De tantas veces que YooHyeon yacía en suelo por ese hombre, ella jamás dudó al volverse a levantar, no podía perder ante él por tres simples razones.

Uno: La vida en su planeta estaría destruida.

Dos: Él se volvería el ser más poderoso.

Tres: Perdería a MinJi para siempre.

— Ahhhhhhh!!! —

Por más que lo intentaba, él era rápido, lleno de más fuerza y energía que ella. En un mal movimiento quedo YooHyeon arrodillada ante él, con la escopeta apuntando a la rubia y una mano en su cuello.

— Haz perdido. —

— ¡No! —

Ni siquiera le dio tiempo a reaccionar y tuvo que ver como su arma era destruida frente a ella y a MinJi aparecer con un grito de dolor.

— ¡Imbécil! —

Sin importar su posición se levantó y empezó a luchar con el hombre a puños, no le importaba que la lastimara, ya él había lastimado el ser más preciado de su vida, su único amor.