Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

#Descontrol

Un gemido alto escapó de su boca y mordió la almohada.

—¡Oh, sí, señor Shin!

Todo se detuvo y HyungWon abrió los ojos.

—¿Quién es el señor Shin? —el chico se apartó de él y lo miró ofendido. HyungWon suspiró y se giró, para agarrar un cigarro de la mesa de noche. No le contestó. El chico se empezó a vestir y salió de la habitación dando un portazo.

Poco tiempo después Chang se asomó y vio a su amigo desnudo y fumando, con la mirada perdida en la ventana.

—¿Otro más? ¿Cuántos van esta semana?
—dijo riéndose y sentándose al lado de su amigo.

HyungWon movió la mano y la llevó detrás de su cabeza.

—Déjame divertirme. Si no aprovecho ahora, ¿cuándo? —replicó tapándose con la sábana.

—Tenemos que entregar un trabajo mañana, dime que hiciste tu parte.

HyungWon sólo lo miró, mordisqueándose el labio inferior. Chang suspiró y se levantó de la cama.

—Wonnie, se supone que vinimos a estudiar. Hace cinco meses que estamos acá y no te ví abrir un libro. Nos van a mandar a Corea de una patada en el trasero.

—¿Quieres salir esta noche?

Chang levantó una ceja, ya algo cansado de la actitud de su amigo que sólo se iba de fiesta y llevaba casi todos los días a alguien a su habitación. Estaba algo preocupado. HyungWon siempre había sido algo desordenado en su vida pero jamás lo había visto perderse tanto. Los primeros días habían estado bien, iban a clases e incluso parecía que el cambio de aire estaba sentándoles de maravilla pero HyungWon poco a poco dejó de prestar atención a los estudios y era frecuente verlo salir por la noche y regresar a la madrugada ebrio y acompañado de algún muchacho. No quería perder la beca de estudio y por eso hacía el trabajo de su amigo también pero estaba cansado y HyungWon no parecía muy interesado en ayudarlo.

—¿Estás hablando en serio? —le preguntó. —Mira, no quería hacer esto pero o te pones al día con los estudios o... O llamaré a tu padre.

HyungWon se sentó de inmediato y movió la cabeza de un lado a otro.

—Oh, vamos —dijo haciendo un puchero— tampoco es para tanto. Sólo quería divertirme un poco. Estamos en la ciudad en la que no está prohibido nada, Chang.

—Si al menos pusieras de tu parte para estudiar yo no tendría que salvar tu trasero flaco todo el tiempo y podría divertirme contigo. Pero estás comportándote como un idiota y no dejaré que me quiten la beca por tu culpa. ¡Así que muévete y termina el trabajo!

HyungWon resopló molesto y se levantó sin molestarse en cubrir su desnudez. Abrió su ordenador y tomó un sorbo de una botella que estaba arriba de su escritorio. El líquido le quemó la garganta pero sabía bien.

'¿Por qué no te despediste de mí, Wonnie?
Lo siento, necesito saber que estás bien. Lo que dije aquella noche, que te extrañaba, es cierto...'

Las palabras del único mensaje que le había mandado Hoseok seguían dando vueltas por su cabeza. ¿Por qué todavía seguía pensando en él? Para esa altura, su jefe ya debería estar casado o a punto de hacerlo. No lo sabía ni quería saberlo. Había dejado de enviarle mensajes a Min en un intento de no saber nada de ese hombre. Habían estado juntos una semana, ¿cómo es que no lograba sacárselo de la cabeza? Había estado con varios muchachos luego de haber llegado a Ámsterdam, pero ninguno lograba sacarlo de su mente... ni de su cuerpo. Quería volver a sentirlo dentro suyo, besarlo, yacer entre sus brazos. ¡Diablos! Ese hombre lo había jodido para el resto. Y eso no era justo. Quería volver a ser él otra vez. No pensar en nada más que en la siguiente fiesta.

Fijó la vista en la pantalla pero todo parecía estar en un idioma desconocido. Luego de abofetearse mentalmente y pellizcarse un poco los brazos para no dormirse, pasó las siguientes dos horas intentando terminar su parte del trabajo. La amenaza de Chang le había parecido exagerada, pero sabía que su amigo era muy capaz de hacerlo. Y no quería al viejo rondando por allí. Ni siquiera tenía ganas de escucharlo sermonear por teléfono. Quería mantenerse alejado de todo para no tener que enterarse de Hoseok. En los meses que había estado alejado de Corea, apenas si había hablado con alguien y lo poco que sabía era por Chang que mantenía conversación casi diaria con Joo. No necesitaba saber que su jefe estaba metido de cabeza con los preparativos de su boda ni tener que pensar en Baek Ho rondando por la oficina para tener sexo con su novio sobre el escritorio. Estaba despechado, pero era consciente de que él se lo había buscado. Y ahora no podía parar de pensar en Hoseok. A veces, cuando llegaba a su habitación, demasiado ebrio para percatarse de algo a su alrededor, agarraba su teléfono y leía y releía las conversaciones que había tenido con Hoseok, que eran cosas que nada tenían que ver con ellos, excepto el último mensaje que había recibido

¿Por qué no te despediste de mí, Wonnie?

¿Cómo se supone que iba a despedirse sin querer echarle los brazos al cuello y besarlo? Intentando encontrarlo en algunos de los tantos amantes de una noche que llevaba a su habitación. Era imposible y masoquista.

Cuando por fin terminó de hacer el trabajo, se lo envió a su amigo y se arrastró al baño para sacarse el olor del muchacho con el que había dormido. Se miró en el espejo, su aspecto aniñado había cambiado ligeramente y lucía un poco más delgado y ojeroso. Parecía uno de esos junkies de Trainspotting pero no podía hacer mucho más y además, su nuevo aspecto atraía muchos chicos sexys y no iba a decir no a eso. Aunque ninguno le llegara a Hoseok a los talones. Una lágrima rodó por su mejilla y la limpió, molesto consigo mismo. No podía permitir que los fantasmas de su pasado reciente le jodieran la cabeza.

Se vistió para una noche más de fiesta y salió, sin prestarle atención a Chang que resopló y alzó las manos en señal de protesta.

Aceptó una bebida roja, luego un cigarro y más alcohol. Manos que lo tocaban, labios que lo besaban... Todo le daba lo mismo. Alguien lo sujetaba por la cintura y le acariciaba la espalda.

—Oye, muñeco, ¿cómo te llamas?

HyungWon intentó enfocar la mirada y sonrió.

—Me llamaré como tú quieras —dijo riendo.

—¿Quieres que nos vayamos de aquí?

—Seguro, pero primero debo hacer una llamada...

HyungWon asintió y se dejó llevar.

[Hoseok]              

—Tengo entendido que serán cinco mil sistentes de más de cincuenta países y más de ciento noventa expositores... —Min hablaba mientras el señor Chae y otros asociados escuchaban atentamente.

—De hecho la agencia de promociones está facilitando que los compradores.

Ví que el señor Chae se frotaba el pecho del lado izquierdo y hacía una mueca. Lo miré y sonrió, agitando la mano despreocupadamente.

No le di demasiada importancia así que  intenté volver mi atención a la reunión cuando el señor Chae se levantó de golpe, dio pasos y se desplomó en el suelo. Todo lo que sucedió a continuación fue una carrera contra reloj.

—Hani, avisa a la señora Chae, por favor.

Aún en shock recogí sus cosas y corrí junto con Min a mi auto mientras se llevaban al pobre hombre en una ambulancia. Nadie sabía si el señor Chae estaba teniendo algún problema de salud solo que estaba sobrecargado de trabajo debido al evento anual que iba a tener lugar en algunas semanas y debíamos prepararnos para impulsar nuestro proyecto y conseguir más subsidios para investigación.

Cuando llegamos al hospital. Min y yo nos precipitamos hacia la sala de urgencias. No sabiendo bien qué hacer. Sentí que mi teléfono vibraba pero estaba tan confundido que no me di cuenta hasta que Min me llamó la atención y señaló uno de los teléfonos que tenía en mi mano. No era mi celular, era el del señor Chae. Miré a Min mostrándole el número en la pantalla.

Im Changkyun.

—¡Es chang! —dijo confundido. Lo miré sin entender—. El el chico que se fue con Wonnie a Ámsterdam.

Atendí. —Hola, ¿señor Chae?

—No, en este momento no puede atender, soy Hoseok. Ex jefe de HyungWon.

—Ah, hola señor Shin... Em, necesitaría hablar de forma urgente con el señor Chae. Es sobre HyungWon.

Miré a Min y toqué el altavoz.

—Chang, soy Min. ¿Qué pasó con Wonnie?

—Bueno... Yo no sé, hace dos días que no sé nada de él.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro