Uff, esto es más difícil de lo que pensé.

No exagerar, porque espantarlo dos veces me pondría en una situación peor que la anterior. Chifuyu leyó conmigo el segundo consejo, y estuvo de acuerdo contigo, debía mostrarme natural y ser amable.

Tener coraje, como suele decir él para animarme.

Vamos con lo básico.

Empezar con lo básico me puso nervioso. Estuve toda la noche anterior practicando mi presentación en el espejo del baño, fueron tantas veces las que repetí "Hola, soy Takemichi" en diferentes voces que incluso yo mismo sentí la vergüenza ajena.

¿Se puede sentir vergüenza ajena por uno mismo? Al parecer si, porque eso sentí.

Por favor, no se rían ¡Hago lo que puedo!

El simple hecho de saber que a Mikey-kun no le gustan las personas débiles, me hace inseguro de mí mismo. El que me conoce sabe perfectamente que por cualquier cosa lloro y eso es de débiles.

De todas formas, puse en marcha tu plan al día siguiente.

Fue en la mañana, apenas llegué, tuve la suerte de encontrarme con él en el pasillo mientras sacaba algunas cosas de su casillero. Me acerqué rápido, pero disimulado, no quería ponerme en evidencia de nuevo.

Comencé a tararear mi canción favorita mientras me acercaba y, ¡Wow, si funcionó! El nerviosismo bajo de a poco, fue un gran avance.

Apenas abrí mi casillero, mire de reojo a mi "vecino" asegurándome que no estuviera ocupado, porque no quería llegar a interrumpir accidentalmente lo que sea que esté haciendo. Mikey-kun solo estaba ahí parado, en silencio.

Respiré profundo, y toqué la puertita de metal que nos separaba, y el rechinar del objeto se escuchó después de unos segundos en los cuales sentí una eternidad. Recién cuando mis ojos se cruzaron con los suyos, sentí que entre en corto circuito y mi mente quedó en blanco.

Él me preguntó si estaba bien.

Yo solo me quedé parado ahí, mirándolo. Bueno, algo así.

Justo cuando finalmente, mi voz se dignó a regresar, tomé el suficiente valor para saludarlo aunque sea. Pero en ese preciso momento llegó un chico de cabello largo oscuro, no recuerdo muy bien que me dijo porque la sorpresa del momento no me dejó. Parecía muy molesto conmigo.

Y sin verlo venir, me golpeó en la cara. El impacto fue tan fuerte que me mandó al suelo.

Apenas reaccioné y los busqué con la mirada, ya no estaban. No sé qué me dolió más, el golpe o que Mikey-kun no estaba.

Definitivamente soy un cobarde. Seguro ahora debe de pensar lo peor de mí.

Ahora que saben lo qué pasó, simplemente ir con él e intentar de nuevo presentarme no creo que sea opción, ¿Y si usan sus poderes mágicos para que Mikey me hable? ¿O debería de recurrir otro método para acercarme?

Aún me duele la cara.

Con dolor, Takemichi Hanagaki.

El ganador de este capítulo es...

DIOS MÍO, MI BEBÉ NOOO JAAJAJAJ ¿Y ahora? ¿Quién me pagará las curitas para el precioso rostro lastimado de Takemichi?

No olviden votar, comentar y llenar el formulario para seguir participando~

El capítulo no ha sido editado, cualquier error me gustaría que me lo dijeran, un beso<3