☆5☆
Nos quedamos a limpiar el salón como el director dijo, Taehyung estaba ayudándome pues dijo que su papá lo vendría a recoger cuando salga de su trabajo y para eso faltaba tiempo.
— Estoy cansado — dijo Taehyung secándose el sudor inexistente, apegandose a mí mientras se reía
— Entonces puedes irte princeso — dijo Yoongi mirándolo mal
— No quiero paliducho — dijo sacándole la lengua — yo estoy aquí por mí amigo — dijo pasando sus manos por mi cuello — Hobi, ¿Tú y yo somos mejores amigos verdad? — preguntó sonriendo
— Sí Taehyung — dije separándolo de mí, no me dejaba limpiar
— Pff — dijo Yoongi riéndose — yo no tengo mejores amigos — dijo dándose la vuelta para empezar a barrer
— ¿Y el niño rubio qué? — preguntó Taehyung señalando a donde Jimin estaba
— Él es mí omega, no es lo mismo que un mejor amigo —
Taehyung y yo sólo nos miramos sin entender que es lo que él quería decir.
Luego de un rato el papá de Taehyung vino por él y se lo llevó, pasó lo mismo con Jimin después de unos minutos. Dentro del salón solo estábamos Yoongi y yo, pero ninguno de los dos decía absolutamente nada.
— Bueno, creo que ya me voy — dijo Yoongi terminando de limpiar la mesa del profesor
— Pero... ¿Y tu mamá no va venir a recogerte? — pregunté acercándome a él, era peligroso para un niño irse solo, eso lo aprendí cuando conocí a Namjoon
— Mi mamá no hace eso genio, ella para ocupada — dijo riéndose para luego agarrar su mochila
— ¿Puedo ser yo tu mejor amigo?, como dices que ya tienes omega pues yo podría ser tu mejor amigo — dije nervioso, incluso podría jurar que mis mejillas estaban rojas
— Eso no será fácil — dijo viéndome fijamente
— ¿Qué tengo que hacer? —
— Tienes que pegarme — dijo sonriendo
— ¿Qué? — pregunté en shock
— Pegarme, eso dije —
— No puedo... — dije negando de manera efusiva
— ¿Porqué? — se cruzó de brazos — ¿Es porqué soy delgado o porqué soy un poco más bajo que tú? — preguntó frunciendo el ceño — porque puedo asegurarte que soy mucho más fuerte que tú, ¿Quieres verlo?, ven, pegame en la cara, vamos, hazlo — dijo señalándome
— E-es que no-o quiero-o hacerte-e daño-o — dije evitando su mirada
Él solo se quedó mirándome, se quedó viéndome por unos segundos, sin mover ni un músculo, de pronto se movió, se estaba acercando poco a poco sin apartar su mirada de mí, hasta que se quedó al frente mío.
— Eres el primer niño que me a defendido, eres el primero en preguntarme si podemos ser amigos, eres el primero en insistir en eso, eres único —
Yo solo sentía como mi corazón no dejaba de latir por la cercanía y los nervios que me provocaban su mirada. Luego de decir eso se quedó callado, no dijo absolutamente nada, pensé que se iría o algo, pero todo se quedó en blanco cuando vi lo que hizo.
De la nada Yoongi se paró de puntillas y pegó sus labios con los míos, tan solo duró un segundo.
— ¿Tú que-e? — pregunté agarrándome la boca, alejándome de él rápidamente
Él no dijo nada y sólo se fue corriendo, dejándome solo en el salón.
— Hijo, ya vine, hora de irnos a casa apara que comas — vi a mi mamá pasando al salón, pero mi mente aún no lo procesa lo que Yoongi había hecho — ¿Hijo estás bien?, ¿Qué pasó hijo? — preguntó viéndome preocupada
— Mamá, ¿Qué significa cuando mi corazón late tan rápido?, siento que se me quiere salir del pecho, ¿Qué es eso mami? —
○●○●⊙●○●○
Me fui corriendo del salón porque mi cara se empezó a sentir caliente. Estaba avergonzado, no supe por qué hice eso, no quiero volver a verlo, en serio no quería.
— ¡QUÉ VERGÜENZA! — grité tapándome las mejillas
— Cállate niño — dijo mi mamá parada en una esquina
No la había visto, pero al verla hizo que dejará de sentir calor para empezara a sentir frío, no la esperaba aquí.
— ¿Qué haces aquí mamá? — pregunté de forma baja y sin mirarle a la cara
— Yoongi, mírame a los ojos cuando me hables — dijo demandante — muy bien así — dijo feliz cuando nuestros ojos chocaron — hoy tu papá quiere que tengamos una cena familiar — dijo sacando un cigarrillo de su cartera — él dijo que te compre algo bonito y que preparemos la cena — dijo encendiendo su cigarrillo — vamos — dijo para agarrarme del brazo
— Mamá — dije queriendo que me suelte pues su agarré me hacía doler
— Mamá nada — dijo sin detenerse — ya te compré algo y te lo pondrás sin quejarte — dijo para empezar a caminar más rápido — siempre te consiente — dijo apretando más su agarré — nunca da nada para mí, solo tú — dijo soltándome de un empujón — entra — dijo señalando con la mirada a la casa
Nuestra casa no quedaba muy lejos del colegio, estaba escondido por unos pasillos.
Al entrar a casa todo estaba oscuro.
— Mamá tengo miedo — dije sin moverme de donde estaba
— Que pena — dijo viéndome desde la puerta — no hay luz hasta las seis y falta mucho para eso, yo tengo que salir así que ya verás como sobrevives — dijo cerrando la puerta, dejándome solo en la oscuridad
— Ma tengo miedo — dije para arrodillarme en el piso — ma... — dije sabiendo que nadie me escucharía
— Yoongi — escuché que tocaron la puerta — soy yo, ábreme la puerta de la cocina para ayudarte a salir —
— No puedo, tengo miedo — dije abrazándome a mí mismo
— Confía en mí —
— Voy a intentar — dije poniendo mis manos al frente mío para no chocar con algo que me pueda hacer caer
Llegué hasta la cocina y desesperado intenté abrir la puerta.
— No puedo — dije queriendo llorar al darme cuenta que la puerta estaba cerrada con llave
— No tengas miedo, por la ventana tal vez puedas salir — dijo calmándome
— No puedo moverme — dije temblando
— Tú puedes hacerlo Yoongi, confía en tí —
Me acerqué hasta la ventana de la cocina, me subí en la alacena y la abrí de manera brusca que hizo que retrocediera y que sonará un eco en toda la casa.
— Ya está, ven — dijo tendiéndome la mano
— Voy — dije soltando mi mochila en el piso y para volver a subir a la alacena y poder salir
— Muy bien Yoongi, lo hiciste bien — dijo mientras me cargaba y acariciaba la cabeza
— Tenía miedo — dije sin poder evitar llorar
— Lo lograste pequeño — dijo bajándome — todo estará bien, ya lo verás — dijo mostrándome una sonrisa
— Gracias — dije secándome las lágrimas con mi manga — no sé que hubiera hecho sin tí Nam —
— Menos mal no salí hoy, si no hubiera escuchado tus llantos y los tacones de tu mamá me hubiera ido sin sacarte —
— Gracias — repetí
— No te preocupes —
— Tampoco te agradecí por salvar al niño de la otra vez —
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