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-5-

Unas horas antes del baile de graduación, todos ponían de su parte para que esa gran noche saliera increíble.

—¡Esas luces dañarán mi piel!

Exclamó muy enojada Chloé, la cuál era la encargada de coordinar a los demás, para mala suerte de todos, pero la hija del alcalde al parecer utilizaba dicho poder para cumplir sus caprichos, uno de ellos ahora mismo era organizarlo ella, si no de ninguna manera se llevaría a cabo.

—Lo que diga la reina. —bufó Alix, cambiando la iluminación, mientras que Kim trataba que su novia no cometiera homicidio pues esa chiquilla malcriada lograba hacer enojar a cualquiera en un santiamén.

—Mira, yo creo que estos discos serían buenos para animar la noche.—Alya aconsejaba al dj, el cual era como siempre en los eventos; su adorado novio Nino Lahiffe, le mostraba discos de Jagged Stone, así como discos de David Guetta, The black eyed peas, Skrillex entre otros artistas que suelen poner el ambiente en las fiestas.

—Espectacular cariño, andar conmigo te ha servido. —halagó Nino llenando de besos el rostro de su chica y tomándola de la cintura para rozar sus narices. —Djwifi es lo mejor en las fiestas. —Le regalaba una sonrisa cálida mientras la morena tomaba las mejillas de este, asintiendo y dándole un beso en la frente a su amor

Kim y Alix colocando las luces que había pedido Chloé Bourgeois, mientras que  Rose y Nathaniel adornaban el salón, Alya y Max contabilizan las sillas para saber el número de exactos de arreglos que debían poner en cada una, Mylene e Iván estaban a cargo de las invitaciones que se les entregaría a sus demás amigos y Juleka estaba ajustando algunos puntos que pudieran quedar sueltos junto con Sabrina.

Mientras todos andaban de un lado a otro organizando el gran evento de la Françoise Dupont;

Cierta azabache después de horas y horas de ser persuadida por su mejor amiga y el Dj terminó accediendo ir por lo menos a ayudar en el evento, más tarde decidiría si ir o no pero su misión de ayudar a sus amigos era saboteada sin querer por el chico de hermosos orbes verdes ya que le escribía mensajes de texto: Los cuales Marinette atendía en menos de tres minutos dejando a un lado lo que debían cumplir ese día.

Ante la mirada de confusión de sus compañeros la azabache reía por todos los mensajes que le llegaban, aunque ninguno sabía a ciencia cierta de su relación con el joven Agreste, pues ninguno de los dos había aceptado ni negado nada, o si sólo se habían vuelto más cercanos. Lo cierto es que ambos parecían estar más felices de lo usual.

Algo que también causó revuelo es ver a este par hablando animadamente pero sobre todo tan fluido sin rastro de tartamudeo por parte de la aspirante a diseñadora de modas, algo sumamente extraño y más para su mejor amiga que juraría que algo había pasado aunque Mari no se lo confirmara.

—¡Hey panadera! Por si no te has dado cuenta; tenemos las horas encima para terminar con todos los arreglos. —Proclamaba Chloé con su irritante voz parecida al zumbido de una abeja molesta en el oído. —Deja eso y ven acá.

La chica de coletas respondía alegremente los mensajes de Adrien quien le sacaba una sonrisa o la ponía sonrojada a pesar de que no se encontraban juntos. El chico había quedado de ir a ayudar a sus amigos pero fue reprendido por su padre el cuál otra vez lo llenaba de compromisos sin consultarle con anticipación.

Los chicos acordaron que lo que había pasado ese día en la sala de la casa de la azabache se pospusiera por un tiempo pues Adrien no estaba libre aún a pesar de que él amaba a Marinette y ella a él e incluso de la infidelidad de la chica de orbes verdes, sabía que su padre no le permitiría dejarla ya que para él lo único que a veces importaba era la posición social y las mancuernas o tratos que podía hacer con la familia Rossi.

Debían manejar ese tema con sumo cuidado, él rubio aun cuando había dado por terminado su noviazgo debía seguir aparentando ser una pareja feliz ...O al menos eso debía acatar, pero el amor por aquella dueña de ojos azules haría que cometiera la más grande locura.

—Ya, por fin acabamos.—Marinette alzó los brazos al aire estirándose después de que Chloé le dijo aquello y pusiera sus manos en las decoraciones, le encantaba todo aquello de las manualidades y eso se podía ver en el esfuerzo que daba.

Horas después cayó la noche, ese día los enamorados no se habían visto. La chica se colocó su pijama del diario y estaba leyendo todo acerca del diseño de modas pues en unas semanas presentaría su examen de admisión en el instituto Marangoni , quien tenía la carrera tan anhelada de la chica donde aprendería desde la teoría hasta la práctica; era un edificio de siete plantas donde se respira la atmósfera de las más célebres casas de moda parisinas, Chanel, Hermes, Lanvin...

Estaba absorta en sus pensamientos hasta que divisó una figura masculina del otro lado de la ventana, era él, su adorado rubio que por ahora era inalcanzable para ella. El chico se encontró con la mirada de su amada yendo directamente a tomar papel y pluma para escribirse como cuando comenzaron a conocerse mejor.

Adrien no debía ir a verla a esas horas de la noche pues sabía que cuando ocurrió lo de Lila, cierta amiga de ella había ido con el chisme de que una chica que no era de clase alta estaba interfiriendo entre los modelos; esto hizo que Gabriel tuviera una larga charla donde le dijo que pase lo que pase no debería dejar a una chica tan "Maravillosa" como lo era la hija prodigio de los Rossi y aunque el ojiverde intentó hacerlo entender de que él y Lila eran mejor como amigos, no quería que la chica pasara por la pena de ser expuesta ante su padre.

—¿Irás esta noche? —Escribió en la libreta que había encontrado en el cajón cerca de su cama.

—No, estudiaré. —La chica fingió una sonrisa, ella realmente quería ir a ese evento pues lo había soñado tantas veces, y siempre se veía del brazo de aquel rubiales que le robaba los suspiros.

Adrien vió el reloj en su pared dándose  cuenta que ya eran las 6:30 en donde quedó, o más bien Lila lo obligó, a que pasara por ella a esa hora, pues ante la vista de los demás seguían siendo novios.

Aquél bochornoso momento en donde estaba con Nathaniel sólo lo presenciaron: Adrien, Alya, Clara, Marinette y la mejor amiga de la chica del flequillo de ojos verdes como aceituna.

Agreste tomó su saco, lo colocó en su hombro izquierdo y mostró lo último que escribió a la azabache; "Desearía que estuvieras ahí", Marinette atinó a encogerse de brazos y hacer una mueca de "Ya que".

En tanto Lila, se encontraba peinando su cabello que caía de lado sin ningún tipo de adorno y en cuanto a su vestido era color rojo; el material era cien por ciento seda, tenía un pronunciado escote en la parte de los pechos, de manga larga, así como de una gran cola que en la parte de enfrente tenía una abertura en la pierna y como toque final en el área del vientre tenía un rombo formado de puras piedras finas, su calzado eran unos tacones plateados con tacones de punta.

—Hola amoreo.—Saludó la chica llegando a lado del joven el cual hábilmente esquivó su beso.

—Estoy contigo solamente porque mi padre me está presionando pero creo que ya quedó claro que por mí no te volvería a ver en mi vida. —la sujetaba de las manos.

—El Sr. Agreste confía más en mi palabra que en la tuya, no hay manera que me hagas quedar mal frente a él.

Subieron al carro deportivo que pertenecía a Félix, el primo de Adrien, el cual había llegado hoy en la mañana de sorpresa. El camino fue silencioso, ella venía revisando su celular, y él no quería cruzar palabra alguna con aquella chica.

Llegaron al colegio y Adrien en otro momento hubiera abierto la puerta como muestra de caballerosidad pero esta vez sólo salió del coche con rumbo a la fiesta dejando a Lila muy furiosa al no ser tratada como la princesa que se creía.

Los ojiverdes al llegar al lugar captaron la atención de todos los presentes, todos habían visto el vídeo donde Lila se besaba con el pelirrojo; Cierta morena se había encargado de eso y se preguntaban ¿Cómo era posible que aun así el chico estuviera con alguien así?, no les parecía que su amigo estuviera en tal situación y aunque tal vez tendría sus motivos para mantener aquella relación, a Adrien no se le veía ni una pizca de emoción a lado de ella, ni hablar de que su mirada no destilaba amor por aquella chica que duró mucho tiempo a su lado.

—¡Oye no, no, no! Venimos aquí a bailar no a sentarnos. — Lila tomó de la manga del chico para obligarlo a bailar.

— Corrección: Venimos acá porque tú y mi padre confabulan contra mí para que haga cosas que no deseo hacer.— atacó Adrien manteniendo una postura seria.

Lila se alejó de ahí diciéndole que si él no pensaba divertirse ella sí, entonces se fue con un grupo de chicos de otro salón que enseguida la sacaron a bailar sin importarle con quien venía.

Por su parte Adrien no le prestó atención a lo que la chica le había dicho pues él se encontraba divertido con la escena que sus amigos montaban, ya que como siempre Kim y Alix se retaban en diferentes cosas, esta vez el reto consistía en bailar ridículamente sobre la mesa, lo entretenían haciéndolo olvidar por un momento todo el coraje que había hecho con su Novia.

— Hey Adrien ¿Porque tan solo?

Una voz familiar lo hizo volver a la realidad, ¿Qué hacía él aquí? Pues el rubio recordara no haberlo invitado al baile y hasta donde él sabía no conocía a nadie de su instituto para que estuviera ahí.

Félix se encontraba parado justo a lado de él con una sonrisa brillante, Adrien al verlo lo saludo alegremente pues apenas había tenido tiempo de convivir con su primo desde que llegó gracias a que lo tenían de allá para acá por cuestiones de la empresa.  Y es que al contar ya con la edad de 22 años estaba involucrado con el negocio del diseño pues era un gran administrador, Gabriel requería de su apoyo.

El rubio de ojos azules portaba una camisa manga larga color vino, un chaleco color gris acorde con el saco y los pantalones, mientras que la corbata era del mismo tono que la camisa junto con unos zapatos negros.

Adrien se percató quien era la acompañante; se trataba de Clara, una de las amigas de su azabache, la cual portaba un vestido color negro, sencillo de corte "V" en el escote, en su cintura reposaba un cinturón dorado y como calzado traía unos zapatos de tacón alto, los cuales eran cerrados pero de los tobillos tenía como pulseras entrelazadas con pedrería dorada.

— Hola Félix, hola Clara. — Saludó cortésmente — Lila anda por allá bailando con quien sabe quién.

Del otro lado de la pista, ya se encontraban Nino y Alya bailando mientras habían dejado la lista de reproducción andando.

—Espera aquí amor, ahora vuelvo —Habló la castaña separándose de su acompañante y tomando su celular en las manos.— ¿Vas a venir?, ¡oh vamos chiquilla por favor!, no entiendo como dejarás que Adrien siga con esa bruja después de lo que hizo.

—Alya por favor, deja que yo maneje este asunto ¿sí?

—Eres irremediable mariquita.—Colgó el teléfono y volvió a la fiesta donde vió a Adrien hablando con Clara y un chico muy parecido a él.

—Hola, perdonen que sea una metiche, pero ¿Eres familia de los Agreste?

El mayor se limitó a sonreír y asentir con la cabeza, mientras Clara lo veía y tomaba su brazo.

—Alya te presento a mi novio, Félix André Agreste, primo obviamente de Adrien, está aquí para acompañarnos en este día especial. —aclaró la chica.

—Hola señorita, gusto en conocerla. — tomó la mano  de la morena y se la besó. —Clara me ha hablado maravillas de ti y de su otra amiga; Marinette. ¿Qué por cierto dónde se encuentra?

—Esa es una muy buena pregunta, verdad Adrien. —Se volvió hacía el lugar del modell

—Emm...sí...Bueno.—Tartamudeó él.

—Ella no quiso venir, gracias a diversas situaciones que no sabemos explicar por qué continúan pasando.— sonrió a Félix, pero sabía que la pedrada le había llegado a Adrien.

La fiesta continuó sin ningún contratiempo, el evento estaba cubierto por los mejores medios de comunicación, ya que los modelos Adrien Agreste y Lila Rossi, además como el empresario Félix y la hija del alcalde Chloé Bourgeois se hallaban ahí.

—Vamos guapo, la noche es larga para estar en esta aburrida fiesta. —Lila se le estaba insinuando a Nathaniel quien se encontraba en las mesas del fondo tomando whisky.

—Ya no Lila, hay muchas cámaras y mi reputación como jugador de fútbol soccer se puede ver ensuciada si me ven contigo, cuando aún eres pareja de ese.—decía Nathaniel apretando el vaso con su mano pues estaba celoso.

—Anda, mueve tu lindo trasero y sácame a bailar aunque sea — jaló del brazo y lo empujó a la pista, donde no perdió el tiempo para abrazarlo dándole besos en toda la cara.

Adrien después de hablar con los chicos, iba en busca de la italiana  y la encontró de lo más cómoda con aquel tipo con la que la descubrió siéndole infiel aquella vez.

—Vaya Lila, veo que no cambias. —intervino el joven mientras aplaudía como si de una obra de teatro exitosa se tratara.— En verdad espero que sean muy felices pero Nathaniel ten cuidado, ya que lo mismo que hizo conmigo te puede hacer a ti. —mencionó con una sonrisa burlona —La vida da muchas vueltas, permiso.

—Adrien, espera no es lo que parece.—Lila tomó de la manga para detener su andar pero este se soltó de inmediato.

—No te preocupes Lila, a decir verdad, me has hecho un favor —Señaló las cámaras que habían captado todo. —Ahora mi padre podrá dejarme en paz con este asunto, que oficialmente ha terminado.

Mientras tanto una chica azabache trataba de leer su libro pero no podía sacarse las palabras de su amiga donde le decía que si en verdad deseaba estar con su amado debía dar todo sin importar nada ni nadie.

《Tiene razón》

Se quitó los lentes que le ayudaban a no cansar su vista volteandoq hacia su pequeño lugar de diseño y visualizó el vestido que había creado días atrás cuando estaba indecisa si ir o no.

—Lila no sabía que eras capaz de todo esto, mi familia te consideraba una niña bien.— regañaba Félix, quien vió todo desde el ángulo que estaban.

—No, enserio que puedo explicar esto.—decía entre lágrimas falsas —Él me obligó.—Señaló a Nathaniel quien la veía con la boca abierta por lo hipócrita que era.

La música estaba a todo lo que daba y no todos habían escuchado la disputa sólo los que estaban cerca y para la mala suerte de la modelo; los medios también.

De pronto todo se frenó, las luces se apagaron y la música dejó de sonar.

—Por mucho, mucho tiempo —Comenzó Nino desde su puesto de Dj— Un rubio y una azabache han estado enamorados uno del otro, y por miedo al qué dirán o al rechazó jamás se dijeron nada. —Pausó unos minutos ante la duda de todos. —Hasta apenas hace poco eran amigos pero se dieron cuenta que su amor por más escondido que estuviera tenía que salir de las sombras, así que a rabietas de una bruja malvada y un dictador imponente... —Todos comenzaron a reír al saber perfecto a que hacía referencia aquellos personajes. —Hoy la princesa modista está aquí para decirle algo a su amor de verdad.

Nino terminó de decir eso, y todos abrieron paso para que aquella chica se hiciera presente, las luces se encendieron y la alumbraron.

Portaba un vestido tipo sirena, con tela de seda color rojo con negro, y en la parte de arriba del vestido estaba un escote forma recta que, junto con unos guantes color negro formaban el atuendo perfecto. Sin olvidar claro el antifaz que de improviso hizo ese mismo día, recordando que al chico le gustaban los cómics, y más una súper heroína de dichas revistas.

—Eres lo más lindo que me ha pasado Adrien Agreste.—habló la chica al micrófono que tenía a lado proveniente de una reportera, sacando un papel blanco doblado, extendiéndolo y dejando ver la leyenda "te amo".

   Créditos a su respectivo autor.

Adrien estaba sin palabras, no sabía que decir pero pronto fue sacado de su fantasía cuando los periodistas empezaron a bombardearlo con preguntas.

—¿Quién es ella? —Preguntó uno

—¿Desde cuándo Lila lo engañaba —habló otro?

—¿Su padre está de acuerdo? —Intervino otro.

Los amigos de ambos empujaron al muchacho para que corriera a abrazar a su chica ante la furia de Lila. No tardó en acercarse a ella para tomarla de la cintura donde tomó un micrófono y veía a la cámara.

—No voy a hablar de la señorita Rossi ya que fue alguien a quien de cierto modo aprecié pero si voy a hablar delante de todos sobre la persona que amo con todo el corazón y el alma. —giró su vista hacía ella, la cual estaba teñida en rojo por los nervios. —Marinette Dupain Cheng, la chica que ha estado ahí conmigo siempre sin importar que le pudiera ofrecer, la chica que me ha dado lo mejor de sí como amiga, cómplice, compañera y ahora como pareja.—Le dio el micrófono a la reportera, la cual no lo quitó de encima de ellos —Amor, mi bella princesa ¿Quieres ser mi novia oficialmente?

—Adrien.—mencionó sorprendida —Yo...

—Al diablo todo Marinette, ¡Dile que sí! —gritó emocionada clara.

—Es lo que has soñado desde que se conocieron —agregó Alya igual o más emocionada.

Todos victoreaban a la recién descubierta pareja, pero de pronto todo ruido ceso al apagarse de nuevo las luces del lugar.

—Más le vale decir que si señorita Dupain.

Todos quedaron sorprendidos ante la presencia de Gabriel Agreste en la dichosa fiesta y Marinette estaba hecha un manojo de nervios, Adrien no se lo podía creer que él estuviera ahí. Nadie sabía que decir.

—No me vean así, aunque parezca alguien terrible, yo también tuve su edad y viendo como pasaron las cosas. —volteó a ver a Lila con la cara enojada, de esas miradas con las que dicen "Luego hablamos".—Estoy totalmente de acuerdo con la relación con mi hijo.—Sonrió —Además viendo el gran potencial que tiene en la industria de la moda; Bueno nada me haría tan feliz de que trabajara como mi mano derecha en las industrias Gabriel's en algún futuro si es que van más allá de un simple noviazgo.

Marinette bajó la mirada ante miles de pensamientos que rondaban su cabeza, estaba segura de su amor por él y del amor que él le tenía.

—Claro que acepto.—subió su mirada y rodeó el cuello del chico mientras sonreía. —Pero si no es molestia quisiera que ese puesto me lo ofrezca cuando sea igual de buena que usted señor, por mi propios méritos.

—No se diga más. será mi aprendiz entonces, la felicito por su sencillez y humildad ya que eso la hará alguien grade.

—Basta de plática.—Intervino Adrien.—Ya me dijiste que sí, pero falta hacerlo oficial.—Dijo sonriendo de lado y acercándose a su novia para darle un profundo beso.

Lila se retiró del lugar furiosa, siendo perseguida por Nathaniel que en realidad la amaba, y sabía que la chica se sentía humillada.

La fiesta continuó sin más sorpresas. Dándole a Adrien y Marinette la noche de sus sueños. Chloé ganó la corona de la reina del baile pero se la dio a Marinette argumentando que ella se lo merecía más por todo lo que era de increíble y solidaria, de igual manera a Adrien lo coronaron rey del baile por su valor al por fin decir todo lo que sentía.

Así entre bailes, bromas, y besos concluía el baile de graduación de la generación Françoise Dupont.


             Fin ♡.

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