—...Dado que el medicamento genérico se desarrolla años más tarde que el de marca, y que en este tiempo pueden haberse producido importantes avances tecnológicos, pueden incorporar mejoras en los excipientes.

Hoseok hablaba y los dos chicos escuchaban ya que luego tendrían que visitar los laboratorios

— ...en ocasiones, el uso de algunos excipientes está patentado por el laboratorio de marca y esto requiere la búsqueda de una alternativa inocua.

—¿Pero los excipientes que se van a emplear en los medicamentos genéricos son de la misma calidad que los que emplean en los medicamentos de marca? —preguntó HyungWon mientras mordía una medialuna rellena de dulce. El mordisco que le dio hizo que un poco de jalea se escurriera por su barbilla. Se apresuró a limpiarla con un dedo y se lo llevó a la boca, succionando.

Hoseok abrió la boca para empezar a responder pero la visión fugaz de esos labios llenos de dulce fueron demasiado para su sistema operativo y su mente quedó en blanco. HyungWon lo miró y MinHyuk levantó la vista de su anotador cuando notó que su jefe no contestó a la pregunta de su compañero.

HyungWon agarró entonces una servilleta y además de terminar de limpiarse la boca ocultó una sonrisa.

—Ejem, em... Señor Shin —se atrevió a murmurar MinHyuk— creo que es hora de irnos.

Hoseok pareció despertar de golpe y se puso de pie de un salto.

—Claro... Iré al tocador un segundo. —Sacó su billetera y dejó la tarjeta sobre la mesa.
—MinHyuk, haz el favor de pagar la cuenta.

Salió del comedor del hotel como alma que se la lleva el diablo.

—¿Qué diablos le pasó? —preguntó Min llamando a la moza y empezando a recoger las carpetas de la mesa.

—No tengo la menor idea. Está loco.

—Si, yo también he notado que actúa raro. —se giró a mirar a HyungWon que se retocaba el pelo en el reflejo del ventanal. —¿Tú no tendrás nada que ver en eso, no?

HyungWon se metió las manos en los bolsillos y puso su mejor sonrisa inocente.

—¿Yo? Desde que me desperté estuve contigo, ¿de qué hablas? Aparte, ¿dije algo fuera de lugar?

Min se quedó mirándolo un rato y luego asintió. Hoseok apareció a los minutos con las mejillas arreboladas.

—Está haciendo un poco de calor, ¿no creen?

Los dos chicos se miraron y se encogieron de hombros. Su jefe estaba actuando raro.

Cuando llegaron al primer laboratorio, ya estaban esperándolos el técnico y un patólogo clínico. Los tres hombres fueron escoltados al interior y presentados al resto que del equipo de trabajo.

—Wow —HyungWon le susurró a MinHyuk—. Creo que acabo de encontrar al amor de mi vida.

Un joven de cabello oscuro y recogido en un rodete se acercó a ellos. Vestía una bata blanca y tenía una sonrisa francamente demoledora.

El técnico los presentó. —Él es Park Taemin, el es el técnico químico a cargo.

El chico se quitó los guantes y estrechó las manos de los recién llegados. Hoseok no pasó por alto el hecho de que HyungWon se acomodaba el cabello y le dedicaba una de esas sonrisas hermosas que sabía que encandilaban. Su cara se transformó en una máscara de seriedad.

—Es un gusto recibir a mis compatriotas
—dijo saludándolos efusivamente en su idioma. Los chicos le correspondieron el saludo pero HyungWon se demoró algunos segundos más en el apretón de manos.

Pronto estaban todos haciendo una recorrida por el lugar, mientras Hoseok y MinHyuk hablaban con el patólogo.

—En este momento, el laboratorio está centrando su interés en el hallazgo de tratamientos mejorados para el cáncer, las enfermedades del sistema nervioso central, las enfermedades virales, la artritis y las enfermedades del aparato circulatorio...

HyungWon iba mirando todo con interés,  era la primera vez que visitaba un laboratorio. No era que le interesara especialmente lo que estaban hablando pero era curioso y todavía tenía la capacidad de sorprenderse con todo lo nuevo.

—¿Tú también trabajas en un laboratorio? —HyungWon se giró para encontrarse con el muchacho que le sonreía con las manos en los bolsillos de la bata.

Le sonrió también y se apoyó en una de las mesas cruzándose de brazos.

—No, estoy en la parte de finanzas —dijo tímidamente— empecé hace poco en Pharma.

—¿Es tu primera vez en Japón?

Negó con la cabeza. —No, vine una vez cuando era pequeño, pero supongo que no cuenta. Así que podría decirse que en cierta forma, es mi primera vez. ¿Y tú? ¿Hace mucho que trabajas aquí?

El muchacho se apoyó a su lado y asintió.

—Terminé mis estudios aquí y decidí quedarme.

—¿Y te gusta? —HyungWon estaba muy concentrado en la charla y no reparó en que su jefe estaba echando fuego por los ojos mientras lo observaba.

El chico rió. —Bueno, no está mal. Japón es mucho más agitado que Corea así que no me quejo. Tiene una vida nocturna genial.

—Sobre eso no puedo opinar —dijo suspirando para terminar sonriendo— salí un poco anoche pero tuve que regresar temprano al hotel.

—Oh, es una lástima, pero si quieres yo puedo oficiar de guía para darte un pequeño tour por la noche de Tokio. ¿Qué dices?

Sacó una pequeña tarjeta del bolsillo de su camisa y se la dio. HyungWon la miró y sonrió de lado.

—HyungWon, ¿puedes venir un segundo?

HyungWon le hizo una inclinación de cabeza al chico. —Me encantaría.

Se giró y caminó hasta su jefe jugando con la tarjeta en su mano.

[Hoseok]

¿Estaba coqueteando con el técnico del laboratorio? Pude ver claramente las intenciones de ese tal Taemin apenas lo vi estrecharle la mano a HyungWon. Quise golpearlo ahí mismo. ¡Qué poco profesionalismo! Coquetear con mi... con mi empleado en pleno horario laboral. ¡Un descaro total! Y encima HyungWon le seguía el jueguito. Ya mi ánimo se había echado a perder desde la madrugada. Había estado dando vueltas en la cama, pensando en ese beso que me había volado la cabeza. Estaba tentado a irrumpir en su habitación y arrastrarlo hasta mi cama para seguir con lo que habíamos empezado en la discoteca. Besar esos labios hasta el cansancio, como se merecían. Pero luego me acordaba que también le había pedido que se olvidara de ello casi recalcándole que todo había sido un error que no debía volver a repetirse porque yo estaba en pareja. BaekHo... Me carcomía el deseo por HyungWon por un lado y la culpa por haberle sido infiel a BaekHo por otro. ¿Qué debía hacer? Sabía que había cometido un error con el chico. No sé en qué estaba pensando cuando decidí besarlo, pero lo había hecho. Y me había gustado. Y ahora necesitaba arreglar lo que había hecho. HyungWon estaba molesto y tenía toda la razón para estarlo. Se suponía que yo era el adulto e iba y a la primera de cambio le comía la boca. Esa boca que todavía seguía bailando en mi cabeza. Para colmo en el desayuno había tenido otro traspié fatal y había tenido que correr al baño para desahogarme de lo que estaba pasando por mi cabeza cuando vi a HyungWon chupándose el dedo de esa manera. ¿Qué me estaba pasando?

Vi a HyungWon acercándose a nosotros con una sonrisa gigante y jugueteando con una tarjeta entre sus dedos.

—Jefe —dijo parándose a mi lado— a sus órdenes.

—¿Qué hacías? Te pedí que tomaras notas.

—Lo siento, me distraje un momento
—dijo bajando la mirada.

—Quédate a mi lado —le ordené cortante.

—Si, señor. Lo que usted diga.

El técnico volvió a reunirse con nosotros pero de vez en cuando le echaba miraditas a HyungWon que este correspondía.

No podía soportar que eso continuara.

—Bien —dije acercándome al jefe de laboratorio que se sorprendió con mi repentina interrupción—. Creo que hemos visto suficiente por hoy. Ha sido un placer y estaremos poniéndonos en contacto con ustedes. Ahora si nos disculpan, tenemos que cumplir con otros compromisos.

Saludé con un apretón de manos a todos y salí con MinHyuk y HyungWon pisándome los talones y mudos de sorpresa.

—Pero señor Shin, aún nos quedaban cosas por ver... —dijo MinHyuk corriendo atrás mío.

—Dije que era suficiente por hoy.

Me siguieron en silencio y nos subimos al auto. No sabía lo que estaba haciendo, lo único que sabía es que estaba enojado por cierto mocoso coqueto que me miraba por el espejo retrovisor.