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no me conoces

“cuando quedamos solos con el Sr.Lobo, parecía no entender nada, como si su mente hubiera ido en retroceso, incluso algunas palabras se le fueron olvidando, era entendible que a despertar de la nada en una habitación desconocida y con sus amigos sofocando lo fuese a reaccionar de esa manera, pero su forma de reaccionar y cómo empezó a cuestionarse todo nos indico que algo estaba mal”

Diane mantuvo su oído atento a las palabras del doctor, cuando este recien abrio la puerta, la pandilla fue directamente con Lobo, quien aun seguía sobre aquella camilla, muy confundido por más que ella se moría por salir disparada a él y abrazarlo, se resistió y se dedicó a escuchar y analizar las palabras del doctor, el canino gris recibió a sus amigos con duda y desconfianza, pero entre mas estos hablaban, Lobo recuperaba la conciencia y postura, pero cuando sus lindos ojos dorados se centraban en ella, arqueaba la ceja, mostraba incomodes y hasta parecía preguntar a sus amigos quien era ella, al inicio ella creía que era porque seguía enojado por lo que sucedió entre ellos, pero…esa hostilidad de su parte ya no parecía normal.

“La amnesia retrógrada es aquella que se caracteriza por la incapacidad de recuperar recuerdos previos al daño cerebral, dependiendo de lo grave que haya sido, su mente puede regresar en el tiempo desde ya muy atrás en su vida…cuando le hicimos algunas preguntas, sus respuestas parecían indicar que regresó a esa etapa de su vida donde era el criminal más buscado de la ciudad”

esas últimas palabras hicieron que las orejas de la la zorra pelirroja bajaron de inmediato, al igual que su rostro se transformó en uno de horror, todo empezaba a dar más sentido, todo la llevó a que volviese a fijarse el su amado, como hablaba ahora con sus compañeros, le recordaba tanto al Sr.Lobo que conoció cuando aún era la Garra Escarlata, su semblante lleno de maldad y deseos de robar no eran alguna doble personalidad, era su yo del pasado.

—¿estábamos deteniendo a unos criminales en un museo para entregarlos a la policía? .-Lobo preguntó entre risas ante la explicación tan alocada de su amigo escamoso.-Diablos Piraña, esta vez sí que te luciste con tus cuentos, o sea ¿yo trabajando con la comandante Gruñez?, lo admito, esa es la mejor hasta ahora.

—pero no es mentira amigo.-Tarantula trato de explicar, manteniendo el mismo nivel de carisma para no confundirlo más, pero se notaba un ademán de angustia por su parte.-nosotros ya no somos tipos malos, hora somos agentes que trabajan para la gobernadora y luchamos contra criminales ¡somos agentes!

...el daño en su cerebro comprimió muchas de sus memorias recientes y las ha regresado a su yo antiguo…”

Diane miró al doctor anonadada y enseguida llevó su mano a su pecho para mirar a sus amigos hablándole a Lobo, todo lo dicho por él doctor la hizo sentir terror, porque si estaba tratando de decirle lo que ella creía, iba a quebrarse en ese momento sin dudarlo.

—si, somos tipos malos, pero tu quisiste volverte un tipo bueno y te hiciste muy amiga de Diane, pero eso hizo que los cuatro te abandonaremos y hasta Serpiente nos había traicionado para irse con el profesor  quien fue quien trató de volvernos tipos buenos, Serpiente se había enojado contigo porque tu ya no querías ser un tipo malo pero luego resultó que no era una traición para nosotros, sino que era para el profesor Mermelada, así que ahora somos tipos buenos y no tipos malos!.-La forma de explicar de Tiburón provocó un rostro de confusión extremo en todos los presentes,pero entre todo el silencio, Lobo volvió a reírse divertido.

—se que no entendiste nada de lo que el grandulón dijo, pero es la verdad!-indicó Tarántula con esperanza.

—de verdad ¿no recuerdas nada de lo que pasó antes? .-Serpiente cuestionó angustiado.-¿no recuerdas la prisión? ¿la gala?...-trago abruptamente.-¿por lo menos, recuerdas a Diane?...

su corazón se partió en dos al ver como fruncía el ceño con confusión tras mencionar su presencia y sus risas seguido de estas la dejó devastada, de pronto toda la explicación del doctor había empezado a cobrar sentido.

—chicos, admiro mucho su gracia, saben que un chiste ahí y por allá siempre está bienvenido, pero creo que en este momento sería mejor dejen los juegos y me digan de una vez que me paso y porque de la nada me encuentro siendo atendido por enfermeras y doctores sin que estos me tengan miedo.-llevo su mano por detrás de sus orejas y se rasco lentamente.-y porque me duele tanto la cabeza…y de pas ¿quien es esa tal Diane?.

el rostro de horror en sus amigos fue el último clavo del ataúd, la gobernadora poco a poco sintió como su vista empezó a humedecerse y el aire acumulado en su garganta comenzó a arderle la piel.

“Gobernadora…la razón por la que el Sr.Lobo no la recuerda”.

—no puede ser…

“la razón por la que no parece mencionarla, es porque en su mente, en su memoria”

—n-no…por favor no…

“él nunca la conoció”.

No, esto no podía ser, el amor de su vida, su tierno Lobito…no podía ser posible, él no podía simplemente olvidarla.

de pronto todo a su alrededor carece de valor y sentido, su cerebro dejo de funcionar tan solo por unos milisegundos mientras que el resto de su ser se mantuvo en negación, jamás en su vida y en un periodo tan corto de tiempo, Diane se había llegado a sentir tan miserable y tan destruida, la culpa que antes la estaba quemando ahora se había transformado en un mar donde ella empezaba a ahogarse y a sentir como sus pulmones estaban al borde de explotar. 

Era tan injusto, ¿porque le tenía que pasar esto? ¿ que tenía que ser solo ella? ¿el mundo de verdad era tan cruel como para que Lobo recordara su presente sin que ella estuviera ahí?.

—Diane.-repitió Piraña a su amigo.-¿Diane Foxington? ¿no te suena?…

—¿Diane Foxington? .-Lobo arqueo la ceja  más confundido que antes.-y esa es?...

—¡la gobernadora de la ciudad, Diane Foxington! .-De manera inconsciente, Piraña apuntó con su brazo a la zorra pelinaranja que estaba detrás suyo, mirando la situación con el corazón roto.

la recién mencionada quedó helada cuando vio como la apuntaban, acto seguido, Lobo por segunda vez conectó vista con ella, quien se había quedado helada tal cual bloque de hielo, mientras que sus dos ojos verdes esmeralda estaban anonadados, los dos ojos dorados de Lobo se mantuvieron aún confusos, la miro detenidamente en silencio, ya estaba algo fastidiado por todos estos acertijos y disque bromas de sus amigos, en su vida había visto a esa mujer que se encontraba frente a él, su mente no le permite recordarla.

Diane apretó su mano contra su pecho, tenía unas enormes ganas de desahogarse.

—Chicos…-dijo Lobo con una voz un poco más seria y fría.-quien es…esta…-apunto a ella.-¿Señorita elegante que está aquí parada?.

—...Lobo.-Diane rió nerviosamente mientras que sus temblorosas piernas se dirigieron hacia él, trató de mostrarse comprensiva y dulce.-S-soy yo…-rió nerviosa.-la gobernadora de la ciudad…Diane,tu amiga ¿como no me vas a recordar?.

su mano trató de tomar la suya con cuidado pero apenas estas tuvieron contacto,la mano de Lobo se apartó con un gesto que carece de amabilidad.

—¿qué te pasa? ni siquiera te conozco…-Lobo le exclamó.- de verdad no se quien eres y ya no ando de juegos, señorita con traje elegante y …lentes inteligentes.

—...-las orejas de Diane cayeron bruscamente por su reacción, era algo legítimo, ya no recordaba quien era ella, su llanto sólo provocó más incomodidad y pregunta por parte del canino gris.

—mire, de verdad no quiero ser grosero pero…¿quién es usted? .-Lobo cuestiono, con una seriedad que jamas creo que usaría en su vida.

—je…L-lobo…soy yo,Diane.-mostró nuevamente una sonrisa forzada junto con una risita que parecía más lloriqueos.-y-la gobernadora Foxington…tu amiga más querida, soy yo Lobo…-poco a poco ella empezó a llenarse de desesperación y a dirigirse hacia él,queriéndolo tomar por los hombros, pero el Doctor y Tiburón la detuvieron.-soy yo Lobo, Lobo soy yo, soy yo!.

el canino gris  se anticipó al verla reaccionar de esa manera, por más que le repitiera lo mucho que se conocían y querían, genuinamente no tenía recuerdos o conocimientos sobre la chica que estaba frente a ella llorando desesperada,  estaba bastante seguro de que esto era solo una broma pesada de sus amigos, pero reconocía a cada uno de ellos y sus miradas y manera de reaccionar indicaban que no lo era, pedía respuestas y se las dieron…mas no las creía.

—ella es nuestra amiga.-le reitero Tarantula decaída mientras se abrazaba a sí misma, pero Lobo no se veía convencido.

Nuevamente sus ojos se centraron en Diane,parecía estar dando una oportunidad.

—S-si Lobin...-La zorra de pelaje naranja tomó su mano con cuidado y la acarició,mostrando una gran tristeza en su sonrisa. --...soy yo...soy yo,Diane...Diane Foxington...-comenzó a sollozar.-la gobernadora...t-tu amiga…

—no tengo amigos aparte de Webbs,Serpiente,Tarantula, Piranha y Tiburón.-Lobo replicó con algo de desconfianza.-y menos de una gobernadora que es dice ser mi amiga

—Pero todo es cierto, me llamo Diane, soy la gobernadora de la ciudad...soy tu compañera, tu amiga…y-y también…-apreto sus manos con delicadeza y enseguida susurro.-la garra escarlata…

Pero otra vez este gesto de amabilidad se vio rechazado bruscamente por Lobo, su rostro era de todo menos alegría, ella por primera vez no sentía la alegría,carisma y cariño en su ser, solo había hostilidad y rechazo, rechazo que en su vida creyó que dolería tan profundo.

—lo siento yo…yo de verdad no se quien eres…-Lobo habló con pena.

Ella abrió sus ojos aterrada y sus orejas cayeron al ver que ya no recordaba ni su apellido,lentamente bajaron sus mirada y tapó su rostro para comenzar a llorar,no podía creerlo,su amor la había olvidado. La pandilla de amigos intercambiaron sus miradas con tristeza, el estar conscientes de porqué las cosas estaban así era de verdad bastante pesado, les dolía porque genuinamente tenían ya la idea de que ambos sentían algo por el otro y presenciar como todo se desmorono los dejaba sin palabras, Serpiente llamó la atención de los otros 3 para que se apartaran y así el confundido Lobo y una triste Diane pudieran tener su espacio, estos dos quedaron frente a frente, Diane cayó devastada sob re la silla que estaba cerca de la camilla de Lobo y se abrazó a sí misma con la mirada baja, Lobo por el otro lado quedo sin palabras.

—e-esta es mi culpa...-sollozaba ella tristemente.-L-lobo,p-perdoname por favor…de verdad lo lamento tanto.-se limpio su rostro.-e-esto es culpa mia…n-no debí hacer esto, s-si no fuera por mi, estaría aquí con todos nosotros recordándome a mi y la vida que tienes…n-no debí enviarte a esa misión, no debí ponerte en peligro…

Lobo no mostró mínima señal de reconocimiento por la mujer que ahora le pedía recordarla, no respondió, no movió sus labios ni emite algun sonido, ya estaba sintiéndose muy fastidiado por todas estas “bromas” y la desconocida enfrente suyo, verdaderamente no sabia que le había pasado y en donde había estado, pero sabía que sus mejores amigos eran Tarantula, Tiburón, Piraña y Serpiente y nadie mas, no tenia sentimientos de cariño por la gobernadora, no sentía nada, porque estaba seguro de que entre ellos no había absolutamente nada, no había cariño, no había afecto.

no obstante, nuevos sentimientos se hicieron presentes en su corazón, ya no era hostilidad ni rechazo, más bien, después de su largo despertar, sintió tristeza y una gran nostalgia, en el momento que la miro derrumbarse frente a él, su corazon empezo a latir fuertemente acompañado de una ansiedad que recorrió todo su cuerpo…una ansiedad provocada por la necesidad de querer tomar su mano, de acariciar su rostro y susurrarle que todo estaba bien y consolarla, como si ya hubiera sido algo que había hecho en el pasado, como una responsabilidad que tenía por cuidar de alguien que significaba mucho para él, no entendía qué le estaba pasando, pero verla tan herida aún sin conocerla…le dolía, le empezo a doler profundamente y el no saber el motivo le asustó.

Pero todo esto se debía al ver a aquella zorra pelirroja en una situación tan vulnerable y tan deprimida ¿tan importante era él para ella como para que le afectara a tal nivel el no ser recordada? una necesidad de protegerla y consolarla tomó lugar en su mente y corazón,incluso sus orejas bajaron como reacción. El remordimiento hacia como sus acciones hacen sentir a los demás nunca había sido parte de su ser hasta que encontró a esa chica llamada Diane sobre sus rodillas, suplicándole que la dejase ser parte de su vida.

su mano se movió con prevención y hasta por unos segundos lo dudo, pero nuevamente tomó rumbo hacia la jodida chica sentada a su lado, estaba por dejar su mano reposar sobre sus orejas hasta que en un rápido arrepentimiento, decidió llevarla hacia una de sus manos libres y con lentitud la apretó.

—¿D-diane?.-preguntó suavemente el canino gris.

la mente de la gobernadora tan nublada como estaba, logro salir de ese oscuro trance gracias a su suave tacto acariciando su mano, abrió lentamente sus ojos y suspiro decaída,levantó su mirada hacia Lobo, revelando lo mortificada que se sentia, palideciendo entre lagrimas, se veia tan aterrada, como algo que él jamás hubiera visto. Antes de poder preguntarle de nuevo, Diane se adelantó con dificultad, luchando por hablar.

—...y-yo…yo…-dijo ella,apenas formulando sus palabras, su pecho bajó y subió por la presión que sentía en este, no podía ni verlo a la cara.-L-lobo yo…

—Perdon Di-diane,eh si, Diane…es “Diane” ¿verdad? .-pregunto tratando de sonar lo más amable posible,la vio asentir con cascadas corriendo por sus mejillas.

—l-lo siento…-jadeó la gobernadora y rápidamente llevó sus manos a su rostro para cubrirse, se sentía tan deplorable.-no…no deberías verme así

con esas simple 5 palabras, los ojos de Lobo se abrieron como platos y su corazón tanto cerebro dieron una violenta vuelta de 180 grados, y su rostro no tardó en expresar estupefacción.

“no deberías verme así…” 

Todo aquello que ahora vivía se le era tan familiar y millones de imágenes empezaron a correr por su mente, tal cual un deja vu…pero esto era más bien un recuerdo.

(...)

—Diane? .-preguntó Lobo con curiosidad mientras corrían con insistencia por la puerta de entrada de aquel salón de baile.-Diane,estas aqui afuera?, estas bien? Esa fue una caída bastante fea.

Después de aquel desastre de presentación, la gala de la primavera había transcurrido sin problemas, los invitados seguían bailando, bebiendo champagne y hablando amistosamente u opinando de lo embarazoso que había sido el accidente de la gobernadora sobre el escenario. Resultaba que se había organizado un evento de baile y cena dentro del salón comunal de la ciudad, durante la cena Diane daría un comunicado importante por el cual se había estado preparado durante ya bastante tiempo, esa noche vestía tal cual una dama y venía con toda la confianza para que todo fuese bien y tenía a su entonces enamorado y amigos ahí para apoyarla y verla romperse una pierna.

Pero sin embargo, en el momento que le tocó dar su presentación, el mundo se torno en su contra, mientras iba a la mitad de sus palabras, caminó alrededor del escenario con micrófono en mano y en medio paso, se tropeso con los cables gruesos  que se encontraba tirado en el suelo y perdió en equilibrio, todo esto acabó con la pobre chica dando múltiples vueltas y perdiendo el equilibro tal cual un payaso de circo y finalizando por caer sobre las mesas de aperitivos y bebidas, donde quedó envuelta en los cables y se mancho de comida y refresco en frente de millones de personas que la admiraban y respetaban.

todos esos ojos, las cámaras fotografiandolas y grabándola y las infinitas risas la hicieron sentirse fatal, su personal la ayudó a levantarse de su lugar y finalizar su anuncio para así dar inicio con lo que sería el baile, pero después de eso, nadie supo nada más de ella y Lobo sabía que en efecto, ella no se encontraba para nada bien, el cómo miro a todos los presentes al caerse sobre la mesa lo dejaba bastante en claro.

La pandilla de ex tipos malos estaba en la pista disfrutando de la buena elección del Dj y de Piraña como vocalista, pero Lobo  aún angustiado por Diane, se apartó y fue a buscarla. Al salir de la gala creyó que daría con su amiga, pero no hubo nada, solo estaban los escalones de marbel pulido con flores y listones decorativos en los bordes, su falta de presencia le hizo fruncir el ceño, miró hacia todos lados tratando de divisar su silueta en la oscuridad de la noche, pero aún no había nada.

hizo una mueca de disgusto y se movió rápidamente por los escalones, llamó a su nombre nuevamente esperando una respuesta y afortunadamente un sonido llegó a sus oídos. se trataban de suaves y gritos sollozos que provenían de su izquierda, adelantó el paso y finalmente, yacía sentada sobre una fuente de agua a la luz de la luna, se encontraba Diane, con un rostro de extrema tristeza y vergüenza, empapada de pies a cabeza, Lobo la vio abrazarse a sí misma como único consuelo. Rápidamente bajo sus orejas, verla así era una bala en su corazón.

—¿Diane? .-dijo Lobo una vez que se encontraba detrás de ella, puso su mano sobre su espalda pero esta reacciono pegando un salto por el susto sus ojos verdes se achicaron al confrontarlo, Lobo en respuesta se apartó sobresaltado también.-es…¿estas bien?

la escuchó sollozar otra vez, sus ojos cristalinos escupieron pequeñas lágrimas y con delicadeza, él la tomó de su rostro para que pudiese verlo.

—hey…lo que pasó ahí antes no es tu culpa, solo fue un accidente, no pasa nada. Los accidentes siempre pasan, ellos saben que eres una mujer y líder maravillosa.-Lobo le indico con suavidad y firmeza.-ellos lo saben, los muchachos lo saben y por excelencia yo también lo sé…

—quede como un payaso, Dios, soy tan estúpida.-expresó Diane arrepentida.-es increible que no puedo ni dar un discurso sin estarla regando, se supone que debo ser la gobernadora perfecta para ustedes y solo meto la pata.-...L-lo siento…-dijo ella reaccionado finalmente.-de verdad lo siento…tu no…-Diane le dio la espalda nuevamente,abrazados con ambos brazos.-t-tú no deberías verme así…

Pero por parte de Lobo no hubo rechazo, no hubo ninguna ida, solo dejó su mano sobre su hombro y le demostró una angelical y tierna sonrisa, transmitiendo tanta seguridad y confianza como podía.

—Diane.la llamo otra vez,ahora tomando de sus manos con cuidado y las acarició con sus pulgares.-tu ya eres perfecta, con todo y tus errores y defectos, nada de eso va a hacer que te dejemos de amar y admirar y te lo puedo confirmar yo que aun con tus fallos te sigo teniendo el mismo afecto que he tenido por ti hasta que te conoci.

Al escucharlo,la gobernadora mostró una débil sonrisa y no tardó en lanzarse sobre él para abrazarlo y aferrarse entre su hombro y codo, el camino  por el otro lado,suspiro enamoradizo ante esa muestra de afecto y corrió sus manos por la espalda y cabeza de su mejor amiga, su cola esponjosa gris empezó a moverse por la felicidad que le provocaba estar con ella.

Él nunca la dejaba sola en este tipo de momentos, no era la primera ni la última vez que la encontraba triste y él llegaba a limpiar sus lágrimas y a robarle su pena, desde hace tiempo atrás que en su corazón había florecido ese sentimiento de amor por ella, de algo más fuerte que una simple amistad, uno que le indicaba que debía estar a su lado cuando ella no pudiese levantarse, a ofrecer su hombro cuando necesitas llorar o a simplemente quedarse ahí a su lado y escucharla expresarse como ella lo hacía por él, estaba tan agradecido por el cariño dado por su compañera y tan solo buscaba expresar lo mismo.

Ser gobernadora era tan agobiante para Diane a veces, en algunas ocasiones sentía que iba a perder la cabeza y en otras el estrés que se acumulaba en su cabeza la atormentaba pero para su suerte, Lobo siempre estuvo ahí para transmitirle paz con tan solo una caricia.

Esa noche había sido un desastre para ella, pero aun cuando estaba de rodillas rendida sobre el suelo, Lobo borraba las nubes negras del cielo con el sol que resultaba ser su corazón, gracias a ello, ambos habían aprendido a ser vulnerables con quienes quieren.

—eres increible,Diane, nunca lo olvides.-Lobo le recordó esa noche,antes de irse de vuelta al salón, tomados de la mano.

(...)

—...¿Lobo? .-preguntó Tarantula preocupada.-amigo, estas bien?

—¿e-eh?.-balbuceo el ya mencionado tras regresar a la realidad.-¿eh,que paso?.

—te quedaste en blanco por unos segundos ¿todo bien, compadre? .-preguntó Piraña arqueando la ceja.

—ah,si,si…perdón…-murmuro aun perdido,miro nuevamente a Diane enfrente de él.-es solo que…acabo de recordar algo.

los ojos de la zorra pelirroja se abrieron como platos.

—¿d-de verdad? .-susurro esperanzada.

—¿de verdad? .-pregunto el grupo en unísono.

—si,si ¡ya lo recuerdo!... todos estabamos ahi.-explicó sorprendido,siguió apretando las manos de Diane entre más hablaba.-estaba en una gala, habías tenido un accidente frente a todos y saliste porque te sentías mal y luego yo-

—si,hablas de la gala de la primavera, me había tropezado frente a todos en el salón durante mi discurso y luego llegaste a consolarme…-Diane puso una suave sonrisa nostálgica.-...fuiste el único que estuvo ahí para mí cuando más lo necesitaba…

—¿no recuerdas nada más? .-pregunto Serpiente intrigado.

—me temo que no.-se lamento Lobo.-pero creo que con un recuerdo ya es una buena señal.

—en efecto que lo es.-dijo el doctor.-creo que sus amigos serán buenos compañeros y amigos en lo que usted tarde en recuperar su memoria, con cosas como fotos, videos, alguna música que escuche o hasta visitando lugares del pasado podrá lograrlo,no le garantizo que su memoria regresara a ser la de antes de la noche a la mañana, pero cualquier cosa pueden consultarlo en el hospital.

—Gracias,Doctor.-Diane dijo suavemente.-descuida Lobo…aquí estoy para ti y no pienso dejarte.

—te lo agradezco mucho.-replicó él.-pero aún hay algo que necesito saber…

—¿Qué cosa? .-preguntó Diane atentamente.

—¿Quién eres tú y qué fue lo que pasó entre nosotros?.



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