#Noticia
[HyungWon]
La vuelta a la oficina había sido rara. Desde que habíamos llegado de Japón, no había hablado con Hoseok. Me daba miedo pensar en lo que podía pasar porque ninguno había hablado de algo a futuro. Lo único que yo quería era estar con él. Y sí, era disparatado pensar en algo así dado que Hoseok todavía estaba en pareja. ¿O no?
—¿Puedes prestar atención? —Min me sacudió por lo hombros y parpadeé, ofuscado.
—¿Qué? —me obligué a mirarlo.
—Que necesito que actualices la lista de medicamentos. En media hora es la junta y tu pareces que llevas dos días en coma. ¿Qué te sucede?
—Nada —dije buscando los datos para actualizar—. Es lunes, no tengo ánimos de vivir.
—Pues revive, aunque sea para las próximas dos horas. Todos estarán en la junta, tu padre también.
—¿Mi padre? —rodé los ojos. Lo único que me faltaba.
—Si, te recuerdo que es el dueño.
Decidí despertarme del todo porque mi padre podía ponerse peor que Min y yo no tenía alma para soportar a dos personas retándome. Para cuando llegó la hora de la junta, me acomodé la camisa, el cabello y seguí a Min por el pasillo. Vi a la junta directiva conversando en la puerta de la sala de juntas, entre ellos a mi padre y a mi sexy jefe. Las ganas de ponerle las manos encima estaban matándome. Alguien pasó por nuestro lado y nos empujó suavemente pero claramente intencional. Era ese enano que andaba tras el asesor que parecía un oso. Kimchi.
—¡Vaya, deberían ampliar los pasillos, parece que no entramos todos...! — dije en voz alta.
El castaño se giró y me miró de arriba abajo. Cerré el puño, dispuesto a darle en el hocico pero Min me sacudió por el codo y se inclinó hacia mi.
—Déjalo y no empieces una pelea. No hoy.
Apreté las carpetas contra mi pecho y me adelanté hacia la puerta. Mi padre se giró y nos saludó con una inclinación de cabeza.
—Estoy muy contento con los resultados, chicos. Los felicito por su trabajo con los laboratorios —dijo palmeándole el hombro a Min que no cabía en sí y la sonrisa casi le acalambra la mandíbula.
—Gracias, señor Chae —dijo. Yo le sonreí a mi padre y disimuladamente miré a Hoseok esperando que me mirara. Pero no lo hizo. Me encogí de hombros y seguí a Min adentro para acomodar las carpetas y los informes para los jefes.
—Los medicamentos se identifican mediante un proceso basado en pruebas científicas, en cuyo contexto la calidad, seguridad, eficacia y costoeficacia son criterios fundamentales de elección...
—decía Min mientras mostraba en la pantallas las listas de medicamentos que iban a entrar en las listas actualizadas de la compañía.
Una mano se disparó al aire. Todos miraron al enano pedante que sonrió como si acabara de ganar el premio nobel a la medicina.
—Ya que los genéricos permiten un mayor número de laboratorios fabricando, cada uno con su envase característico y con variaciones en su color, tamaño, marcas, ¿eso no puede llevar a que los pacientes se confundan y originar, no sé, intoxicaciones o algún daño producido por la toma equivocada de los fármacos?
—La forma idónea de que un paciente conozca los fármacos que toma es por el nombre del principio activo —dije reclinándome en mi silla. Todos me miraron—. El paciente debería saber lo que es el paracetamol así como sabe lo que es un Geniol, un Febrectal o un Tafirol (marcas comerciales) y puede tener los mismos problemas con distintos medicamentos de marca con mismo principio activo y tomarse uno de marca porque le duele la cabeza y otro comercial de paracetamol porque tiene fiebre. Como el paciente se fija en el nombre del producto comercial y no en el principio activo, cree que son compuestos diferentes y puede tener problemas de intoxicación pero eso con los genéricos no pasaría porque iría indicado el paracetamol como sustituto de marca.
Vi a mi padre asentir y a Hoseok sonreír apenas. El enano chasqueó la lengua y se cruzó de brazos, mirándome de manera burlona.
—Nadie regala nada, si los genéricos son más baratos, por algo será, ¿no?
—En el precio de un medicamento específico influyen varios conceptos, señor Yoo —dijo Min presionando el botón del visor, una planilla se abrió en la pantalla. — Coste de los productos, coste del cartonaje, pago de patentes, coste de comercialización, impuestos estatales, etc. En la inmensa mayoría de los casos, el precio del principio activo, la sustancia que verdaderamente hace efecto, no llega ni al 5% del precio final del producto —Min señaló los porcentajes pero el enano seguía sacudiendo la cabeza.
—El menor gasto del genérico suele venir fundamentalmente por cuatro vías
—Hoseok se levantó y tomó el puntero que Min le pasó—. No se paga patente, los gastos del envasado son menores, el margen de la farmacia dispensadoras es menor y la promoción comercial es casi nula. Además, el estado baja las tasas para estos productos.
La reunión continuó por una hora dónde se iban explicando las diferentes etapas que conlleva la comercialización y todos quedaron satisfechos y para nuestra alegría, el proyecto recibió luz verde por parte de la compañía. Todos apludimos una vez que terminó la reunión y Min me abrazó.
—¿Estás contento? —me preguntó— tu propuesta se aprobó.
Asentí. Por supuesto que estaba contento. Quería demostrarle a mi padre de que no solo era un idiota que solo sabía beber y salir de fiesta. Vi al enano acercarse.
—Felicitaciones, supongo —dijo estirándome una mano—. Suerte de principiante, Park.
Le sonreí y estaba a punto de responder cuando mi padre se acercó a nosotros.
—Señor, Chae —dijo Kihyun envarándose y haciendo una reverencia casi exagerada. Lamebotas.
—Yoo, querido, te noté un poco oxidado ahí adentro —dijo tomándole la mano. Kihyun siguió sonriendo pero se notaba que quería huír del lugar.
—Lo siento, estoy algo cansado estos días...
Luego mi padre me miró.
—Bien hecho, me has sorprendido.
—Merezco un premio, ¿no crees?
—pregunté poniendo cara de cachorro.
Yoo abrió los ojos por mi exceso de confianza con el dueño de la empresa.
—No te pases de listo, niño. Ahora ve y dile a Lee que lo espero en la oficina de Shin. A los dos.
—Si, señor padre —dije llevándome la mano a la frente como un soldado. Mi padre me dio una leve palmada en la cabeza. Pude ver como el color desaparecía de la cara de Kihyun. Le guiñé un ojo y me giré riendo para ir a buscar a Min.
Min estaba juntando unos papeles.
—Dijo mi padre que nos espera en la oficina del jefe.
—¿En serio? ¿Para qué?
—No sé.
—Iré en unos minutos, tu ve primero.
Vi que mi padre seguía hablando con algunos empresarios pero no vi a Hoseok por ningún lado. Me escabullí hasta el pasillo. Hani estaba hablando por teléfono y le hice señas preguntando si Hoseok estaba adentro. Me hizo señas para que pasara. Abrí y lo vi de espaldas, leyendo unos papeles. Sonreí. Era mi oportunidad. Caminé hasta pararme detrás suyo y lo abracé por la cintura. Se sobresaltó tanto que dejó caer los papeles.
—Hola, bombón, ¿no vas a felicitarme?
—dije girándolo para tirarme hacia su boca. Le di un beso demostrándole todo lo que lo había extrañado todo ese fin de semana pero no respondió.
Me alejé y fruncí el ceño. —Bueno, un poco de entusiasmo no mata a nadie... —dije sonriendo.
—HyungWon... Escucha...
En eso tocaron a la puerta y me alejé de él para sentarme en uno de los silloncitos. Hani se asomó para avisar que ya estaban todos esperando para entrar. Mi padre entró seguido de algunos ejecutivos y unos segundos después, Min entró inclinándose para sentarse a mi lado.
—Quiero felicitarlos a todos por este nuevo proyecto —dijo mi padre. Hani volvió a entrar con una bandeja con algunas copas de champagne. Cada uno tomó una y ella se giró para irse pero padre la llamó.
—Quédate, querida. Tú también mereces ser parte de este festejo. —La chica sonrió y tomó una copa—. Quiero felicitar a HyungWon y a MinHyuk por trabajar tan arduamente para presentar el proyecto de una manera tan brillante...
Min estaba extasiado y yo no podía dejar de ver a Hoseok que no sonreía ni nada. Algo le pasaba.
—Y por último pero no menos importante, felicitar a Hoseok por partida doble.
Todos lo miramos. Hoseok paseó la mirada por todos los presentes y por último en mí, pero la bajó rápidamente.
—¡Felicitaciones, hijo. Por el nuevo proyecto y por tu compromiso!
La temperatura de la habitación descendió diez grados.
¡Hoseok se había comprometido!
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