*;drop
Su última semana parecía ser muy buena para ser verdad. Esa misma mañana tuvo un nuevo impulso para atentar contra su vida, supo controlarlo. O bueno, después de haber rasguñado su pierna y de ver la sangre manchar su blanquecina piel, comenzó asustarse e inmediatamente llamó a su esposo. Jung no tardó en dejar la oficina donde trabajaba para ir corriendo por su marido. Cuando llegó todo estaba hecho un desastre, podía ver algunos floreros rotos en el piso, fotografías, sangre por todas partes. Y lo que más le afectó fue ver el cuerpo ensangrentado de Yoongi en el suelo.
Ni si quiera le importó aventar su maletín y teléfono, tampoco le importó manchar su traje de sangre. Lo único que le importaba era ver a Yoongi con bien.
Ahora estaban en el hospital, Min quedaría una semana allí para la rehabilitación.
—M-me estás apretando.—susurró yoongi.
—¿Amor? Lo siento, ¿estás bien?
—Supongo ¿q-qué pasó?—lo olvidó, menos mal.
—Sin querer resbalaste, l-luego te explico amor.
—Mi mano.—volvió a susurrar.
—Perdón pero tú sabes muy bien que me preocupo mucho en estas situaciones. Así que no pienso soltarte.—dijo apretando aún más la mano de éste.
—"Nunca soltaré tu mano, lo prometo"—Hoseok sonrió ante aquellas palabras que él había dicho hace ya tiempo atrás y que al parecer Yoongi aún guardaba.
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