#Cena
—¿Listos, chicos? —preguntó Hoseok. Min y HyungWon asintieron y bajaron los tres en el ascensor.
En un piso intermedio las puertas se abrieron y entraron Kihyun y el moreno con el que HyungWon había visto a Hoseok algunas veces.
—Buenos días —saludó el hombre a los dos chicos y luego miró a Hoseok—. Más tarde pasaré por tu oficina, necesito revisar unos informes.
Hoseok sonrió y siguió conversando con los dos hombres hasta que llegaron a la planta baja.
—Vamos en mi auto —propuso su jefe mientras enfilaba hacia el estacionamiento.
Hoseok los llevó a un restaurante muy elegante y los tres tomaron asiento en una de las mesas más apartadas.
Ordenaron y conversaron acerca de las ideas que tenían para presentar en la junta.
— ...la crisis económica y su impacto en las finanzas públicas están originando políticas de contención del gasto en los servicios de salud. Las leyes actuales del medicamento exigen calidad, seguridad y eficacia de estos productos...
HyungWon estaba absorto en la figura grande y sexy de su jefe. Quería poder concentrarse en lo que estaba hablando pero todo él era muy distrayente y su mente ya estaba imaginándoselo en su cama.
—HyungWon, ¿te sientes bien?
—¿Eh? Ah, sí... lo siento, no dormí bien anoche.
—Tienes que dejar de salir en la semana —lo retó Min.
HyungWon lo miró.
—Te llevarías bien con mi padre, ¿cuántos años dices que tienes?
Minhyuk revoleó los ojos y sacudió la cabeza.
—Bien, sigamos.
—El tema es que habrá un conflicto de intereses, señor Shin —decía MinHyuk algo preocupado por cómo podía tomarse la junta el tener que conseguir autorizaciones para comenzar la fabricación de medicamentos genéricos— no sé si va a ser bien recibida la propuesta.
—Pero el derecho a la salud es algo que debería estar al alcance de todos —intervino HyungWon—, me parece que es más un dilema de tipo moral que otra cosa.
Hoseok asintió.
—Si creamos un plan eficiente para poder incluírlos en la financiación pública, creo que podríamos tener una chance.
El almuerzo transcurrió entre charlas de porcentajes y ganancias y al final decidieron volver a la oficina. HyungWon estaba mentalmente agotado y recién llevaba una semana en la empresa. Sólo quería que llegara el fin de semana.
—Ah, Min —dijo cuando ambos ya estaban tomando asiento en sus cubículos. El chico lo miró—. ¿Tienes planes para el sábado?
MinHyuk frunció el ceño.
—¿Me quieres invitar a salir? Oye, eres atractivo y todo pero no eres mi tipo.
HyungWon resolpló molesto.
—Primero, iba a invitarte a una fiesta, pero si vas a estar en ese plan de perra inalcanzable, olvídalo. Y segundo, ¿cómo que no soy tu tipo? ¿Acaso eres ciego o qué? —se echó a reír haciendo reír también a su compañero.
—Sin ofender, pero me gustan más rudos, tú eres lindo pero demasiado delicado para mi gusto. Y por otro lado, ¿dónde es la fiesta?
—En el yate de mi padre. Es el cumpleaños de mi amigo Joo.
—¿Joo? ¿Qué clase de nombre es ese?
—Se llama Jooheon. Como sea, ¿vendrás?
—Nunca fui a una fiesta en un yate —dijo Min pensativo— bueno, no es como si hubiera ido a muchas fiestas tampoco.
—¿Qué haces para divertirte? —HyungWon estaba estupefacto ante la falta de vida social de su compañero. MinHyuk era precioso. Alto, elegante, cara atractiva, quizás demasiado perfecta pero el tipo era un eye candy con todas las letras. No entendía como siendo tan joven y con ese aspecto, no parecía tener una vida fuera de la oficina.
—Bueno... ¿de veras quieres saberlo?
—No sé, dímelo tú. ¿Quiero saberlo?
MinHyuk frunció la boca y se puso a jugar con un mechón de cabello.
—Oh, ¡no me digas que eres de esos que mira documentales en National Geographic y le habla a los gatos!
—¡Hey! ¡Tienen unos documentales muy buenos!
—Se acabó eso. Te ofrezco un pase vip al paraíso Chae de la noche y la diversión. Vamos a pasarla genial, ya lo verás. —Dijo palmeándole la espalda a un MinHyuk algo asustado.
—No sé...
—Tú confía en mí.
[Hyungwon]
Estaba a punto de sufrir un colapso. Hoseok estaba por llegar y yo no sabía qué diablos ponerme. Pulsé el botón del guardarropas y este comenzó a girar mostrándome todo lo que tenía disponible para usar.
Iba sacando prendas y tirándolas arriba de la cama.
¡Maldita sea! ¡Valentino, Balenciaga, Dior y no encontraba nada que me gustara para esta noche!
Aunque pensándolo bien no entendía para qué ponía tanto empeño cuando Hoseok iba a ir con ese Apolo terrenal del brazo. Por supuesto que al lado de semejante estatua yo era el amigo palo. Me metí en el baño e intenté relajarme en el jacuzzi.
Ah, Hoseok... Si tan solo tuvieras cinco años menos y fueras soltero.
Una hora después terminé de retocarme los ojos y me miré por última vez en el espejo. Al final había optado por vestirme como una persona normal que cena en casa con sus padres. Un jean algo ancho y una camisa holgada. Me dejé el cabello suelto y bajé descalzo.
Cuando entré a la sala y vi a Hoseok parado de espaldas hablando con mi padre y ese hombretón parado a su lado, se me fueron todas las ganas de existir en cualquier plano.
—Ah, hijo —dijo mi padre cuando me vio. Hoseok se giró y me sonrió. ¿Debería saludar y desaparecer? No. Mi padre probablemente me desheredaría. Puse mi mejor sonrisa y avancé hasta donde estaban ellos.
—Hola, señor Shin —saludé.
—Hola, HyungWon. Te presento a Kang BaekHo, mi pareja. —El hombre se apresuró a estrecharme la mano. Era muy grande y atractivo. ¿Cómo sería hacer un trío con esos dos especímenes? Ok. Ya estaba desvariando.
—Es un gusto conocerte, HyungWon —dijo— Hoseok me ha hablado mucho de ti.
¿Ah, sí? Interesante.
—Espero que bien —dije bromeando.
—¡Por supuesto!
Estábamos hablando de cosas aburridas cuando mi madre se asomó avisando que la cena se iba a servir. Los cinco nos sentamos a la mesa y la cena fue servida.
—Me pone muy contenta que hayan aceptado nuestra invitación —mi mamá amaba hacer cenas—. Y Hoseok, gracias por cuidar de mi bebé.
Casi me atraganto con un pedazo de carne. Abrí los ojos al límite y miré a mi madre que me tiraba un beso mientras Hoseok reprimía una risita. ¡Bien hecho, mamá! Voy a morir soltero, mirando documentales en Discovery Channel y criando gatos con MinHyuk. Le hice una seña a mi mamá para que no siguiera avergonzándome pero decidió ignorarme olímpicamente y me agarró un moflete. Adiós chances de que el amor de mi vida me vea como un hombre. Sacudí la cabeza y me ruboricé como un idiota.
—Así que, ¿cuándo piensan dar el sí ustedes dos?
Ambos hombres cruzaron miradas y pude notar la tensión en el ambiente.
—Yu Ri —dijo mi padre—. ¿Qué modales son esos? Deja a los chicos en paz.
Mi madre soltó una carcajada.
—Ay, pero ¿qué tiene de malo que pregunte? Hace años que están juntos, ¿acaso no quieren formar una familia?
Vi como Hoseok se removía incómodo en su asiento y BaekHo esbozaba una sonrisa forzada.
—Estamos en eso —contestó Baekho después de unos segundos de un silencio incómodo.
Mi madre aplaudió y luego mi padre comenzó a hablar de trabajo.
—...el mercado farmacéutico es muy dinámico, debería haber un incremento en las ventas de este año...
Me puse a jugar con su celular ya que no había nada interesante para oír. Mi ánimo ya estaba enturbiado. Hoseok luciendo perfecto y comestible, su 'pareja' luciendo como todo un plato principal y yo... Bueno, queriendo suicidarme con la cuchara del postre.
—¿Y tú, HyungWon, tienes novia? —levanté la cabeza y vi que BaekHo me sonreía. Todos me miraron.
—¿Yo? Oh, no, no...
—Bueno, no deben faltarte candidatas —dijo el grandote. Le sonreí aunque me sentí culpable. Ese hombre estaba siendo todo un encanto y yo solo quería hincarle el diente al novio.
—Gracias...
Miré a Hoseok que me miraba con el rostro serio. Aparté la mirada rápidamente y me levanté para ir al baño a refrescarme la cara que ya me ardía.
Aguanta algunas horas más, HyungWon.
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