Capítulo VI
—¡Oigan! Si no nos quieren como esclavos ni para esas supuestas batallas ¿¡Para qué demonios aún nos tiene aquí!? —
Gritaba nuevamente el chico de cabello azul mientras golpeaba la reja sin nada que ganar, hasta que una de esas mujeres se acercó a él y lo tomó por el cuello de su camisa y lo pegó a las rejas.
— Mira KiWooK, te seré franca, tus malditas preguntas me tiene harta. —
Sacó una espada y la colocó en el estómago del chico.
— Espera, podemos arreglar las cosas más fácil. —
Al final MinJi intervino y logró salvar al chico de una muerte terriblemente cruel.
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