💕Celo Fuera De Casa.💕
Estaba tan sumido en sus pensamientos que cuando cerró la puerta del casillero no percató que un Alfa con tez morena lo esperaba recargado en los casilleros, hasta que este habló.
-¡Hola, Jinnie!
-¡N-nam...!
-¿Qué tal?-Le sonrió.-Quería saber sí-
-A-ah, lo siento, me tengo que ir...-Lo interrumpió, para después cerrar su casillero con candado e irse rápidamente de ahí.
-¡Espera!-Se apresuró a alcanzarlo, una vez que estuvo a unos centímetros de él, lo tomó de su antebrazo y fue obligado a darse la vuelta.-¿Sucede algo?-Preguntó preocupado, sintiendo que por alguna razón había cometido un error.
-No, sólo que estoy muy ocupado...-Musitó, siendo incapaz de verlo a los ojos. Jaló su brazo y el Alfa no hizo más fuerza para volver a tomarlo.
-¿E-es por el beso? ¿Fue mi culpa verdad?-El Omega ya se había alejado lo suficiente, pero extrañamente logró escuchar aquel susurró del Alfa y se detuvo.
-N-no, no es eso, es sólo que...-Hizo una pausa, siendo incapaz de volverse a él.
-Sí es por eso dejame decirte que lo lamento, no quería que pensaras mal de mí, nunca tuve esas intenciones hacia ti. ¿Puedes perdonarme?
-No es por el beso...-Musitó, al mismo tiempo que comenzaba a irritarse por aquello que le era incapaz revelar.
-Bueno...Entonces, ¿Qué pasa?
-NamJoon...-Bufó, para después darse la vuelta y ver a aquel Alfa de ojos de dragón, los cuales le miraban tan dulcemente que no pudo evitar acercarse.
-Lo nuestro no puede funcionar...-Susurró. El Alfa estaba a centímetros de su rostro y fue inevitable escuchar esas palabras tan dolorosas.-Sólo podemos ser amigos, no puede existir un futuro juntos.
-A-ah, bueno yo...-Titubeó, sin saber que responderle. Era obvio que el Omega tenía Alfa, lo podía oler y también tenía muy en claro que solamente podían ser amigos, pero por un momento pensó que tal vez la respuesta del castaño sería otra...
-A-amh, y-yo, lo lamento mucho...-Se disculpó, manteniendo su cabeza gacha.
-No tienes porque disculparte.
-Sí tengo, te bese aún sabiendo que tienes un Alfa a tu lado.
-A-ah, y ¿Cómo puedes saber eso?
-Los Alfas olemos cosas que aveces los omegas no pueden...-Respondió, mientras desviaba su mirada.-Pero...-Soltó un largo suspiro, sin creer que estaba a punto de decir algo que dolía más que una bala al corazón.-Sólo quiero que sepas que deseo con todo mi corazón que seas feliz con él...-Musitó, pero logró ser escuchado por el Omega, el cual sintió escalofríos al escuchar ese susurró, no eran palabras de NamJoon, eran de su lobo interior. Y entonces el suyo le respondió...
¡Alfa! ¡Aquí estoy Alfa! ¡No me dejes por favor!
SeokJin había quedado perplejo ante esas palabras de su lobo. Su lobo nunca había reclamado a un Alfa, mucho menos a uno que ni siquiera conocía. A menos que realmente fuera su...
-NamJoon...-Musitó, pero este ya se había dado la vuelta y se encontraba caminando entre los vacíos pasillos.-¡NamJoon!-El mencionado se dió la vuelta al escuchar el llamado del Omega, se detuvo y esperó hasta que este llegara hasta él.
-Antes de decirte que te amo y que quiero que seas mi Alfa, yo...-Suspiró pesadamente, para después descubrirse el cuello y dejar expuesta para NamJoon la marca fresca.
-¿U-una m-marca?-Titubeó sin saber que decir, había quedado en shock y su lobo también.
-En realidad no fue porque yo lo deseara, fue sin mi consentimiento...Y me duele tanto, estoy demasiado débil, tanto física como emocionalnente...-Le comentó cabizbajo.-E-el es un moustro...-Sus ojos se vieron adornados por pequeñas gotitas de agua que bajaron lentamente por su mejilla.-Por favor, perdoname, NamJoon...No quería que esto pasara, quería comenzar una nueva vida, y mucho mejor sí era a tu lado, pero él...Como siempre, lo arruinó...-Apretó sus puños con enojo. El Alfa se quedó perplejo, sin saber que decir, mas en su pecho iba creciendo un gran odio hacia la bestia que le había hecho eso.-Por favor, dime que no me dejaras...-Se aferró rápidamente a él en un abrazo, evitando que se alejara.
El Alfa se quedó en silencio por unos instantes, y justo cuando SeokJin creyó que lo había rechazado, este lo envolvió en sus grandes y musculosos brazos.
-Me duele que hayas sido marcado sin tu consentimiento, ese monstruo debería recibir su merecido por haberte hecho algo tan cruel...-Le susurró al oído, con una voz llena de coraje y odio hacia el Alfa de SeokJin.-Pero me duele más que un Omega tan hermoso y dulce como tú, este sufriendo tanto.-Lo abrazó aún más fuerte, impregnado su aroma en el Omega, liberando sus feromonas para calmarlo y brindarle la protección que se merecía.-Te prometo que siempre estaré contigo y no permitiré que nadie te vuelva a lastimar.
-Gracias, NamJoon...
El mencionado no soportó más la distancia y buscó los carnosos labios de aquel Omega que tenía frente a él. Para después besarlo profundamente, importandole poco que la campana había sonado y los alumnos comenzaron a salir de los salones.
En ese beso solamente existían ellos dos, nadie más...
De pronto, en medio del beso, SeokJin comenzó a temblar entre los brazos de NamJoon. NamJoon se percató de esto y forzó su abrazo, evitando que SeokJin cayera. Este también se aferró a él, ya que si no lo hacía podía caer.
-Jinnie...-Le llamó preocupado.-¿Te sucede algo?-Estaba angustiado por su actitud, ya que, no dejaba de temblar, ni de liberar hormonas, las cuales llamaban la atención de los Alfas que se encontraban cerca.
-Namj~mmh...Namjoonie~... ayudame...-Gimió bajito sobre el oído de NamJoon, provocando que la piel de este se erizara.
-Jinnie, ¿Qué sucede? Me estás preocupando...
-E-s~mi c-celo~...-Ao decir esto, NamJoon sintió que la azúcar comenzó a bajarle en cuestión de segundos, se quedó perplejo por unos segundos, para después reaccionar y cargarlo estilo nupcial.
-Tengo que llevarte a la enfermería...
-N~no, mejor ayúdame Alfa~...
-Jin, tranquilizate por favor, ya casi llegamos.-Soltó unas cuantas feromonas para tratar de calmar a Jin, algo que no resultó, ya que, el lobo de Jin se estaba descontrolando aún más .
-No hagas eso.~-Chilló el Omega.
-¿Hacer que?
-Tu olor...~ Me excita más...~-Un arco se formó en la espalda del castaño, y entonces se comenzó a remover entre los brazos del Alfa, desesperado.
-Lo siento...-Se disculpó, al mismo tiempo que evitaba prestar atención en el meloso aroma del Omega que tenía entre sus brazos, aquel que le suplicaba atención.
-Hazme tuyo, Alfa...-Suplicó, para después buscar sus labios. Una vez que los encontró, ambos se fundieron en un deseoso beso, del cual NamJoon se separó, ya que su cordura estaba pendiendo de un hilo y sí seguían besándose, Jin terminaría siendo marcado por segunda vez, lo cual era muy peligroso; sin contar con que terminarían teniendo sexo en medio de toda la universidad.
-Tranquilo, ya estamos a punto de llegar...-Siguió su camino, esta vez sin detenerse, ni siquiera para golpear a todos los malditos Alfas pervertidos que no paraban de mirar a Jin como sí de una presa se tratase. Sabía que Jin lo necesitaba, y no fuera por eso, ya los tendría en el piso.
-¡Enfermera! ¡Enfermera!
Por fin había llegado hasta la enfermería. Llamó repetidas veces, tantas que la enfermera creyó que le tirarían la puerta y por mismo se apresuró a abrirle.
-¿Qué sucede?
-Es mi...-Hizó una pausa, sin saber que decir exactamente.-Amigo. Él entró en celo y necesito que lo ponga seguro, por favor...
-Claro, pasa...-No lo pensó dos veces y se hizo a un lado para dejarlo pasar.
Una vez adentró del consultorio, la enfermera se atrevió a preguntar.
-¿Eres su Alfa?
-N-no...-Pronunció inseguro.
-S-sí.~-Le contradijo el Omega.
-¿Eres su alfa sí o no?-Preguntó la enfermera confundida.
-Soy su mejor amigo, su Alfa es un imbécil...-Gruñó.
-Conozco muchos así, no te preocupes...-Asintió, comprendiendo la situación por la que pasaba el Omega.-¿Me permitirías hablar con él a solas?
-Sí, claro.-Después de dejarlo con delicadeza sobre la camilla, salió de la habitación, dejandolos solos.
-¿Sabes cuándo era tu siguiente celo? Cariño.-Preguntó dulcemente la enfermera.
-E-en un mes y medio.~
-¿Usas supresores?
-N-no, tengo miedo a que borren mi olor~...
-Bueno, eso no es posible, a menos que los consumas con demasiada regularidad, pero sí quieres ir con tu alfa puedes salir de la instalación y pasar tu semana con él, sino, simplemente puedes ir a jugar con tus juguetitos.-Le explicó tranquilamente.
-Y-yo...quiero~ estar con NamJoon...~-Gimió bajito, mientras sentía que su cuerpo estaba a nada de explotar, necesitaba al Alfa, necesitaba a NamJoon.
-Pero sabes muy bien que no es tu Alfa.
-Pero mi lobo dice que lo es...~
-¿Estás seguro de que tu lobo te dice eso?
-C-completamente...~
-Y...¿Crees que él quiera atender tu celo?
-¿Podría por favor preguntarle?~
-De acuerdo.-Asintió, para después dirigirse hacia la puerta y salir de la habitación. Al salir, de inmediato se encontró con el Alfa que había llamado a la puerta, el cual estaba muy preocupado, deduciendo por aquellos círculos que hacía al caminar.
-¡Enfermera! ¿Ya está todo bien? ¿Tomó sus supresores? ¿Puede ir a casa?-Preguntó desesperado.
-Tranquilo, Joven...-Le respondió, al mismo tiempo que se acercaba para tranquilizarlo. Fue entonces que a las fosas de NamJoon llegó el aroma a Árnica de la enfermera.-Bueno, el chico...No tomará supresores...
-Pero ¿Por qué? ¡Es muy peligroso!
-¡Escucha!-Le llamó la atención antes de que se exaltara.-Al parecer nunca a pasado su celo solo y por eso no consume supresores, pero él no quiere a su Alfa...
-Sí, entiendo.-Gruño molesto, al mismo tiempo que apretaba sus manos en un puño.
-Bueno, él me dijo que te dijera lo siguiente...-Suspiró, provocando que el Alfa se preocupara.-Quiere que pases con él su celo...
-¡¿Yo?!-Exclamó sorprendido.
-Sí, tú.
-Amh...-Lo meditó rápidamente, quería, por supuesto que sí, pero no era lo correcto.-¿El celo afecta la conciencia de lo que dice?
-En algunos casos, pero en él no, su lobo aún no lo controla por completo. Él puede decir lo que en verdad siente. Y bueno, tiene tiempo soportando su celo, nunca había visto a un Omega soportarlo tanto, pero también es muy peligroso...
-¿Qué puede llegar a pasar?
-Puede llegar a morirse.-El Alfa abrió los ojos grandemente.
No le importaba sí tenía Alfa o una marca, no podía dejar que muriera.
-¡Tengo que entrar ya!
-¡Espera! Los anticonceptivos están en el cajón derecho del escritorio. Están demasiado jóvenes para tener cachorros.-Le aconsejó antes de que cerrara la puerta.-Y por favor controlate, por nada del mundo lo vayas a morder, ¿De acuerdo?
-S-sí.-Asintió, para después tragar grueso. No estaba seguro sí su cordura iba a soportar tantas reglas a seguir.
-Y...por último, se cuidadoso con él.
-Por supuesto...-Asintió.-Pero...Emh, ¿Podría cuidar de que nadie entre? Por favor.
-Sí, no se preocupen, yo me encargaré de que nadie entre.
Una vez que cerró la puerta y quedaron solamente ellos dos, NamJoon se volvió hacia el Omega, el cual se removía con desesperación sobre la camilla.
-¿Jinnie?
-¡N-nammie, por favor, ayúdame!~
-Lo haré, mi Jinnie...
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