Jin

—Esta comida no sabe tan bien como la tuya. —Me encontraba sentado contra mi voluntad en aquel pequeño restaurante, HyoSang se notaba muy agusto comiendo a diferencia mío. —Cuándo regresemos podrías cocinar un poco para mí, como en los viejos tiempos.

Mi alma temblaba de miedo, sólo apareció de la nada y me arrastro a este lugar para "conversar".

—¿Aún crees que lo nuestro sigue en pie? No voy a ceder Tan fácil como la última vez. —Paró de comer y me miró a los ojos. ¿Cuánto tiempo he estado aquí para que él cambiara tanto?

     Tomó su teléfono y lo puso sobre la mesa para luego indicarme con un ademán que lo tomará.
Mire la imagen en la pantalla y sentí que el mundo se me venía abajo una vez más.

—¿Por las buenas? ¿O por las malas? Amor.

Namjoon

     Entré furioso al departamento cerrando de un portazo, me dirigí al baño y me salpique agua en el rostro para quitar la suciedad y restos de sangre.

Hoy era uno de esos días en los que deseaba estar soñando o ebrio.

- Sí, me gusta Jin. ¿Qué vas a hacer al respecto?
Lo quieres... Está bien; dejemos que él decida.
Porque te va a costar mucho trabajo hacerme cambiar de opinión.

     Maldición. De no ser porque ahí estaban los chicos mirando y tratando de calmarnos a ambos le hubiera roto la cara a Suga.

Jin no llegó al restaurante.
Tampoco está aquí.
Llamé a su teléfono pero estaba apagado.

     Iba a comenzar a dar vueltas por el reducido espacio del baño cual pez en una mini pecera hasta que escuché la puerta del departamento abrirse y corrí hasta el pasillo.

—¿Jimi... — Y el puño del querido pelinaranja terminó estrellado en mi mejilla. Hoy debería declararse como el día oficial de golpear a Namjoon — ¿Qué carajo te pasa?

     Mientras yo sostenía mi mejilla con ambas manos el chico de chaqueta negra siguió caminando hasta el interior del lugar a paso veloz.
Abría puerta tras puerta, bufo deteniéndose nuevamente en la sala.

—¿Dónde está? —Lo miré confundido, Jimin rodó los ojos. —¡Jin quien más! Voy a decirle algunas cosas.

Lo jale de la chaqueta e hice que se sentará en el sofá de un empujón.

—Alto ahí enano, ¿Ahora qué te pasa?

—Mira, Namjoon ¼Trataba de tomarlo en serio pero el chico parecía un hámster en un intento fallido de enfadarse —Yo también estaría como perro rabioso si Taehyung me quisiera quitar a Jungkook, pero ¿De verdad vas a dejar que nos separe?

—Jimin no es tan fácil la situación.

—Joder has tumbado a Yoon Gi de un golpe por un muchacho ¿en serio vale más un culo que tu mejor amigo?

Sí, estos niños están madurando y tenían un poco razón, me quedé callado por unos minutos hasta que Park se levantó del sofá sin decir nada más.

—No son solo sus problemas. —Revolvió su cabello con desesperación como si eso fuese a darle la respuesta —Mi novio defiende a Jin y yo estoy de lado de Yoon Gi... ¿Crees que eso es lindo? Me he peleado con Jungkook la última media hora y se ha ido quién sabe a dónde.

[...]

     Me revolví en las sabanas mientras veía una película en Netflix, ya que Jin no usa su cuenta.

Escuché sus pasos acercarse, levanté la mirada y me percaté de que me observaba atento recargado sobre la pared.
Se quitó los zapatos y subió a mi cama acomodándose a mi lado para luego abrazarse a mi cuerpo.

—Alto ahí, ¿dónde has estado toda la noche?

—Pasó algo, el nuevo jefe quería dejar las cosas bien claras.

     No dije nada y solo lo abracé de vuelta, estaba extraño, mire sus ojos y estaban ligeramente rojizos ¿Había llorado?

—Jin escucha hoy fue un día difícil y... —Me iba a levantar pero sus manos se aferraron a mi camiseta.

—No te vayas.

—¿Por qué tanto contacto físico conmigo? —Acaricie su cabello y lo llené de besos sobre su frente.

—Sólo te grabo en mi memoria.

     Esa noche terminamos enredados en las sabanas de la cama, desnudos, Jin no paro en toda la noche de besarme y susurrarme cosas en voz baja mientras teníamos relaciones.

Se veía tan frágil que por unos momentos me rompió el corazón.

Jin

Flashback.

Y ahí estaba mi ex pareja mostrándome información de los chicos, sus números de teléfono, dirección de residencia, lugar donde estudiaban y trabajaban.

—No los involucres en esto. —Hablé sollozando pues bien sabía que HyoSang podría dejarlos sin escuela, sin trabajo, sin casa sólo por un capricho. Tragué grueso y deje el teléfono en su lugar. —¿Qué quieres a cambio?

Una sonrisa se le formó en la cara.

—La boda no se cancela y volverás conmigo a América. —Tomó sus cosas y se acercó para darme un beso en la comisura de mis labios.

—¿Para que me quieres a tu lado? Se que estas lejos de amarme y además, te pudres en dinero, no me necesitas. —Y al parecer nada podía borrarle esa sonrisa.

—Piénsalo, nos veremos pronto.

[...]

—¿Por qué todo mundo está herido? — Coloqué la vendita en la nariz de Yoon Gi mientras él seguía quejándose debido al dolor.

—No te interesa...

—¡Atención! —Gritaron llamando la atención de todos los que nos encontrábamos en el lugar indicándonos que nos acercáramos, finalmente iban a presentarnos al nuevo CEO después de ese discursito monótono.

—Buenos días. —Mis ojos se abrieron como platos en cuanto estuvo de pie frente a nosotros. —Soy Jin HyoSang...

Tomé la muñeca de Yoon Gi con fuerza.

—Jin, me cortas la circulación.

—Su nuevo jefe.

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Ustedes viendo como vuelvo a resubir un fic del 2015