11
La castaña seguía conduciendo, estaba cerca de llegar a la empresa, cuando al lado de la autopista, se percató de Manobal, quien bajaba corriendo a las escaleras que daban al tren subterráneo.
_¿Manobal?
Lisa buscaba de manera desesperada a aquella señora de vestido rojo, miraba a todos lados, una y otra vez, sin poder hallarla. Continúo corriendo escaleras abajo, donde el tres estaba a punto de salir, sin percatarse que la señora a quien tanto buscaba, estaba detrás de ella, ingresando al tren. Había recibido una llamada de emergencia con respecto a la renta y tuvo que marcharse.
Lisa recorría cada pasillo a pasos acelerados, trataba de ver por las ventanas del tren que ya estaba avanzando, pero ni así pudo encontrarla.
_¿Ese no es el de Blackpink? - murmuró una chica a lo lejos a su amiga, poco a poco las personas de la estación lo iban reconociendo.
Lisa estaba dispuesta a seguir buscando, cuando la capucha de su chaqueta cubrió su cabeza por completo. Giró a sus espaldas y era Jennie quien lo había hecho.
_¿Esa es Jennie?
_¿Es Jennie?
Los gritos del público comenzaron al ver a la misma Jennie Kim allí presente. Traía puesta sus gafas de sol y su típica expresión de seriedad. La castaña tomó de la muñeca a Lisa y quiso que se marcharan, pero la pelinegra frenó, quitando su mano de ella.
_Tengo que encontrar a alguien - pronunció decidida a hacerlo.
Jennie notó que ante cada segundo, la gente se iba acumulando, debía aprovecha que estaban respetando su espacio personal y no se acercaban, pero no sabía cuánto duraría eso.
_Si no quieres que la gente te reconozca y se te tire encima, detente - aconsejó.
Lisa se percató de lo que decía, la bulla era cada vez más fuerte. Jennie no esperó más por su respuesta y volvió a tomar su muñeca, llevándola con ella.
***
Después de irse de la estación, ahora se encontraban en la terraza de aquel hotel, donde Jennie se había ido cuando no quisieron echar a Manobal del grupo.
Era una pequeña terraza llena de flores y pequeños árboles. Lisa estaba apoyada en el barandal, mientras Jennie veía el paisaje con los brazos cruzados, sin cambiar su expresión de "odio todo"
_La señora me trajo esta foto y me encontró...debe conocernos a mi hermano y a mí - veía el sobre en sus manos - tal vez... podría ser nuestra madre - Jennie la miraba de reojo - siento como si estuviera soñando. No me sentiría decepcionada, incluso si no es mi mamá. Si logro saber algo de ella, estaría agradecida - sonreía esperanzada - ella volverá, ¿cierto? - miró a Jennie por un segundo - dejó esta foto, seguro volverá a venir.
La castaña giró a verla curiosa, Lisa estaba rezando en silencio. Estuvieron así unos segundos, hasta que Jennie se atrevió a interrumpir.
_Entonces, ¿qué harás? - preguntó com voz neutral.
_¿Qué? - Lisa no había entendido a qué se refería.
_Incluso si viene, tú no estarás aquí - le recordó - me prometiste que te irías de inmediato, ¿recuerdas?
_Señorita, Jennie...- no podía creer la poca empatía que tenía la castaña - debo encontrar a mi madre.
_Detente - ordenó - odio a la gente que habla sobre su triste historia y anda lloriqueando.
_Señorita, Jennie - giró su cuerpo a ella, mostrándose segura y decidida - al menos hasta que regrese... déjeme quedarme.
Jennie pareció pensarlo, pero solo duró unos segundos.
_No - respondió de inmediato - Manobal, debes irte. Nada a cambiado.
Dicho lo último, pasó por lado para irse, dejando a Lisa con los ojos cristalinos, no sabiendo qué hacer.
***
La castaña se dirigía al ascensor, cuando por el gran pasillo, se cruzó con su madre, decidiendo ignorarla como siempre lo hacía.
_¿Me evitas porque detestas verme? - preguntó la mayor sin girar a verla, logrando que Jennie detenga su paso. Lia se acercó a ella, hablando a sus espaldas. Traía su molesta sonrisa egocéntrica - quedándote en este hotel aún sabiendo que me hospedo aquí...es porque esperas encontrarte conmigo de casualidad...¿Cierto?
La castaña bajó la mirada por un segundo, reprimiendo sus emociones, tragando en seco. Dió un suspiro y volvió a levantar la mirada, tratando de no verse afectada.
_Esperas demasiado - evitaba verla.
_Si no es así, olvídalo - seguía sonriendo.
Para la decepción de Jennie, su madre simplemente siguió su camino, como si no le importara. Giró con un leve enfado a verla, viendo como se comportaba de lo más amable con las demás personas que la saludaban al reconocerla.
Los recuerdos de su infancia volvieron a su mente, donde la pequeña Jennie de siete años la esperaba en casa, sola, viendo a su madre a través de una pantalla, disfrutando de su fama sin importarle criar a su hija.
_Por qué querría encontrarme con la mujer que me abandonó - pronunció con resentimiento - patética - siguió su camino.
***
_Cierto, tienes algo que decirme - Namjoon se sentaba frente a Lisa, estaban en su oficina - ¿De qué se trata? - la pelinegra no respondió, se notaba nerviosa - ah...¿Es difícil de decir? Jennie parece saber lo que es, me ha insistido mucho, ¿le pregunto? - preguntó de buena manera.
_Yo...yo...- le costaba mucho contarlo - yo...- levantó la mirada, viendo detrás de el ceo, una gran foto de Blackpink en ella. Su vista fue directo a Jennie, Lisa la observó desafiante, como si ella estuviera presente. Volvió su vista a Namjoon, notandose más segura de lo que diría - ¡no voy a irme! - pronunció claro y fuerte.
_¿De qué hablas? - no entendía.
_¡No me iré nunca, me quedaré como Louis Manobal, me quedaré aquí! - calmó su voz - hasta ahora, sentía como si estuviera...reemplazando a alguien contra mi voluntad - veía la foto de su hermano en la pared, volviendo su vista al Ceo - porque de alguna forma me arrastraron hasta aquí. ¡Pero ya no! Creo en la razón por la que Louis Manobal debe estar aquí, tan seguro como que estoy vivo, aguantaré.
Namjoon lo miraba extrañado. Estaba contento con que estuviera cómodo en el grupo, pero no entendía porqué hablaba de él como tercera persona.
***
La castaña corría al rededor de el parque que estaba frente al hotel. Tenía puesto su ropa deportiva y traía una toalla blanca en el cuello, cuando frenó su ejercicio al ver a Manobal frente a ella, esperándola.
Jennie suspiró, tratando de calmar su respiración.
_¿Estás aquí para rogarme de nuevo? - preguntó curiosa.
_Sí, estoy aquí para rogarle - respondió segura - para mí, esto es un asunto apremiante.
Jennie se quitaba sus audífonos, notandose tranquila.
_También tengo un deseo apremiante, deshacerme de tí.
_Señorita, Jennie - levantó su palma a ella, mostrando un anillo en ella - por favor, guarde esto por un tiempo - Jennie miraba el accesorio, curiosa.
_¿Qué es esto? ¿Me vas a pedir matrimonio?
_La persona quien nos crío, nos lo dió a mi hermano y a mí, diciendo que lo tendríamos en lugar de mamá y papá. Ésta es mi objeto más preciada en el mundo.
_¿Y?
_Por favor, tómelo y confíe en mí - mantenía su palma en alto, para que Jennie lo tomara - haré todo bien y de verdad no la molestaré. Déjeme quedarme.
Jennie la miraba, no entendía porqué su insistencia en algo tan simple.
_Si lo soportas...¿Crees que puedes encontrar a tu mamá?
_Si es con un corazón sincero, creo que puedo encontrarla.
Jennie suspiró, asintiendo.
_Veamos si puedes encontrar algo...- tomó el anillo, observándolo por un momento -...con tu corazón sincero.
Fue cuando Jennie lanzó el anillo con fuerza directo al gran estanque de piedras que estaba cerca, dejando aturdida a Lisa.
_¡Mi anillo!
Corrió al barandal del estanque, buscando desesperada su anillo. Giró con enfado, sintiendo sus ojos cristalizarse, Jennie se acercaba a ella de manera tranquila.
_Una vez lo abandones, se acabó. Se acaba porque tu mamá también te abandonó. El anillo también se fue. Entonces, quedarte como Louis Manobal y todo lo demás...- se detuvo frente a ella - deberías dejarlo ahora.
Lisa apretó los labios, sintiendo sus lágrimas caer. Se acercó a la castaña y para la sorpresa de Jennie, la empujó de los hombros con fuerza, haciéndola retroceder.
_¡Le dije que era preciado para mí!
Jennie volvió a su aparente tranquilidad.
_¿Viste? Estás enojada, porque también crees que no podrás encontrarlo.
_¡Lo encontraré! - respondió segura, dejando más sorprendida a Jennie por su perseverancia.
_Entonces, inténtalo - se sentía intimidada por aquella mirada de la pelinegra - si de verdad lo encuentras... confiaré en tí y te dejaré tranquila - decidió retirarse.
_¡Seguro que lo encontraré! - gritó Lisa a lo lejos - ¡Y se lo demostraré!
La pelinegra corrió al estanque, trepó por el barandal y saltó al agua, este le llegaba por encima de las rodillas. Comenzó a buscar el anillo, metiendo casi medio cuerpo al arrodillarse y buscar con las manos. El agua no era cristalina, era casi imposible verlo a simple vista.
Jennie ingresó a su cuarto y se quitó la toalla del cuello, tirándolo con molestia en el sillón.
_¿Encontrarlo? ¿Encontrar qué? Se acabó, una vez que te abandonan - miró a la ventana que daba al parque - Manobal, solo te estoy enseñando...que si eres abandonada, no hay vuelta atrás.
Las horas pasaban y Lisa seguía buscando. El sol comenzó a ocultarse, mostrando un hermoso color naranja, pero eso no ayudaba a Lisa, que seguía dentro del estanque, no dejando de buscar. Llegada de noche, era imposible ver a través del agua, pero Lisa, persistente, seguía buscando, estando exhausta, pero sin pensar en abandonar su busqueda.
Detrás de uno de lo muros, se encontraba Jennie, observándola con extrañeza.
_¿E una tonta? ¿De verdad piensas que puedes encontrarlo? - negaba con desaprobación.
Abrió su mano frente a ella, viendo el anillo que aún tenía. Era imposible que Lisa lo encuentre en el estanque, tarde o temprano se rendirá, está segura.
_No lo lograrás - volvió su vista a Lisa - rindete, Manobal - pronunció antes de irse.
Dos de la mañana, Jennie no podía dormir. Se removía de un lado a otro, estando pensativa. Se sentó y miró por la ventana, preguntandose si Lisa seguiría allí.
_Es imposible, ya debe haberse rendido - rió, negando - sí, ya debe de haberse rendido - volvió a recostarse.
Cuando despertó en la mañana, volvía a ponerse su ropa deportiva y salió a correr como todas las mañanas. Pero ante su duda, decidió llegar primero a aquel estanque, buscando con la mirada a Lisa desde lo alto del otro extremo del estanque, no encontrandola.
Jennie bufó en una sonrisa.
_No sé porqué me sorprende, era obvio.
Su sonrisa se esfumó de inmediato al ver a Lisa salir de detrás de una roca, se veía demasiado exhausta, aún así, continuaba sumergiendo sus manos por debajo del agua.
Jennie estuvo a punto de correr cuando vió a Lisa caer por la poca fuerza que tenía. La castaña estaba preocupada, pero su orgullo no la dejaba aceptarlo.
Suspiró con frustración al verla ponerse de pie nuevamente, fue entonces que negó y decidió bajar de lo alto, dirigiéndose al otro extremo donde se encontraba Lisa.
_¿Qué estás haciendo? - pareció más un regaño. Lisa levantó la mirada a ella, mirándola con resentimiento - ¿Todavía lo estás buscando?
_Estoy segura que lo encontraré.
_Hey, solo rindete y sal de allí - pronunció ya cansada por su actitud. Pero Lisa simplemente la ignoro, siguiendo su objetivo - ¡Hey, Manobal! - regañó - ¡Manobal! - volvió a llamar - ¡Ash! ¡No lo vas a encontrar, ya rindete!
Pero Lisa ni siquiera le dirigió la mirada, esto dejó sin palabras Jennie, su expresión de enfado fue disminuyendo, convirtiéndose en una de compresión, sintiéndose apenada por ella.
_Ya...no tienes porqué buscarlo. Solo...sal de allí - pidió, volviendo a ser ignorada. Dió un suspiro y apretó los labios, asintiendo por lo que iba a hacer - el anillo...- lo levantó a la altura de sus hombros, mostrándolo - está aquí....- Lisa levantó la mirada, viendo el anillo en manos de Jennie. Se notaba aún molesta, y sin cambiar su expresión, caminó hasta Jennie, trepando el barandal y quedando frente a ella, mirándola seriamente - sí, eres firme y genial, lo acepto, pero ya es suficiente.
Lisa tomó la mano de Jennie, el que estaba sosteniendo el anillo, dejándola sorprendida por el contacto. Lisa sonreía con los ojos cristalinos, viendo el anillo.
_Lo encontré...- miró directamente a los ojos gatunos de la castaña - lo encontré. Usted, que no confía en mí, lo escondió...y yo lo encontré.
Esto dió en el orgullo de Jennie, pero debía aceptarlo, Manobal tenía razón. Así ella lo haya mostrado, Lisa solo tenía que encontrarlo.
_Sí, lo encontraste.
Antes de que dijera algo más, Lisa le arrebató el anillo con fuerza. Jennie tuvo que retroceder al casi golpearla, esto indignó a la castaña.
_¿Qué...vas s golpearme otra vez? - encaró.
Para su sorpresa, Lisa se tiró a ella un abrazo, escondiendo su rostro en su cuello y abrazándola de la cintura. Jennie estaba aturdida, no sabiendo cómo reaccionar.
_Gracias, señorita Jennie - sollozaba - muchas gracias.
La castaña reaccionó al ver a gente pasar a los lejos, estaban viéndolos. Trató de apartar a Manobal con desesperación, pero la chica era muy fuerte, sonreía entre lágrimas de la felicidad. No le quedó de otra que con manos torpes, se cubrió rápidamente la cabeza con su capucha de su casaca deportiva, poniéndose nerviosa.
_Oye, somos famosas, recuerda - murmuró - pueden hacer un escándalo de esto - trataba de cubrir a ambas.
Jennie abrió los ojos y tragó en seco cuando Lisa la apegó más a ella, fortaleciendo el abrazo en su cintura. La castaña sintió la respiración de Manobal en su cuello, comenzando a acelerar sus latidos. Volvió a tragar nerviosa y solo esperó allí, esperando a que Lisa se cansara de abrazarla, pero eso tardó durante mucho tiempo para el nerviosismo de Jennie.
Voten ❤️
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