Capítulo XIV
{La droga no hizo más que liberarme, mostrarme verdaderamente lo que quiero... Y eso eres tú}
9 de marzo del 2018: ACTUALIDAD
POV: Min Yoongi
No puedo verle el rostro, su carita está escondida en el hueco de mi cuello y sus piernas rodean mi cintura en búsqueda de protección.
Con la punta de mis dedos acaricio la piel sana de su espalda, con cuidado de ni tan siquiera rozar las heridas en carne viva. Se concentra en no respirar mucho para evitar que se estire y le cause más dolor.
Joder, esto me está matando...
No me resisto a las ganas de posar un beso en su hombro, y masajear con delicadeza su cráneo.
- ¿Falta mucho para llegar?
Le pregunto al conductor quien niega con la cabeza, suspiro y continúo sumido en el silencio.
- ¿Yoongi?
- ¿Mhmm?
Pregunto con suavidad.
- Tú... ¿Por qué tardaste tanto?
No puedo descifrar su tono, no puedo leerlo.
- Me tomó tiempo encontrarte.
Su agarre sobre mis hombros se afianza.
- ¿No consideraste dejarme?
- Ni por un segundo.
Respondo sin dudar, lo que hace que levante finalmente la cabeza.
Sus ojos rojizos e hinchados se fijan en los míos, y la pregunta sale por sus labios incluso inferior a un susurro.
- ¿Por qué sigues aquí?
Rozo con mi nariz la suya, y con el mismo tono de voz le contesto
-Porque te amo, porque eres mío, porque no puedo vivir sin ti... Porque no soy nadie sin ti.
Su labio inferior tiembla y de no ser por las putas heridas lo estampase contra mi pecho; pero me retengo por el temor a lastimarlo más.
- Tenía tanto miedo, te llamé millones de veces, no fue... Normal... Yoongi. Mis gritos sobrepasaron las expectativas de cualquiera en ese lugar. Recuerdo levemente que tuvieron que conectarme a un tanque de oxígeno varias veces porque me quedaba sin aire, pero no paraba de gritar... Fue horrible...
Finaliza sollozante y mi tiempo se congela cuando tose y en su palma cae sangre.
- K... Kookie... ¿Por qué cojones...?
Decir que el enojo me ciega ahora mismo es poco.
Lo han destrozado... Han dañado a MI CHICO. Nunca he pedido nada, ni una puta cosa... Y ahora que me importa alguien, ahora que no soy yo solo ¿Por qué me hacen esto? ¿Por qué LE hacen esto?
- N... No es nada... S... Son mis...
Tose un poco más y unas lagrimillas de filtran por el rabillo de sus ojos.
- Son mis cuerdas vocales Yoongi... Están hechas talco...
Susurra con voz ahogada y yo finalmente caigo en la cuenta.
- Tú... ¿Estás preocupado por no poder volver a cantar?
Sonríe temblorosamente y sus ojillos se tiñen de una capa más de tristeza.
- No lo podré volver a hacer, estoy seguro de eso.
Lo último le sale como un maullido lastimero, con la restante fuerza que le quedaba.
Aprieto la mandíbula y coloco la mano en la parte trasera de su cabeza para enterrar su rostro nuevamente en el refugio de mi pecho, gruño con los labios pegados a su cabello.
- Lo voy a matar... Lo voy a destruir... Lo voy a reducir a cenizas aunque sea lo último que haga.
Su cuerpo tiembla un poco más hasta quedar quieto sobre mí, mi mirada se queda perdida en la nada, penetrando el espacio mismo, fulminando con mis ojos a todo objeto que se atraviese en mi camino.
¿Querías probar de mis llamas? No te preocupes, Namjoon, te las serviré en bandeja de plata
...
POV: Jungkook
Mi mayor preocupación no era precisamente no poder volver a cantar por algo así como... De manera personal, supongo.
Porque cuando me pongo a pensar.
¿Qué atrajo a Yoongi en primer lugar? Supongo que haya sido mi voz, vaya porque no es por nada pero... Nah, soy el Golden Maknae de la industria del Kpop... O lo era.
Muerdo mi labio resistiéndome a soltar un quejido que obviamente me iba a doler como la hostia. Pero el alcohol desinfectando las heridas no deja una dulce sensación.
Aguanto cuanto puedo hasta que finalmente Yoongi termina envolviendo mi torso con blancas y limpias vendas.
- Ya terminé bebé.
Siento mis mejillas enrojecer por el cualitativo cariñoso e inmediatamente me regaño por eso.
No pierdas el poder, eres quien lo controla a él
Me convenzo con un asentimiento y lo observo levantarse de la cama para guardar el botiquín en la cómoda.
Miro alrededor, preguntándome qué exactamente tiene esta habitación que me hace sentirla mía... Bueno, Yoongi la preparó para mí, debe de tener que ver con eso.
- Me voy a dar un baño, deberías dormir.
Musita antes de darme la espalda y retirarse al baño contiguo a la habitación.
Tamborileo los dedos sobre mis rodillas y me odio a mí mismo por las inmensas ganas que repentinamente me inundan: deseos de tararear.
Suspiro al ver mis sueños frustrados y decido ponerme de pie para investigar un poco más la sombría pero extrañamente acogedora estancia.
Y ahí, exactamente después de encontrar las llaves de los grilletes, una voz ronca acaricia mi audición.
~Every breath you take~
Doy un paso en dirección al canto que no llega a serlo, es más un susurro, como los demonios tentando los ángeles.
~Every move you make~
Poso la mano sobre el manojo de la puerta.
~Every bond you brake~
La desenjalo...
~Every step you take~
Entrabro la puerta...
~I'll be watching you~
Una fuerza a mis espaldas me hace retroceder, pero mis ojos no se despegan de su cuerpo.
La luz proveniente del techo cae directamente sobre su piel, tal y como el agua... El líquido lo acaricia, lo recorre, lo cubre... Y una voz enferma resuena en mi cabeza
Solo tú puedes acariciarlo... Solo tú puedes recorrerlo... Solo tú puedes poseerlo... ¿A qué esperas?
Un grito ahogado muere antes de atravesar mis labios, las alas brotan disparadas de mi espalda, son tan grandes como las recuerdo, tanto que necesitan doblarse en el aire para caber en la estancia.
Son feas, son retorcidas... Son oscuras.
- ¿Kookie? ¿Sucede algo?
El dolor en mi garganta pasa a segundo plano conforme comprendo algo.
- Mis alas no duelen... No me dan miedo...
Sonrío y lo filoso del gesto brilla en un destello sórdido y peligroso.
- Eras lo que me faltaba, Yoongi.
Frunce el entrecejo confundido.
- ¿Qué quieres decir, Kookie?
Me acerco a él con paso lento, tambaleándome sin poder evitarlo, aún no me acostumbro a la presencia de dichos apéndices en mi espalda.
Avanzo y cierro el grifo con cuidado de no mojarme; bajo su mirada escéptica lo agarro de la muñeca y lo halo, pierde el equilibrio debido a la escasez de espacio acabando con los brazos brazos apoyados en mi pecho.
Sonriendo deslizo una de mis manos por la piel de su cintura hasta dejarla firmemente pegada a la parte baja de su espalda, con mi meñique rozando tentativamente el inicio de la separación de sus nalgas.
- ¿Q... Qué haces? No me toques así, Jungkook.
Su expresión es molesta, sus grandes mejillotas se encuentran abultadas en un gesto negación, pero es la escena más tierna que he visto.
Siento a las alas sacudirse ligeramente, movimiento que me toma por sorpresa.
Esta mierda es fascinante
- Mi cabeza ahora mismo está en blanco.
Su labio inferior sobresale.
- ¿Sabes lo que les sucede a las personas con la mente en blanco?
Arruga el entrecejo.
- ¿Qué?
Lo junto más a mi cuerpo.
- No piensan en consecuencias-. Digo antes de estampar mis labios contra los suyos.
La suavidad de los contrarios me hacen sentir como si estuviese atravesando una nube, entrometo mi lengua probando parte de la gloria.
- Quiero meter mi lengua en muchos otros lugares.
Su tono de piel cambia drásticamente, de blanco como nieve, a rojo carmín.
- ¿Q... Qué dices, loco?
Sonrío con lo travieso cruzando la línea de lo imperceptible.
- Ya te dije, no pienso en consecuencias.
Lo ayudo a pasar a mi lado de la bañera, y lo guío fuera del baño.
- T... Tú... ¿Qué tienes?
Lo coloco frente a mí y despliego las alas esta vez fuera de la prisión del baño.
- No las ves, pero aquí están...
Río en voz baja y el que no me duela la garganta me asusta un poco pero se lo atribuyo a los efectos de la droga.
- Voy a explicarte algo.
Acaricio sus manos un poco con mis pulgares pero luego continúo el camino a la cama, lo tiendo sobre ella, de espaldas al objetivo. Me trepo encima de sus piernas, acercándome más.
- Supe que me volviste loco cuando un sentimiento tóxico se prendió en mi pecho... Y en otros lugares.
Lo veo tragar con fuerza tras mis palabras y rasca su garganta.
- ¿Q... Qué sentimientos?
Muerdo mi labio y acerco nuestros rostros, suelto mi belfo de mis dientes, en cambio, paso con lentitud la lengua por él, consciente de que lo hipnotizo.
Al menos lo hago el tiempo suficiente para tenerlo en mis manos. En un abrir y cerrar de ojos encierro sus muñecas en los grilletes atados a los postes de la cama.
- El hambre de poseerte, controlarte... Hacerte mío.
Abre los ojos de par en par mirando sus manos ahora inmovilizadas.
- J... Jungkook... Despierta, es la droga, maldita sea, despierta no estás pensando una mierda.
- Lo sé, ya te lo dije, pero ahora lo analizo y me percato de algo.
Me separo de su cuerpo, retrocediendo sobre mis pasos.
- Antes no sufría por miedo, simplemente mi deseo creció, se desencadenó y no tenía manera de apaciguar el hambre... Pero ahora es diferente...
Lo veo, tiene miedo, no de mí, no de lo que pueda hacer, teme por lo que me haga a mí mismo cuando todo esto pase.
Pero la vocecita de mi consciencia está en Mute.
Sonrío retorcidamente y sacudo las alas, extendiéndolas como manto oscuro sobre la habitación.
- Bienvenido a mi infierno.
🖤🖤🖤🖤🖤❤️❤️❤️❤️🖤🖤🖤🖤🖤
HOLA CRIATURITAS DE LA CREACIÓN
Estoy contenta porque finalmente tengo contacto con al menos dos de mis lectores y eso me hace profundamente feliz Es que adoro socializar y saber que alguien lee mis historias me pone en plan 🤯
Y los comentarios lo hacen más real, por eso insisto en eso. Ahora sí, no los molesto más
GRACIAS POR SU PRESENCIA
SARANGHE 😚✌️
Editado: 2/5/020
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