cosa...
—Sí lo haces y tienes un estómago de hierro, nada puede enfermarte.
—Tú solo eres delicado.
Bufo antes de estacionar el auto frente al restaurante del que le hablaba a Junghee. El dueño es uno de los tantos amigos de mis padres y una de las personas con las que crecí, también es tío de Gerald. Tenemos suerte de que apenas hay personas aquí, por supuesto, es muy temprano, pero él abre las veinticuatro horas. Cuando entro, miro alrededor y aspiro ese aroma a huevo y tocino recién hechos, café fresco y jalea. Junghee entra con una sonrisa y va directo hacia la barra para tomar el menú. El tío Bob sale de la cocina, secándose las manos y dirige su mirada a mí, esbozando una gran sonrisa mientras exclama—: ¡Harold! —y viene a darme un abrazo.
Yo me dirijo hacia él y correspondo el abrazo con cariño; no lo veía desde hace algunos meses y siempre fuimos bastante cercanos.
—¿Cómo estás? —él se separa de mí y me mira—. Es bueno verte de nuevo ¿Acabas de llegar? Supongo que hiciste un viaje de carretera de nuevo.
—Es divertido —me encojo de hombro—. Estoy bien, muy bien de hecho, pero hambriento ¿Podría obtener lo mismo de siempre? Pero con una expansión doble, vengo con compañía y él es un poco comelón.
—¿Quién es? —el tío Bob alza las cejas, yo tomo la mano de Junghee para que voltee a vernos—. Este es Junghee, tío Bob, Junghee, este es Robert "Bob" Kensington, el dueño del restaurante y amigo cercano de mis padres y mío, es mi tío prácticamente.
—Es un gusto conocerlo —Junghee le da la mano, pero como siempre que conoce a alguien nuevo, él luce inexpresivo, es solo un efecto de estar nervioso.
—Igualmente, ¿Junghee? Que peculiar nombre, ¿De dónde eres?
—Corea del Sur... ahí es un nombre normal.
—¡Vaya, que gracioso! —Bob estalla en una risa—. Tu novio es bastante divertido, Harold... bien, les traeré su desayuno.
Como me lo temía; mamá debió decírselo a todo el mundo, porque el tío Bob de repente asumió que estoy en una relación con Junghee. Era de esperarse, ella está más emocionada que yo por el hecho de que al fin me haya enamorado. Supongo que debo entenderla; en lo que llevo vivo, jamás, nunca, ni por error, les presenté a uno de mis amantes. Mis padres supieron lo que era y lo que hacía con cada uno de ellos pero nunca los llevé a casa, nunca los presenté como algo más que un simple amigo y aunque ellos esperaban que algún día lo hiciera, desde luego ese día nunca llegó... hasta ahora.
—Entonces... —dice Junghee cuando me siento a su lado en la barra, él está acariciando el cuello de Panqueque que está escondida dentro del bolsillo frontal de su suéter—. ¿Vamos a decirles a tus padres que somos pareja? —él interroga—. Como... ¿Novios?
—Creo que fue lo que acordamos que somos ¿No? —alzo las cejas—. ¿No es así? o... ¿Ya cambiaste de opinión?
—¡Yo no cambio de opinión así como así! —él me espeta—, es solo que... nunca he hecho esto, quiero estar preparado, saber que decir ¿Qué tal si nos preguntan cómo nos conocimos? ¡No podemos decirle la verdad! Pensarán que soy un desvergonzado, como mi primo, no podemos decirles eso.
La verdad es que a mis padres no les importaría demasiado la manera en que nos conocimos, pero ¿Qué más da? No puedo hacerlo sentir incómodo imponiéndole que diga la verdad; si mentir sobre la manera en que nos conocimos lo hace sentir mejor, bueno, tal vez debamos inventar una linda historia... aunque será inútil, después de todo, planeo quedarme con él por un largo tiempo y la verdad siempre sale a la luz, pero lo dejaré creer lo que quiera creer.
—Bien ¿Qué les diremos? —interrogo, apoyando mi codo en la barra y mi mejilla sobre la palma de mi mano para mirarlo a los ojos—. ¿O simplemente evitaremos hablar de ello? Probablemente ellos hagan muchas preguntas, así que... ¿Cómo quieres hacerlo?
—Podemos decir algo simple, sin dar demasiados detalles —él dice—, nos conocimos porque Taesung y yo somos primos y Eric es tu compañero, acompañé a Taesung a visitar a Eric en Berkeley y allí fue la primera vez que nos vimos, fuimos a una fiesta y...
—Te emborrachaste y me dejaste besarte, mis padres lo entenderían.
—¡No! Yo... em, bueno, nosotros bailamos, hablamos un poco y tal vez nos tomamos de la mano.
—Mis padres jamás creerán eso.
—¿Por qué no?
—Ellos saben que soy un depredador, deben estar esperando que entres cojeando a la casa, no tienes por qué sentirte avergonzado.
—Me niego a ser como los demás —él me da una mirada seria y letal—. No haré a tus padres creer que me follaste en la primera noche como a todos tus demás amantes, por algo estoy aquí ¿No? Así que... si soy especial, ellos van a tener que creerlo.
Esbozo una sonrisa mirando el sonrojo de las mejillas de Junghee y levanto mi mano para tocar su rostro, me inclino y lo beso en los labios; él es tan hermoso cuando toma valor para decirme cosas que normalmente no esperaría de él. Y tiene razón, ellos deberían creerlo, porque es especial... por alguna razón está aquí, no porque fuera difícil o no valiera la pena, si no porque sabía, muy dentro de mí, que quería seguir viéndolo.
—Les diremos eso —digo—. Puedes agregarle todos los detalles cursis que quieras.
—Les diré que me atacaste, pero que me negué, ya que quieres parecer un depredador.
—Oh, eres tan lindo, gracias por eso —beso la punta de su nariz.
Comemos nuestro desayuno mientras revisamos nuestros mensajes; tengo un montón en el grupo de chat que comparto con Gerald, Funk y Eric; al parecer Eric estaba relatando como el ex novio de Ty de repente apareció en casa de los padres de este, porque es amigo de Jungho y este, sin saber que había salido con Ty alguna vez, lo invitó. Gerald se ríe de su desgracia y Funk hace más preguntas, yo por otro lado solo miro las fotos que envió; Ty al parecer puso su foto en la pared de las fotos especiales y Eric fingió que estaba bien con ello. No quiero decir nada, pero en la foto, ambos se ven lindos y el chico en cuestión es un bombón.
—Mmm, Kiyoon está en Estados Unidos, que curioso —murmura Junghee mientras mira su celular.
—¿Kiyoon?
—Síp, es un hoobae nuestro de la escuela, al parecer Jungho lo invitó.
—¿Ya hablas con tu hermano?
—No, solo estoy viendo las fotos que publicó en sus redes sociales.
—Oh —asiento—. Mmm... ¿Es el ex novio de Ty?
—¿Qué? —él me mira—. ¿A qué te refieres?
—Ese Kiyoon, Eric dijo que era el ex novio de Ty.
Supuse que si Jungho no lo sabía, Junghee tampoco, pero se supone que no debo guardarle secretos ¿Y qué más da? No creo que haga daño... espero.
—No es cierto —Junghee sacude su cabeza—, no, ellos... no puede ser.
—Eric dice que fueron novios cuando ustedes y Ty estaban en la misma escuela, él es mucho mayor pero supongo que a Ty le dio igual —me encojo de hombros y le enseño la foto que Eric envió—. ¿Ves?
—Oh por Dios ¿Kiyoon-ah es gay?
—Presiento que en tu país les gusta guardar bien ese tipo de secretos ¿Eh?
—Generalmente —Junghee se encoge de hombros—. Oh, ahora entiendo por qué un tiempo estuvo desaparecido... espera a que Jungho lo sepa.
—¿Vas a decirle?
Él me mira, parece haberse dado cuenta de algo, baja la cabeza de nuevo, parece sentirse un poco decaído y hago una mueca, sintiéndome un poco culpable por esa pelea que ambos tuvieron acerca de mí. Obviamente Junghee extraña a su hermano.
—Tal vez, cuando vuelva a hablarme —murmura él.
Estornuda de repente.
—Salud —digo—. ¿Te sientes bien?
—Sí —él asiente—. Es el polen.
No le prestamos demasiada atención a ello; salimos del restaurante una hora después con nuestros estómagos llenos y nos dirigimos hacia el auto para entonces conducir hasta la casa de mis padres. Llevo un buen tiempo viviendo en Berkeley, así que siempre que vengo aquí me siento muy fresco y renovado, a pesar de ser una ciudad como cualquier otra, es la ciudad en donde crecí y me encanta pasear por las calles y recordar mi adolescencia, cuando Gerald y yo nos metíamos en problemas en primaria, o luego en secundaria cuando jugábamos en la cancha del vecindario todos los días después de la escuela, ya en preparatoria íbamos a todas las fiestas y nuestra prioridad era ligar tanto como sacar las mejores notas, así nuestros padres accedían a prestarnos sus autos... eran buenos tiempos.
Cuando llegamos a mi casa, aparco el auto en la entrada; es una grande, de dos pisos, común y corriente, pero tiene un gran jardín que mi madre se encarga de cuidar ella misma, por lo que está llena de flores y otras plantas que mamá usa de manera medicinal o para cocinar, ella tiene un huerto más grande en la parte de atrás. También hay una casa del árbol en el jardín delantero, lo que a Junghee le llama mucho la atención.
—¿Tenías una de esas cuando eras niño? —él pregunta, mirando a la casa del árbol con ojos brillantes.
—Síp —asiento—. ¿Te gusta?
—¡Siempre quise una! —él me sonríe.
—Bueno, es bastante resistente, podríamos subir luego —le digo—. Los hijos de los vecinos a menudo vienen a jugar, mamá no quería que se quedara sin usar, así que ella los deja jugar y ellos la limpian cada cierto tiempo.
—Que buena es tu mamá ¿Le gusta la jardinería? —él pregunta mientras mira todas las flores alrededor mientras nos dirigimos hacia la puerta principal.
—Mamá se graduó en ciencias naturales, mención botánica, es más que amor por las plantas, es una pasión.
—Genial ¿Qué hace tu padre?
—Es físico matemático, también es profesor universitario.
—Vaya, tus padres deben ser increíblemente inteligentes —él me mira—. ¿Qué pasó contigo?
—Idiota —yo pico sus cosquillas, él se ríe—. Soy muy bueno en mi carrera, para tu información y planeo hacer un postgrado cuando termine.
—Oh, ¡Lo olvidé Harold! ¿Qué estudias?
—Criminalística, gracias por pensar tanto en mí, dulzura.
—Bueno, pronto también iré a Berkeley y será difícil no saber acerca ti.
—Tienes razón, nunca te desharás de mí.
Yo tomo su mano.
—¿Listo para conocer a mis padres, dulzura?
—Síp —él asiente, tomando una gran bocanada de aire—. Estoy listo.
Toco el timbre, porque quiero darles una sorpresa y la puerta se abre casi inmediatamente; mis padres salen sonriendo.
—¡Bienvenidos! —gritan ambos, antes de saltar hacia adelante y arrastrarnos a ambos a un abrazo grupal.
Es divertido ver lo confundido que Junghee está... pero al mismo tiempo, se ve como si estuviera en casa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro