10. Ilegales
Antes de nada pues este capítulo va a ser algo especial ya que voy a poner las fechas específicas donde se desarrollan lo que va a suceder, es necesario, claro que yes. Y creo que quedará algo largo por eso decidí dividirlo en dos porque sí (me dio la santa gana) porque no me gustan mucho las capítulos re largos.
Y bueno voy a ir agregando notas a las cosas que no se entiendan mucho.
Y las vainas con números, abajo del todo estará la explicación 🫶
🌚🌚✌️
19 de noviembre de 2024
Álvaro
Mierda. Mierda. Mierda.
¿Por qué mi puto cuerpo le dio por levantarse una hora más tarde?
Tuve que vestirme rápidamente y coger la mochila y pirarme para el insti. Bueno, la primera Filosofía. Nadie tiene ganas.
Cuando me bajé en Pacífico no dudé en enviarle un mensaje a Diego.
Álvaro: eh tu
Álvaro: q llego tarde
Diegote 😮💨: no jodas
Álvaro: ilegal no utilices el móvil en clase
Diegote 😮💨: qu te hace pensar que estoy en clase?
Álvaro: bueno, q llego tarde, ok?
Diegote 😮💨: no me digas.
Diegote 😮💨: felicidades cabrón, digo amor 🫶
Diegote 😮💨: gracias por todo mi amor🤩😍
Álvaro: eres autista?
Álvaro: anda ve a besarle la boca a Mateo.
Diegote 😮💨: hazte el sorprendido pero
Diegote 😮💨: tu novia te vino temprano para felicitarte
Álvaro: cuál novia?
Diegote 😮💨: la causa por la que de repente eres más majo con todos
Diego
Alvarito 🫦: q cojones diego
Diego: ahora déjame atender a filo
Diego: nos vemos mi amor, chau 💋🫶
Alvarito 🫦: no le seas infiel al argentino eh
Rodé los ojos.
Diego: calla
Diego: todos sabemos que quieres estar con Blanca, ya nos quedó claro
No le hice caso al móvil a pesar de que sabía que me estaba petando a mensajes.
—Chicos tengo una buena noticia —estaba sonriendo ampliamente Marcos—. La de la recepción no está. No hay ni una mosca por allá.
—¿Ah sí? ¿Y qué?
—Podemos irnos. Aparte, hay un Dia(1) al lado y le aprovechamos para comprarle algo de comida a Álvaro.
—Obvio que sí. —Sonreí malévolamente—. Te acompaño.
—La re concha de la lora, vos te quedás acá. —Me dijo Mateo—. Iremos él y yo.
—¿Os tenéis planeado iros? —preguntó Blanca algo sorprendida.
—¿Nunca lo has hecho? —dijo Mateo—. Es verdad sos la niña buena de la clase.
—¿Eres tonto argentino? —crucé los brazos—. No hace falta que te dirijas a Blanca de esa forma.
—¿No les enseñaron en su casa lo que es el sarcasmo?
—Créeme que sí —le contesté—. Y el sarcasmo con ser borde no tiene nada que ver.
—Si soné borde, tu problema.
—¿Pero segurísimos de que no me puedo ir con vosotros? —intenté cambiar de tema.
—No —sentenció Mateo—. Quédate aquí.
—Por la cara ahora me tienes que dar órdenes —dije ofendido—. Mira, haced lo que queráis.
—Yo me voy yendo, arreglen sus problemas de pareja. —Anunció Marcos.
Por un momento pensé que Mateo iba a decirme algo, pero él siguió a Marcos.
Como dicen, mi gozo en un pozo.
Blanca
—A lo mejor Mateo lo hizo con buenas intenciones, ¿no? —intenté animar a Diego.
De un momento a otro me convertí en una psicóloga.
El problema es que Diego no se tomó muy bien el comportamiento de Mateo. Hace unos segundos estaba todo bien.
Ambos estábamos sentados, yo encima de la mesa en la primera fila, y Diego, en la silla del profe jugueteando con una tiza.
—Es bipolar. Ese es su problema.
—No creo. Es tu mejor amigo, a lo mejor no le entusiasma mucho la idea de que salgas del cole...
—Ni que fuéramos pareja.
Sí, lo sois.
A callar conciencia.
—¿Es normal estos cambios de humor en él? —inquirí.
—Sí, supongo. No sé. ¿Está en la genética de todos los argentinos ser así?
—No. —Tomé una pausa y continúe: —¿Qué te diría Álvaro ahora mismo?
—Él hablaría con Mateo.
—Cuando vuelva, habla con él. ¿Qué te parece?
—Oye, Blanca... a lo mejor la he cagado. No sé qué pero... ¿Le habré hecho enojar mucho? ¿He hecho algo mal?
—De un momento a otro no. Imposible. Estabais los dos muy tranquilos.
—Pero he hecho algo mal sí o sí. ¿Le habrá gustado el dibujo? Estará cansado de mí, a lo mejor. Soy demasiado pesado. Por mi personalidad, estará harto. O, simplemente porque le parezca feo e inútil —se encogió de hombros.
No sabía qué decir en ese momento... ¿Cómo podría pensar así? Si no ha pasado nada prácticamente.
Debería empezar a hacer una lista de cosas que descubro de la gente.
En plan,
1. A Álvaro y a Elena les encantaban los legos. También, los hermanos Méndez son unos cerebritos. Álvaro es muy cariñoso y protector con Elena, le quiere muchísimo. Él si echara empeño en los estudios, sacaría matrícula de honor en todo el chaval. Me da envidia (de la buena)
2. Mateo es una persona con un ego muy alto y muy orgulloso de su país, Argentina. Y un gran aficionado al fútbol y sobre todo de su selección. Se hace el tipo rudo, pero, cuando está delante de Diego, es una persona completamente distinta. Raro, ¿no? Me aseguraré en ser la fundadora de su ship. Soy su mayor fan.
3. Diego es una persona que sobre piensa mucho las cosas. Por muy pequeñas que sean las situaciones. Pero, su personalidad es excepcional, puede ser muy tímido o muy extrovertido. Y si es necesario, no dudará de decirte toda la mierda a la cara porque él pasa de falsedades e hipocresía.
4. Marta es una muy buena persona, empática y dispuesta a ayudar a cualquiera. Aunque es sensible, te hace sentir bien cuando estás junto a ella. Tiene muchas inseguridades de ella misma, yo la veo como la mujer perfecta en todos los aspectos.
Sí, soy una persona observadora. Cuando quiero.
Alargaré está lista algún día...
Ahora sí. Se ha dicho que es feo así mismo. Osea, vive en otra realidad distinta a la mía.
Todos los chicos se harían homosexuales para estar con él y sé que algunas chicas, especialmente Ana, babea por él.
Además. Esos ojazos verdes claritos, no los tiene muchas personas.
Esas charlas que tuviste con tu hermano, que sirvan.
Además, tienes una madre psicóloga y tienes que hacer algo.
Puta conciencia...
—Segurísima que no es ninguna de esas razones. Habla con él, seguro que tendrá algo que decir.
Álvaro
Iba bien de tiempo, por lo que decidí pasarme por el Dia que había cerca para comprar algo para comer en clase con Diego.
Me decanté por unas Pringles. (2)
—¿Qué coño te pasó en clase? —preguntaba una voz familiar.
La de Marcos. ¿Qué putos cojones hacia aquí?
La única gran afición que sé de Marcos es el saltarse la clase junto a Mateo.
Tenía dos opciones, una quedarme a escuchar el chisme o pegarles un susto de la hostia.
—Sonaste muy borde.
—Lo sé. Fue la primera reacción, y me arrepiento mucho.
¿Qué cojones ha pasado? Descuido a los tres durante unos minutos y ya tuvieron una... ¿pelea?
—Imagínate que llegamos, está la pelotuda de turno. Prefiero que me expulsen a mí antes que a Diego.
—No sabíamos que Mateo era protector. —Dijo con voz coqueta.
—No digas pelotudeces amigo. Solo te estoy diciendo que Diego es demasiado... buen chico para ser como nosotros.
(Sí, vamos a profundizar de alguna u otra forma en estos dos personajes ✌️🌚)
—Qué bonito es el amor.
—Cállate la boca.
—Debes disculparte por haber sido borde con el amor de tu vida.
—No. Es. El. Amor. De. Mi. Vida.
—Voy yo y me lo creo. Pero claro, ahora no lo parece por ser borde con él.
—¿No te quedó claro que no fue mi intención, Marcos?
Me quería controlar en esperar, pero no pude.
—¿Saben que Diego se lo toma todo muy personal? —intervine.
Ellos dos se quedaron mirándome muy seriamente.
—Felicidades, bro, ¿qué tal el día? —empezó Marcos y se acercó hacia mí para chocarme la mano.
—Gracias —me limité a contestar.
—Feliz cumple, pelotudo. —Mateo prefirió no acercarse.
Asentí la cabeza en señal de agradecimiento.
—¿Se puede saber qué hacen aquí?
—No estaba la señora de la puerta, entonces... aprovechamos —se encogió de hombros Marcos—. Íbamos a comprar aperitivos.
—¿Y se puede saber qué pasó? —pregunté.
—Díselo tú, Mateo.
Los dos nos dirigimos hacia Mateo que estaba agarrando una bolsa de conos(3)
—De un momento a otro se puso borde con Diego. Ya que este nos quería acompañar a venir acá y él no se lo permitió. Porque... sabes, el amor de su vida tiene que estar bien protegido dentro del cole. —Explicó Marcos..
—Tampoco es que Marcos tenga buenas ideas... —se defendió—. Obvio que amo estar en todos los sitios menos en el insti. Pero algo de mi intuición decía que no implicara a Diego en esta mini movida.
Suspiré. ¿Qué debía decir ahora?
—Venga, americanos, vayamos yendo. (4)
Buenas formas de sacar de un momento de "tensión"
—Vayan yendo ustedes. Llamaré a mi novia que está enferma para ver si está bien. —Informó Marcos.
—Algún día tendrás que enseñarnos a Cristina.
—No, no quiero que pille la rabia por vuestra culpa.
—Yo creo que por tu culpa ya tiene el Sida —dije riéndome junto a Mateo.
—Iros, que ya la estoy llamando. —Dijo llevándose el móvil a la oreja.
Mateo y yo volvimos al instituto.
—No me perdonará.
—Os estáis echando un drama por nada. Diego seguramente te perdone.
—¿Y cómo confirmas eso?
—Lo conozco lo suficiente, argentino. Pero eso sí, no lo ignores sabiendo que tenéis mierdas. Ten en cuenta que para algunas cosas es muy sensible.
—Ajá... que no lo ignore.
Asentí.
—Venga, hoy en Educa tenemos hora libre, entonces podremos practicar penales, saques y esas cosas. —Intenté animarlo.
—¿Educa cuando lo tenemos?
—Después del descanso.
—Cada vez te ponés más viejo, amigo.
—De todas formas, tú cumples el mes que viene.
—Y sí, planeo pasar un día con ustedes, no en plan celebración si no, salida.
—Qué pena. No pienso ir. Paso de ver los highlights del mundial 2022.
—Oh, cállate la boca pelotudo de mierda.
—Vaya, vaya, luego dices que los españoles nos la pasamos el día diciendo malas palabras, eh. Esa boquita cuídala.
—Obvio que sí, Álvaro. En plan "cabrón" "imbécil" y la más que decís, "gilipollas" u "hostia puta".
—A ver, vosotros con "la re conchuda que te re parió, puto boludo de mierda" osea, allí creo que te estás cagando en ocho árboles genealógicos.
—Cállate la boca, Álvaro.
—¿Y ustedes dos? ¿Qué hacen fuera de la institución sabiendo que estamos en horario escolar? Bonita charla tendrán hoy vosotros dos en dirección —dijo la de la puerta.
Ay, la pesada de turno.
—Hubo un problema. Es que... yo tuve una emergencia por allá y mi amigo que vino muchísimo antes no dudó en salir a ayudarme...
Menudo cuento me estaba montando.
—Y todo antes del horario escolar —añadió Mateo—. Las clases empiezan a las 8:30, ¿no? Yo le fui ayudar a las 8:20. Fuera del horario. Entonces estaba en mi derecho a irme.
La tía de la puerta, la bautizaremos como Sonia, nos miraba extrañada.
—¿Seguros?
Asentimos.
—Aparte... mi compañero viene de Usera y yo de Parla.
—¿Un poco lejos, no?
Los dos asentimos de nuevo.
Nos dejaron entrar. Qué excusa mierda.
—¿No vivías por Valdezarza? —pregunté extrañado.
—En Parla vive mi hermano. La mayoría de veces voy por allí aparte aprovechando que allí también vive Marcos.
—Joder. Si que está a tomar por culo la casa de Marcos.
—Oye. Que tú amigo Dieguito vive en Pozuelo, eh.
—Mi amigo y tú esposo.
—Cállate la boca. Deja de decir pelotu...
—Álvaro y Mateo... qué sorpresa. Sinceramente me esperaba que Diego estuviera con vosotros pero no es así. —Interrumpió nuestro tutor—. ¿No se estarán saltando clase, verdad?
La madre que me parió. Joder.
—No. —Contesté aparentando estar tranquilo.
—Creo que me deben una explicación. Venga, que tengo todo el tiempo del mundo, síganme.
Desde lejos se le notaba el enojo que tenía el hombre este.
Miré a Mateo.
—Por eso te dije que Diego no se podría unir a nosotros. —Susurró.
Blanca
En todo ese rato, Diego y yo socializamos más. La verdad es que es un buen chaval.
Creo que Álvaro tiene a los mejores amigos del mundo, se las apañaron para comprarle la camiseta del Real Madrid.
Y yo ni una mierda.
Mientras Diego y yo estábamos al móvil unas personas entraron a la clase... ¿riéndose?
—Anda qué sorpresa —dijo alguien.
Me giré para ver quiénes eran. La parejita, Gabriel y Edu.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó Gabriel.
—Llegamos tarde y pasamos de ir a Filosofía —explicó con tranquilidad Diego—. ¿Y vosotros?
—Haciendonos una paja en el baño, ¿te unes, Dieguito? —dijo con una amplia sonrisa Gabriel.
—Qué puto asco. Para eso está el baño de vuestra casa, para masturbaros a gusto y con más privacidad.
Quería vomitar. ¿En serio estaban tan tranquilos hablando de pajas? Joder, qué puto asco.
—¿Y tus amigos, Dieguito?
—No me llames así.
—Bueno, lo siento.
—No sé. Desaparecieron. Supongo.
—Vi a Marcos por allá fuera —añadió Eduardo sentándose en su sitio, el cuál se estaba detrás mía—. No dudo que Álvaro y Mateo estén cerca.
—¿Le dejaron solito al bebé del grupo? —se burló Gabriel.
—Oh, por Dios, Gabriel. Eres un gilipollas —dijo Diego mirándole fijamente.
—Gracias por el halago —se sentó al lado suya.
Dejé de atender a esos dos cuando Edu me preguntó:
—¿Qué tenemos ahora?
—Llevamos dos meses y no te aprendes el horario. Dios, y pensaba que no podías ser tan inútil... —puse los ojos en blanco.
—Me encanta cuando te pones a insultarme.
—Lo haré todo el tiempo, tenlo por seguro.
—Y eso me alegra mucho más, Blanca. Pero en serio, ¿qué hay ahora?
—Inglés. Con tu profe favorito, Beltrán.
—Hostia, con ese pesado...
—Es lo que toca.
—¿Te quieres saltar Inglés conmigo? Ya que te saltaste Filosofía...
—Eh. No. Yo soy una respetuosa con mis estudios no como tú. —Fruncí el ceño.
¿Yo? ¿Saltarme clases? Su madre lo va a hacer.
—En Inglés no vamos a hacer ni mierda, Blan. Merecerá la pena.
—¿Y entonces donde sería, listo?
—¿Sabes que arriba del todo del colegio hay un gran sitio donde guardan muchas mesas y sillas? Allí me la paso con Gabriel de vez en cuando.
—Ah. Me alegro.
—¿Nunca has ido?
Negué con la cabeza. Diez años en el mismo puto colegio y nunca me he decidido a explorarlo. (5)
—Dime que te animas.
—Ja. Ja. Ja. Yo no soy ilegal. Prefiero morirme en clase que seguirte.
Eso, Blanca, demuestra quien es mejor aquí.
Por fin es útil mi conciencia.
¿Qué dijiste?
Nada, nada.
—A veces, arriesgarte en la vida siempre es bueno. Quedarte en una burbuja durante el resto de tus días es horroroso.
—¿Salir de mi burbuja? No digas tonterías, Edu. Yo estoy bien en mi burbuja, con gente que me quiere y no hace cometer ilegalidades. No quiero que me manden una semana a casa.
—Vacaciones extra. Además me encargaré de que no nos pillen.
—¿Cómo confirmas eso?
—Simplemente, confía.
Dudé y tragué saliva.
¿Debería hacerlo?
Si que es bueno manipulando el cabrón...
Oh, siemplemente, querida Blanca, eres muy fácil.
Que te calles.
Álvaro
Logramos inventarnos una historia que explicaba la razón por la que yo tenía la mochila, Mateo no, porque estábamos deambulando por los pasillos y... se trago la ridícula historia improvisada.
Eso sí, nos castigó a quedarnos horas extras, mientras él hacia algo, nos pondría ejercicios de repaso de su materia.
Mejor eso a ser enviado a casa durante una semana.
Cuando subimos a clases, ya estaban todos nuestros compañeros, y doy eternamente gracias a Dios que no estaba el profesor de Filosofía.
La verdad es que me sorprendió ver la mesa de Blanca vacía.
(Blanca, desde aquí te digo que... ¿por qué te hice tan pendeja?)
—No está tu novia, por lo que veo... Raro, estaba esta mañana. —Me dijo por atrás Mateo.
—¿Ah sí?
Él asintió.
—Le preguntaré a Diego...
—No. El boludo veo que está teniendo una buena charla con Gabriel.
Todo bien hasta luego el nombre de ese imbécil. ¿Gabriel? ¿Hablando con Diego? ¿En qué puto momento?
—¿Qué mierda?
Me giré y los dos estaban tan bien hablando, echándose risas.
—La re concha de la lora de Gabriel... —maldijo Mateo en voz baja.
—Uy. Huelo a celos.
—¿Qué decís vos ahora? No, es solo porque... Gabriel es un pelotudo de mierda y ya.
—¿Y...?
—Cállate la boca.
En un instante vino Beltrán, el amargado, y al final decidimos sentarnos juntos Mateo y yo.
Seguía pensando en ella. Si según Mateo, estaba por la mañana, está su mochila aquí, y ahora ha desaparecido... ¿qué coño habrá pasado?
—Algún día le pegaré en la perfecta risa que tiene el pelotudo de Gabriel... —decía Mateo—. ¿Sabes que pasa, Álvaro? ¡Que de repente se hablan como si fueran amigos de toda la vida! ¿Cómo le dicen acá en España...? Ah sí, Gabriel es un puto imbécil.
—Relaja, relaja, argentino.
—¿Cómo querés que me relaje sabiendo que mi intuición nunca falla? ¡Me dice que Gabriel merecía estar bajo tierra! ¡Junto con Maradona! O mejor, junto con el diablo...
—¡Los del fondo, shut up and listen to the class! —exclamó Beltrán.
Cómo odio cuando este estúpido empieza a hablarnos en Inglés.
Es que se cree que voy a utilizar el verbo to be cuando me estén robando la panadería que tendré si no apruebo la selectividad.
Abrí la ventana en un instinto.
—Mejor qué te dé el aire. No queremos a un argentino echando humos.
—Vos deberías entenderlo, Álvaro. Es tu amigo. ¡Tu mejor amigo desde cuando llevan pañales! —exclamó en voz baja.
—Corrijo. Desde cuarto de Primaria.
—¿Y? Ya llevan juntos unos cuantos años.
—Has hablado más con Diego desde el año pasado hasta ahora que yo en todos estos años.
—Gabriel más te vale guardar silencio —se oyó a Beltrán.
—Es que Gabriel es un toca huevos —admití—. Desde cuándo se juntó con el idiota de Eduardo pues ya sabes...
—Mirá, yo creo que es mejor advertir a Diego. Todo lo que venga de el gilipollas de Eduardo o Gabriel, no es bueno.
—Uy. El argentino va a salvar a su amor. Y además ha utilizado la palabra gilipollas...
—Cállate la boca, anda.
—¿Cuántas veces me has dicho eso en todo el día?
—Creo que unas cuantas.
—Bueno, a todo esto... esta vez confiaremos en tu intuición.
—Vos es el único que razona entre Marcos y Diego.
Blanca
El famoso audio de TikTok de: "488 km de ida, 488 km de vuelta", va para las escaleras del cole.
No me lo podía creer. Simplemente, me dejé llevar.
Llegamos al final a un pasillo no tan grande, pero si qué estaba lo que había dicho Eduardo. Llena de sillas y mesas sin usar. El pasillo aparentaba ser más pequeño debido a que estaba abarrotado de todas esas cosas.
—Si que te cansas rápidamente, Blan.
—Mira, cállate. —Dije tomando aire.
Me senté en la primera silla que vi.
Nuestro colegio si que es penoso comparados con otros.
—Con Gabriel, abro la ventana y nos ponemos a fumar.
Abrí los ojos como si fuera una novedad. Era de esperar.
—¿Qué? ¿Algo malo?
—Os estáis reventando los pulmones a una edad tan temprana...
—Uy. La listilla en Biología.
—¿Y? Es la verdad.
—¿No te molesta que fume un rato?
Rodé los ojos. Verdaderamente me la pela, igual si mi padre fuma.
—Pues... ¿puedes abrir la ventana, por favor?
Le hice caso abrí la ventana grande que había prácticamente al lado de las escaleras.
Así como dijo, empezó a dar unas cuantas caladas. Estábamos hundidos en un silencio, algo incómodo. Era un poco desagradable el olor, pero te hacías a él.
—¿Te gustaría probar?
—No. Ni de coña.
—Todos tenemos una primera vez, no va a ser el fin del mundo.
—Que no, pesado. Ya tengo bastantes problemas con no estar en Inglés.
—Eh, que la niñita buena se ha saltado clase.
—Porque... —me dejé con la frase a la mitad.
No podía gritar: «Porque me obligaste, cabrón de mierda». Pero no eran así las cosas. Yo simplemente... le seguí el rollo a esa escoria.
—Una pequeña calada no hace daño a nadie...
—¿Sabes que? Creo que te dijeron lo mismo cuando empezaste con tu adicción, ¿me equivoco?
—Fue voluntad propia, preciosa.
—Agh. ¿Cómo puedes ser tan insoportable, Edu?
—Sabes que te vuelvo loca.
—Loca en mal sentido. Prefiero estar encerrada en un puto manicomio a qué me llames preciosa o que me vuelves loca.
—Princesita, cálmate.
Respiré hondo.
—¿Tienes libre la semana que viene? —preguntó.
—¿Por qué?
—¿No confías en mí?
—Creo que ya no.
—Te espero el 23 en la plaza Callao. —Me dijo—. Te enviaré un mensaje.
Al instante por e fondo sonó el timbre de cambio de clases.
///
Hellou lo he tenido escrito antes de lo que esperaba. JSJSJJSSJ (acaba de escribir todo hoy día)
Sé que ustedes tienen una preciosa imaginación así que... Imaginaros a Mateo hablando con tomo argentino, ok? Aunque no se note pero bueno AJAJJAJAA
~~~
(1) El Dia es un supermercado muy concurrente acá en España peeerooo, investigando dijeron que también estaba en Argentina entonces no creo que haga falta indagar mucho (wattpad está lleno de argentinos o de venezolanos)
(2) Las Pringles que he investigado, dicen que sólo las venden en España y Portugal, por lo que os recomiendo buscar por Google, pero que son unas patatas fritas (como las llaman en su país?).
(3) Bolsa de conos, un aperitivo, no sé cómo lo llaman en su casa pero yo le bautizo así (un nombre bastante no original) para saber a las específicas que me refiero busquen por Google, Conos Lays. Y ya AJAJJAJAA
(4) Básicamente, son americanos porque todos proceden de América de por si, pero coloquialmente se separa mucho de lo que es conocido como Hispanoamérica/Latinoamérica de Norteamérica, si estoy mal en mi teoría hacérmelo saber porfa.
(5) Para aclarar. En Madrid, no sé si en otros países/provincias/comunidades autónomas también, pero, hay muchos colegios que incluyen de Infantil a Primaria (3-12 años). Pero muchos otros incluyen hasta Bachiller.
Osea, están desde Infantil, hasta Bachillerato que es el año anterior antes de la Universidad. Es decir, que se unifican varios cursos en una misma institución educativa.
Si se preguntan, creo que la Secu aquí para vosotros es la prepa, creo 😙
En resumen, el instituto de nuestros amigos incluye todo JSJSJSJS.
~~~
Y creo que hasta acá, últimamente estoy durmiendo genial, osea no me quedo hasta tan tarde JSJSJSJS, y bueno, nos vemos dentro de poco, el otro lo tengo a la mitad ;). (No sé si hasta este paso lo dividiré en tres eh 😭)
Chauuuuu 💋
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro