Todavía pensaba en que iban a pensar cuando llegara a las clases, que etiquetas me pondrán, si me llevaría bien con los profesores...

Sobre todo si les caería bien a los amigos de Michael. Hacía tiempo, bastante tiempo sin hacer un solo amigo o charlar con alguien que no sea de mi sangre.

Esto será difícil, al menos para mí.

Estabamos mi madre y yo en el coche y ahora mismo lo único que podía pensar era en el almuerzo, tenía una hambre tremenda.

—Mamá, ¿qué habrá de comer?— pregunté.

—Oh si... vamos a comer en un bar— dijo mi madre sin despegar la vista de la carretera.

—Bien.

—Y bueno... ¿qué tal con Michael?— preguntó.

—Oh, si, dijo que iremos juntos a clases por la mañana— dije.—Ah, y el también se tintó el pelo— recordé.

Al llegar a el bar almorzamos y nos fuimos a nuestra casa, como a mi madre le prestaron un coche hasta mañana porque mañana es cuando se compra uno nuevo nos perdimos un poco.

~A el día siguiente~

Desperté gracias a el despertador, lo apagé y me levanté de la cama modo zombie. Luego cogí la ropa que me pondría y la puse encima de el retrete "con la taza puesta".

¿Olvidé comentar que tenía cuarto de baño privado? Pues sí, lo tenía.

Me quité mi pijama y me metí en la ducha para ducharme. Al terminar de ducharme me cepillé los dientes y me puse mi ropa que elegí. Luego, me cepillé el cabello y lo dejé suelto, con ningún peinado.

Salí del baño para ponerme mis comberse blancas.

Salí también de mi cuarto, bajé las escaleras y busqué la cocina hasta encontrarla. Me adentré en ella y me tomé unos cereales que habían en un armario de la cocina.

Miré la hora y aún era temprano. Las ocho menos veinte. Michael dijo que vendría a recogerme a menos cuarto.

Terminé de desayunar y me fui al salón tumbandome en el sofá y encendí la televisión poniendo MTV.

Al cabo de unos minutos miré nuevamente la hora y me extrañé al ver que eran menos diez.

Un pequeño rato más tarde el timbre sonó. Abrí la puerta encontrandome con Michael. Estaba como si se acabara de levantar de la cama.

—Lo siento Jade, se que he llegado tarde pero esque me acabo de levantar— explicó.

—No pasa nada— dije restandole importancia.

Cogí la maleta y me fui cerrando la puerta.

—Primero pasaremos por una casa donde están los demás chicos, pero no llegremos tarde ya que nos coje de camino— dijo.

—Vale— le sonreí.

Estaba nerviosa, nerviosa por... generalmente todo. Espero causarles una buena impresión a los amigos de Michael.

Llamamos al timbre e intente no estar nerviosa. Suspiré y Michael se rió.

La puerta se abrió y apareció un chico. Se veía como... ¿Asiático?

—¡Ya han llegado!— gritó hacia atrás.

—¿Han?— pude escuchar a alguien preguntando confuso.

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Hey hey:)

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