Capítulo XXIV
— Miren, miren… ¿Se les perdió el camino gatitas? —
Bora se giró y atacó a las dos y un hombre tras de ellas, pero una de ellas quien su arma eran tentáculos roboticos, detuvo las flechas.
— Ya no tienen respeto ¡Hay que darles una lección! —
Una de estas fue por Bora mientras que el chico que portaba dos pistolas y la otra mujer que sujetaba dagas en sus manos, se enfrentaban solo con YooHyeon.
Sus ataques eran fuertes y rápidos, se le era casi imposible detenerlos a los dos juntos, hasta que una bala hizo al chico apartarse de YooHyeon y buscar quien disparó.
— ¡Handong! —
— ¿Pensaste que te dejaría? —
— Luego de enterarme que vendrías me alegré mucho. —
— ¿Cómo no? Soy yo amor, todos se alegran por mi. —
— No quiero interrumpir el lindo encuentro, pero tenemos a tres portadores frente a frente. —
— Dami y yo podemos con él, ustedes encarguensen de ellas. —
— ¡Si! —
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