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Capítulo XIX

11 de marzo del 2018


{¿No lo somos todos?}

La cama del hospital le daba demasiado espacio para su gusto, si extendía un brazo sobresalía de la misma desde el codo. Pero aún así el colchón duro es extremadamente enorme.

Está debajo de una manta, temblando sin parar, con las rodillas cercanas a su pecho; las lágrimas corrían cálidas, pero a su parecer no eran más que gélidas gotas saladas.

Ni siquiera hay un mal clima, el cielo tiene el equilibrio perfecto entre despejado y nublado, es cierto, el aire es fresco, pero no más que eso. El frío que hiela sus huesos, no es por el clima.

¿Desde cuando su calor es tan necesario?

Es una incógnita, porque Yoongi lo ha seguido tres años sin tocarle un pelo, y tras una semana a su lado... No puede dejar de titiritar pensando en lo bien que le sentaría su beso en la mejilla.

El amor te hace débil... Pero esto es excederse

Sus músculos están agarrotados, el dolor entumecido y la sensación de impotencia calcomiéndole la consciencia.

Segundo día en el hospital; ha tenido que soportar las miradas de compasión de cada uno de los médicos que lo han revisado.

- Usted ha sufrido una violación, señor Min.

- Se le recomienda atención psicológica, señor Min.

- Las secuelas no serán graves. A pesar de eso ¿Quiere levantar una denuncia?

Ha resultado tan bochornoso e insoportable escuchar a esas personas hablar de su caso sin conocer nada. En una ocasión comenzaron a insultar al agresor, algo normal porque ¿Cómo imaginar que la víctima ame al violador?

Todo se descontroló de tal forma, que sedaron a Yoongi y él lo agradeció... Así lograba dormir y encontrarse con Jungkook en sueños.

Amor... Obsesión... Dime la diferencia, Kookie

Las fisuras en su ano fueron lo suficientemente superficiales para mejorar con par de analgésicos y reposo. Obviamente no hay signo de alguna ETS. Por ello Yoongi no tardó en preguntarse qué hacía ahí, retenido con calmantes que le entumecían el cuerpo cuando ya debería estar tras Jungkook.

Y la respuesta no tardó en llegar.

Como si los hechos se desarrollaran a kilómetros suyo, en lugar de unos pocos metros, escuchó la puerta abrirse y unos pasos adentrarse a la estancia.

Sus ojos no se desviaron del punto muerto en el que estaban perdidos. Ni siquiera cuando fue Hoseok quien se presentó.

- Hola Yoongi... Yo... Eh... Estoy aquí.

Tal vez, si lo que corría por sus venas no le impidiera cerrar las manos en puños, ya lo hiciera.

- Ve... Te...

Susurró sin fuerzas, sintiendo los labios repentinamente secos, pero pasar la lengua por ellos no es que surtiera mucha ayuda, pues esta parecía hecha de arena.

- Escucha hermano, comprendo que me pasé ¿Vale? Comprendo que tienes gran... Afecto a ese chico, pero eso no quiere decir que él pueda...

- Ese no es tu maldito problema... Desaparece.

La situación para Yoongi no hizo más que empeorar cuando Hoseok se percató de lo sucedido.

J-Hope llegaba con su sonrisa de siempre, satisfecho por unos negocios que finalizaba y con la idea de molestar un poco a su mejor amigo.

Pero la expresión no tardó en morir en sus labios al ver el estado de Suga. Los ojos rojos del llanto y empequeñecido en el sofá.

- ¿Yoongi? ¿Le sucedió algo a Jungkook?

La preocupación por el mencionado nace del miedo porque le suceda algo a su compañero. No le importa nadie que no sea ese pequeño paliducho con bolas de acero.

Y cuando las pistas dadas por su cuerpo le hicieron llegar a tan devastadora conclusión... Todo explotó.

- Eres mi hermano, Yoongi. No te voy a dejar solo, menos ahora.

- Te... Odio...

Susurra con la garganta incluso más cerrada que antes. Las lágrimas más ácidas que su ser pueda producir derramándose, mojando la sábana blanca de la que ni tan siquiera es consciente.

- No digas eso... Estoy aquí para ayudar. Sé cómo hacerlo, por favor Yoongi dame una oportunidad.

- Nadie toca a mi pequeño... Ni siquiera tú.

- Ese pequeño del que hablas es un hombre, Yoongi. Uno que te puede hacer daño, uno que ya lo hizo. Jeon Jungkook no es un jodido niño y tienes que comprender eso.

La habitación se sumió en un silencio absoluto, solo interrumpido por los ruidos lejanos al otro lado de la puerta.

- Escucha, voy a encontrar el pedazo de la vida de Jungkook que nos falta. El espacio de tiempo entre el 2005 y 2007...

Bien, ya llamó la atención de Yoongi.

- Eso es imposible, no hay testigos ni documentos. No pudimos encontrar ni una mísera pista... Eso no es...

- Estoy prácticamente seguro de que fue en ese entonces en el que Jungkook y V se conocieron... No sé cómo pero voy a averiguarlo.

- Eso es estúpido... En aquel entonces Jungkook tendría unos... Ocho años ¿Qué relación pudieron haber tenido?

- En el 2007 murió Kim y su hijo se volvió prófugo... ¿No crees que tenga relación?

Al sentir el palpitar de su cabeza cierra los ojos con fuerza.

- No lo sé... No sé nada.

Termina con la voz rota y Hoseok odia verlo así. Hace más de diez años lo vio de esa manera, pero esta vez lo va a reparar.

- El único que me puede dar la pieza restante es el propio Ghost.

- ¿Qué planeas, Hoseok?

El mencionado toma aire hasta inflar su pecho, más aliviado por el hecho de estar teniendo una conversación civilizada con Yoongi.

Algo que ve imposible desde que su mejor amigo no le mira con algo más que desconfianza.

- Sé donde encontrar a V, voy a sacarle la información.

- Estás hablando de tu enemigo natural, no de cualquier persona.

- Estoy hablando de lo único que puedo hacer por mi hermano, quien se siente traicionado ahora mismo. Y no puedo vivir con eso, Yoongi.

Por primera vez en todo el tiempo que lleva en su compañía, Suga establece contacto visual. La pupila apenas diferenciándose del resto del ojo por culpa del medicamento.

Yoongi no encontró amenaza en la expresión de su amigo, no vio la furia que antes ahí rugía desesperada por arremeter contra Jungkook.

Simplemente... Una cariñosa preocupación.

- Has lo que quieras... Pero no tienes permitido hacer nada contra él, es importante para Kookie y las cosas están lo suficiente mal.

- Está bien, lo comprendo.

Aunque eso no quiere decir que vaya a obedecer, y Yoongi lo sabe.

- Ahora has que me dejen salir de aquí.

- No.

La negativa erizó el vello de su nuca, y los ojos regresaron a entrecerrarse.

- ¿Disculpa?

- Necesito que te quedes aquí donde pueda mantenerte a salvo; no puedo permitir que vayas a donde Jungkook sin saber a qué te enfrentarás.

- Estás hablando basura, en primer lugar, tú no eres quien para retenerme en ningún sitio. Y en segundo, Jungkook no me hará daño.

Su cabeza ya estaba aclarándose a la par que el sedante desaparecía de su organismo.

Y eso no es que le convenga a Hoseok.

- No voy a permitir que te rompas de nuevo.

- ¿Aún si eso te cuesta la vida? Porque menudas ganitas de meterte en una hoguera que siento ahora.

Detecta el temblor de Hoseok mientras se incorpora con lentitud, evitando la presión del trasero al apoyarse en sus codos.

- Regresaré lo más pronto que pueda.

Los punzones de dolor destellan en su cuerpo como flashes mientras desaparece con lentitud el efecto de lo que sea que le habían suministrado hace unas horas.

- Doctor, por favor venga a la habitación para atender a Suga.

El mareo por comenzar a recuperar la movilidad normal y la consciencia, le impiden comprender la reciente llamada hecha por Hoseok.

Suga está demasiado ocupado manteniendo la respiración a un ritmo estable para preocuparse por la mirada de Hobi encima suyo.

Hasta que el médico junto a una enfermera y otro del mismo puesto, comparten la estancia.

- ¿Qué sucede Amo?

El doctor que se dirige a J-Hope es el mismo que atendió a Kookie hace par de días, y el que está a su cargo ahora.

- Los efectos del sedante están pasando.

- Ya es tiempo de reducir las dosis para evitar una dependencia, Amo. No podemos someterlo a más dosis hasta...

- Si no lo haces no se le podrá retener.

- Disculpe señor, pero eso...

- Hobi...

La voz medio despierta de Yoongi los acalla, y le hace merecedor de su mirada.

Hoseok no puede evitar sentir un apretujón en su pecho al contemplarlo, los hombros temblorosos y la boca entreabierta, además de la mirada medio perdida.

Voy a protegerte... Esta vez no permitiré que caigas de nuevo. Solo déjalo en mis manos.

Ojalá y Hoseok se hiciera consciente de lo que estaba haciendo... Lo que provocaba.

- Háganlo.

Ordena con la garganta atrapada pero voz firme, lo suficiente para que el par de enfermeros se pusieran en movimiento con la silenciosa orden del doctor.

- No puedes dejarme aquí, Hoseok.

- Prometo no demorar.

Yoongi desplaza la mirada a su alrededor, mirando perturbado la jeringa preparada para inyectar en su vena.

- No no no... No me puedes hacer esto.

El enfermero lo agarra de los brazos y, por la debilidad de Yoongi nacida de los sedantes anteriores, este no puede hacer más que removerse asustado.

- Él me necesita, Hoseok. No sé dónde pueda estar, no sé lo que hace... ¡Aleja esa mierda de mí!

Grita con la garganta roja por los sollozos contenidos. A segundos antes de recibir la dosis, busca los ojos de Hoseok en un súplica silenciosa.

- Él me necesita, no me hagas esto Ho... Bi...

Sus articulaciones se relajan de forma abrupta y repentina, lo suficiente para que su espalda necesite del soporte de la mano del enfermero.

A cada inyección que Hoseok ordenaba, una dosis de impotencia devasta su ser.

- Te odio...

Susurra con la mirada perdida en el techo, apenas consciente de los sucesos. Todo el enojo congelándose en contra de su voluntad.

- Es por tu bien.

Pero ya ni Hoseok estaba seguro de estar haciendo lo correcto.

Te voy a proteger

Ese es el objetivo de J-Hope; sin percatarse de que no hacía más que provocarle daño manteniéndole seguro en una cama mientras Jungkook, muy probablemente, estuviese haciéndose daño.

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La mascarilla protegía a su nariz del incómodo frío en la terminal subterránea; punto de encuentro con V.

Las paredes están llenas de graffitis, los más vistosos con mensajes de lealtad a los bandos correspondientes.

Esta terminal fuera de servicio es un punto conocido por todos los de los barrios bajos, es la conocida frontera entre las tierras de los Ghost y las de los Hope.

Hay incluso un ring muy rústico, donde se efectúan peleas entre dos representantes de ambas mafias; apuestas nocturnas que antes acababan en muertes, hasta que fue prohibido por los cabecillas cuando estos se percataron de la cantidad de hombres que perdían en estupideces.

El único punto en que ambos estuvieron de acuerdo.

A pesar de eso, del odio mutuo. Este sería el segundo encuentro entre ellos, el primero sucedió el día en que invadieron la madriguera de los Ghost en búsqueda de Jungkook.

La excitación al menos por parte de Hoseok, es inevitable.

Del otro lado del túnel vio acercarse a una figura alta y esbelta, con la gabardina oscura dándole aspecto imponente.

Hoseok se despegó de la pared a sus espaldas, esperando con las manos en los bolsillos el enfrentamiento.

A cada extremo del túnel esperaban hombres de ambas partes, fuera de visión para proveer privacidad a la reunión. Pero presentes, esto no es un juego de niños.

Hoseok contuvo su sonrisa al otro lado de la mascarilla al verle de cerca, el cabello castaño y los ojos marrones estudiándole.

- Preferiría estar sin la tela ocultándome ¿Tú qué crees?

Comenta rompiendo el hielo, a lo que Taehyung contesta.

- ¿Te la quitas si yo me la quito? ¿No eres muy dependiente de mis actos, Hope?

A la mierda las apariencias, si Hoseok quería sonreír, eso haría. Sus sonrisas eran su distinción de cualquier forma.

Se deshizo de la mascarilla dejando a ver una sonrisa más bien mortífera.

Y el aspecto angelical del gesto, a la par del aire amenazante; le provocaron un escalofrío imperceptible a Taehyung.

- No quiero asustarte, Ghost. Con los rostros de niñas que tratas, no me sorprendería que ver el de un verdadero hombre te hiciera retroceder.

Ante sus palabras, la mandíbula del contrario se tensa. Por la insoportable idea de mostrarse afectado, simplemente hace a un lado la mascarilla, lamiéndose los labios en el proceso.

Finalmente un enfrentamiento digno.

- Yo que tú cuido lo que digo, Hope, no te vaya a quedar ese rostro del que te enorgulleces como un colador.

Hoseok sonríe ante la provocación con más diversión que otra cuestión.

Pero la imagen de Yoongi inmóvil en la cama de hospital cubre su expresión con una nube de seriedad absoluta.

- Dejemos de jugar, Ghost. He venido con mucho que hablar y sin tiempo.

Taehyung asiente e inclina su barbilla para señalar el banco a unos metros suyos.

La rivalidad es tal, que incluso cuentan para sentarse ambos a la vez.

En ocasiones Hoseok se pregunta si esto realmente no es un juego de niños.

- Muy bien ¿Por qué repentinamente quieres hablar conmigo? Llevo siendo Ghost desde hace tres años y nunca has intentado ponerte al contacto. Me da verdadera curiosidad esto.

Hoseok no debería estar en esta posición, un encuentro con el mando del lado contrario, antes de que su padre le ceda el puesto como cabecilla oficial de los Hope, y además sin su permiso, es puramente inaudito.

Pero aquí está, desobedeciendo a su padre por primera vez y en vísperas del paso de mando.

Todo por mi mayor hombre de confianza

Con tal conclusión toma aire y mira a su lado, algo incómodo por la cercanía de V y la familiaridad con la que sus piernas están cruzadas.

- Vengo por motivos personales, no hay relación con negocios.

V arruga el entrecejo.

- ¿Personales? Si no tengo nada que ver contigo.

- ¿De verdad no imaginas por qué estoy aquí?

Casi ve los engranajes trabajar en la cabeza de Taehyung mientras este intenta dar con la respuesta.

Y es claro el momento en que lo hace, por la tensión severa en cada uno de sus músculos.

- Hablas de Jungkook.

Asiente sin perderse detalle del contrario.

- Es muy difícil de explicar, pero Jungkook ahora está en una situación muy delicada, y tengo la corazonada de que tú sabes algo del tema.

- ¿A qué te refieres con una situación muy delicada?

Es aterrador ver cómo se contiene, con la piel roja de la tensión y la mirada vacía. Como si solamente faltase un toque para que explote.

Así que Hoseok decidió hablar despacio y con cuidado.

- No te puedo dar detalles porque uno de mis hombres está íntimamente involucrado. No puedo ponerlo en evidencia...

- Yo no pensé que Jungkook estuviera relacionado contigo, según mi espía se trata de Suga, no de ti.

Hoseok endurece la mandíbula, más que incómodo por la forma en que Taehyung acababa de interrumpirlo.

Lo primero que deberían hacer, es dejar las peleas de poder... Pero hablamos de hombres que llevan en su sangre más orgullo que codicia.

- ¿Y eso qué importa?

- Por supuesto que lo hace, quieres que desembuche los secretos de Jungkook y ni siquiera me das una mínima explicación.

Hoseok arruga el entrecejo mirándolo fijamente, esta vez lleva el estudio de sus rasgos con más validez, como si la excusa de mirarlo en búsqueda de información fuese suficiente.

- ¿Por qué nos dejaste a Jungkook si es tan importante para ti?

Su sonrisa lo descolocó como nunca, lo miró desde arriba, inclinándose de forma prácticamente imperceptible. De pronto los dientes brillaron con un destello por encima de la luz taciturna.

Y Hoseok se sintió, por primera vez en su vida, como una presa. Delante tenía una trampa, y de acercarse solo un poco a admirar al cebo, caería sin remedio.

Porque delante suyo una bestia con disfraz de inofensivo se desenvolvía lentamente.

- Jungkook regresará a mí, no es necesario que lo busque, que lo vigile. Es mi pequeño.

- Dejen de decir eso...

La rabia ciega que antes lo atenazó regresa con ese apelativo. Sus manos se cierran en puños encima de las rodillas. Y el cambio en el contrario resulta curioso a ojos de Taehyung.

- Jungkook no es un inofensivo pequeño...

- ¿Estás celoso?

Pregunta y el deje burlón en su voz deja el ácido sabor en el paladar de Hoseok.

- No estoy jugando, V.

- Yo no veo un involucrado, simplemente eres un metiche. Este tema no te incumbe, no pienso hablarlo contigo. Que se presente Suga, no lo había tomado por cobarde.

Verle moviendo los mullidos labios mientras toda esa sarta de palabrería de la que no tiene ni idea sale por su boca, no le provoca algo que no sea aturdimiento.

- Cállate, no sabes de lo que estás hablando.

- Pues yo creo que sí, llegas aquí con un plan de niño berrinchudo con déficit de atención. No te estás comportando como un hombre, no sabes qué dar a cambio de información, ni siquiera tienes una idea exacta de lo que quieres...

- No me conoces.

Las palabras salen como un siseo, flotando en una nube entre sus rostros, el de Hoseok crispado de molestia, y el de Taehyung no es muy diferente, más todavía por esa sensación de que pierde el tiempo.

- Si antes no tenía intención... Ahora al ver lo estúpido que eres, menos.

Se lanza hacia adelante desde su posición, agarrando el cuello de la camisa de Taehyung entre sus dedos y la respiración acelerada le rebota al otro en el rostro.

- ¿Qué jodidos quieres?

- Que me expliques de una vez la situación, porque lo único que me has dado a entender es que Jungkook está en problemas y mi celular no ha sonado aún...

El silencio no llega, para algunos es incómodo y entrometido por no saber cómo cortarlo; pero para ellos es un regalo... El respiro que no tendrán.

- Creo que aquí el que tiene déficit de atención eres tú... ¿Cuánto llevas esperando su llamada, súper héroe?

Desde tan cerca puede notar el pequeño lunar situado en la nariz del contrario, una nariz redondeada en lugar de respingada... Una jodidamente perfecta.

Por favor, Hoseok, dime que no estás contemplando su maldita nariz

El regaño propio le hace retirarse, regresa a la posición anterior y se detiene a respirar. Disfrutando de haberse quedado con la última palabra.

Bien, toqué finalmente la nota correcta

Entonces supo cómo empezar.

- No has sido el único con los ojos puestos en Jungkook; Suga también. Desconozco la fecha exacta del nacimiento de su obsesión, pero no es una fácil de detener. Has dejado a Jungkook en una posición estresante, lo has empujado a los brazos de Suga de una forma increíble... Le has hecho ver que mi amigo, es su única salida.

- ¿Su única salida?

- Y quiero que me digas de qué exactamente quiere salir, de qué escapa. A Jeon Jungkook ¿Qué lo mueve?

- ¿Y por qué piensas que te lo diré?

Entrelaza sus dedos encima de su abdomen, y presiona, viendo la piel enrojecer por su mismo tacto.

- Jungkook es la debilidad de Suga. En situaciones normales ya estuviera en un charco de sangre bajo mis zapatos... Pero desgraciadamente no se pudo.

- ¿Qué...?

- Puedo decirte...

Su tono desciende, hasta darse con mostrar la tenue tonada de vulnerabilidad.

Está asustado... Porque no sabe qué hacer para que su único amigo no recaiga de nuevo. Porque no se perdonaría dejarlo otra vez hundirse.

- Puedo decirte s... Si tú me dices después.

- ¿Confiarías en mi palabra?

La pregunta regresa sus ojos al rostro que, de nuevo, se encuentra demasiado cerca.

¿Qué es este juego? ¿Por qué la necesidad de hablarnos de cerca? ¿Por qué prefiero escucharlo susurrar?

- No me queda otra opción.

Taehyung se retira con la ceja encarcada, y simplemente asiente.

- Termina con esto entonces, directo al grano.

No te estoy traicionando... No lo hago... Estoy protegiéndote, Yoongi

- Jungkook abusó sexualmente de Suga hace tres días.

Como una cáscara el antifaz de Taehyung se rompió a la mitad, una brusca emoción se delató en la respiración de momento acelerada, los ojos marrones abiertos de par en par, y Hoseok supo que nunca más tendría la suerte de admirarlos tan grandes, tan de cerca.

Incluso se vieron cálidos, Hoseok pensó, se vieron como los ojos de un ser humano. No como la bestia insensiblemente analítica que su padre le había descrito.

- Eso es... Eso es imposible.

Salió como un maullido diminuto, Taehyung esquivó los ojos de Hoseok para situarlos en el suelo sucio. Como si esconder el rostro fuese suficiente para ocultar la lucha interior por la que atravesaba.

- Jungkook no haría eso, es incapaz de...

- Los médicos no piensan lo mismo.

Su voz es fría, cortante como una navaja en medio de un callejón sin salida. Porque su sangre misma se había helado como nunca.

- Los doctores que vieron fisuras en el ano de Suga no piensan lo mismo.

Y Taehyung lo escuchó, Kim fue consciente incluso antes de verle, del vil instinto asesino en Hoseok.

- ¿Sabe Suga la amenaza que eres para Jungkook?

Pregunta alzando solo un poco la mirada, y sus ojos no pueden evitar pasearse por la imperante línea de la mandíbula de su enemigo por nacimiento.

Cada sonrisa que Hoseok le regalaba, era como un premio que agregar a su colección. Las tenía grabadas en la retina, y la de ahora le provocó el mismo escalofrío que las anteriores.

- ¿No lo somos todos?

Algo se encendió entre ellos ¿O se apagó? No hay manera de asegurarlo, pero sí es definitivo el cambio en el ambiente.

Hoseok lo contempló con ojos imperturbables enderezarse y dejar el apoyo de sus rodillas. Taehyung pegó la espalda a la parte trasera del banco, y, sin preámbulos, comenzó a hablar.

- Jungkook sufrió una violación a finales del año 2007.

Claramente lo recordaba, pues esta fecha cambió el torno de su vida premeditada, rompiendo cada esquema de la misma.

- Sucedió en la mansión de los Kim, esta apartada del centro de comando de los Ghost. Era... Un hogar, nada más que eso. Pero también era la prisión de Jungkook.

Esto llamó su atención de manera excesiva.

- ¿Prisión?

Taehyung asintió lentamente y con la mandíbula apretada.

- Jeon, su padre, lo dejó a cargo del mío. Era claramente un rehén, si Jeon cometía un mínimo error, su hijo pagaría factura... Y lo hizo.

Los ojos de su acompañante estaban fijos en un punto muerto frente a ellos, perdido entre las dimensiones del hoy y el ayer.

- Jungkook era muy pequeño, lo suficiente para no comprender qué sucedía. Confió en mí, en mi madre y en mi padre; y todos lo traicionamos.

No habían signos de tensión en sus articulaciones o expresión, estaba peligrosamente ilegible y relajado.

- No llegó a ser una violación anal, según el testimonio de Kim, no hizo más que obligarlo a un oral... Pero eso fue más que suficiente.

- ¿Testimonio de Kim? ¿Estás diciendo que fue Kim quien lo...?

- Kim lo violó y yo lo vengué, fin de la historia.

- ¿¡Fin de la historia!? Tú traicionaste a tu padre, a tu familia y a tu legado. Asesinaste con tus propias manos a tu progenitor por ¿Un niño? ¿Un rehén? ¡¿El hijo de un traidor?! Y sigues así como si nada.

Los ojos de Taehyung se fijaron a los suyos, el aroma a sangre llegando como destello a sus fosas nasales.

Hermoso halo rojizo el que rodea el marrón en tus ojos

- Lo hice tragar su propia polla, la corté con el filo de un cuchillo y luego se la metí en la boca... Justo como le hizo a Jungkook. Dime ¿Imaginaste al honorable rival de tu padre morir así?

Entonces sus oídos se ensordecieron con la melodía tétrica de una carcajada, una hermosa llena de humor negro.

- Una pena que no pudiera enviarle fotografías a tu padre, me gustaría ver su rostro de desprecio y vergüenza. Porque un niño de doce años hizo lo que él no pudo.

Se burlaba... Taehyung se estaba burlando de su padre y su linaje propio. Pero entonces se tragó la risa, esta desapareció tan rápido como regresó con su último comentario.

- Odiáis a los Ghost por nuestra frialdad ante el mundo... Pero me reclamas el salvar a un niño de ser violado. Un niño inocente, tan mancillado como roto... A diferencia de ti, yo no juzgo a los Hope a través de los ojos de mi mentor.

Lo observó entrecerrar los ojos y apretar los labios en una línea de asco.

- A ustedes los odio por lo que son, no por lo que me han dicho que sóis.

Tales palabras a Hoseok le persiguieron durante mucho tiempo, resondando en su cabeza cada noche antes de dormir.

- Si Jungkook pasó por esa experiencia traumática ¿Por qué le hizo algo parecido a Suga?

Vio a Taehyung negar con la cabeza, resignado.

- No lo sé, ni siquiera me acerco a imaginarlo. Pero tengo la esperanza de que Suga lo sepa.

Ante eso asiente, procediendo al tema posterior.

- ¿Qué sobre la droga que recibió en tu madriguera?

Taehyung optó por ignorar el nombre despectivo, esquivando la tentación de sacar de ello un tema de disputa.

- Monster es el culpable, tengo una alianza, pero no es más que eso. Él no es uno de mis hombres y se escapó de mi alcance antes de darme tiempo a estrangularlo.

- ¿Razones?

- Venganza personal; mi espía lo confirmó.

Venganza a Yoongi...

- ¿Sabes algo de la droga?

- Nada más de lo que sabes tú.

Compartieron una sonrisa que, a terceros ojos, luciría como una traviesa y llena de compañerismo.

Alguien claramente ajeno a la situación, claro está.

- Entonces no sabes donde está Monster.

- Tengo donde buscar, pero no está en mis planes hacerlo. Esperaba a que él mismo viniera.

- Sueles esperar a que el contrario haga su jugada, por lo visto.

- Soy observador.

Comentó con simpleza al tiempo que se encogía de hombros.

- Buscaré a Monster.

Taehyung lo miró con el entrecejo fruncido.

- ¿Tú?

- Por supuesto, necesito detalles de esa droga. Cómo afectó a Jungkook...

- A ti no te importa Jungkook.

Bastó con detectar el ligero tono de molestia en la voz de Taehyung para conocer que su improvisado plan, marcha correctamente.

- No puedo esperar a que actúen los que si les importa. Suga lo necesita, es suficiente.

Permanecen en silencio, hasta que Hoseok se pone de pie.

- Si eso es todo, me voy, gracias por tu ayu...

- Yo encontraré a Monster. Jungkook es mi responsabilidad.

Jung contiene el impulso de su comisura de alzarse.

- ¿Tuya?

- Así es.

- ¿Propones que trabajemos juntos?

Taehyung se para a su lado y con porte orgulloso alza la barbilla.

- Puedo maquinar por mi cuenta... Pero, como tú has dicho, no hay tiempo.

- Jungkook es tu debilidad...

Admira Hoseok en silencio, sorprendido de las personas que el chiquillo tenía en sus manos sin el mínimo esfuerzo.

- ¿Es Suga la tuya?

Sacudiendo las manos y la cabeza ríe mientras dice

- Ah no, no, lo malinterpretas. Si Suga fuese mi debilidad ya estuviera muerto. Es la única persona que aprecio, por eso lo cuido, es todo.

- Muerto... ¿Es así como escapas de la vulnerabilidad característica de los seres humanos?

- Justo así.

Dice con una sonrisa, y Taehyung con desdén comenta.

- Eres un monstruo.

- Repito...

La sonrisa crece hasta que los dientes superiores quedan visibles por completo.

- ¿No lo somos todos?

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Cuando empecé a escribir esto no me había enamorado del VhopeV como ahora... Así que ¡Viva!

Aviso, mis queridos lectores, los caps que carecen de números romanos no están editados por favor evitad leerlos.

No los he sacado de la plataforma ni anulado la publicación porque no puedo deshacerme de mis tan queridos comentarios ni los votos, claramente tampoco de las vistas.

Por ello lo hago así, más allá de la muralla de los caps editados, hay un mundo sumido en el caos *insertar pasaje de Shingeki no Kyojin*

So~ ¡Saranghe! Espero que les esté gustando!

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