{Pensaba que eras mi refugio, Tae... Pero me equivoqué}

POV: Min Yoongi

Estaba preparado para sacarlo de ahí a rastras; para electrocutarlo de manera en que quedase inconsciente y que así fuese más fácil llevarlo...

Definitivamente no esperaba esto

                                  ...

                   10 minutos antes

- ¡Lo encontré, Suga!

Al escuchar el grito de mi amigo giro la cabeza en su dirección.

Su cabello naranja, boquilla negra con su identificación en blancas letras y armado hasta los dientes.

Todo confirma que es prácticamente indestructible, imponente, invencible...

Al menos así lo veía hasta ahora.

- ¿Qué sucede?

Me deshago del cuerpo sangrante entre mis manos y este cae al suelo, literalmente como peso muerto.

Corro con nuestros hombres cuidándome la espalda para llegar cuanto antes a Hoseok, quien me mira con los ojos cargados de una emoción que pensé no ver otra vez.

- ¿Qué pasa J-Hope?

Apunta con su dedo al interior de la habitación entreabierta a su lado, no desvía su mirada de mis ojos y yo temo por un segundo quitarla de los suyos por lo que me pueda encontrar.

Pero lo hago.

Giro mi cabeza a la derecha con mucha lentitud, y un sollozo ahogado se me atasca en la garganta.

- ¿Cuándo? ¿Cómo?

- ¿Cómo llegó eso a sus manos, Suga?

Tembloroso intento dar un paso en dirección a la habitación, mas la mano de Hobi me lo impide.

- Espero que no sea lo que estoy pensando.

Las lágrimas se acumulan en mis ojos y le doy un empujón que lo saca de encima mío.

Las palmas de mis manos impactan contra la puerta con la fuerza suficiente para derribarla, tal vez tanta presión no fuese necesaria...

Pero el terror y las ganas de morir acuden nuevamente a mi cuerpo.

- ¡Kookie!

En el centro de la habitación se encuentra de rodillas, la camisa blanca de seda es prácticamente un trapo, una sábana rasgada por sus propias uñas en la zona de la espalda.

Inhala y exhala... ¿Respirar? A eso no se le puede llamar así. Jadea como si el aire no llegase a sus pulmones, solloza a pesar de tener ausencia de fuerzas para hacerlo. Sus manos pasan de su espalda a su cabeza, y ahí entierra sus dedos en un acto de desesperación, lleva la cabeza hasta el interior de sus rodillas, hasta casi rozar el suelo con el flequillo castaño.

Y ahí... Grita.

Desde donde estoy no puedo moverme, algo clava a mis pies en mi lugar.

Y conozco muy bien qué es ese algo:

El miedo

- ¿Cómo sucedió esto? ¿Por qué?

Me pregunto una y otra vez mientras Kookie se mantiene con sus gritos al cielo... O al infierno.

- ¡Tenemos que marcharnos ya, Suga!

Me alerta Hoseok desde la entrada de la habitación.

Y solo ahí me aclaro...

- No hasta que destruya al maldito...

- No hay tiempo para eso, Yoong...

- ¡Cállate si no quieres volverte cenizas ahora mismo! -. Grito fuera de mí totalmente.

Agarro a mi pequeño por los brazos y lo levanto del suelo.

No se resiste... No tiene fuerzas para hacerlo.

Suelta un débil sollozo en mi hombro y sus manitos me rodean el cuerpo.

- Ya Kookie... Ya estoy aquí amor...

- P... Pensé que... No vendrías... Quiero... Quiero morir...

Solloza con la nariz enterrada en mi cuello, envuelvo sus piernas a mi cintura y todo queda olvidado, el hecho de que haya sido él quien escapó, el hecho de que estemos en la boca del lobo... El hecho de que me tiene asco.

- ¿Quieres que me vaya? ¿Que te deje morir solo?

Saca tembloroso el rostro del hueco
en el que lo tenía escondido y su nariz húmeda roza la mía.

El beso no demora en llegar casi tan inesperado como desesperado.

Me besa con fuerza, me besa como pensé que nunca lo haría, su lengua encesta en mi cavidad bucal y la devora.

Entierra los dedos en mi cuello y me obliga a moverme a su antojo.

Un gemido mío es tragado por su boca y mis ojos se ponen en blanco por segundos.

En momentos como estos juro que no sé quién terminará clavado al colchón, si él o yo.

Se separa lentamente, un hilillo de saliva queda entre nosotros, y Jungkook termina conmigo con las siguientes palabras

- Ya me quedó claro que te pertenezco... Ya me quedó claro que no puedo hacer nada sin ti... Ya me di cuenta que has sido quien único ha estado aquí estos años... Ya sé que sin ti... Estoy solo... No soy nadie. No me dejes Yoongi... No me dejes morir...

Mi labio inferior tiembla, y me veo obligado a morderlo para no echarme a llorar como nenaza enamorada.

- Pensé que nunca lo dirías.

Susurré junto a sus labios, y los chupase como antes no tuve oportunidad, pero ALGUIEN lo impidió.

- Nada está bien, Suga. La maldita droga está en su cuerpo aún, y quien se la dio sigue alla afuera, tal vez observándonos.

Advirtió Hoseok y eso me bajó de mi cielo.

Cierto, joder, Jungkook ¿Cómo lo haces para distraerme de todos los problemas?

- Debemos irnos ya.

- ¿No te vengarás?

- No, Kookie podría correr peligro.

Hobi me observa fijamente y una risa carente de gracia es detonada por sus labios.

- Con él sí reaccionas ¿Eh?

Bufo acomodando a Kookie alrededor de mi cintura.

- Calla caballito, vámonos ya.

Hoseok rodea los ojos y asiente encaminándose fuera de la habitación conmigo siguiendo sus pasos.

Recorremos los mismos caminos, exactamente iguales a como estaban cuando llegamos, a excepción de los cuerpos en el suelo, estamos acompañados por un total de 10 hombres, cinco delante, cinco detrás.

- Él no me dejará ir tan fácil...

Separo un poco mi rostro para intentar mirarlo, pero es inútil.

- ¿Quién es él?

- Lo tenía todo planeado... Pero Tae no lo sabe, Tae no tiene la culpa.

Frunzo el entrecejo.

- ¿Tae? ¿Quién es...?

Mi pregunta se ve interrumpida por el ruido de balazos al frente y mi cuerpo reacciona al instante.

- ¿Puedes permanecer de pie?

- S... Sí, creo que sí, pero probablemente tenga otra crisis...

Mis dientes juegan con mis labios, buscando una solución cuando antes.

-Muy bien, sube a mi espalda.

Con ayuda de mis manos cambia de lugar enrrollándose a mis costados, de forma que mi cuerpo queda como barrera para las balas.

- Tranquilo, todo está controlado.

Sus manos se agarran de mis hombros y cada una de las mías se arman de revólveres, no sin antes claro acomodar mi boquilla en mi rostro de nuevo, negra con SUGA en letras blancas.

- ¿Dónde está mi pequeño?

Una voz ronca y demandante se abre paso callando a todo y todos.

Veo al dueño de la voz entre dos cabezas frente a mí, alto y esbelto, con porte de orgulloso. El cabello platinado resalta unos ojos que ahora mismo se encuentran rojos de rabia.

- ¿Quién ha osado capturar a mí Jungkook?

- ¿Disculpa?

Pregunto en voz tan baja que es solo escuchada por los más cercanos a mí, Hoseok y Kookie.

- No se te ocurra hacerle daño, Yoongi, te perdono cualquier cosa menos eso.

Me susurra Kookie de vuelta y yo frunzo el ceño extrañado.

Pero no me da tiempo a preguntar porque Hoseok musita con la voz vibrando de emoción.

- Es él... Es V, es el Ghost.

Mierda, entonces estamos en problemas.

- Sáquenlos del medio.

Ordena V a sus hombres pero Hoseok es más rápido y se coloca al frente, yo me escabullo para así tener mayor visibilidad.

- Tranquilo V, solo he venido a hacerte una visita.

El hombre de cabello platinado fija su penetrante mirada en Hoseok, y tras leer su identificación en el cubrebocas inclina la cabeza hacia arriba en gesto de superioridad.

- Pero mira a quién tenemos aquí, al tan buscado J-Hope ¿Finalmente has salido de tu agujero?

Hobi sonríe, se le nota por el movimiento de orejas, reconozco esa sonrisa incluso sin verlo de frente, además, la reacción de V no me deja dudas.

El jefe del bando contrario se tensa visiblemente, y su mano se afirma alrededor del revólver.

- Pues creo que no eres quién para hablar de agujeros, creo que Ghost no les asienta, ratas de madriguera...

Su tono de voz desciende considerablemente.

Esto no marcha bien...

- Me quiero ir ya, Yoongi, siento que... Me falta el aire aquí.

Susurra Kookie y sé que no queda tiempo que perder.

Doy un paso al frente, colocándome al lado de Hobi, y la mirada de V pasa de él a mí, para luego posarse en Kookie.

Su expresión cambia de manera radical, y ese cambio me asusta, por su entrega emocional.

¿Quién eres para Kookie?

- Quita tus manos de mi pequeño, sabandija.

Ruge en tono bajo con el fervor del fuego naciendo en sus ojos.

Es un fuego aterradoramente hermoso...

- En primer lugar, no es tuyo, es mío.

Le devuelvo en un gruñido protector.

Inclina la cabeza hacia abajo y el flequillo le cae sobre los ojos.

- Se nota que te gusta el peligro, hijo de puta.

Kookie tiembla encima mío y no soy el único que me doy cuenta de ello.

El contrario parpadea y mira a Jungkook, preocupado alza las manos

- Perdona pequeño, no quise asustarte...

Escucho su suspiro.

- Deja que me lleve, Tae.

Alzo la cabeza de un tirón.

¿Tae?

Él abre los ojos de par en par.

- ¿Qué? Claro que no, ellos son el enemigo, no te dejes engañar, pequeño, quieren hacerte daño...

- Él no me hará daño...

Musita Kookie con la voz débil y mi camisa fuertemente encerrada entre sus puños.

- Estás más seguro conmigo que con ellos, Jungkook.

-¡Mentira! Pensé que sería así... Pero no lo fue...

Su voz se rompió y que no lo pueda abrazar me está matando.

V retrocede dolido por sus palabras, y sus ojos se muestran confundidos.

- ¿De... De qué hablas?

- Déjame bajar...

Me pide Kookie al oído.

- No.

- Solo un momento, necesito salir de aquí ya, por favor...

Suspiro y suavizo el agarre sobre sus piernas para permitirle apoyar sus pies en el suelo. Una vez hecho, le da la espalda a V, mostrándole las heridas en ella.

- Eso... ¿Eso es?

Todos se quedan sumidos en un sórdido silencio, hasta que Kookie arrastra los pies, se cuelga de mi torso hasta quedar en posición de koala alrededor de mi cuerpo.

Miro a V, pero él no tiene ojos para algo que no sean las heridas de Kookie

- Sácame de aquí-. Susurra al borde del llanto.

- Abran paso, nos vamos.

Ordeno mirando a V el cual asiente con la cabeza en otro lugar.

- Retirada.

Ordena J-Hope y todos pasamos entre ellos, alertas y cuidadosos.

- No me olvidaré de ti, Suga. Esto no quedará así.

Me avisa V a pasos de la salida, antes de gritar.

- ¡Traedme al maldito Monster que lo voy a asesinar con mis propias manos!

Monster... Procura no morir hasta que mi encendedor calcine tu cuerpo.

Susurra mi alma con odio y rabia.

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Saranghe!!!!!

XOXO

Editado: 1/5/020