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32

Las horas habían pasado, Jennie había dejado de llorar, pero la tristeza seguía allí. Tocaba el piano de manera sutil, perdida en sus pensamientos. Las luces estaban apagadas, solo la luz de la luna se reflejaba iluminaba el cuarto.

Lisa la veía con tristeza desde su escondite, se mantenía detrás de la puerta, escondida en la oscuridad. Observó la foto autografiada de la cantante Lía en sus manos, casi comete el error de darle aquello como regalo, iba a causarle más dolor, por suerte pudo evitarlo.

Lisa se escondió más cuando las luces fueron encendidas, se asomó con cuidado y notó a Jennie regresar a su asiento, había prendido las luces para comenzar a escribir.

"Hoy es su cumpleaños...y solo a llorado. Soy tan inútil...¿Qué puedo hacer para verla sonreír?"

Jennie dejaba la botella de agua ya vacía a un lado, lo había terminado de beber en ese momento. Tomó sus audífonos y los puso sobre sus oídos, comenzando a escribir. Pero la mirada de Lisa estaba en esa botella, pensativa.

_Agua...- susurró Lisa.

En cuestión de segundos, Lisa corría por las calles en búsqueda de una nueva botella con agua. Pidió disculpas cuando empujó sin querer a uno de los clientes de la tienda y dejando el dinero, salió corriendo a todo lo que podía.

Cuando Jennie regresó del baño y volvió a sentarse, tomó la nueva botella y lo bebió, sin percatarse de nada. Tomó los audífonos nuevamente y se los puso, cuando notó algo que le molestaba, las luces no dejaban de parpadear, siendo incómodo para los ojos.

_Luz...- susurró Lisa.

Corría por la calle nuevamente, sostenía en su mano un nuevo foco y sujetaba su gorra para que no saliera volando. Cuando Jennie regresó de traer una guitarra, notó con extrañeza que las luces ya no parpadeaban.

_Que extraño...

Regresó a su asiento con los ceños fruncidos y no dejaba de ver las luces. Tomó la botella de agua e iba a abrirla, cuando se dió cuenta de un detalle, ¿No estaba vacía?

_Esto también es extraño...- observó con disimulo a su al rededor, ¿Acaso había alguien? Decidió fingir que no lo sabía e ideó una trampa - ah...realmente quiero un café ahora - Lisa escuchaba atenta - un café muy caliente.

A los minutos, Lisa subía corriendo las escaleras, el café le estaba quemando las manos y soportaba el ardor. No se había dado cuenta que Jennie la observaba curiosa desde arriba con los brazos cruzados.

_¿Eres tú, Manobal? - una leve sonrisa apareció en ella. Lisa llegó al piso y cruzó el pasillo, sus pasos frenaron cuando se encontró con Jennie frente a ella - Manobal - Lisa tragó nerviosa. Jennie se acercó a ella a pasos tranquilos y Lisa trató de esconder con disimulo el café a sus espaldas - ¿Qué estás haciendo?

_Jennie...- sonrió nerviosa.

_¿Entregas café en tiempo parcial?

_Oh e-es que...- volvió a llevar al café al frente al verse atrapada.

_Eres tú, ¿Verdad? Quien me trajo agua y arregló las luces, ¿Por qué lo hacías? - una idea que no le agradaba cruzó por sus pensamientos - ¿Qué haz visto? - frunció los ceños, tenía la duda si escuchó sobre su madre.

_Yo...lo que ví fue...- su voz temblaba - ¡Ví tu regalo!

_¿Qué? - preguntó confundida.

_Mi tía abrió tu paquete enviado de los Estados Unidos...y yo lo ví - levantó el café a ella - perdóname, por favor.

Jennie reprimido su enojo hacia esa señora.

_Bueno, lo suponía, siempre me pides disculpas. ¿quieres sobornarme con un regalo en vez de con palabras esta vez? Estás avanzado - asintió de manera agradable. Sostuvo el café y lo tomó, de inmediato lo escupió por lo caliente que estaba - ¡Está quemando! - se quejó.

_Has dicho que querías un café muy caliente - Jennie la miraba con los ceños fruncidos mientras hacía aire a su lengua - Jennie, yo sé que podrías enfadarte si yo te digo esto pero...felíz cumpleaños. Lo siento mucho por causarte problemas en tu cumpleaños, puedes reprocharme tanto como quieras hasta que te sientas mejor.

Jennie frunció los ceños con extrañeza.

_¿Qué? Lo dices como si fuera una bruja que se enoja por todo - Lisa desvío la mirada, nerviosa - ¿Eso piensas? De todos modos, recibí felicidades de cumpleaños en este lugar inesperado - mostró una sonrisa sincera - gracias.

Lisa sonrió con más confianza.

_Jennie...¡Felíz cumpleaños! - levantó ambos pulgares a la altura de su sonrisa.

_Sobornar y felicitar, cada día me agradas más, Manobal - felicitó.

***

_Jennie, vamos, hoy es tu cumpleaños, ¿No tienes nada que hacer?

Ambas se encontraban sentadas en banco del parque, había pasado varios minutos desde que llegaron pero solo estaban sentadas y eso a Lisa le parecía aburrido, así no haría sonreír a Jennie.

_Te dije que no hacía falta, pero igual me trajiste hasta aquí - Jennie estaba de brazos cruzados - así que tienes que pensar tú.

_Pero cuando estoy contigo, siempre quieres ser la cabeza en todo. ¿no te vas a molestar si yo dirijo en esta ocasión?

_Decido ahora que tú vas a tomar las decisiones esta noche. Estoy a tu disposición, solo por hoy. Así que piensa tú.

_Está bien - se puso de pie - vamos a comer.

***

_Esta es la única sopa de algas que podemos encontrar en este momento - Lisa abría el caliente envase.

_Manobal - Jennie miraba la humeante sopa - Le echaste aceite de sésamo, ¿Verdad?

_Sí, así es muy delicioso.

_¿Sabes de qué está hecho el aceite de sésamo? - se cruzó de brazos.

_El aceite de sésamo...- se dió cuenta de su error - tu alergia...

_Casi me matas el día de mi cumpleaños, Manobal.

_¡Lo siento! - estaba avergonzada.

_Dejémoslo pasar ¿Cuál es el siguiente plan?

_Debe...debe recibir su regalo de cumpleaños.

Minutos después, Jennie miraba incrédula la pequeña tienda en dónde Lisa la había llevado. Estaba llena de juguetes y cosas para niños.

_Es un lugar bonito donde puedes escoger lo que quieras - Lisa sonrió.

_No traes dinero, ¿Verdad?

Lisa desvío la mirada, avergonzada.

_Elige lo que quieras. Aquí hay lápiz y cuaderno nuevo que sueles usar - sonreía - ¡Jennie, mira! - corrió a un extremo, mostrando una lámina con varias Jennie's en forma de dibujo - ¿Eres tú?

_¿Qué? - Jennie frunció los ceños, acercándose de inmediato - ¡¿Qué es esto?!

_¡Son para tazos! - sonreía emocionada.

_No, no, no. No soy yo - se negaba a creerlo.

_¡Pero tiene tu nombre! ¡y mira su cara toda enojada! ¡eres tú! - señalaba.

De inmediato Jennie le quitó la lámina, viendo desconcertada todos esos dibujos.

_¿Qué es esto? ¡¿qué estoy haciendo en dibujos de tazos?!

_¡Aquí están Jisoo y Rosé! - tomaba todos.

_Señor Nam...- Jennie pronunció entre dientes - ¿Cuándo dió permiso para esto?

_Jennie, mira - mostró una pegatina - aquí estás chiquita y gordita, además estás sonriendo. Que adorable.

Jennie comenzaba a gruñir por lo bajo, eso estaba siendo humillante.

_Parece que no hay míos - Lisa buscaba.

_Manobal, ¿Qué estás haciendo? Vámonos - susurraba avergonzada, rápidamente salió de la tienda.

_¡Ladrona! - la señora fue tras ella.

***

_El señor Nam claramente dijo que estos dibujos serían solo para los paquetes de kimbap y pan - miraba con seriedad los tazos que habían comprado. Se encontraban ahora arriba de un juego de niños en el parque, en dónde era un pequeño castillo - con razón me pagó demás.

_Solo la gente más popular tiene tazos - Lisa comentaba - además, la señora dijo que los tuyos eran los más vendidos. Felicidades.

_Gracias - seguía mirando los dibujos - espero que también te hagas muy popular, así también saldrás en tazos.

_Veamos que tan bien vuelas - Lisa tomó un tazo con el dibujo de Jennie, lo puso entre sus dedos y con el índice lo golpeó con fuerza, ni siquiera voló cinco centímetros - creo que no te gusta volar...- comentó con decepción.

_Eres tú quien no sabe lanzar - Jennie tomó uno de los suyos - hazte un lado, aprende - tomó posición - aquí va el tazo de Jennie - golpeó con fuerza, pero cayó directamente al suelo.

Lisa casi escupe de la risa, tuvo que disimular cuando Jennie giró rápidamente a ella con los ceños fruncidos.

Lisa lanzó otro, esta vez voló muy lejos y en alto.

_¡Jisoo llegó más lejos! - señaló.

_¿Jisoo? Yo puedo hacerlo mejor - volvió a tirar uno con su imagen, pero cayó en seco al suelo - ¿Qué?

_¡El de Rosé también voló, mira!

_¡¿Por qué los míos están defectuosos?! Manobal - giró a ella - llama a la tienda, vamos a denunciar.

_¡Mira, mira! ¡El de Jisoo ha ido hasta allí! ¡Casi una calle!

_¡Yo puedo hacerlo mejor que Jisoo! - gritó recelosa.

Tiraba los tazos uno tras otro, viéndose desesperada pero ninguno volaba.

_¡Mira, el de Jisoo-

_¡Ya sé! ¡Ya sé! ¡Jisoo!

Tiró uno con más fuerza, este voló en lo alto. Ambas miraron atentas la caída, el tazo cayó en un voltereta y rodó hasta el tazo ya tirado de Jisoo, quedando por pocos centímetros delante de ella.

_¡TE DIJE! ¡TE DIJE! - Jennie festejaba dando saltos - ¡LLEGUÉ MÁS LEJOS!

***

_Jennie, tu cumpleaños casi termina, van a ser las doce - se detuvieron en la entrada de la casa - pero no comiste tu sopa de algas ni recibiste ningún regalo...- comentó Lisa entristecida - no hice nada por tí.

_No fue cada caótico, tienes razón - giró a ella - pero fue muy divertido. Me hiciste olvidar...ciertas cosas - en su voz se reflejó la tristeza, Lisa entendió a lo que se refería.

"Por tu culpa...por darte a luz...lo perdí a él"

Jennie suspiró, iba a entrar a casa pero Lisa la detuvo.

_Jennie - llamó, la castaña giró a ella - quedan cinco minutos - sonreía para ella - ¿No quieres terminarlo correctamente?

_¿Cómo harías eso?

_Hay una linda manera de finalizar los cumpleaños.

_¿Cuál? - preguntó con curiosidad.

_No te enfades, ¿Ok? - pidió de manera amigable.

_Si tú crees que voy a enfadarme, no lo hagas.

_Dijiste que hoy podía decidir, entonces, solo obedece.

Jennie observó a Lisa acercarse, su sorpresa fue cuando rodeó sus brazos por su cuello y la atrajo en un cálido abrazo, siendo delicada. Lisa acarició suavemente su espalda, sonriendo con tristeza al recordar las palabras que su madre le había dicho.

_Jennie...el día que naciste...fue lo más precioso. Gracias por nacer en este mundo.

Los ojos de Jennie comenzaron a cristalizarse. Sus lágrimas cayeron por sus mejillas y cerró los ojos, descansando su frente en el hombro de Lisa. Sus manos se levantaron con timidez y abrazó suavemente de la cintura a Lisa, atrayendola a ella.

En la terraza, otros ojos también reflejaban tristeza. Jisoo había esperado por Lisa, había estado preocupada por no verla llegar. Ahora que la veía junto a Jennie, entendió la razón.

Sintió sus lágrimas caer, ni siquiera se había dado cuenta. Decidió alejarse, dando un leve suspiro.

_Sé que debo ignorar lo que siento...pero es muy difícil hacerlo.



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