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00.2.El Tren

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TIGRIS SNOW no sabía como odiaba y amaba a Zaisha Snow al mismo tiempo, la niña era como su hija y algunas veces su hermanita menor aunque eran pocas la veces que la veía así, la que intercedia por ella frente a Coyro, la que le daba su amor desde pequeña, la niña inocente que preguntaba por sus padres y el porque no es estaban con ella, la que recibía el acoso de renombrados hombres del capitolio por ejemplo "De grande sera una belleza, espero tenerla en mi cama una vez", "La faldita un poco mas cortita ¿No?", "Si los demás no la ganan sera mi otra mujer", le dolía ver a la niña que ella crió dentro de la arena de los juegos del hambre por culpa de su amado ahora odiado primo.

Ella la crió, la tuvo en sus brazos aún cuando el calor de recién nacida no se había ido de su cuerpo, tal vez no fuera su hija de sangre, pero aún así ella era su hija una parte de ella irremplazable, y se quería morir al no poder abrazarla y dejarla llorar sin que nadie la intimidara, había presenciado cada desmayo, recaída y cada vez en hospital con miles de máquinas chequeando su ritmo cardíaco, ella no podría estar en es arena protegiendola como había hecho simpre, como la pequeña de los Snow lo hacía con ella.

Cada vez que Coyro la torturaba ella aprecia e interrumpía la tortura, recuerda perfectamente la primera vez que cambiaron de puestos, el presidente estaba enojado por uno de los trajes del el distrito que Tigris vestia, el 4, según el presidente el traje representaba rebeldía, en ese entonces Zaisha tenia tan solo 14 años.

Tigris gritaba a el expresidente que por favor no la toturara, estaba apuntó de serlo cuando la puerta se abrió y entró la castaña gritando que parará que descargara su ira en ella no en la rubia, y así lo hizo dos agentes de la paz tomaron por los brazos a la estilista mientras la adolescente recibía descargas eléctricas doblegandose en el suelo gritando, pero sin pedir que pararán ella quería salvar a la persona que la cuido, no seria una cobarde. En cambio Tigris gritaba que dejarán en paz a Zaisha que solo tenia 14, pero fue en vano, los agentes de la paz la sacaron de la sala mientras gritaba y pataleba, lágrimas se deslizaron por sus mejillas sintiendo su corazón romperse al oir los gritos desgarradores de la niña, odiaba no poder hacer nada, justo así se sintió al oir su nombre en la última cosecha.

Después de varias descargas Zaisha se desmayo pero no por el dolor si no por su disautonomía, tenía muchas emociones fuertes forjandose en su mente, aunque no lo vio supo que siguieron dándole descargas, aún teniendo cicatrices de esos terribles recuerdos ella nunca se arrepintió de salvar a la uníca persona que la quiso y cuidó, Tigris había hecho todo por ella, en cada desmayo estuvo incluso cuando sus padres enviaban regalos para llenar el vacío de su ausencia, lo cual nunca llegaron poder llenar, pero después de años comprendió que no los necesitaba si tenía a Tigris, ella era la unica persona en el mundo que necesitaba.

Ella de verdad la amaba y Tigris a ella, era su esperanza en su horrible vida junto a la persona que cuido, protegió y llamo su primo alguna vez, por el cual hizo todo, por el cual ocultó a Lucy Gray la ganadora de los décimos juegos del hambre la única persona a la cual Coyro había amado.

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—¡Mamá! —Tigris volteo a ver de donde provenia el grito y una gran sonrisa se formo en sus labios al ver a su hija frente a ella. Zaisha corría al vagón donde se encontraba la rubia junto a otras personas, entre ellas reconoce a Finnick y Mags, probablemente sus mentores, al rededor de ellos tres niños de entre 14 o 15 años, pero eso no le importa sólo quería un abrazo de su madre.

—Shh —Tigris susurra sobre la cabeza de la Snow en cuanto su cuerpo choca con el de su hija, la cual se aferro como si temiera que fuera un sueño y en cualquier momento fuera a desaparecer —estoy aquí cariño, estoy contigo no te dejare, no lo hare como ellos —la rubia acariciaba el cabello de la castaña mientras dejaba cortos besos en su cabello, Zaisha se sentía como una niña pequeña que se aferraba a su madre, sentía que volvía a tener cinco años, se volvía a sentir esa niña pequeña que se escondía detrás de Tigris, la diferencia ahora era que ella no podría protegerla o no del todo.

—No quiero morir —Zaisha sollozaba en el pecho de la rubia mientras su cuerpo comenzaba a temblar —¡Solo tengo 23!, no he vivido nada, he estado en una jaula desde que nací —a ninguna de las dos les estaba importando si los demás las escuchaban —no quiero morir mamá —un pitido resono por toda la habitación seguidos de más y enseguida Tigris supo lo que se avecinaba —por favor, no me dejes morir no así, por favor —la voz de la castaña comenzaba a ser sueve, sus ojos comenzaban a cerrase mientras su cuerpo comenzaba a sufrir espamos musculares, hace mucho no sufría un desmayo con espamos, su ojos se cerraron por completo y su reloj empezaba a sonar más rápido.

—Finnick traeme una silla
—el rubio corrió por la silla al vagón donde se encontraban, Tigris  coloco con cuidado a Zaisha en el suelo mientras las ponía de un costado, Mags y los otros tres tributos simplemente se quedaron estáticos en su lugar, después de unos segundos Finnick llego con la silla y en ese momento Mags se acerco balbuceando algo.

—Dice que si estara bien
—tradujo Finnick el cual ya estaba en cuclillas a un lado de Mags y Tigris.

—Si, si ella estara bien —respondio la rubia mientras observaba como los espamos comenzaban a desaparecer —es fuerte siempre lo ha sido —al ver que ya no sufría ningún espamos la movió de la posición en la que estaba y tomo con suma delicadeza las piernas de la castaña mientras volteaba a ver a Finnick, el cual entendio su mirada y acerco rápidamente la silla a la cual subio las piernas de la castaña.

Los tributos se habían retirado a sus habitación dandole privacidad a los 4, algunos minutos despues el reloj de Zaisha mostro su ya restablecidos latidos, y poco a poco comenzo a abrir sus ojos, esos bellos ojos color caramelo que sorprendieron a Finnick cuando los vio, a través de ellos podía ver un diminuto reflejo de tristeza.

—Hola —hablo con una voz somnolienta, la castaña movio sus brazos a los costados mientras intentaba sentarse, al ver esto el rubio se acerco ha ayudarla a que se sentara —oh gracias Finnick —le dio unas palmaditas en el brazo ganándose una mirada de curiosidad de parte del nombrado, los tres se habian parado despues de verla sentarse —ahora me puedes soltar —Finnick la solto al darse cuenta que aún la sostenía, y sin esperar nada Zaisha se puso de pie sintiendo como un mareo la invadía haciéndola tambalear, cosa que hizo que el rubio volviera a sosterla — gracias.

—Ven te llevo al sofa —Mags y Tigris los siguieron mientras ambos iban camino hacia el sofa, ahí Finnick pudo observar la sonrisita de desorientación que tenía Zaisha e igual ese brillo en sus, el mismo brillo que en los comunicados  se notaba, solo que ahora podía visualizar ese diminuto reflejo de tristeza en ellos —¿Cómo te sientes?.

—Ahhh —Zaisha trato de encontrar la palabras, dependiente, desobediente, descendiente, no empezaba con des  y terminaba con algo parecido a como cuando te hieres ¿cortada? si ya lo tenía era desconsertada —un poco desconcertada Finn —al escuchar el apodo el rubio se sintio descolocado, y hizo una mueca que pasa desapercibida por la chica pero no para Mags y Tigris, aunque no le tomo tanta importancia la chica estaba aún no estaba del todo bien y arrastraba las palabras como si hubiera bebido.

En ese instante Finnick podía jurar dos cosas una que su corazón comenzo a latir más fuerte al escuchar a Zaisha decirle de esa manaera, y dos que si hubiera tenido el reloj de este no hubiera parado de sonar

—¿Quieres comer algo cariño? —Tigris le pregunto a su hija la cual nego con la cabeza hechandola hacia atras —entonces esperas a los demás —en realidad no era pregunta pero Zaisha asintio pareciendo darse cuenta de algo puesto a que levanto la cabeza enseguida.

—¿Quiénes son los demás tributos? —pregunto al aire esperando que alguno de los tres se lo dijera o en caso de Mags lo intentara.

—Es Layan Phiplip —recordaba a los Phiplip era una familia con poder y sin mal no recordaba Layan era el único hijo de la pareja —tiene 15 y es tu compañero de distrito Zai, representa el distrito 4 —un suspiro se escapo de sus labios Layan solo tenía 15 —Tambien esta Erik Linch igual tiene 15 y representa al 3 —los Linch era una familia de la cual descendían varios estilistas —su compañera es...Camille Klein —Zaisha sintio  como sus ojos se llenaron de lagrimas, Cami, su niña, la hermanita de Nate, suponía que recien la niña había cumplido 14 y que representaba al 3.

—La hermana de Nate... —la castaña dijo en un susurro pero que fue escuchado por todos.




Hello

Espero haber explicado bien el desmayo

La persona del Gif es Zaisha de pequeña

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