💕Ilusiones.💕
Con mucho cansancio y dolor en su espalda baja debido a la noche anterior, se levantó de la cama, para alistarse e ir hacia la universidad.
Antes de vestirse y hacer su desayuno, prefirió ducharse, quería al menos borrar con el agua aquellos toques y caricias bruscas que Ken había dejado sobre su piel.
Estaba camino hacia el baño cuando sintió un pulzante dolor en su espalda baja y en sus caderas, lo cual provocó que maldijera por lo bajo.
Abrió la manija de agua caliente, para después adentrarse y dejar el agua correr. Estaba desnudo, percatandose de que el Alfa ni siquiera se había tomado la molestia de ponerle su pijama o enredarlo en alguna sabana.
Mientras se sumergía en la tina, ingresó un poco de jabón, el cual reaccionó como espuma al estar en contacto con el agua caliente. Quería tirar su cabeza hacia atrás y cerrar sus ojos para relajarse, pero le fue inevitable llevar su vista a su cuerpo...Ni squiera se había percatado de que este estaba lleno de hematomas y rasguños.
De repente, le vino a la mente algo muy extraño, al ver las marcas dolorosas que estaban impregnadas en su cuerpo, una imagen de aquel Alfa que había conocido el día anterior se encontraba besando cada rincón de su cuerpo en lugar de maltratarlo. Se sintió como un completo demente, apenas había conocido al Alfa de dulces hoyuelos y ya se encontraba haciendo fantasías con él.
Ni siquiera estaba seguro de si lo volvería a ver, y si era así, no estaba seguro de poder seguir siendo su amigo, ya que aquél Alfa de agradable olor le hacía sentir un sentimiento extraño, uno que nunca había experimentado. Y desafortunadamente, él ya tenía Alfa.
De pronto, se enojó con sigo mismo, ya que, si no hubiera hecho enojar a Ken, jamás se le hubiera venido a la mente marcarlo. Suficiente tenía con tener encima su maldito olor a bebida embriagante. Y ahora, su oportunidad de encontrar un amor verdadero se había esfumado por completo, al igual que todo lo que había arruinado el pelinegro en su vida.
Negó con su cabeza, logrando salir de sus pensamientos, porque si seguía en ellos, llegaría tardé a la universidad.
Salió de la tina con una toalla en la cintura y el pelo empapado, despues, entró a la habitación, donde rebuscó en su clóset hasta encontrar el outfit perfecto.
Se colocó unos pantalones negros, los cuales acompaño con un suéter de cuello de tortuga, el cual cubría todo su cuello hasta llegar a su menton. De cierta manera se sentía seguro, era una forma de no hacer visible su marca.
Caminó hacia la cocina, preparó un desayuno simple, el cual se acabó en cuestión de segundos. No tenía apetito, pero como le había dicho Ken, la marca le mantendría débil. Así que también necesitaría descansar y para eso pediría unos días en la universidad.
Una vez que terminó de comer, se levantó en busca de su mochila, pero antes de salir del departamento el timbre del celular sonó.
-¿Mmm?-Pronunció de mala gana al contestar la llamada.
-¡Hijo!-Una voz femenina se hizo presente del otro lado de la línea, la cual sonaba emocionada.
-Hola...-Respondió secamente.
-¿Como estás?
-¿Necesitas algo? Estoy apunto de irme a la universidad.-Contentó fastidiado, ya que no tenía tiempo para algún sermón de su madre.
-Supe que Ken ya te marco y déjame decirte que me da mucha felicidad.-El castaño frunció su ceño, molesto de que el Alfa le hubiera comentado a sus padres su desgracia.
-Mmm, por lo menos tú estás feliz, porque yo no...-Respondió secamente mientras se escuchaba un soplido indignado del otro lado de la línea.
-¡SeokJin! Soy tu madre. ¡No me hables así!
-¡Si de verdad fueras mi madre te hubieras negado a juntarme con un completo desconocido!
-Fue por tu bien Jinnie...-Le respondió con su voz a punto de quebrarse y eso lo pudo notar Jin.
-¡Claro que no! Tú y tu esposo saben lo que sufro con este imbécil, pero no quieren abrir los ojos. ¡Lo único que les importa es su maldito dinero!
-¡Es tu padre!
-No me obliges llamarle padre.-Suspiró pesadamente.-No se lo merece.-No quería seguir discutiendo y decidió mejor despedirse.-¡Adiós!
-Esp-...-Terminó la llamada antes de que su madre siguiera regañadole.
Pero a pesar de estar tan molesto, la verdad es quw no quería seguir discutiendo con ella. Ya que no tenía la culpa del todo. Su padre siempre fue muy amoroso con su madre, pero también muy controlador. Así que controlaba demasiado a su madre sin que ella se diera cuenta.
Para él siempre sería su madre, pero hasta que no le pida perdón por ayudarle a su esposo a hacer de su vida miserable, no la consideraría como tal.
Guardó su celular en la mochila y después salió del departamento para dar camino hacia la universidad.
No le gustaba caminar y por eso mismo tenía su propio carro, pero Ken se lo había llevado. Y no era la primera vez ya que siempre lo hacía, aunque fuera de él, él no podía reclamarle nada.
En el camino sentía
demasiadas náuseas y no sabía el por que.
De un momento a otro llego a pensar en que tal vez estaba embarazado...Ken nunca usaba protección cuando tenía relaciones con él, por más que Jin se lo exigía, no quería imaginarse donde diablos había estado su p*lla. Ni siquiera usaba protección cuando pasaban juntos su celo y eso aumentaba la probabilidad de quedar en cinta. Lo cual ya había sucedido en dos ocasiones, pero siempre terminaba con un aborto espontáneo, gracias a los golpes de aquel que se decía su Alfa.
A Ken nunca le han gustado los niños, mucho menos si eran de SeokJin, no quería nada con él, eso se lo había dejado muy en claro el día anterior...
Iba caminando sumido en sus pensamientos, cuando de repente un carro negro se posó a su lado.
-¿Suga?-Frunció su ceño, y sus labios se extendieron en una divertida sonrisa.
-¿Qué hace un Omega tan lindo sin Alfa?
-Tengo Alfa...-Jaló de su suéter, mostrando la marca que se escondía debajo de ella, dejando impresionado al Alfa.
-¡No! ¿Es en serio?-Bocabierto.-Definitivamente tu Alfa es un hijo de mierda.
-Si que lo es...-Asintió, dándole toda la razón a su amigo.
-¿Quieres que te lleve?
-Los pies me están matando...-Se quejó, para después subir al auto de su amigo, el cual aún se mantenía en movimiento.
-Necesito de tu ayuda...
-No me prostituiré...
-¡Suga! No seas imbécil...-Rió escandalosamente ante las ocurrencias de su mejor amigo.
-¿Entonces? ¿Qué es lo que quieres?-Le preguntó, mirándolo de soslayo.
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-¿La tienes?-Le preguntó ansiosamente una vez que ingresó al automóvil.
-Si ten...-Lanzándole una pequeña bolsita con logotipo de farmacia.-No sabes lo incómodo que me miró esa anciana, fue vergonzoso...-Haciendo una mueca de desagrado, provocando que el castaño comenzara a reír con fuerza.
-Ja, ja, te debo una.
-Consigueme un Omega y la deuda está pagada.-Guiñandole un ojo, para después prender su automóvil.
-Tengo muchos amigos Omegas, uno de ellos debe ser el indicado para ti...-Respondió, para después posar su vista en el contenido de la bolsita.
-Entonces...¿Con eso sabrás si estás en cinta o no?-Preguntó curioso.
-Si.
-Y... ¿Como funciona? ¿Aparece una pequeña hada de ahí o que?
-¡No seas idiota, Suga!
-Ja, ja, lo digo en serio, ¿Cómo funciona?-Al preguntar esto, las ojeras de Jin se sonrojaron con intensidad, ya que no quería hablar de cosas como esas con su amigo Alfa.
-L-lo sabrás cuando tengas un Omega.
-¡No me quiero quedar con la duda hasta entonces!-Bufó.
-¡Pero mira nada más la hora! Llegaremos tarde...-Exclamó, intentando cambiar el tema.
-Y ¿Qué si llegamos tarde?
-¿Cómo qué que? Nos darán reporte.
-Perfecto, uno más a mi colección...-Sonrió burlon, provocando que SeokJin negará con la cabeza, pensando en como le hacía su amigo para no ser expulsado de la universidad.
El pelinegro puso en marcha el automóvil. Y en cuestión de minutos lograron llegar a la universidad.
SeokJin se bajó del automóvil para ir a su salón, mientras que el pelinegro iría a estacionar su automóvil.
-Llámame por si se te ofrece algo, ¿De acuerdo?
-¡Si, gracias Suga!
-¡Y quiero a mi Omega!
-¡Lo tendras!-Despidiendose con su mano, para después adentrarse a la universidad.
Su clase comenzaba en quince minutos, así que aprovechó ese tiempo para ir a los baños y quitarse de dudas. Una vez que llegó, entró a uno de los baños que se encontraban solos. Y se aseguro de que no hubiera nadie.
Una vez que siguió todas las indicaciones de la caja, tuvo que esperar a ver si la desgracia más grande era cierta. No era que odiara a los niños o que no los quisiera, al contrario, él quería cocinarles, abrazarlos, tranquilizarlos con sus feromonas y jugar con ellos. Pero lamentablemente no existía un futuro así a lado de Ken.
Después de pensar en eso, pudo recapacitar que no tenía que estar así toda su vida. Si en verdad estaba embarazado podría irse lejos para hacer todo lo que siempre quiso con su bebé y darle una vida mejor, una vida donde no viera peleas todos los días y en donde no hubiera alguien que lo menospreciara, ni a él ni a su bebé.
Pero como siempre, todos sus planes se vinieron abajo cuando vió la prueba. En vez de dar positivo, dio negativo y eso provocó que Jin se decepcionara.
"No estés triste, tendremos muchos cachorros con nuestro Alfa NamJoon, nuestro elegido."
Jin regaño a su lobo por sus palabras caprichochas, pero sintiéndose emocionado de aquellas palabras.
Guardó la prueba en su mochila y después se la colocó en sus hombros.
Y justo cuando estaba a nada de salir, unos pasos se escucharon, acompañados de unas voces, de las cuales una le pareció meramente conocida. Rápidamente cerró la puerta y actuó como si no existiera en ese cubículo.
-Ya te dije no...
-Pero ¿Por qué?
-Ni siquiera lo conozco bien y no lo quiero meter en problemas.
-¡Pero dijiste que lo besaste!
-Ahg...es que es muy... irresistible. No puede contenerme...
-¡¿Entonces NamJoon?!¿Que te impide acortejarlo?
El castaño que se encontraba escondido, se sorprendido porque estaba escuchando una conversación de NamJoon y de un amigo. ¡NamJoon acababa de decir que era irresistible!
-Su aroma, Jimin...Él tenia el aroma de un Alfa, aunque me lo negara.
Aquello hizo que el castaño que antes había estado emocionado, bajara su cabeza de tristeza.
-Y ¿Eso qué? Tal vez te lo negaba porque si tiene un Alfa, pero tal vez es un imbécil y no lo ama. Puede que él quiera estar con alguien mejor y nadie mejor que tú.-Contestó el amigo.
-Mmm, no lo sé....
-¡Pues averigualo! Me encantaría conocerlo.
-¡Ya te dije que no! Jimin.
-Pero ¿Por qué?-Exclamó indignado.-Desde que conociste a ese chico, no has dejado de sonreír ni de estar feliz y tú no eres aprecisamente ese tipo de persona. Aparte de que eres mi mejor amigo y si un chico te hace feliz lo tengo que conocer.
-Mmm...De acuerdo, pero sólo no me haré ilusiones y seremos buenos amigos, ¿Oíste? Así que no intentes jugar a cupido.
-Sòlo lo conoceré y ya...-Sonriendo, provocando que el moreno pudiera ver sus ojitos de media luna. Pero Jimin cada vez que hacía su sonrisa inocente era porque tramaba algo...
-Hay que irnos, ya casi comienzan las clases.
Los dos amigos abandonaron el baño y entonces SeokJin quedó nuevamente solo.
Despues de escuchar esa conversación se sintió aún más mal. Él también quería un futuro con alguien que lo quisiera y no con alguien que solo lo trataba como un juguete, pero tenía que olvidarse de eso y como NamJoon había dicho, ser solamente buenos amigos.
Agarró su mochila y salió corriendo hacia su salón. Afortunadamente llegó antes de que sonará el timbre. Hizo una reverencia ante su maestro y se sentó en su lugar.
Suga parecia bastante distraído como para hablar con él, entonces se concentró en sacar el cuaderno de su mochila.
Algo que no se esperaba es que un papel doblado cayó sobre su mesa, que al parecer venía de la dirección de Suga, desdobló el papel y leyó la letra fea de su amigo, la cual muy apenas podía comprender.
1. ¿Dónde está mi Omega?
2. ¿Seré tío?
Al leer el papel, Jin rió y anotó en otro papel su respuesta...
1. Ya sé quién es el indicado para ti y también se cómo llegar hasta él...
2. Después te diré que pasó...
Mandándoselo a Suga, cuidando de que el profesor no se diera cuenta, para después recibir un acierto por parte de su cabeza.
Las clases transcurrieron normales, hasta que llegó la hora de receso. SeokJin se levantó de su mesa un poco cansado y con hambre.
Salió de su salón, sin llegar a esperar a su amigo Suga, ya que se encontraba hablando con el grupo de porristas, las cuales no paraban de alegar lo guapo que era. En lo cual SeokJin no estaba de acuerdo, ya que había pasado demasiado tiempo con Suga que dejó de verlo atractivo y comenzó a verlo como un chico sarcástico que le tenía miedo a los truenos.
Se dirigió hacia su casillero para guardar sus cosas. Se mantenía preocupado por las tareas que los profesores le habían dejado, cuando se tenía más de un profesor era muy difícil cumplir con todas las tareas a la vez y más si tenía un Alfa violento en casa, el cual no lo dejaba ni siquiera respirar.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que cuando cerró la puerta del casillero no se percató que un Alfa con tez morena lo esperaba recargado en los casilleros, hasta que este habló.
-¡Hola, Jinnie!
-¡N-nam...!
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