Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XVI

{Me estás destruyendo...}

POV: Jungkook

Las alas de súbito desaparecieron y el golpe de su ausencia me asfixió durante un corto, casi inexistente instante; pero fui consciente.

La droga no es precisamente una cura para los males, como droga al fin es adictiva por el efecto, pero cuando este desaparece regresa la anterior miseria.

Claro que ese no es mi caso.

La ansiedad desapareció junto a dichas alas cuando escuché sus palabras.

Había olvidado ese miedo... El de confiar.

No, lo había enterrado, pero como la hierba mala resurge en el momento que quiere.

Me pregunto si tú podrás cortar ese mal de raíz, Yoongi.

- Tengo miedo...

Susurro disminuyendo el agarre en su muslo, vislumbro de reojo las marcas amoratadas que dejaron mis dedos en su piel

Es tan perfecta... Tan fácil de lastimar.

- ¿De mí?

Alzo la mirada a sus ojos, encontrándome con el negro brillante por el rastro de lágrimas.

No ha llorado lo suficiente para que estén hinchados...

Ojalá nunca llegue a ese punto

Niego lentamente con la cabeza para comentar como si fuese algo gracioso, como si las palabras no tuviesen peso.

Como si la persona que está ahora mismo atado a la cama no pudiera fácilmente torturarme a fuego lento.

- Creo que lo más alarmante de todo es que no te tengo miedo.

No sé qué tienes; a pesar de que has sido mi sombra todo este tiempo, para mí apareciste ayer. Entonces ¿Por qué...? ¿Por qué dejé a Taehyung para venir contigo? ¿Por qué confío en ti más que en él?

Me hubiera gustado preguntarle todo eso, lo más estúpido es que no me pudiese dar una respuesta cuerda. Y yo ni siquiera la espero.

Tal vez... Es mi excusa para que me diga que le pertenezco.

Para que repita que me quiere.

Para que vuelva a susurrar esas locuras que un ser humano no debería aceptar.

Pero no lo hago... No puedo.

Sonriendo lo admiro, incómodamente atado a la cama, con las extremidades extendidas y abierto de piernas para mí.

Se remueve como puede arrugando la nariz, el metal seguramente entumiéndole las articulaciones.

- No sabes nada de mí, Jungkook.

- ¿No debo confiar en ti entonces?

Enfoca los ojos negros en mí.

- ¿Tienes miedo a perder?

Retrocedo hasta sentarme a orillas del colchón.

- Tengo miedo de no jugar.

- No tienes que temer entonces.

Giro la cabeza en su dirección, viéndolo con su traviesa sonrisa.

- En este juego no hay botón de escape. Estamos atrapados.

- ¿Hay Game Over?

Pregunto bajitito, sintiéndome repentinamente cohibido.

- Desgraciadamente no.

Me contesta y compartimos una mirada cómplice.

Cierro momentáneamente los ojos al tener la necesidad de tragar, la acción haciendo estragos en mi garganta.

Creo que fue suficiente

Me estiro alcanzando las llaves en la mesita contigua a la cama y las uso para desatar a Yoongi, quien, al instante, mueve en círculos las muñecas sonrojadas y los tobillos con aire de perplejo.

- Voy a demandar a quien sea que instaló esto.

Musita con los labios en morros y yo no puedo hacer más que sonreír, conteniendo las inmensas ganas de carcajear.

Quedamos sumidos en un silencio cómodo, la pausa en nuestro propio tiempo.

¿Qué estamos haciendo?

Con un suspiro, susurro lo más bajo que puedo, agradeciéndole a Dios por la buena audición de Yoongi.

- Lo siento.

Permanezco mirando el suelo, estrujando inconscientemente la sábana entre mis manos, buscando soporte destruyendo lo liso de la tela.

En medio de mi incomodidad siento al colchón hundirse por movimientos cercanos a mí. Vislumbro a Yoongi apoyado de sus manos y rodillas, gateando en mi dirección; y esta vez no puedo evitar tragar fuerte.

Mierda... No voy a volver a hacer eso. Tragar duele...

- ¿Por qué te disculpas? ¿Por haberme atado?

Siento su respiración rozar mi piel, y su cuerpo definitivamente  peligrosamente cerca.

- Es mejor que no hables. Duele ¿No es cierto?

Me tenso como cuerda de guitarra cuando sus dedos se deslizan elegantes por mi cuello, palpando en caricias la zona externa de mi garganta.

- Es una pena... Apuesto a que gimes hermoso.

Ay ay ay... Dios, ayúdame a salir virgen de aquí

Creo que necesito esa droga más de lo que me gustaría

- ¿Ahora tienes miedo?

Niego con la cabeza varias veces, seguro de que mi cabello lo ahuyentó un poco, pues técnicamente estaba con la lengua rozando mi oreja.

- ¿Ah no?

Ríe por lo bajo, esa melodía preciosa de tono taciturno y matices oscuros.

- Suerte, entonces. Porque necesito que me alcances el lubricante y los condones en el cajón inferior del que se encontraban las llaves.

No puedes estar hablando en serio... ¿Dónde está el Yoongi que no quería que lo tocara? Ah no, espera... Nunca existió

Tomo aire temblorosamente para levantarme y buscar lo que me pidió.

Esto es incómodo... ¿Me puedo saltar esto e irme a dormir? Apenas soy un niño rata de veinte años, por Dios.

Las ganas de gritarle "¿Qué te resulta tan gracioso?" Están cercanas a vencerme, pero mi imagen escupiendo sangre no debe ser muy tentadora.

Espera... Es perfecto, una excusa fenomenal

Y no es que yo quiera escapar... Simplemente no es tiempo ¿Verdad?

- Tienes un miedo que te cagas, ni siquiera puedes mirarme a la cara.

Escupe de pronto mientras sufre los espasmos de la risotada enredado entre las sábanas.

Muerdo mi labio inferior y siento el cambio radicar en mi rostro; me lo han recalcado tanto que ya siento lo que normalmente es imposible detectar en uno mismo.

Mi nariz arrugándose, el entrecejo fruncido y los labios en una posición rara.

El nombrado por Jimin: Estado de conejo enfurruñado.

No me hago responsable cuando estoy en posición de defensa personal

Con el pequeño potecito de plástico y los condones raros en ambas manos, me trepo como puedo a la cama apoyado de mis rodillas.

Dejo ambas cosas encima del colchón y sonrío unos segundos al ver la expresión de perplejidad de Suga, como si le sorprendiera que fuese a hacerlo. Agarro sus piernas, esta vez con más delicadeza y dándome el debido tiempo para admirarlas con algo más que gula.

Largas y delgadas, pero, a pesar de lo segundo, tan apetitosas que duele. Los tiernos muslos llamándome a morder, besar, sostener.

Pero claro... El romanticismo se va a la mierda cuando me encuentro entre sus piernas sin saber qué hacer.

El miembro de Suga está relajado, el vello que antes no noté cegado por la excitación, poniéndome de repente nervioso.

- No sabes qué hacer ¿Verdad?

Que la tierra haga el favor de tragarme...

- Alcánzame el lubricante.

Siento el movimiento tembloroso de mi labio inferior;  las manos temblando a rebosar de inseguridad...

Y todo desaparece.

Bueno, no así precisamente.

Queda el rastro de timidez, el temblor de las piernas las cuales, por suerte, no tienen que sostenerme al suelo por ellas solas...

Pero mi sonrojo ya es mostrado con atractivo en lugar de miedo, mi angustia es ahora una sonrisa ligera.

Y eso por el tierno beso en los labios de Yoongi, en mi búsqueda torpe del lubricante, las manos de Suga acudieron a mi nuca para atraerme hacia sí.

Acallando mis palabras imposibles de decir, y seguramente las suyas en ese beso sin contacto de las lenguas.

El gesto me hizo notar que, nuevamente, me sostuve del muslo de Yoongi.

Pero definitivamente, el apoyo de sus labios es mucho mejor.

- Por muy relajado que actúe también es mi primera vez, y eres el chico que quiero. A quien único he querido, incluso. Así que imagina como estoy.

Dice sonriendo frente a mi rostro, volviéndome a capturar con su sonrisa.

- Comienza con un dedo, yo... Te aviso cuando debas parar...

Susurra acomodando la espalda en la parte trasera de la cama.

No fue incómodo... Fue tan... Delicado.

Sus dedos acariciando mi cabello y los míos esforzándose a plenitud para volver placentero lo normalmente intolerable.

Me separé de sus labios ignorando la humedad de mi mano, los tres dedos usados adoloridos por abrir sus paredes y, rozando su nariz con la mía... Hice una locura.

Que más tarde se convirtió en error.

- Te quiero, Yoongi.

Su sonrisa dolida es, con sinceridad, lo último que esperaba recibir.

- No lo digas cuando continúas atontado por esa droga que te hace necesitarme... Para ti puede que no signifique mucho pero es cruel, porque es algo que siempre he querido escuchar. Así que no mientas ¿Sí?

Se apagaron los reflectores como si la noche se hubiese tragado a las estrellas; todo quedó oscuro para mí.

Lo miré con los ojos detrás del flequillo, la absurda sonrisa rebosante de sentimientos. Y la mirada de lástima o yo qué sé.

Pero si de algo estoy seguro... Es que me ve incapaz de...

Cierro los ojos unos momentos, la única parte de mi corazón que dejé a la interperie, rompiéndose por el golpe de Min Yoongi.

POV: Suga

- Tienes razón...

Las palabras anteriores me dejaron muy aturdido, Jungkook había hecho una confesión.

Una que anhelé desde que me enamoré del chico infantil y tímido; pero ahora que llega, estoy seguro de que es mentira.

Y no lo culpo, la droga continúa rondando en su organismo...

Pero eso no quita el hecho de que mi corazón se acelere con dolorosa fuerza por sus palabras, por la posibilidad absurda de que sea verdad...

Porque no lo es, imposible que Kookie sienta algo por mí... ¿Cierto?

Levanto la mirada encontrándome con sus ojos, y la opacidad en ellos hace a mi respiración atrofiarse, porque me hace, por primera vez, sentir miedo.

No por un porte intimidante, sino porque no veo mi reflejo en ellos, nunca los he visto tan... Vacíos.

- Soy incapaz de amarte, esas cosas solo saldrían de mi boca bajo el efecto de una droga ¿No es verdad?

¿Por qué se oye así? ¿Por qué siento que tengo que disculparme?

- Entonces te diré algo que pega más conmigo...

Me agarra del cabello nuevamente, pero esta vez no usa gota de delicadeza, gira mi rostro y me negase si la estupefacción no volviera tan lenta mi capacidad para reaccionar.

Mi cuello queda a la interperie y Jungkook no lo desaprovecha, supongo que me tiene como quiere.

- Te odio, Min Yoongi.

Todo pasa en cuestiones de segundos, no pide permiso, no se comporta cuidadosamente, no avisa...

Toma posesión de mi cuerpo de la manera más íntima posible, y no se disculpa por la brutal embestida, no se detiene tras mis alaridos de dolor, una mano suya es suficiente para retener dos mías, y bueno, mis gritos se ahogan en su boca con los violentos besos.

Dijiste que no lo harías, pero he de reconocer que no se le puede denominar Violación. Porque lo peor de todo, es que te seguiré amando después de esto; lo peor de todo es que lo quiero, no así, pero lo hago. Aunque claves mi cuerpo sin piedad en el colchón... Siempre regresaré a por más.

Eres mi enfermedad

Y yo soy la única forma de hacer menos dolorosa tu soledad.

Pero duele... Me estás destruyendo, Jungkook

🖤🖤🖤🖤🖤❤️❤️❤️❤️🖤🖤🖤🖤🖤

Un minuto de silencio por la muerte de las expectativas de una bonita y romántica primera vez 😔

Pero esto tendrá sus consecuencias. Por mucho que Yoongi quiera admitir que Jungkook no tiene otra opción que hacer lo que quiere, y que él mismo esté dispuesto a cumplirlo...

Es jodido ¿Eh?

Veamos si encontramos un final feliz 🤧

Saranghe!

Editado: 3/5/020

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro