~ ¿Cómo te va en el trabajo?
2:30 pm

~ Van a sacarte del aula otra vez si no guardas el teléfono.
2:32 pm

~ No tengo profesor justo ahora, así que dime.
2:35 pm

Seok Jin te ha enviado una imagen.
- Imagen en multimedia -

~ OMO! Te vez feliz.
Tengo que volver 😅 mis clases terminan temprano así que pasaré por ti, no vayas a irte.
2:45 pm

     Ahora que Seok Jin trabaja todo se había tornado un poco más aburrido, me evitaba la mayoría de veces, cada vez que quería abrazarlo o tomar su mano él simplemente me evadía. Ambos llegábamos agotados y en ocaciones tenía que esperar a Jin afuera de su empresa a altas horas de la madrugada mientras estudiaba para mis pruebas, otras Jin llenaba una pequeña mochila con mucha comida para cuando debía quedarme a hacer proyectos con Hoseok.

     Los fines de semana íbamos a los bolos, al gimnasio o simplemente no hacíamos nada, pero había pasado mucho tiempo desde que comimos fuera así que esta noche iríamos a cenar.

—¿Qué quieres cenar? ¿Deberíamos comer langosta?

—So expensive... Podría comer ramen y listo, ¿Cómo te fue hoy? Tu cabello luce desteñido así que debemos arreglar eso.

     Ahora siempre metía una manta en la parte trasera de la camioneta para Jin, ya que era muy friolento y no quiera que se enfermara. Para ser sinceros no quería cargar con un Seok Jin enfermo mandándome todo el día.

     Paramos en un pequeño restaurante y ordenamos algo sencillo porque queríamos irnos a descansar lo más pronto posible y recuperar energías. Comenzaba a sentirme realmente extraño con él, ya no podía hacerle contacto visual sin que tuviera que desviar la mirada a otra parte.

—¡Seok Jin, casi lo olvido! —Sorbí de mi plato y me gané su atención. —El día que te fuiste de viaje me encontré con un amigo tuyo, ¿Se vieron o regreso antes?

—No tengo la menor idea de lo que estás hablando Namjoon, ¿Cuál amigo?

—Ese... HyoSang.

Jin

     Namjoon debe estar jugando o será que Yoon Gi ya abrió la boca. Me atraganté con mi comida y una vez me calme miré fijamente a Namjoon quién lucía preocupado.

—¿HyoSang? —Estaba temblando y por más que quisiera ocultar mi nerviosismo no podía ¿Y ahora que se supone que debo hacer?

—Sí, nos encontramos y se presentó muy amable diciendo que acababa de llegar a Corea, por cierto gracias por hablarle bien de mí.

     Me tensé y mis manos se aferraron fuerte al cojín de la silla, él, ¿Cómo llegó aquí? Peor aún, ¿Cómo conoce a Namjoon? Sacudí mi cabeza y me levanté con la excusa de que iría al baño y aproveché para hacer una llamada de emergencia.

     ¿Me siguió? No, fui muy cuidadoso cuando me fui e incluso estaba con un pasaporte ilegal en este país para que no pudiese conseguir información.

~ Nate hola, necesito que averigües algo por mí...

—¿Estás bien? Te vez pálido.

—Estoy bien así que presta atención al volante. —Jugaba con mis manos mientras le sonreía a Namjoon para tranquilizarlo un poco. Aún tenía curiosidad. —¿Qué te dijo Yoon Gi?
Se orilló y detuvo el auto.

—¿Qué tiene que ver Suga en todo esto? Jin, —Se acomodó en el asiento y me miró serio. — él está ocupado pero tú... ¿Hay algo que quieres decirme?

Sí. Muchas cosas sin duda.

—No, es sólo que nos encontramos en América...

—¿No ibas a Sydney? —Se acercó más, olvidé que le había dicho que sólo iría a Australia.

Me metí en un lío.
    
     No quiero seguir mintiendo, se me agotó la imaginación para crear una excusa creíble esta vez.

—Ya! Seok Jin, ¿Por qué pones esa cara? Parece que acabas de ver a un fantasma, ¿Quién es HyoSang? ¿Por qué fuiste a Amer...

      Me estiré en el asiento acercándome lo más que pude a su rostro con los ojos cerrados. Podía sentir su respiración sobre mis labios y mis manos se encontraban rodeando su cuello.

Yo... ¿De verdad voy a besarlo?

Namjoon

     Sus ojos cerrados de esa manera son graciosos, sus labios estaban en forma de boca de pato y sus manos temblaban, sonreí y lo tomé de las mejillas.

—¿Qué rayos crees que haces? —Solté una carcajada y el contrario abrió los ojos regresando rápidamente a su lugar con el rostro completamente rojo.

     Comencé a reírme al grado que Seok Jin parecía molesto y se giró en dirección contraria a mí cubriéndose completamente con la manta. Arranque el auto y llegamos rápido al departamento, Jin se adueñó de la cocina haciendo alboroto, por mi parte me limitaba a seguir burlándome de su actitud. Abrí lentamente la puerta de la cocina echando un vistazo, ese delantal rosado me sacaba de quicio ya que tiene una cara feliz aterradora.

     Entré y Jin me ignoró por completo mientras lo observaba atento desde el marco de la puerta, el silencio era abrumador pues ninguno decía nada.
Comenzó a fregar los platos y me puse unos guantes para ayudarle, seguía sin dirigirme la palabra.

—¿Por qué estás tan nervioso? —No obtuve respuesta alguna así que tome algo de esfuma embarrándola en su nariz causando su enojo.

—¡No es divertido Namjoon! Deja de hacer eso...

—Te ves lindo cuando te cabras. —Él negó con la cabeza y regreso su vista hasta la pila de platos sucios. —Oh, tienes mucha esfuma en tu mejilla.

—¿Dónde? Deja de joderme o voy a rom...

     Lancé los guantes al lavabo y tomé su rostro juntando nuestros labios con delicadeza. Jin se quedó inmóvil al principio y luego llevó sus manos aún húmedas hasta mi camiseta sujetándola con fuerza; baje mis manos hasta su cintura aprisionando su cuerpo contra el mío y el lavabo mientras seguía el beso, sus labios eran adictivos y provocadores, me separé de él juntando nuestras frentes con miedo a saber qué pensaría ahora de mí.

—Me gustas mucho Seok Jin, ¿Qué piensas hacer al respecto?

Jin

     Mi corazón latía tanto que pensé que tendría alguna falla circulatoria o algo por el estilo, me sentía feliz porque al parecer no era el único que se sentía de esta manera, sin embargo una parte de mi se inundaba de tristeza pues no podía seguir mintiéndole así, supongo que si pasa otro día no habrá gran diferencia a que se lo diga mañana.

No, debes decirle ya.

—Namjoon...

—Seok Jin, ¿Quieres salir conmigo?

     Huí de mi país, te he estado mintiendo todo este tiempo y estoy escondiendome de alguien.

Estoy comprometido.

     Y nuevamente mis manos terminaron enrollados en su cuello y nuestros labios juntos.

—Sí quiero, Namjoon.

Puedes irte al carajo HyoSang, me quedo con Namjoon.