—¡A-Auch! T-Todoroki, s-suéltame...—Gritó Izuku, removiéndose inquietamente, pero no, Todoroki lo mantenía fuertemente sujeto del cuello de su camiseta.

—No, no irás a ningún lado Izuku...—Hablaba con seriedad Todoroki, encerrando nuevamente a su novio en el cuarto con seguro.

—¡Sólo quería ir a ver a mí madre! No puedes prohibirme todo Shoto... Ella es importante para mí... Entiende... Estás haciendo las cosas mal...

Dijo levantándose, suspirando y acercándose a su novio. Pero el de cabellos albinos y rojizos le hizo caso omiso, lo encadenó a la cama y le dio una cachetada, advirtiéndole de lo que podía pasar si llegaba a salir...

Recién allí Izuku cayó en cuenta de todo lo que sucedía. Con el dolor de su pecho comenzó a llorar, tendría que terminar su relación con el chico que amaba, no le estaba haciendo bien... Para nada bien...

—Midoriya-san...

—Deku-kun...

Susurraron las chicas al lograr abrir la puerta entrando para ayudar a Izuku a salir de allí. El peliverde tenía moretones, algunas quemaduras y quemaduras por congelamiento. Debían ayudarlo.

La policía interfirió está vez...