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You know Halloween?


"[...] Caminó por la solitaria calle en medio de la noche. Tal vez pasaban de las 2 de la madrugada...
El callejón por el que decidió tomar el atajo era bastante estrecho, lo que le daba un poco de miedo.

Jungkook ahogó un grito cuando de la nada, un gato negro cayó frente a él en medio del camino. El minino se quedó viéndolo fijamente y, por un momento, creyó que era su esposo el que lo veía. Juzgándolo. Pero no, era imposible, él no podía ser, su esposo no tomaría la forma del gato sólo para hacerlo sentir miserable.

Siguió su camino cuando el gato, luego de unos minutos, se fue como llegó.
Saliendo del callejón, sintió unas fuertes pisadas detrás de sí, por lo que se volteó y logró ver a un hombre bastante abrigado que, al devolverle la mirada, hizo una mueca de disgusto, para luego negar con la cabeza y seguir por otro camino.
Se quedó unos momentos parado viendo a la nada ¿podría ser que su esposo lo hubiera seguido? No. Primero que nada, este hombre era mucho más bajo que él; segundo, era imposible siquiera que su esposo pudiera caminar, para ese momento, seguramente, ya ni respiraba. Sintió ese golpe en el corazón, comenzaba a extrañarlo...

Llegó a su casa y el pequeño perro que ambos querían como a su propio hijo, lo recibió con ladridos y reproches. ¿Sería posible que su amado hubiera mandado al cachorro a reclamarle por lo que había hecho? No. Su esposo, su amado Taehyung, jamás le reprochaba nada.

Ingnoró al can por completo y bajó las escaleras hacia el sótano.
Entonces, pensó en cómo era posible que su amado esposo, del que jamás recibió reproches, quejas o siquiera llegaba a juzgarlo, le hubiera dicho la semana anterior que ya no quería saber nada de él, que ya no quería seguir viéndolo, que incluso las maletas ya estaban listas.

Escalón a escalón bajó, casi como una tortura, hasta que se detuvo en el último...
Ah. Ahí estás— sonrío— sabía que no era posible que estuvieras tras de mi. Aún estás aquí para cuando vuelvo a casa. Sabía que me amabas, sabía que no me dejarías.

Bajó lo que quedaba, llegó hasta él y acarició sus cabellos.

Ju-Jungkook, por favor...— dijo débilmente— por favor, déjame ir...
Él dejó de acariciar, para sujetar fuertemente su pelo.

¿Dejarte ir? ¿Dejarte ir a dónde? Perteneces aquí, a mi lado. Me Perteneces a mí.
Y hasta que entiendas eso, tendré que dejarte así. Dicho esto, liberó su agarre para volver a subir las escaleras y dejar el sótano, dejando tras de sí a un desnutrido, ensangrentado y encadenado Taehyung..."
—¡¡Por favor, Jungkook, por favor!! Gritó Taehyung desde el sótano. Al día siguiente...

—¡¡Para!! ¡Para ya! ¡Esa historia está horrible!—Taehyung se quejó.

—¿Eh? Pero si está interesante— retrucó Seokjin, el autor.

—¡¿Qué parte es la interesante?! ¡Estoy muriéndome en un sótano!

—Sí bueno, pero esperá el desenlace.— Seokjin carraspeó — al día siguiente...

—No, no, no quiero seguir escuchando, ya me imaginé ahí todo muerto, basta. No— el pelirrojo se cruzó de brazos.

—Es solo fantasía, amor. No te asustes, no te voy a encadenar.— Jungkook defendió la historia de Seokjin — a menos que termines conmigo, claro.

—¡Aaaahhh! ¡No! ¡No quiero, no, Jungkook, no!— gritó al borde de las lagrimas.

—¡Bueno, basta!— Yoongi habló— Aunque está bueniiiisimo el sadismo, apoyo lo que dice Taehyung, está re aburrida tu historia. Dale, que siga otro.

—¡Pero yo salí primero en el sorteo, che!— se quejó el rubio ¿es que nadie lo iba a dejar terminar?

El grupo de siete amigos se había reunido esa noche de Halloween a contar historias de terror al rededor de la fogata, ubicada en el patio de la casa de verano que le pertenecía a Namjoon. Justo como un argumento de peli de terror necesita.
En el sorteo para ver quién contaría primero la historia, Seokjin ganó,  pero ni Yoongi, ni mucho menos Taehyung, se veían dispuestos a dejarlo terminar. Y leyendo la cara de sus otros amigos, tampoco se veían con ánimos de dejarlos continuar.

—Ya fue— Jimin habló— que siga el que le toca, ¿quién va segundo?

—Yo— Hoseok levantó la mano— pero no soy muy bueno en esto.

—Ah, no sé. Sabes cual es la prenda si perdes. Así que decisión tuya.

—¡No! ¡No! Está bien, cuento, cuento. A ver... — él menos que menos quería ser el perdedor, se moriría antes de tener que realizar el castigo.
—Ah sí, ya sé. — aclaró su garganta— Bueno, estaban Jungkook y Taehyung...

—¡Che! ¡Para! ¡¿qué somos, un circo o qué pasa?! ¡Elegí a otros, déjate de joder! Déjenme descansar un poco, ¿no? — el pelirrojo volvió a quejarse.

—Bueno, bueno, perdón— se disculpó sinceramente —eh...ah, sí, ahí va...

"[...] Trataba de ser silencioso, pues, el más mínimo ruido podría traerle consecuencias desastrosas.
Caminó con cuidado hasta que oyó los primeros gemidos.
Oculto tras una pared, asomó la cabeza para analizar la situación. Ahí estaban, al menos diez muertos viviente que caminaban un poco dispersos —Si soy cuidadoso, podré llegar a la otra calle sin ser visto— se susurró a él mismo.

Se dio un poco de ánimo, tragó aire y se preparó para cruzar la calle hacia la próxima pared que lo ocultara de esos monstruos. —Un...dos...tres...— ¡TRACK!— ...mierda..— se detuvo en su lugar, cuando vio la lata que sin querer había pateado, rodar por la calle. Se asomó de nuevo y observó. Sus amigos agusanados se dirigían a su dirección — estúpido Park Jimin. — se dijo a sí mismo.
Paralizado por el miedo, se quedó en su lugar, analizando sus opciones:

1. Podría tratar de correr y arriesgarse a ser seguido.

2. Podría quedarse y luchar. No eran muchos, pero tampoco pocos. Sin dudas, una sola persona no podría contra ellos...

De pronto, su brazo fue sujetado, volteó rápido la mirada, ¡un maldito muerto quería pegarle un mordisco!

Dio un grito por la repentina sorpresa y clavó su cuchillo en la cabeza de la abominación. Ésta cayó a sus pies. No tuvo mucho tiempo para agitarse, pues, al darse vuelta, la horda anterior de muertos vivos lo había alcanzado. —¡No!— fue hacía atrás y tropezó con el cadáver a sus pies, quedando de espaldas al suelo; o para lo que el zombie necesitaba, en bandeja de plata. —¡Aléjense!— agitó su cuchillo cuando uno se acercó lo suficiente, mas éste quedó clavado en su cráneo, dejando a Jimin expuesto al próximo que se le acercó.
Lo detuvo con la pierna. El monstruo la tomó y comenzó a masticar su bota.

Park forcejeó mientras veía a los demás acercarsele. Vio su destino sellado y sollozó. Pidió perdón a su compañero, pues no podría llegar con las medicinas que le prometió. No podría estar a su lado si algo pasaba. Su promesa de protegerlo hasta el final, quedó en la nada... —Perdón Min..— se echó al suelo, ya rendido—... No pude salvarte...

¡BAM BAM BAM BAM!
Uno a uno, los muertos vivientes, iban perdiendo ese último sustantivo, cayendo sobre Jimin; quien no podía creer lo que veía.
Min Yoongi, estaba apoyado en la pared, lleno de sudor y exhausto, disparando sus últimas balas contra la cabeza de aquellos monstruos; hasta que el arma quedó vacía y sólo quedaban dos de ellos.

Jimin se sacaba los cadáveres que tenía encima, mientras Yoongi caía agotado al suelo. El primero tomó el cuchillo que había perdido y terminó con los últimos dos. Se acercó a Yoongi, quien estaba fatigado y se notaba que su fiebre había llegado al punto máximo —Estúpido...— lloró —...te dije que me esperaras..— tomó sus mejillas y agachó la mirada.

Si...si te seguía esperando...no volverías jamás...— su voz salía ronca y cansada. —...no había esperanzas para mí...desde un principio Park. Lo sabías. ..te..te dije que no te...aferraras... — el otro escondió su cabeza en el hombro de Min y lloró en silencio— ..no...no llores...— con su mano buena tomó a Jimin por la nuca y lo obligó a verlo.

Te dejé morir...te mordieron por mi culpa...yo..yo jamás me lo perdonaré...yo...— mordió su labio para no ocasionar ruido.

Yo decidí esto...decidí protegerte...as...asi que...hazme el favor de cuidar tu vida...y no mueras...vive para que mi muerte no sea en vano...— Jimin lo miró con lágrimas cayendo sin parar— ...recuérdame..para no dejarme morir del todo... —Park asintió— ...y...y..Jimin...acaba conmigo cuando ya no...despierte...no dejes...no dejes que me convierta en eso...Park...— lloró por primera vez ante los ojos de su amigo— ..no dejes que me convierta en...en eso...e..en...eso...— con esa última petición, los pulmones de Yoongi se rindieron ante la fiebre y su pecho dejó de moverse.
Jimin lloró un poco más y, antes de que Min regrese, clavó su cuchillo en la cabeza de éste.

Veras que viviré por ambos, Min, viviré por ambos..."

Todo quedó en silencio. Sus amigos lo miraban y él no sabía si era porque su historia era muy mala o...

—¡Me encantó, carajo!— Jungkook saltó en su asiento. —Malvado, te la tenías bien guardada, eh.

Los halagos de Jeon fueron seguidos por los de sus amigos. Todos quedaron sorprendidos y lo felicitaban.
Hoseok sonrío. Eso quería decir que no perdería, ¿verdad?, entonces, sonrío aún más.

—Bueno— habló Jin— ¿Quién sigue?

—¡Yo!— Jeon se paró— la noche aún es joven, chicos. Los fantasmas todavía no se irán a dormir...

"[...] ya era segunda semana ahí como casero y era la tercera vez en el día que acomodaba la silla de la cocina en su lugar. Podía jurar que la había dejado en el lugar correcto.

Te puedo jurar que lo dejé en el lugar correcto— se quejó el pelirrojo al volver al living con el nuevo amigo que había hecho tras su llegada. Jimin vino a darle la bienvenida apenas llegó. Un vecino o algo así, nunca supo bien —Algo pasa aquí, algo muy extraño.

Nada pasa Taehyung, es tu imaginación.

No lo es. Está casa tiene algo. Lo sé.

Nada malo pasa con la mansión. Es sólo tu imaginación.

¿Y qué hay del cuarto del segundo piso al que dijeron que no entrara? ¿Mmm? Mi única tarea en ese piso era limpiar el pasillo e irme. La otra vez me olvidé ahí un articulo de limpieza y cuando subí a buscarlo ya no estaba...¿Sabes dónde estaba? Sí, en la cocina.

¿Qué me quieres decir? ¿Crees que haya fantasmas?

No, digo que no soy el único aquí.

Eres el único aquí, es el sentido de ser casero.

Me dijeron que no entrara a ese cuarto.
¿Qué crees que hice?

¿Entraste al cuarto?

Sí.
¿Sabes qué vi?

¿Q-qué? — por alguna razón, comenzaba a sentirse nervioso.

Nada. En un principio.

¿En un principio?

Oí algo. Algo que me hizo temblar.

¿Qué era?

Rasguños...oí rasguños...

¿Y de dónde venían— Jimin se veía muy serio. Su mirada era tan seria, que Taehyung se sintió nervioso por el rumbo que tomaba la conversación.

¿P-por qué tanto interés ahora?

Porque estoy cansado de mover sillas para que tengas miedo y huyas.

¿Qué? — rió, pues no entendía las palabras de Jimin.

Debes irte, debes irte ahora, o ya no podrás hacerlo.— el rubio de levantó de su silla —corre, vete, olvida la paga, no tardan en llegar.

No juegues...— se levantó y lo señaló— no juegues con eso... No juegues con lo que te dije.

Ya vienen.

¡¿Quiénes?!— ya estaba perdiendo la paciencia.

Los dueños de casa...

—Tu...¿tu cómo sabes eso?...— comenzó a retroceder.

Porque sólo nos dieron dos semanas a nosotros también.

¿N-Nosotros? ¿Quiénes? ¿Quién eres?

Ya sabes, soy Jimin. Park Jimin, antiguo casero de la mansión. Ahora mismo estoy enterrado en la pared del cuarto en el segundo piso— dicho esto, el corazón de Taehyung se paralizó y de repente rasguños fuertes y gritos de dolor se empezaron a oír en el piso de arriba, llamando su atención, provocando mirara hacia allí.
Se tapó los oídos y volvió su vista a dónde Jimin estaba...pero ya no.
Aunque no eran los gritos que pudo reconocer como los de Jimin lo único que lo perturbaba, sino, gritos de más personas, desesperados y llamando por ayuda, al menos tres voces distintas sonaban ahora por toda la casa.

¡Basta! ¡Paren, paren, paren, paren!— se ovilló en el suelo tapandose los oídos para callar esas voces que siguieron torturandolo hasta que oyó la puerta principal abrirse.

Escondete — escuchó la voz de Jimin como un susurro.
Se destapó los oídos y corrió a tras el sillón para ocultarse.

¡Hola! ¿Casero? Ya llegamos.— escuchó al hombre llamarlo y luego el sonido del seguro en la puerta ¿por qué puso el seguro? ¿No quería que alguien inesperado entre o no quería que alguien saliera? Taehyung comenzó a maquinar ideas en su cabeza.

Iré a buscar una cuchara a la cocina. Ahora que vi esa película, quiero saber si en verdad sirven para sacar ojos.— susurró seguido de una risita la dueña de casa muy cerca del sillón.

Adora, querida, siempre encuentro encantadoras tus ocurrencias.— susurró — ¡Joven Kim! Ya tengo aquí su paga, venga por favor.— habló más alto y se puso en la punta de la escalera.—¿Está arriba joven Kim? — Taehyung asomó su cabeza y pudo ver a Min con sus manos en la espalda y una pequeña aguja sostenida por éstas.

No puede ser...— susurró y se tapó la boca con la mano, volviendo a su lugar.

Yoongi, querido, ¿quieres que lo vaya a buscar?— Adora habló dulcemente, volviendo con una cuchara en sus manos.

La risa ronca de Yoongi se hizo escuchar —Es raro... Parece que está jugando a las escondidas con nosotros. — rió más— Entonces ya lo sabe, ¿verdad joven Kim?

¿Saber qué? — sacó valentía (o estupidez) de no sé donde y le habló firme y de frente a su empleador —¿Que son asesinos? ¿Que me van a matar?

Min dio una sonrisa tétrica. — ah, qué decepción. Aun no lo sabe.

¿Saber qué? —no entendía.

Cariño, tú ya estás muerto.— las palabras aterradoras de Adora, no coincidían mucho con su dulce tono de voz.

Debes irte Taehyung, debes irte de una vez. — Min habló.

¿Qué? —el pelirrojo comenzaba a agitarse —¿Qué es esto? ¿Qué es?...¿Qué pasa?...— pudo notar que lo que primeramente vio como una jeringa, era en realidad un crucifijo. Miró a Adora, tampoco era una cuchara lo que traía, era una botella. Tal vez...¿agua bendita?

No es esa la pregunta que debes hacerte.— Min habló.

¿C-Cómo, cómo fue que morí?— Taehyung comenzó a entender.

Ya no importa ahora. Sólo importa que te dejes ayudar. Soy Min Yoongi, y esta es mi esposa Kim Adora.
Somos exorcistas, es hora de que vuelvas a casa..."

—¡AAAAH! ¡Ya! No me jodan, ¿la segunda vez que aparezco y estoy muerto de nuevo?— Taehyung no dejó continuar la historia.

—Corrección, en la mía, estabas casi muerto— habló Seokjin.

—Es lo mismo. ¡Qué fetiche, loco, déjenme vivir en paz! Ya fue, que siga otro.

—No, ¿saben qué? ya está.— Yoongi se levantó.— estoy re cansado y este pibe no deja que los demás terminen su historia. Cambió de reglas, Taehyung pierde por molestar. Fin. Te toca la prenda. Vamos a dormir.— sentenció

—¿Qué? ¡Eso no es justo!— se paró.

—Bueno, yo en realidad estoy de acuerdo— Jimin opinó

—Con amigos como vos...— murmuró Taehyung

—Pero tiene razón, ¿cómo vamos a elegir la peor historia si no los dejas terminar? Para mi que tenés que perder vos.— continuó.— Por cierto, Hoseok. —el nombrado lo miró— tu historia fue la mejor. — Jung sonrió de oreja a oreja, sintiéndose orgulloso.

—Ah, claro, porque fue el único que la pudo terminar.— se quejó Jungkook.

—Mira, mejor ni hables, que la tuya estaba re confusa.—se defendió Hoseok.

Todos se enfrascaron en una lucha sobre cuál era la mejor historia, o quién debía realizar la prenda.
Antes de que se armara la tercer guerra mundial, Namjoon habló — bueno, basta..— callaron y prestaron atención— todos estamos de acuerdo en que la de Hobi fue la mejor... Ahora ¿todos estamos de acuerdo en que Taehyung reciba el castigo? Levanten la mano.
Hoseok, Jimin, Yoongi y Seokjin estaban de acuerdo.

—¡Ah! ¡No vale, no, no, por favor, me voy a morir de miedo!

—Si te tocó, te tocó Taehyung, bancatela. Te toca dormir afuera. Ahora te paso la carpa así la armás. Los demás vayan entrando que les digo dónde van a dormir.

Los jóvenes entraron a la casa y Jungkook se despidió de Taehyung con un beso corto en los labios.
—¿me vas a dejar acá afuera solo? — el pelirrojo hizo un puchero.

—Sólo hasta que se duerman, después me escapo y vengo. No te preocupes.— le sonrió para darle consuelo y el otro asintió— esperá acá, voy a buscar la carpa así te ayudo a armarla, ¿sí?

—Bueno, dale...— sonrió derrotado y se despidió de su novio, que entró a la cabaña.

[.]

—Bueno, Jin, este es nuestro cuarto. Ahora vengo, voy a decirle a los chicos cuál es el de ellos— Namjoon se dirigió a la puerta, pero Jin tomó su mano.

—¿No me vas a dar un beso? Hoy casi ni me prestaste atención.

Namjoon sonrió de lado y se acercó al rubio para besarlo suavemente.
Se separó de sus labios para poco a poco ir bajando a su cuello, donde comenzó a besar.

— Ahora no...— trató de apartarlo, pero Kim sostuvo el costado de su cuello con fuerza, mientras que del otro lado, Seokjin sintió un fuerte pinchazo. Luego vino la succión.  — ¿Qué, qué hacés?— dejó de resistirse. Poco a poco, toda su fuerza era drenada junto con su sangre.
Cayó al suelo cuando Namjoon lo soltó. Éste se limpio el exceso de líquido en su boca.

—Ah, la mejor que he bebido. — sonrió dejando ver sus dos colmillos, que ahora volvían a la normalidad. — Hora de mostrarles sus cuartos a los demás, mi amor.
Cuando despiertes.

[.]

—¿Será este?— Yoongi entró a una habitacion, seguido de Jimin. —Nunca vi una cabaña tan grande y con tantas habitaciones.

—Primero, no es una cabaña, es una casa de verano. A estos lugares se viene de vacaciones. Segundo, Nam dijo que esperáramos abajo.— el menor habló.

—Primero, acá no se viene a vacacionar, acá se viene a que te maten. ¿alejado de todo? ¿oscuro y lleno de árboles? Date cuenta. Segundo, tengo sueño y el men ya se estaba tardando. Tercero, vos anda y espera con Hoseok, seguro van a dormir juntos.

—Primero, viste muchas pelis de terror, me parece. Segundo, apenas fueron dos segundos y subiste. Tercero, ya superanos, loco. Vos nos engañaste a los dos y nadie te dijo nada. A demás estás con Adora, no sé qué venís a reclamar.

—Primero...

—Primero... Acá nadie viene a morir— Min y Park se voltearon a ver al nuevo individuo del cuarto.

—¡¿Qué te pasó?!— Yoongi se asustó al ver el lado izquierdo del cuello y hombro de Seokjin lleno de sangre y se acercó para inspeccionarlo —¡Ey! ¿Qué mierda es estAAAAHHH!!— cayó al suelo cuando el rubio se tiró sobre él, mordiendo su cuello.— ¡¿Qué haces?!¡Soltame, hijo de puta!

—¡Salí de encima, Seokjin!  ¡¿pero qué mierda te pasa?!— Jimin salió de su parálisis inicial para ayudar al pelinegro, logrando quitarlo de encima con un empujón. Ayudó a Yoongi a mantenerse de pie, mientras éste tapaba la herida de su cuello con la mano. —¡Salí de acá, loco! ¡tomatela!

Seokjin se levantó y los miró. Pasó su lengua por sus labios, lamiendo la poca sangre que había podido obtener. —Déjame hacerlo, déjame chupar hasta la última gota o sino vas a morir desangrado.— habló como si fuera lo más normal del mundo.

—Mirá psicópata, no sé qué mierda te pico, pero ahora mismo nuestra amistad se fue a la mierda, ¡¿cómo carajos se te ocurre morderme?! Salí de la entrada, salí. Déjanos pasar.— Yoongi estaba por enloquecer.

—No puedo hacer eso Yoon. No hay a donde huir — Seokjin se acercó a ellos peligrosamente.

—¡No! ¡Tomatela!— Jimin se desesperó al tener a Seokjin tan cerca y al sentir a Min cada vez más débil en su agarre.
Se estaba desangrando y seguramente estaba mareado. Dio una patada al estómago del rubio y cayó de espaldas al suelo por el impulso. La cabeza de Yoongi dio contra el duro piso y no volvió a moverse.
—¡¡Yoongi!!— y Seokjin ya estaba sobre Jimin. Ambos forcejeando— ¡Basta Jin, déjame, no!— comenzó a llorar— ¡¡Ayuda!! ¡¡Por favor, basta!!— moría de miedo

—Si te resistis, te va a pasar lo mismo que a Yoongi y—¡PLIN! Un florero se deshizo en la nuca de Seokjin, noqueandolo.

—Jimin, ¿Pero qué mierda?...— las manos de Hoseok temblaban mientras trataba de entender qué estaba pasando: Yoongi en el suelo junto a un charco de sangre, Seokjin atacando a su novio y Jimin llorando como nunca en su vida.

Park saltó sobre Min para tomar su pulso, ignorando la pregunta de Hoseok. —¡Lo mato! ¡Lo mato!... Yoongi...Yo...Yoongi. Despertá... despertá.— lo sarandeaba en un intento desesperado de revivirlo.
Hoseok comenzó a llorar también.

[.]

—Y la carpa nunca llegó~ y la carpa nunca llegó~ — cantureaba Taehyung mientras daba saltitos en círculo al rededor de los árboles para darse ánimos. Movía una rama gruesa de árbol que había encontrado en el suelo. —Ah...— se detuvo — Ya tengo sueño —se quejó.

—Kim...— una figura conocida salió de entre los árboles.

—¿Eh? ¿Hyung Sihyuk? ¿Qué hace aquí?— ¿Qué hacía en este lugar el mentor de Namjoon?

—Yo le pedí a Nam que los trajera...

—¿Qué nos trajera? No entiendo...— Sihyuk se acercaba a él.

—Ambos coincidimos en que tenerlo sólo a él como discípulo era algo aburrido.

—¿Discípulo?  ¿No querrá decir alumno?— todos sus amigos sabían que Bang Sihyuk ayudaba a Namjoon con sus estudios.

—Ahora también vas a ser mío. — se acercó más rápido en lo que Taehyung comenzaba a alejarse.

—¿Qué? ¿Qué le pasa? ¡Aléjese!

—Desde hace tiempo que quería probar tu sangre ...Mmmm... ha de ser tan dulce. — Sonrió dejando ver sus colmillos que crecían a la par que los párpados de Taehyung se ampliaban.

ㅡ Esto tiene que ser una jodida broma. No, no, no... —se dio la vuelta y quiso correr hacia la casa, pero Bang fue más rápido y se interpuso en el camino; por lo que volvió sobre sus pasos y corrió hacia el bosque.


((—Dios, Dios, Dios... —susurró un agitado Jungkook.))

Jeon había estado esperando a que Namjoon llegara con las cosas para la carpa, junto a Hoseok. Ya que Yoongi había ido en busca de su cuarto, y Jimin lo siguió para que no hiciera algun desastre.

Siendo ex, Hoseok, quién era el actual novio de Jimin y también ex de Yoongi, Jungkook lo notó muy nervioso, tal vez por dejar a esos dos solos.
—No van a hacer nada, cálmate— tranquilizó el castaño.

—N-no es eso. M-Me estoy meando— Hobi daba brinquitos mientras se tomaba la entrepierna.

—Aah.
Bueno, anda a buscar un baño, yo espero a que venga Nam y le aviso.

—Dale, dale. Ya vengo.— y corrió a buscar el ansiado baño.

Al cabo de un rato, Jeon pudo ver a Namjoon acercándose y sonrió. Pero esa sonrisa se esfumó cuando vio a Kim caminar a paso firme y con la mirada fija en él. Ah, claro, también estaba el detalle mínimo: estaba cubierto de sangre desde la boca al pecho —¿Qué mierda te...

No pudo terminar la pregunta, ya que fue tomado del cuello y llevado hasta la pared —Escúchame, haceme caso y no te resistas a lo que viene.

—¿Q-Que?— Jeon empujó, pero no muy fuerte, los hombros de Namjoon para alejarlo. —¿Qué te pasó? Tenés mucha sangre. So-Soltarme, Nam, soltame.

—No.— con esa respuesta, se acercó al cuello de Jungkook con intención de morder de una vez, pero su plan se frustró cuando Jeon le dio una patada en los bajos y cayó al suelo con dolor. —¡Aaah! Pedazo de imbécil. ¡Veni acá! — ordenó cuando el menor escapó de sus manos.

Jeon fue directo a la entrada y giró el picaporte, pero la puerta no cedió. Estaba con llave.
Escuchó los pasos de Namjoon cerca y entró en pánico. Corrió hasta entrar al primer cuarto que encontró. Se metió al armario, escondiéndose de su hyung.

—Dios, Dios, Dios.—susurró un agitado Jungkook. —¿Qué mierda pasa, qué mierda pasa?— vio a Namjoon entrar al cuarto y cubrió su boca.

¡AAAAHHH!

—La voz de Taehyung. — Namjoon se volteó y salió corriendo fuera de la habitacion. Jungkook dudó un momento por el miedo, pero ya no le importaba lo que podría pasarle si el pelirojo tenía problemas.

Salió del closet con Taehyung en su mente y corrió hacía la sala. Vio sobre la chimenea dos espadas cruzadas a modo de decoración.
Fue hacia ellas y tomó una.

—Jungkook— hablaron, y se volteó asustado. —Deja eso, no te resistas. Todos estaremos bien al final. ㅡ de nuevo, era Namjoon.

—¿Todos? ¿Estar bien? ¡Estás cubierto de sangre! ¿Qué mierda está pasando?¿Dónde están los chicos? ¡¿Por qué Taehyung estaba gritando?!— se puso en guardia y apuntó con la espada.

—Baja eso Jungkook, no vale la pena. Tu esfuerzo es en vano. Taehyung está bien. Ya se están encargando de él.

Escucharon pasos apresurados. —¡Jungkook! ¡Namjoon! ¡Por Dios! ¡¿Qué hacen?! Déjense de estupideces, Yoongi...¡Yoongi está muerto!— Un Hoseok repleto de lagrimas bajó de las escaleras pensado que sus amigos jugaban a las luchas.
Eso, hasta que notó que, al igual que Seokjin, Namjoon también estaba cubierto de sangre —Santo Dios. Vos también...— se cubrió la boca— ¿Qué hiciste? Jungkook, ¿Qué fue lo que hizo? —lo miró— o-oí a Taehyung gritar, ¿acaso él..?

—No, él trato de atacarme a mi. Ya traía esa sangre. Taehyung está afuera, tal vez alguien más lo esté dañando. Andá a ayudarlo por favor, yo lo detengo— comenzó a llorar — ¿Qu-Qué le pasó a Yoongi? ¿Cómo... Muerto cómo?

—Seokjin.
Dijo Jimin que Seokjin lo atacó y luego a él,  fue cuando yo llegué. — tembló.

El castaño lo miró —Jimin... ¿Jimin está...?— su voz tembló al no poder continuar con la pregunta por miedo a la respuesta.

—No. No, él está vivo.
Está destrozado.

—Andá por Taehyung, por favor.

—No.— la voz grabe de Nam se sintió— No te muevas de ahí.— suspiró — lo de Yoongi no debió pasar, no hagan que se repita.

—¿Qué mierda te pasa? ¿Quién mierda sos? No sos mi hyung, ¡¿qué hiciste con él?!

—Conseguí mi inmortalidad. Estoy por sobre todos ustedes, pero sólo hasta que acepten el cambio, como Seokjin lo hizo.

—Seokjin vale verga ahora— un ensangrentado Jimin llegó a la escena.— Seokjin murió, vos lo mataste y dejaste a otra persona en su lugar y esa persona... ¡¡¡ESA PERSONA MATÓ A YOONGI!!!

Namjoon volteó a verlo con mirada perturbaba —¿Qué hiciste? ¡¿Qué hiciste con Jin?!— se acercó a él amenazante y lo empujó, provocando que cayera al suelo.
Hoseok no dudó en tirarse encima de él y comenzó una pelea entre ambos.

Jimin lloraba en el suelo sin poder creer todo lo que pasaba. Jungkook le lanzó la espada y ésta quedó a su lado. Fue por la otra y se dirigió a la entrada. Comenzó a golpear la puerta con el mango para romper el picaporte.

Namjoon, herido por la perdida de Jin, cansado por la situación y sediento de sangre, arrojó a Hoseok hacia un costado sin medir su fuerza. El pelinaranja golpeó la pared con todo su cuerpo y cayó noqueado al suelo.
—Esto se termina acá, sólo déjense... de-dejen... Ah ¿Qué? ¿Qué?— su respiración se agitó, miró su pecho y vio la punta de la espada atravesandolo justo en el corazón. Viró su mirada hacia atrás — ¿Ji-Jimin...? ¿Po-Por qué?— las lágrimas comenzaron a caer por su rostro. —¿Por qué me matas?

—No, hyung, estoy salvandote —las lágrimas también caían en él. —Se acabó hyung, se acabó.

Jungkook logró abrir la puerta y salió en busca de Taehyung.
—¡Tae! ¡Tae! ¡¿Dónde estás?!— escuchó un ruido venir entre los árboles y se puso en guardia— ¿TaeTae? ¿amor?— Y sí, era su amor —Tae. Dios, ¿Estás bien?— soltó la espada, corrió hasta su novio, quien se encontraba repleto de sangre, y lo abrazó. —Dios, Tae, ¿qué pasó?

—Lo-lo maté... Lo maté. Trató de morderme, pe-pero cayó sobre mi y la rama se rompió y-y... Y se la clavó. Y-Yo-yo no quise, pe-pero me defendí. No es homicidio si me defendí, ¿No? ¿No?

Jungkook apartó la sangre de la cara de Taehyung con sus manos —Tae, ¿a quién, Tae?

Kim tomó su mano, Jungkook agarró la espada por si tenían que volver a defenderse.
Taehyung lo guió hasta el cuerpo sin vida de Sihyuk— Él convenció a Nam de esto. Él hizo que nos lastimara. Él me convirtió en esto— soltó su mano.

—¿Él te convirtió en eso?— no entendió o no quiso entender— Oh no. No, no, no, no. —Lo miró.— Taehyung, no— lloró.

—Por favor, por favor, no dejes que yo me convierta en eso —tomó el hombro de Jungkook— por favor, acaba con esto, acaba conmigo.

—No podes pedirme eso, no podes.

—Si no lo haces, nunca te lo voy a perdonar. Por favor, por favor. Tengo hambre ahora Jungkook. Acaba conmigo, no quiero tener que lastimar a nadie para saciar mi hambre... Por favor— para ese instante, ambos se estaban abrazando y Taehyung hablaba sobre el cuello de Jungkook, quien moría en lágrimas.— Por favor. —sintió el filo de la espada atravesando su pecho y cayó de rodillas. Jungkook lo sostuvo entre sus manos. No paraba de llorar y negar con la cabeza.

—Te amo...

—Te amo también... —fue lo último que el pelirrojo mencionó.

Jimin y Hoseok salieron de la casa al tiempo de Jungkook volvía del bosque.
Park no tuvo que preguntar por Taehyung, ni se atrevió, el rostro de Jeon le decía todo.
Esa noche, también había perdido a su mejor amigo.

—¡Mierda! ¡Sin duda la mejor jodida historia de la vida!— celebró Jimin.

—¿Por qué yo morí primero?— se quejó Yoongi.

—¿Vos? Yo fui el primero— recordó Jin.

—Sí,  por facilón— rió Hoseok.

—Y quedamos los machos alfa, sí señor— se enorgulleció Jungkook.

—Estaba buena. Pero otra vez, volví a morir— puchereó Taehyung.

—Gracia chicos, en realidad, mientras ustedes contaban sus historias, pensé en cómo sería si en verdad los hubiera invitado para convertirlos en vampiro— Namjoon sonrió tranquilo.

Los amigos se miraron entre sí con preocupación y decidieron que, por lo menos por esa noche, todos dormirían en carpa.

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