Capítulo 1
Junghee.
Odio estar aquí.
Molestar a Taesung no vale la pena lo que estoy pasando ahora. Hay personas por todas partes, hay demasiado ruido, hay gente besándose entre sí, chicos y chicas, chicos y chicos, chicas y chicas. Realmente no me gusta toda esta demostración de afecto pública. Apenas hay iluminación y el ruido que hacen las personas, aparte de la música está mareándome. Y está este chico, Harold, mirándome, analizándome mientras lleva su botella de cerveza a sus labios. Nunca nadie me había mirado de esa manera.
Como si fuera un plato humeante de fideos.
Tengo miedo.
Escucho entonces a Taesung, mi primo, gritando. Es una excusa perfecta para levantarme. Harold también lo hace y ambos caminamos hacia donde está el centro del alboroto. Taesung está peleando con una chica, está diciendo algo sobre extensiones antes de que Eric, su novio, lo levante del piso y lo ponga sobre su hombre para sacarlo de allí. Taesung luce como una chica, vestido igual que una, la gente alrededor cree que esta pelea es entre dos mujeres hasta que la chica rubia menciona que Taesung es travesti y todo el mundo alrededor suelta un jadeo. Yo miro a Harold, él empieza a caminar entre la gente diciendo "¡Todos volvamos a la fiesta, nada que ver aquí! las amigas de Katherine, se les solicita para llevarla a vomitar a alguna parte". Asumo que Katherine es la chica rubia, que luce borracha y enferma. Nadie la reclama, así que me acerco y la tomo del brazo para llevarla afuera.
En cuanto sus pies pisan el jardín, vomita sobre las plantas. Hago una mueca, pero le hago el favor de sostener su largo cabello rubio. Es realmente muy bonito.
—¿Qué estás haciendo? —interroga Harold a mi lado, me ha seguido fuera de la casa.
—La estoy ayudando, en vista de que nadie más lo estaba haciendo —le digo—. ¿No es obvio?
—¿Por qué? —él frunce el ceño—. Quiero decir, es lindo de tu parte pero ella es enemiga de tu primo ¿No se siente como una traición?
—Realmente no me llevo bien con Taesung —respondo encogiéndome de hombros—. No sé cuál es el problema, de cualquier manera.
—¡Ese asqueroso travesti no merece un novio tan guapo! —espeta la chica rubia—. ¡No es justo!
—¿Por qué no? —ladeo la cabeza—. Digo, nunca me ha gustado que Taesung-ah sea travesti pero si a Eric le gusta ¿Qué está mal?
—¡Es un desperdicio!
—Um, pero a Eric le gusta.
—¡No lo entiendes ¿Qué hay de nosotras?! —ella me mira, limpiando su boca con su manga—. No dejan nada para nosotras y ¿Quiere ser mujer? ¡Claro, si fallas consiguiendo una chica, solo conviértete en una!
Eso por alguna razón golpea un nervio en mí. Dije que realmente no me llevo bien con Taesung, pero respecto a que sea travesti, es su decisión y yo estaba ahí cuando él tenía cinco años y robaba el lápiz labial de su madre. Estaba ahí cuando prefería usar lazos bonitos y verse como una chica en vez de ser masculino. Taesung-ah nunca falló queriendo conseguir una chica, porque nunca quiso una. Incluso mi madre siempre decía que era su decisión y que si sus padres lo dejaban, entonces yo no tenía que decir nada, simplemente evitar ser como él. ¿Por qué no es así para esta chica? Evitar meterse en la vida de alguien que no conoce es mucho menos patético.
—Estoy seguro de que no es así —levanto mis cejas—. Escucha, que te encapriches con el novio de un chico es igual a que lo hagas con el novio de una chica, igual de patético y sin sentido ¿No lo crees? Que te moleste que sea gay porque no deja nada para ti no es una excusa, sigues siendo patética y si sigues preocupándote por la vida de los demás, serás patética toda tu vida.
—Ok, nos vamos —Harold me levanta de donde estoy arrodillado, envolviéndome en sus brazos para ponerme de pie y empujarme hacia el camino de salida—. Adiós, Katherine, buena suerte con tu resaca.
—¿Qué haces? —interrogo.
—Evito que te arañen la cara —él resopla—. ¿Nadie te enseñó a ser sutil? Pensé que no te importaba tu primo.
—No lo hace, pero ella es patética, alguien tenía que decírselo.
—Eres adorable, realmente.
Harold me saca fuera de la propiedad y me hace caminar por la acera hacia algún lado, alejándonos de la gente.
—¡Espera ¿Qué hay de Jungho?! —exclamo, caminando en dirección contraria hacia la casa para ir por él.
—Está divirtiéndose, lo dejé en buenas manos —él sostiene mi cintura cuando tira de mi hacia él y me hace chocar contra su pecho—. ¿Por qué tú y yo no vamos a algún lugar y nos divertimos mientras tu hermano hace lo mismo? Creo que estás muy estresado y claramente la fiesta no es un buen lugar para ti, parecías muy incómodo allí.
—Lo estaba —asiento empujando su pecho con mi mano—. Escucha, no soy gay ¿Okay?
—Lo sé, yo tampoco —Harold me sonríe—. Soy bisexual y te puedo prometer que no haré nada para lo que no tenga permiso, pero llamas mi atención y es inevitable para mi intentarlo.
En mi cabeza hay una alarma, se enciende cuando este chico me mira de esa manera, brilla en color rojo y dice "peligro" y a pesar de eso decido ignorarlo permitiéndole llevarme a algún lugar con él. Terminamos bebiendo más cervezas en el porche de la casa que el novio de Taesung y otros chicos comparten. No me gusta el sabor de la cerveza americana, es amarga y fuerte y no es para nada mi estilo. Tengo buena resistencia pero no puedo caminar muy bien después de mi cuarta lata. Harold había estado hablando sobre algo que no pude entender antes de terminar cayendo sobre él.
Por supuesto que no le molestó, es un pervertido. Pero tampoco me molestó a mí. Honestamente, estaba enojado, porque Taesung se metió en un problema con esa chica tonta y me dejó, igual que mi hermano. No conociendo a nadie aquí, estoy perdido, atrapado con este chico... y su mirada sobre mí me molesta, pero no le puedo decir que no, no tengo otra persona con la que ir.
Cuando me acurruca contra su pecho y mis ojos empiezan a cerrarse, me doy cuenta de que probablemente nunca he sentido algo así antes. Nunca he tenido una novia y dudo que de tenerla, le hubiese gustado arrullarme como a un bebé y no recuerdo a mi madre o a nadie más haciendo esto por mí. Es cómodo. Y él huele muy bien.
Bueno, supongo que lo está haciendo porque quiere aprovecharse de mí, pero me da igual, estoy borracho, si él me besa tal vez mañana lo olvide.
Sin embargo, no parece que él vaya a intentar nada y yo tengo muchísimo sueño. Su pecho es lo suficientemente suave, es realmente cómodo.
—Hyung... tengo mucho sueño —repito por enésima vez, él sigue mirándome extraño.
—Lindura, realmente no entiendo lo que estás diciendo —él alza las cejas—. Lo siento.
—Oh claro —murmuro incorporándome para verlo a la cara—. Eres guapo ¿Sabes? Serías muy popular.
No tengo problemas en admitir que es guapo, él tiene unos labios muy bonitos y rosados y una nariz pequeña pero puntiaguda, con ojos verdes pero con un poco de azul en el centro. Su espalda es ancha, sus brazos fuertes y su cabello son como olas suaves con el color del chocolate con leche. Hay pequeñas manchas en el puente de su nariz y al mirar por debajo de su camiseta, también están sobre sus hombros. Sí, él sería un chico popular, un idol.
—Soy popular —él me guiña un ojo.
Yo río.
—Presumido —volteo su cara poniendo mi mano sobre su mejilla—. Idiota.
—Tú dijiste que soy guapo ¿No significa que te gusto?
Frunzo el ceño.
—No, que reconozca que un hombre es guapo no significa que me gusten los hombres, duh —ruedo los ojos.
—Bueno, eso lo sé, pero particularmente esperaba que estuvieses interesado en mi —él sonríe con cinismo y levanta su mano para apartar mi cabello de mi frente—. Como dije antes, eres adorable, realmente adorable... tu hermano luce igual que tú pero él no es nada parecido a ti, puedes verlo en la forma en que se maneja a sí mismo, la vibra que tu desprendes es totalmente opuesta a la de tu hermano.
Sin saberlo, me encuentro sonriendo. Nadie nunca me había dicho que Jungho y yo somos diferentes, no sin habernos conocido a fondo primero. Ningunos de mis padres dijo alguna vez que nosotros éramos diferentes, siempre nos vestían igual, nos hacían hacer las mismas cosas y si uno iba a algún lado el otro también lo hacía. Siempre fue duro para mí, porque Jungho puede convencerme de cualquier cosa y respecto a él, no hace nada que no quiera, por lo que tuve ceder y dejar atrás cosas que quería hacer solo por no molestarlo. Creo que hoy es la primera vez que nos hemos separado tanto en años, desde que fuimos al servicio militar y terminamos en diferentes tropas. No quiero decir que fue una experiencia fácil el estar en ejército, pero no ser llamado parte de "los gemelos" fue realmente reconfortante.
—¿Realmente crees eso? —ladeo mi cabeza, él parece sincero y eso me gusta.
—Estoy totalmente seguro —él pone una mano sobre mi mejilla.
Oh, es realmente bonito este sentimiento. Tal vez besar a un chico no sea tan malo. De cualquier manera no quiero perder contra Jungho esta noche, él está teniendo diversión y haciendo cosas locas por su cuenta, yo también deseo hacerlo. Y no quiero que piense que tengo miedo de este chico, no lo tengo, este chico no puede volverme gay incluso si me besa.
—Bueno, está bien, nunca he hecho esto antes, no con un chico pero... supongo que tú sí, así que... por favor, guíame —me acomodo en su regazo y envuelvo mis manos alrededor de su cuello mirándolo a los ojos.
—¿Estás diciendo que...? —Harold empieza a toser, luego se aclaró un poco la garganta para continuar—. ¿Quieres que te bese?
—¿Ya no quieres hacerlo? —levanto una ceja.
—¡No, no! Quiero decir ¡Sí! Quiero hacerlo —él levanta mi cuerpo con sus rodillas y me hace caer contra él hasta que nuestros pechos se tocan y me mira a los ojos—. No pensé que dirías que sí.
—Es solo que... —me encojo de hombros— ¿Por qué no?
—¿Seguro?
—Solo bésame, idiota.
Cierro mis ojos y frunzo los labios esperando que él ponga los suyos sobre los míos. Siento el aliento caliente y con olor a alcohol sobre mis labios y luego el suave toque de los suyos. Se siente bien y estoy a punto de alejarme cuando él pone su mano detrás de mi cabeza y me mantiene en mi lugar con sutileza mientras lame mis labios, haciéndome abrirlos para que su lengua pasar entre ellos y atacar a la mía. Me sorprendo, pero estoy decidido a continuar con esto sin acobardarme. Y no está mal. Nunca había besado a alguien durante tanto tiempo, no sabía que podía ser tan adictivo, yo siempre lo encontré... innecesario, a menos que fuera para tener sexo.
Pero mis manos se aprietan en el cuello de Harold y empujo mi cara hacia él. No está mal, no está para nada mal. Él besa muy bien, me está besando con cuidado, como si fuera una chica. Sé que esto no debería ser así, pero... no me disgusta. Me gusta ser tratado con cuidado.
Pronto cambio de opinión cuando el beso gradualmente se vuelve más desesperado y sucio, él pone sus manos sobre mi trasero y me empuja hacia adelante, presionando nuestras pelvis. Él tiene una erección... muy grande. Oh Dios. Otra alarma roja se enciende en mi cerebro pero mis manos no cooperan, solo se aferran más a Harold mientras él suelta mi boca y va por mi cuello. Siempre escuché que el cuello era una zona erógena pero nadie habló sobre ver flores y una explosión de colores cuando alguien te besa allí. Una sonrisa boba se dibuja en mi cara y las alarmas se apagan, aunque el incendio comienza.
Me gusta esto, no puedo no admitirlo. Al menos nadie dentro de mi cabeza puede juzgarme.
—Hace frío aquí afuera ¿No quieres ir a mi habitación? —él interroga, separando sus labios de mi piel.
—Lo que sea, Harold, solo no te detengas —espeto—. Y que conste que yo no soy gay ¿De acuerdo?
Sentí la necesidad de aclarar eso, más cuando él me levanta de golpe mi cuerpo y enredo mis piernas alrededor de su torso. Me hizo sentir tan frágil y bien cuidado que tuve que devolver mis pies al piso, literal y figurativamente. Harold se ríe de mí, parece un idiota dejando salir risas estúpidas pero él no me desagrada en este momento, mi cuerpo volverse a sentir como si estuviera a punto de explotar. Este idiota comenzó eso, así que tiene terminarlo.
Él toma mi mano y me dirige hacia su habitación, en el segundo piso. Puedo escuchar a mi primo y a su novio en la otra habitación. De repente caigo en cuenta de que existen más personas en el mundo aparte de Harold y yo. Recordando a mi gemelo, alcanzo mi celular en mi bolsillo para llamarlo pero Harold detiene mi mano al tomarla y meterme dentro de su habitación, cerrando la puerta para luego empujarme contra ella. Me besa de nuevo y mi celular cae al piso, lo pateo lejos y mis manos se entierran en el cabello ondulado y suave de Harold.
—Sé que probablemente no quieres llegar lejos con esto y yo no te quiero asustar, así que no haremos nada más que besarnos... pero Dios, me pones muy caliente —él masculla contra mi cuello.
—No tengo miedo de nada, idiota —respondo instintivamente llevando mis manos debajo de su camiseta, él va al gimnasio y eso es... atractivo.
—¿Nadie nunca te había dicho que eres sexy cuando hablas así? —él apoya su mano contra la puerta, justo al lado de mi cabeza.
—De donde vengo todos hablan así —alzo las cejas.
Él suelta una risa antes de acunar mi mejilla con su mano.
—Eres adorable, Junghee —besa mis labios superficialmente, con cortos besos—. La gente te encontraría odioso, pero solo eres gruñón y lindo a más no poder.
—¿Quieres dejar de apuñalar mi hombría?
—Estoy muy interesado en tu hombría —él ríe antes de estamparme otro beso, mucho más profundo.
Creo que perdí la cuenta de cuantos besos compartimos y cuanto tiempo duramos besándonos. Terminé debajo de él en su cama, con mi camiseta y la suya volando por algún lugar de la habitación. No lo toqué más allá del abdomen y él no me tocó a mí, pero realmente tenía una erección. Pero no fue un problema, porque tan pronto vi la cara de mi estúpido primo, mi erección se desinfló. Estaba preguntando quien era o algo por el estilo, así que le dije y volví a dormir. Luego preguntó por Jungho, le dije que estaba bien, que sabría si estuviera muerto. La mayoría de la gente cree que es un mito, pero cuando un par de gemelos son tan unidos como nosotros, podemos sentir ciertas cosas sobre el otro.
Taesung y su novio salieron de la habitación tan pronto como les aclaré que Harold no me había tocado contra mi voluntad. ¿Realmente creen que soy tan estúpido? Que mierda de familia tengo, de verdad.
Estoy consciente de que ya no estoy borracho, pero debo ser un hombre y enfrentar mis problemas con la cabeza en alto. Es la filosofía de vida por la que mi hermano y yo nos regimos. A pesar de que mis padres no son precisamente los mejores, tengo mucho que agradecerles, aunque sé que enloquecerían si supieran lo que estoy haciendo ahora. Si mi madre supiera que un chico está abrazado a mí y que me siento cómodo con ello, ella probablemente sufriría un infarto.
Despertar con un hombre es tan diferente a hacerlo con una mujer... el calor de Harold cubre mi cuerpo completamente, haciéndome sentir seguro. Escondo la nariz en su pecho y aspiro. Huele diferente. No huele delicado como esperarías que oliese una chica, huele fuerte pero de alguna manera también suave... huele a un muy buen suavizante. Si pudiera oler la comodidad, creo que olería de esta manera.
Tendría que dolerme la cabeza, pero sorprendentemente no lo hace. Y tengo muchísimo sueño, así que me acurruco contra el pecho de Harold y disfruto de esto hasta que él se despierta y tenga que recalcarle que no soy gay.
Ni siquiera noto cuando él se despierta y me deja solo en la cama, cuando abro mis ojos de nuevo, Taesung está de nuevo frente a mí y la cama se siente vacía. Ruedo los ojos, dejando caer mi cabeza hacia atrás en la cama. Taesung ha recogido mi ropa y la ha puesto a un lado sobre la cama. Ni siquiera noté cuando me quité los pantalones. No quiero hablar de esto ahora, pero mi primo se sienta frente a mí.
—¿Estás bien? —él pregunta.
—Sí —ruedo los ojos—. ¿Por qué lo preguntas?
—Bueno... estás en la cama de Harold, creo que es la primera vez que estás con un chico —Taesung hace una mueca—. ¿No estás enloqueciendo?
—Okay, escucha, yo no enloquezco por este tipo de cosas —me siento derecho y lo miro—. Besé a un chico, sí, tengo que seguir adelante y enfrentar esto, además, soy joven, la gente experimenta todo el tiempo ¿Cuál es el problema?
—Tienes razón, pero sé que experimentar a veces puede ser traumático —él me mira—. Solo quiero que sepas que puedes hablar conmigo.
—Hey, niño, no te creas superior, soy mayor que tú —golpeo la frente de Taesung con mi dedo—. Ahora ¿Dónde está Harold?
—En la ducha.
Me levanto y camino hacia el pasillo hacia la habitación de donde viene el sonido de la ducha. Taesung me sigue.
—¿Vas a meterte a la ducha con él? —me pregunta.
—No es tu problema —digo antes de entrar en el baño—. Adiós —cierro la puerta en su cara y me dirijo hacia la ducha, donde Harold está detrás de la cortina.
—¿Gerald, eres tú? —Harold pregunta.
Me cruzo de brazos, Gerald es el compañero de casa de Harold, junto con Eric y el chico llamada Funky o lo que sea. ¿Es realmente tan unido con estas personas? Eso no me agrada, significa que él hace lo que hizo conmigo con todos aquí. Promiscuo, claro que sí. Ugh, no soporto a la gente sin sentido del compromiso y la responsabilidad.
Camino hacia la ducha y quito la cortina de plástico de en medio.
—¿Te acuestas con Gerald? —interrogo.
—¡Junghee! —él parece sorprendido y luego nervioso—. Um no, vivimos juntos, es normal que uno se cepille los dientes mientras el otro se está duchando, es algo que hacemos cuando estamos apresurados, no es porque tengamos una relación unida.
—Como sea, no me importa —ruedo los ojos—. Quería hablar contigo.
—¿No puede esperar hasta que salga de la ducha?
Miro a Harold de arriba abajo, en serio se nota que va al gimnasio, a diferencia de mi, aunque estuve meses en el ejercito nunca pude ganar tanto peso. Es extraño verlo desnudo, pero no es desagradable. Él tiene una erección. Y vaya, es realmente grande. Estúpido americano, no lo creía cuando Taesung habló —sin que nadie se lo pidiera— del tamaño de Eric, no creí que pudiera ser real, pero Harold es más o menos como Taesung lo describía.
—No —respondo cruzándome de brazos cuando mis ojos vuelven hacia su cara—. Escucha, no quiero que creas que por esto soy gay ¿De acuerdo?
—No te preocupes, no estoy en eso de las etiquetas a quien no quiere llevar una —él se encoge de hombros.
—Bien, aun así, volveré.
—¿Volverás?
—Para terminar lo que empezamos —lo miro a los ojos—. Tienes que hacerte responsable por mí, tú lograste que estar en los brazos de un hombre se sintiera bien y no voy a descansar hasta que lo saque de mi sistema y voy a pagar por toda la experiencia.
—¿Pagar? Um... no soy un prostituto.
—Es una expresión —ruedo los ojos—. No te pagaré, estoy seguro de que no valdrías el dinero.
—Okay, ahora estoy ofendido —él me mira—. ¿Por qué no intentas con otro chico?
—No quiero a otro chico —espeto—. Ya te dije, tú lo iniciaste, tú te harás responsable.
—Jesús, no es como que te embaracé —él ríe—. ¿Qué pasará si digo que no?
—No tienes opción —me aseguro de mirarlo con seriedad—. Volveré y te harás cargo... sí o sí.
Él me mira fijamente por unos segundos antes de soltar una risa y poner sus manos mojadas sobre mis mejillas y empujarme hacia su boca para un beso húmedo. Su boca ya me es familiar y es tan extraño al mismo tiempo.
—Eres adorable, Junghee, realmente adorable —él sujeta mis brazos—. Bien, si me haré cargo ¿Por qué no empezamos con una ducha?
—Me parece bien —digo, entrando en la ducha.
Tan pronto como me deshago de mi ropa interior, empujo el pecho de Harold para sacarlo del diminuto cuadrado que es la ducha y cierro la cortina. Él se queja pero yo solo digo—: Usaré tu champú, que bueno que tiene tu nombre —mientras miro el estante de champuses en la esquina—. Tráeme mi equipaje, por favor y una toalla, gracias.
—Adorable, realmente adorable —lo oigo decir antes de salir.
Mientras me echo su champú, reconozco ese olor suave y fuerte al mismo tiempo, ese que estuve aspirando anoche hasta que me quedé dormido. Huele tan bien, huele como a algo que nunca había probado antes pero siempre había querido.
Huele a un hogar enel que nunca he estado
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