Capítulo II
MinJi se encontró rodeada de varias mujeres con prendas de guerreras, apuntándole con extrañas armas. Aún sin entender que había pasado, elevó lentamente sus manos en rendición.
— Metanla en la celda. —
Una de éstas la pateo, haciendo que cayera un poco de arena en su boca, otra mujer un poco más grande que ella y de cabello tinto la levantó del suelo y la posicionó en su hombro como un saco, mientras MinJi seguía tosiendo y sin poder mirar el rostro de esta mujer quien traía una mascarilla muy extraña.
— ¡Bajame! — Exigió.
— Por tu bien, no intentes enfrentarte a nosotras. — Dijo la mujer quien cargaba de ella.
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