💕 ¡Eres Mi Omega! 💕
⚠Advertencia, este capítulo contiene violencia doméstica y agresión psicológica, no apta para personas sensibles. Gracias. ⚠
¡Nuestro Alfa!
Aquella voz no paraba de resonar en su interior. Mas no le prestaba atención, ya que no podía ser su Omega, este odiaba a los Alfas tanto como él...
Cuando se separó que aquel beso que se dio con el tierno Alfa de hoyuelos, inmediatamente se alejó a pie hacia su departamento, el cual no quedaba tan lejos de ahí.
El mismo departamento que compartía con el miserable de su Alfa, el mismo con el que había sido obligado a casarse.
Cuando era chico, SeokJin creía que sus padres lo amaban, ya que siempre jugaban con él y le prestaban atención, pero cuando este creció y se presentó como Omega, su padre hizo un acuerdo con uno de sus socios principales, quien tenía un hijo recién presentado como Alfa.
Pero nunca se imaginarían que ese Alfa solamente tenía un objetivo, hacerle la vida un infierno.
Sus sueños de viajar por el mundo se habían quedado en el suelo, al igual que su libertad y esperanza de encontrar a un Alfa con quien formar una bella familia, que lo amara y llenara de mimos. Pero gracias a su actual Alfa, Ken, ni siquiera podía salir a respirar aire fresco. Solamente podía asistir a la universidad y eso porque su padre quería que estudiara administración de empresas, para poder hacerse cargo de la suya en un futuro.
Cuando llegó al departamento dio unos toques con sus nudillos a la puerta y espero a que esta se abriera.
Su sonrisa causada por el beso que se dió con el Alfa tierno se tuvo que desvanecer y no le quedó otra opción que actuar como siempre.
-¡Jinnie! ¡Cariño, llegaste!-Dandole un rapido beso en los labios.
-Hola, Ken. Ya puedes dejar de fingir, esta vez no me acompañan mis padres.-Limpiandose con su antebrazo, sintiendo asco por aquel beso.
-No seas tonto.-Sacudió la cabeza con una sonrisa, como si no supiera de que hablaba.- ¿Cómo te fue?-Mirando cómo este entraba al departamento y dejaba la mochila cerca de la puerta.
-¿Eso te importa?
-¿Ya vas a empezar? SeokJin.
-Bueno...-Dirigiendose hacia la mesa, para después sentarse.-Es demasiado raro que me recibas así de feliz y preguntarme como me fue.-Alzó sus hombros.
-Por supuesto que no, eso es lo que hacen los matrimonios, ¿No?-SeokJin lo miró sin creerle ni una sola palabra y entonces Ken decidió no dar más vueltas al asunto.-Supe que te quedaste platicando con alguien, pero no me dijeron con quien.-Su semblante cambio inmediatamente, siendo lo contrario a la que había recibido a Jin.
-Un amigo...-Respondió seco, evitando dar detalles.
-¿Amigo?-Arqueó una ceja, divertido de que su esposo le mintiera.
-Si, con mi amigo, Suga, eso dije.
-Oh...ya veo.-Aproximandose, para después posicionarse frente a Jin.
-¿Qué?
-¡¿Crees que nací ayer?!
-P-pero es la verdad...
-¡LEVANTATE!-Hizo uso de su voz de mando, lo cual SeokJin se levantó de un brinco.
Odiaba tener que obedecer sin rechistar una maldita voz de mando. Odiaba a los malditos Alfas. Odiaba a Ken.
-¿Q-que pasa?-Preguntó al borde de las lágrimas, al sentirse como una presa indefensa cada que Ken caminaba a su al rededor.
-Tú sabes bien lo que pasa.-En un movimiento brusco tiró de la cabellera de Jin, mostrando su cuello blanquecino y sin marca alguna. Entonces comenzó a olfatearlo, buscando el origen de aquel aroma que percibía.
En cambio, Jin se mantenía incómodo y asustado. Y aquel temor creció cuando Ken lo soltó de una manera tanto brusca.
-¡¿Con quién estuviste?!
-¡No se de qué me estás hablando!-Exclamó con sus lágrimas desbordadas, temiendo por lo que podía ser capaz de hacerle su marido.
-¡Sabes muy bien a lo que me refiero SeokJin!
-¡No, no lo sé!-Sobresaltandose, a lo que Ken aprovecho la cercanía para tomarlo del cuello.
-¡¿No lo sabes maldita zorra?!-SeokJin permaneció en silencio, ya que temía dar una respuesta errónea.-¡Sabes muy bien que mi olor es a whisky y no a lodo!-Soltandolo violentamente.
-¡No es lodo, es tierra mojada!-Le gritó molesto, una vez que lo soltó.
-¡Qué asco!
-¡Eso no da asco, lo que en verdad da asco es tu maldito olor a bebida enviagrante!
-¡Pues quieras o no aprenderás a vivir con este olor toda tu vida!
-¡No tengo porque aguantarte toda mi vida!
-¡Claro que lo harás, porque eres mi put* Omega!
-¡No lo soy y nunca lo seré, no me has marcado, esa es la prueba de que solamente somos esposos y no le pertenezco a nadie, mucho menos a ti!-Le respondió furioso, así que olvidó medir sus palabras.
-¡¿Sabes por qué no te he marcado!?-¡Porque no quiero sentir lo mismo que sientes tú a la maldita misma hora y tampoco quiero juntarme contigo!
-¡Si esa es la razón, por qué sigo aquí!
-Porque eres mi juguete sexual y la fuente de todas mis envidias, disque por tener al chico más hermoso...-De repente se hecho a reír.-Si supieran que no la sabes ni chupar bien, seguro que ya no se interesarían en ti.
-¡Te odio!-Le gritó furioso. Maldiciendose a sí mismo, por ser tan débil ante Ken, un Alfa violento y agresivo, por no poder darle lo que se merecía.-¡Te odio! ¡Idiota!
-¡Cómo me dijiste!
-¡Qué eres un idiota!-SeokJin no pensaba en las consecuencias, solamente quería que Ken supiera lo idiota que era.-¡Y un cobarde!
-¡Veamos si sigues diciéndome idiota!-Tomandolo bruscamente de su antebrazo para dirigirlo hacia la habitación que compartían.
-¡Sueltame!
-Te mostraré quien es este idiota.-Lanzandolo a la cama con fuerza, mientras SeokJin entre lágrimas miraba como desabrochaba la evilla de su cinturón.
-N-no, n-no, por favor, Ken.-Suplicando al ver como este se aproximaba hacia él.-No fue mi intención, no lo volveré a hacer, lo juro.
-Demasiado tarde, SeokJin.-Subiendose a horcajadas encima de Jin, para empezar a besarlo desesperadamente y arrancarle la ropa.
En esos momentos se sentía violado y utilizado. Era el pan de cada día cuando tenía intimidad con su Alfa, ya que este en lugar de hacerle sentir placer, solamente le provocaba asco y dolor. Pero con lo que no contaba era que esa noche todo iba a dar un giro de cinto ochenta grados.
-K-ken-....p~por favor....ya no puedo más...
-No seas exagerado.-Haciendo caso omiso, al tiempo que continuaba sus fuertes embestidas.
-¡Eres un monstruo!-Logrando venirse sobre su abdomen, para después sentir un gran dolor en su cuello.-¡Idiota! ¡¿Qué acabas de hacerme?!-Llevando sus dedos a la zona en su cuello que le ardía horriblemente, encontrándose con un líquido que provenía de esta.
-Ahora si, estarás conmigo toda la vida y no descansaré hasta que esta sea para ti un completo infierno.-Relambiendose los labios llenos de la sangre de SeokJin.
-¡N-nooo!-Lo único que le vino a la mente fue NamJoon, ya que su lobo le gritaba que este era su Alfa. Además de su libertad, compartiendo una marca con Ken sería imposible ser libre aunque fuera en la universidad.
-Descansa Omega estúpido, esa marca te mantendra débil.-Levantandose de la cama, observando a SeokJin sobre esta, conciente de que no tenía las fuerzas suficientes como para mantener sus ojos abiertos.
-Idio...ta.-Cayendo poco a poco en un profundo sueño debido al gran cansancio emocional y físico. Se podría decir que se desmayó y solamente despertaría hasta el día siguiente.
-Omega...-Abrió poco a poco sus ojos, sintiendo como si su cuerpo estuviera atado a la cama, ya que este pesaba y no podía ni siquiera mover un dedo.-¡Omega!-Ken le gritó, y entonces despertó. Odiaba tanto que Ken lo llamara así, solamente le recordaba lo débil e inútil que era ante él.-¿Ya despertaste?...
-Mmm ¿Qué pasó?
-Me voy, no hace falta que me hagas de desayunar. Eres demasiado flojo que ya me encargue de eso.
-¿A dónde vas?-Reincorporandose, sintiendo un horrible dolor infernal en su espalda baja.
-Iré con unas cuantas putas.-Diciendolo sin ninguna pizca de delicadeza. A lo que SeokJin se entristeció,
ya que ni siquiera este le podía ocultar cosas cosas como esas y le hacía sentir como un objeto inservible.
-¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato?-Burlandose de los sentimientos de SeokJin.
-¡¿No tuviste suficiente cinco rondas de sexo anoche?!
-Ay, cariño...-Aproximandose hasta él, poniendo su mano en el mentón de Jin, el cual la quitó inmediatamente con una mueca de asco.-Tú no sabes hacer bien tu trabajo, por eso voy a que hagan el trabajo que te corresponde.-Caminando hacia la salida de la habitación.-Así que no me esperes.
-Bien.-Contestó secamente.-Yo iré a la universidad.
-Bien, sólo no andes de resbalosa como acostumbras.-Cerrando la puerta del cuarto con fuerza, dejando a un pobre Omega llorando sobre la cama, al mismo tiempo que tocaba si cuello, deseando que fuera una pesadilla y esta acabara pronto. Pero lamentablemente ahí había una marca fresca y no había nada en el mundo que pudiera quitársela.
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