Capítulo XV
— ¡Oye arma! Traeme ese saco. —
— ¡¡DEJA DE LLAMARME ARMA!! —
— Eso es lo que eres no te quejes. —
MinJi fue en regañadientes a llevarle el saco de boxeo a la guerrera, quien se sorprendió al ver que la pequeña humana podía levantarla, con un poco de problemas, pero podía.
— Eres fuerte. —
— Después de ser entrenada por las calles, la soledad y por el hambre, se logra fortalecer más que cuerpo, 91. —
Dijo secamente, arrojándole el saco a sus pies y dándose la vuelta para ir nuevamente a sentarse donde la guerrera había dicho antes.
— Bella, malhumorada, sensible, fuerte, testaruda, pero dentro de ella hay un gran poder de voluntad.... Ella es grandiosa. —
Susurró la guerrera para ella misma.
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