☆31☆
Me dormí junto a Jungkook, no sé a que hora llegó mi papá en realidad, estaba muy cansado. En la mañana me levanté porque mi papá se despidió de mí, me obligó a que me despidiera de él, siempre lo hace, pero ahora me siento mal por Jungkook.
— Vas a ver idiota descerebrado, nadie hace llorar a mí Kookie — dije buscando mi celular para llamarlo — ¡No puede ser posible! — exclamé viendo a mi celular todo cuarteado — seguro ayer lo dejé caer mientras dormía, ¿Ahora que haré...? — me pregunté golpeando mi cabeza — soy un idiota — dije suspirando
No tuve de otra que seguir mi vida, me puse a cocinar algo rico para Jungkook pues no quería verlo desanimado. El día fue algo estresante, si bien hoy eran menos horas de trabajo lo malo era que no tenía excusa para no ir a donde me citó Mark, sería muy maleducado de mi parte.
— ¿Si no voy sería algo cruel? — me pregunté a mí mismo
Había dejado a Jungkook más tranquilo, le compré unos dulces y le dejé todo listo para que coma, también le dije que si algo pasaba que llamé a Namjoon desde la cocina, que grité lo más fuerte que pueda, le dije muchas veces que no salga solo, aunque sé que no es necesario, él no lo haría por miedo ha ver a mi mamá.
— Joven puede darme un helado de menta con tres bolas — dijo un alfa adelante mío
— Claro, a la orden —
Las horas pasaron demasiado rápido, salí renegando pues aún no me sentía de ánimos como para ir a ver a Mark, en serio no quería. Cuando llegué al centro comercial vi a mucha gente a mi alrededor.
— Debe de ser por el invierno — me dije a mí mismo, aunque eso no tuviera lógica
— ¡Yoongi aquí! — exclamó Mark alzando su mano desde una mesa
— Hola — dije sonriendo, tratando de sonreír mejor dicho
— Siéntate — dijo para darme una silla para que me pueda sentar
— Gracias — dije incómodo por su comportamiento — ¿Me puedes decir tu propuesta? —
— Claro — dijo sonriendo — es por lo que más estoy emocionado — dijo riéndose — espera que voy a traer algo para comer — dijo yéndose
Yo solo estuve viendo a mi alrededor mientras esperaba a que volviera, en un momento me pareció ver a alguien conocido, pero simplemente descarté la idea pues eso era imposible, debía de ser imposible.
— Traje pizza, espero y te guste —
— Muchas gracias —
— Yoongi, tú sabes lo que yo siento por tí, ¿No? — preguntó para agarrar un pedazo de pizza
— Sí... — dije sin verlo pues ésto era recontra incómodo para mí que lo diga así nada más, nunca he hablado con él, no como amigo, solo cuando lo veía lo saludaba, nada más
— Sabes, me enteré de tu problema por un profesor —
— Sí... veo que todos lo saben... —
— No te avergüences, yo tengo la solución a todos tus males — dijo sonriendo
— ¿Y cuál es? — pregunté intrigado
— Bien, entonces mi propuesta es que yo pago todas tus cuotas atrasadas y si deseas las demás, pero solo si pasas una noche conmigo — dijo guiñándome el ojo
— ¿Qué...? — pregunté sin entender
— Ya sabes, una noche solos tú y yo, claro que si deseas que pagué otras cosas como el colegio de tu hermano te costará más de unas dos noches — dijo viéndome con una sonrisa descaradamente
— Imbécil — dije poniéndome de pie — no soy ninguna puta para estar recibiendo dinero a cambio de eso, eres un cerdo asqueroso — dije para agarrar el vaso de gaseosa que estaba al frente y tirárselo en la cara — eres asqueroso, mil veces asqueroso, no te me vuelvas ha acercar en tu perra vida — dije para irme, enojado hasta más no poder
Estaba tan enojado que ni siquiera me di cuenta que todos nos quedaron viendo y hablando de nosotros.
— Idiota — dije renegando para dirijirme a un baño cercano y poder mojarme la cara
Cuando me vi al espejo podía ver mi cara toda roja por el enojo.
— Soy yo el idiota por creer que en realidad le gustaba — dije renegando — ¡Salte maldito! — exclamé harto porque el papel se atracó y no salía para poder secarme las manos — ¡Te odió maldito papel de mierda! — exclamé empezando a patear el cubículo de uno de los baños — ¡MALDITOS TODOS LOS PUTOS ALFAS DE ESTE MUNDO POR HACERME SENTIR MISERABLE! — grité sintiendo como me empezaba a doler el pie — ¡Genial me quedé cojo! — exclamé con ganas de llorar por la rabia
Cuando salí del baño todos se me quedaron viendo.
— ¿¡QUÉ ME MIRAN!? — grité harto de todos — ¡ACASO NUNCA HAN VISTO A UN PINCHÉ OMEGA ENOJADO!, ¡ESTOY CON MIS DÍAS CARAJO! — grité caminando despacio por mi pie adolorido
Esta vez me fui hacia la salida, ya quería volver a casa y echarme en mi cama, menos mal no hubo mucho tráfico y llegué rápido al paradero para dirigirme a mi casa, estaba ya por llegar. Me encontraba por el parque y hoy por ser sábado todo estaba llenó de niños y sus padres todos estaban haciendo muñecos de nieve pues hoy de la nada empezó a nevar, claro que eso no perjudicó el negocio de los helados, estaba viendo a todos esos niños jugar cuando en eso me choqué con el brazo de alguien que me hizo retroceder, casi caer al piso y caer encima de la nieve.
— Oye animal fíjate por donde caminas — dije viendo como el brazalete que Jungkook me había regalado se me cayó — idiota, si por tu culpa pierdo ese brazalete tú me lo compraras maldito — dije renegando por no encontrarlo — no lo encuentro maldición — dije sintiendo como mis dedos se congelaban
— Idiota tú, tú no te fijaste por donde ibas y no me vengas a insultar que no por ser omega te lo voy a permitir baboso —
Cuando escuché esa voz me quedé paralizado, mi mente no lo proceso de forma rápida.
— ¿H-hoseok? — pregunté alzando la mirada de inmediato
Era él, estaba ahí frente a mí. Se veía más maduro, ya no tenía esa cara de pejesapo, y se veía mucho mal alto, también se veía más cuerpon, se veía serio, pero en resumen era él, él había regresado.
— ¿Eres tú? — pregunté intentando ponerme de pié — ¡Eres tú! — exclamé sonriendo — volviste, pensé que nunca más en la vida volvería a verte — dije olvidando el por qué estaba enojado
Me sentía realmente feliz por verlo frente a mí, estaba acercándome para abrazarlo pero en eso dijo algo que me descolocó de todo lo que estaba sintiendo, ¡ERA ÉL POR DIOS!, ¡DESPUÉS DE TANTO TIEMPO VOLVIÓ!.
— ¿Cómo sabes mi nombre? — preguntó con el ceño fruncido — ¿Y quién eres tú? — preguntó retrocediendo
— Soy yo — dije intentando de que mi sonrisa no se borre para acercárme un poco a él — ¿No me recuerdas? —
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro