{Mío Mío Solo Mío}

Prácticamente sintió como de su espalda brotaron alas negras.

No de demonio... Alas de un cisne. Parte de una criatura perdida de su camino al bien. Yoongi, que siempre se consideró el patito feo, podía sacar la bestia en su interior. Dejar de ser un débil patito feo y sacar el cisne oscuro que lleva dentro.

Ambos totalmente desnudos frente al otro. Pareciera un espejo, sus miradas son dolidas, contienen en ellas sus tortuosas tormentas encerradas.

Ya no temían, ni siquiera Suga estaba asustado de que Kookie quisiera huir al vislumbrar la fealdad y profundidad de sus grietas... De sus tan irreparables quemaduras.

El mayor de ambos no escuchaba más la voz que siempre intentaba dominarlo, tentarlo a hacer daño.

Porque ahora era esa voz la que tomaba el control.

Su voz

De igual manera Jungkook no oía el molesto pitido que antes ensordecía sus oídos.

Simplemente estaba siendo hipnotizado por el respirar de su cisne, el ángel ya no quería sus propias alas, no si con ellas tuviera que volar a un lugar en el que su razón de existir no estuviera.

Llévame de aquí... Volemos juntos y luego caigamos en picada

POV:Yoongi.

Mis sentidos estaban al cien por cien. Mis vellos se erizan por la intensa sensación del fluido de mi sangre por mis venas.

Me siento volar.

Con la boca entreabierta, dejando salir leves bocanadas de aire, extendiendo como nunca mis pulmones hasta el punto de sonreír

Me siento libre

Deslizo mi mano por el costado izquierdo de la cadera de mi Kookie quien espera con las mejillas sonrosadas y ojos cristalizados mis próximos movimientos. El miedo y la excitación claramente danzando en su vientre. Enterré mis dedos en su piel sonriendo abiertamente mientras observo un gesto adolorido en su expresión.

- Entrégate... A toda mi lujuria, a toda mi oscuridad... A toda mi maldad, entrégate.

Las puertas de mi infierno están abiertas de par en par y mi pequeño ángel baila desesperado porque le permita entrar.

- Oblígame.

Mi otra mano asciende por su espalda hasta detenerse en el nacimiento de su cabello, del cual tiro con fuerza al tenerlo al alcance de mis dedos.

- ¿Entonces no quieres piedad?

Teniendo que poner un gran esfuerzo para moverse bajo mi agarre inclina el rostro para acercar unos milímetros su boca a la mía.

Sisea

- No quiero soledad... El resto no me importa.

Las comisuras de mi boca llegan al límite formando el tramo más doloroso para él. Mi sonrisa es prácticamente un trecho, un encorvado camino que promete dolor...

- Entonces arde y disfruta de este tu último vuelo.

Susurro antes de agarrarlo de la muñeca, siendo este el único dominio que tengo sobre él para poder hacer mi próximo movimiento. Me agacho para abrir la jaula que desde hace mucho dejó de tener cerradura, y me hago a un lado retando a Jungkook con una sonrisa.

Sus ojos ganan un brillo de destellos aterrados, el café se vuelve más intenso por el jugueteo de la pupila.

- Entra.

Le ordeno en voz baja, soltando su mano y simplemente dedicándole mi más filosa mirada... Esperando.

POV: Jungkook.

Decir que no tengo miedo sería la mayor y más vergonzosa mentira que podría inventar.

El miedo es algo sorprendente.

Prácticamente escucho en mis oídos el eco de mi propia respiración chocar con una pared invisible.

La jaula a la altura de mi cintura yace abierta, esperando que me adentre a ella como se vio obligada a hacer otra persona años atrás. He de agregar que los huesos de esa persona continúan dentro... Mi piel desnuda obligatoriamente chocará con ellos, tocaré los restos de un cadáver...

¿Cómo eso puede exitarme tanto?

Después de todo era esto lo que pedí hace no más de treinta minutos, molesto con las vidas que nos tocó vivir decidí mandarlo todo a la mierda.

Pedí ser follado encima de un piano cuya historia me vale verga, con que formara parte de su pasado me bastaba... Pero esto... Esto es otro nivel.

Claramente no soy yo el único enfadado.

El choque de sus ojos negros sobre mi piel vibra... Y yo no puedo despegar la vista de lo hermoso que es.

Su piel tan malditamente blanca y perfecta, recubriendo los apenas marcados músculos, la V en su pelvis y el rosa de sus botones.

Esta versatilidad me está volviendo loco

Temblando bajo su mirada me acerco a la jaula, bajando la parte superior del cuerpo para poder entrar al encierro.

Fue un error no aferrarme al exterior de la celda por mis escrúpulos, porque cuando ya me encontraba a punto de entrar Yoongi me pegó en las nalgas con la fuerza suficiente para impulsarme y hacerme caer en mis dos rodillas y manos... dentro.

Mi respiración falló.

El anterior golpe resonó con el filo de un cuchillazo por el aire, las paredes lo repitieron en mi cabeza una y otra vez por lo increíble que me resultó.

En un abrir y cerrar de ojos estaba encerrado en el reducido espacio, con los huesos bajo mis manos.

Un gritito brotó por mi garganta debido a la impresión.

Y... Yoon...

Mi respiración se quedó atascada en mi pecho y el sollozo no tardó en aparecer en conjunto con las lágrimas que comenzaron a deslizarse por mis mejillas.

Una por una cayeron, mojando los huesos de su madre y un pesar inmenso se estableció en mi pecho.

¿Qué hago aquí?

- Date la vuelta.

Me ordenó a mis espaldas, en ese tono que me hace temblar.

- Sa... Sácame de aquí...

Le pedí en voz baja y temblorosa, no encontrando manera de escapar de los huesos y lo que representan desde aquí adentro.

- No lo voy a hacer, no hay escapatoria. Ahora... Date la vuelta.

Junté con fuerza mis labios para impedir que otro sollozo saliera por ellos.

Ahora solo queda soportar ¿Cierto? Solo debo esperar a que toda su tempestad se drene y luego... Podremos estar en paz.

¿Podremos algún día disfrutar de algo como eso?

Trabajosamente me removí entre los barrotes de metal, apoyándome en mis manos y rodillas hasta poder dar la vuelta y quedar frente a Yoongi.

Desde aquí abajo se ve incluso más imponente, con esa crueldad adornando su faz y la gratamente aterradora calma en sus músculos al conocer el nivel de control que tiene sobre mí.... Sobre el mundo.

- Buen chico, agarra con tus manos los barrotes a cada lado de tu cabeza.

Trago con fuerza y con mucho cuidado me pongo de rodillas, rodeo con mis dedos los barrotes y mi rostro queda entre dos. Mi cabello sobresale por los superiores, pues directamente sobre mi cabeza está el "techo" de la jaula.

Como si hubiese sido hecha para mí

Mi piel hormiguea y el miedo crece en demasía al comprender asustado lo que planea.

- No estarás pensando...

- Calla.

Efectivamente sus dedos se cuelan por los barrotes y agarran mi cabello impidiéndome por completo moverme, dolorosamente obligándome a estar a su merced.

- E... Espera Yoongi, no quie...

Las lágrimas regresan cuando su intimidad inunda de imprevisto mi boca.

Por la falta de espacio me es imposible cambiar mis manos de lugar, por lo que ahí, con las rodillas sufriendo y como pecador rogando piedad: Mi boca es violada por Min Yoongi.

Antes lo hizo ese monstruo, el Satanás que jugaba conmigo en mis pesadillas ensució mi cavidad bucal hasta dejarla irreconocible a mi sentir. Y Yoongi lo sabe. Está ocupando el lugar del Dios de mi terror, sentándose él mismo en el trono de espinas. Arrodillándome a su merced.

Arremete con fuerza sin dejarme respirar, siento mi rostro ponerse rojo por la falta de aire y las venas de mi cuello estallar de la presión. Mas el agarre de Yoongi no aminora, mantiene imperturbable mi cara contra los barrotes mientras su polla se cuela en el espacio y folla imparable mi boca.

Mis sollozos irreconocibles no hacen más que exitarlo de sobremanera, principalmente porque de esa forma hay menos espacio y su maldito pene disfruta más.

Sal de mí...

Una carcajada brota de su garganta, está cargada de tanta oscuridad y lujuria, suena tan... Sublime.

Ya es dueño de cada rincón mío, esa melodía era su canto de victoria.

Y que me parta un rayo si no me exitó eso.

Las lágrimas cesaron al sentir un calor en mi vientre, mi propia intimidad ganando tamaño hasta chocar con uno de los barrotes sacándome un gemido... Y eso no le pasó desapercibido.

El brillo de su mirada me hizo temblar, detuvo sus movimientos para apreciar a mi desastroso yo con una expresión ilegible... Y ahí yo cumplo mi papel.

Mi lengua apenas pudo sacudirse un poco por el espacio reducido en mi boca, ya su intimidad dejó de ser un intruso para convertirse en mi tan ansiado alimento. Sus dedos me dieron un poco de libertad de movimiento para comprobar mis intenciones.

Y vaya que no lo decepcioné.

Desencajé la mandíbula como antes no pude y empecé a chupar.

Eres magnífico

Sus labios están abiertos de par en par, la respiración acelerada y trabajosa, pareciera que su cuerpo rechaza el aire.

Con la vista que me regala, mi esfuerzo se multiplica.

Rodeo con la lengua el falo, la empujo con fuerza contra las tan atractivas venas, lamo el glande y mordisqueo la piel.

Quiero que pierdas la razón... El control... Que te vuelvas desesperado por no perderme.

POV:Yoongi.

Definitivamente el angel se ganó su entrada VIP al infierno.

Ya lo tengo entre mis piernas conmigo en el trono, con sus ojos puros y traviesos queriendo restregarse en el fango de la lujuria.

Mío Mío Solo Mío

Abrí la jaula dejándolo en "libertad" aunque ya eso no es algo que pueda gozar. El amor es una prisión, y tanto el preso como el carcelero sufren a la par que gozan de su encierro.

Tras abrir la reja, gateó sin aire hasta afuera, quedando justo ante mis pies.

Ascendió la mirada desde el suelo y mi polla chorreaba de pre-semen, desesperada por enterrarse en su culito.

- Ya estás listo.

Susurré tomándolo del brazo, lo arrastré hasta el tan memorable piano marrón, loco por tomarlo sobre él.

Ni siquiera yo recuerdo su historia, es demasiado vieja para contarla... Pero ese piano solo significa dolor.

Para el padre que logré encontrar y ver morir, para mi madre muerta... Aunque ya no para mí.

Por sí solo abrió sus hermosas piernas, tentándome a enterrarme en su interior y romperlo por completo. Desgarrarlo con tantas ganas que ningún otro pene pueda adentrarse a él.

Mío Mío Solo Mío

No entré de una, mis manos desfilaron crueles por sus tobillos hasta pantorrillas, dejando surcos de sangre por sus muslos.

Pero en sus ojos no estaba la súplica para que me detuviera, su brillo solo pedía más.

Mío Mío Solo Mío

Mi posesividad enfermiza no para de crecer conforme lo miro.

Es que su piel solo puede tener mis manos sobre ella, por su boca no puede pasar una polla que no sea la mía. Con la simple insinuación de que me pueda reemplazar una llama de violencia amenaza con iniciar un incendio.

Agarro de imprevisto su cabello con brusquedad acercándolo a mi rostro.

- Eres mío ¿Escuchaste?

Y sus ojos solo me dijeron que él también está enfermo.

- Solo tuyo y de nadie más.

Susurró antes de tomar mis labios, intercambiamos mordidas, su anterior debilidad extinta por completo por la experiencia y ya mi cabello estaba también entre sus dedos.

Lo sostuve de sus piernas haciéndolo sisear por la sensación de sus nalgas frotándose con la dura y fría madera. Agarrándolo de las caderas, pongo los ojos en blanco por lo bien y correcto que se siente tenerlo entre mis brazos.

Mío Mío Sólo Mío

A cada palpitar crecía mi hambre, mi desesperación por tenerlo, por hacerlo mío como si no lo fuera ya.

Por eso, sintiendo sus paredes abrirse para mí pero a la vez cerrándose a mi alrededor, inundo su espacio con mi intimidad. Escuchando complacido el gemido que resuena en mi oído.

Arremetí contra sus labios, estallando en fuegos artificiales mortales. Iluminando mi oscuridad, volviendo acogedor mi infierno y conquistándolo por fin.

Mi palacio está completo con mi rey a mi lado.

Un ángel extraviado y un cisne negro.

Tal para cual

Mi cadera comenzó a hacer movimientos oscilantes, penetrándolo gustoso una y otra vez. Cumpliendo lo prometido.

Hundiéndolo en mi lujuria, ahogándolo en ella.

No hay escapatoria, las puertas de mi infierno han sido cerradas para no ser abiertas nunca más.

- No se suponía que resultase así.

Jadea en mi oído mientras yace sin fuerzas sobre el piano, resbaloso por el sudor y sucio con la mezcla de nuestros líquidos en su piel.

- ¿Así cómo?

Pregunto de repente sediento, tomándolo en brazos y rodeando con estos su cuerpo de manera protectora.

- No lo sé... Pensaba que este era el fin de una etapa, una mejora, que olvidaríamos todo el dolor y estaríamos en paz. Que los malos sentimientos se irían.

Arrugo el entrecejo, completamente confuso por sus palabras.

- Yo estoy en paz.

Suspira y separa el rostro de mi hombro para mirarme a los ojos.

- ¿Me amas? ¿Sin que haya obsesión de por medio? ¿Crees que somos capaces de llevar una relación que no sea tóxica?

Endurezco la mandíbula.

- No definas lo nuestro como tóxico. Me siento orgulloso por el simple hecho de "sentir" Te amo y punto.

- Yoon... Eres capaz de arrasar con todo aquel que siquiera se me acerque ¿Crees que eso está bien?

Tenso mis manos sobre él, sopesando sus palabras.

Pero no importa qué, esto es como es.

- Lamento decepcionarte, pero si pensabas que cambiaría después de esto, ya ves que no. Mi "obsesión" a la par de mi amor no disminuirá, seguirá haciéndose más fuerte ¿Y te digo algo?

Esta vez es él quien arruga el ceño y tras dejar un beso en su frente lo dejo ir.

- Mi amor te está cambiando; ten cuidado, Kookie. Dentro de muy poco quien asesinará a alguien más serás tú. Porque ya estás obsesionado conmigo, y lo quieras o no, estás enfermo, estoy enfermo, y no somos la cura del otro... Somos el adictivo veneno.

Le doy la espalda para dirigirme a la salida del sótano, y sus palabras son como un sórdido beso.

- Si tengo que matar para continuar recibiendo tu dosis lo haré con gusto.

Lo siento... Lo lamento tanto. Te he transformado en algo irreconocible, pero la corona de espinas de mi reino solo puede ser tuya... Te amo, mi ángel.

🖤🖤🖤🖤🖤❤️❤️❤️❤️🖤🖤🖤🖤🖤

No despegué la mirada del celular hasta que no hubo 69 votos.

Voy a llorar...

Esto es historia: 500👁️ y 69⭐ El mundo conspiró para que sucediera.

Cuídense mucho mi gente, los tiempos pintan mal y bueno... Al mal tiempo buena cara.

LXS AMO

Editado: 27/6/020