No eres lo que logras, eres lo que superas...

Este, es solo el comienzo...

14 octubre del 2021...

10:30 AM 

Muchas personas dicen que sus vidas no son perfectas, debido a diversas razones...

Pero... Mi vida, si es perfecta.

Es perfecta desde el primer momento en el que nací; Siempre he tenido todo lo que necesito: una hermosa familia que me apoyan en todo, unas mejores amigas que llenan mi mundo de color, un mejor amigo que es lo mejor que tengo, una muy buena educación, buenas calificaciones...

¿Qué más podría pedir?

—Bien chicos, hasta aquí la clase de hoy, que tengan un buen resto del día. —culmino nuestra maestra de geografía.

—Al fin, ya no soportaba una hora más de clases. —pronuncio Lía, mientras que guardaba sus cuadernos en su mochila.

—Yo tampoco, me duele el cerebro de ver tantos mapas. —exprese, mientras que hacia lo mismo que Lía.

—¿Ya están listas? —pregunto Jisoo. —; Debemos darnos prisa, si no queremos que se alargue más la fila de la cafetería. —expreso mientras se levantaba de su pupitre.

—Yo ya estoy. —respondió Yeji; Lía y yo solo asentimos como señal de que ya estábamos listas.

—Bien, andando, que me muero de hambre.

Dicho y hecho, las cuatros nos dirigimos hacia nuestro casillero para dejar nuestras mochilas dentro de estos para así comenzar a encaminarnos hacia la cafetería.

Yeji, Lía, Jisoo y yo somos cuatro mejores amigas, las cuales ya se conocían desde que tenían once años; Lía y yo estudiamos dos años juntas en el año 2015, para el 2017, ambas ingresamos a una nueva escuela juntas, en esta escuela, conocimos a Jisoo, una chica increíble, cursamos un total de tres años juntas. En ese mismo año, ingreso Yeji a la escuela; Yeji era una chica inquieta, le gustaba molestar a los demás —incluyéndome— por lo que en ese entonces no era parte de nuestro circulo social

Para 2019, Jisoo encontró a Yeji en una situación un poco comprometedora; Jisoo se dio cuenta que, aunque Yeji era una chica inquieta, que le gustaba molestar a los demás, Jisoo decidió darle una oportunidad a Yeji, para así, tratar de entenderla. Jisoo no solo ayudó a Yeji a encajar en nuestro círculo social, sino que también nos ayudó a Lía y a mí a acercarnos más a Yeji y crear algo especial.

A través de su amistad, pudimos llegar a conocer mejor a Yeji y nos volvimos mejores amigas. Desde entonces, hemos pasado muchas experiencias, y cada una nos ha acercado cada vez más como amigas.

Desde entonces, hemos pasado muchas experiencias juntas que nos han acercado aún más como amigas.

Siempre estamos juntas, ahí la una para la otra, sea para hacer tonterías o para apoyarnos en los momentos difíciles.

Hoy en día, somos apodadas como el "Cuarteto de Locas" en la escuela, siempre riéndonos y divirtiéndonos juntas, y eso es solo una muestra de todo lo que ha construido nuestra amistad, la cual espero que nunca tenga fin.

Hoy en día, somos las cuatro mejores amigas más felices del mundo, y siento que nada ni nadie podrá arruinar este vínculo tan

maravilloso llamado amistad.

—¿En qué tanto piensas, Leah? —indago Jisoo, mientras que nos encontrábamos saliendo de la fila de la cafetería, en busca de un espacio tranquilo para sentarnos a desayunar.

Yo simplemente negué. —En nada. —respondí con una sonrisa.

Las tres chicas junto a mí se me quedaron mirando por unos segundos, pero luego hicieron como si no tuviera importancia.

Y, aun así, yo sabía que si les importaba.

Cuando llegamos al patio de la escuela, pude visualizar que a lo lejos había un círculo de chicas, —calculo que eran la mayor parte de la población femenina de la misma—

Por curiosidad, me quede mirando hacia esa dirección.

—Leah...

—¿Sí?

—Vamos, si no, nos tomaran el puesto. —expreso mi amiga Lía. Yo, sin queja alguna, volví a tomar mi lugar junto a mis amigas.

Al llegar al lugar a donde siempre íbamos en la hora de recreo, tomamos asiento sobre el pasto para así, comenzar a desayunar.

Desde el lugar donde estaba sentada, se veía con perfección hacia el lugar donde estaba la multitud de chicas; no despegue mi vista de ese lugar, puesto de que me daba mucha curiosidad sobre lo que estaba pasando allí...

—Andas muy distraída hoy, Leah. —comento Jisoo, mientras se quitaba la mascarilla para así poder disgustar de su sándwich de pollo.

—¿Cuándo no? Leah siempre esta distraída. —comento Lía, mientras que copiaba la misma acción de Jisoo.

—¿Que estará pasando allí? —me pregunte en un pequeño balbuceo, el cual fue audible para mis amigas.

—Ha, ya entiendo. —dijo Yeji.

—¿Qué entiendes? —indague, mientras dirigía mi mirada hacia ella.

—¿Lo dices por la multitud de chicas que hay allí? —pregunto, yo asentí. —; Es un chico nuevo que ingreso hoy a la escuela, su nombre es Kim TaeHyung. —expreso mientras se quitaba su mascarilla para así darle un mordisco a su sándwich.

Yo me quede pasmada, ¿cómo era que Yeji sabia todo esto?

—Tu sí que no pierdes el tiempo. —exprese.

Ella negó. —Es mi vecino; nos conocemos desde que éramos niños. —comento. Jisoo, Lía y yo formulamos una "o" con nuestros labios.

—Pero, la verdad es que no sé por qué ha llamada tanto la atención; a mi parecer, no es tan atractivo. —expreso sin darle importancia.

"A sí que de eso se trataba, de un chico nuevo" pensé en mis adentros.

—Ya sabes como son las chicas de esta escuela; desde que ven que un chico "lindo" ingresa a la escuela, se ponen como moscas a su alrededor. —dijo Lía, mientras se tomaba su batido.

—Tienes toda la razón, es muy molesto. —expreso Jisoo.

Yo por mi parte no dije nada.

En eso, escucho como el timbre de la escuela comienza a sonar, los que nos indica que nuestra media hora de recreo había llegado a su fin; junto con las chicas soltamos un pesado suspiro.

—No, es la hora de biología. —expreso Lía, mientras que posaba sus manos sobre su cabeza.

—Dios, no me he aprendido la exposición. —dijo Jisoo, mientras que imitaba a un bebe llorando.

—Bueno, esperemos que no se recuerde de la exposición, porque yo tampoco me la aprendí. —comento Yeji.

—¿Por qué se acabó tan rápido el receso? —se quejó Lía.

—Vámonos, no quiero tener problemas con la maestra Choi. —dije, provocando que todas nos levantáramos del césped para así encaminarnos hacia nuestra aula; no sin antes colocarnos nuestras mascarillas.

Mientras caminábamos por los corredores de la escuela; sentí como algo o más bien, alguien me llamo. Por inercia, me di la vuelta, para así darme cuenta de que mi maestra de biología era quien me llamaba...

—¿Si, maestra?

—¿Podrías ir a la sala de maestros a buscar mi material por favor? —pregunto. Yo solo asentí.

Le hice una seña a mis amigas, estas entendieron de una lo que le quise decir.

Comencé a encaminarme hacia la sala de maestros, gracias a Dios no estaba muy lejos, no quería perderme parte de la clase de biología.

Toqué dos veces la puerta frente a mí, recibí un "pase" como respuesta.

—Buenos días. —salude mientras hacia una reverencia. —Vengo a buscar el materia de la señorita Choi. —comente.

—Pasa, está en su escritorio. —expreso el señor Kim.

Ingrese a la sala, tome su materia para luego hacer una reverencia para así salir de la sala, no sin antes cerrar la puerta detrás de mí.

El material de la señorita Choi es muy pesado, pero la verdad es que eso no me importaba del todo; lo que me importaba, es que ya habían pasado diez minutos de que la clase de la señorita Choi había comenzado, por lo que comencé a apresurar mi paso.

En eso, sentí como tropecé con algo, o más bien, con alguien, provocando así que ambos callásemos al suelo.

—Oh My God. —solte por el golpe.

—¿Estas bien? —indago, mientras extendía su mano hacia mí.

Dirigí mi mirada hacia aquel chico; mis ojos se deslumbraron al ver a un chico con una mirada tan penetrante, pero a la vez que no te dan ganas de quitar tus ojos de los suyos.

"Que lindos ojos" pensé en mis adentros.

Decidí salir de mis pensamientos, para así tomar de sus manos.

Yo asentí. —Estoy bien.

Aquel chico me ayudo a recoger el material —el cual se había regado con la caída—

—Discúlpame, es que ando un tanto despistado. —dijo. —por cierto, ¿Crees que me puedas ayudar en algo?

Dirigí mi mirada hacia el. —Si, en que te ayudo. —conteste, para luego pararme del suelo.

—Es que... Soy nuevo y pues, no sé dónde queda el laboratorio de química. —comento, mientras se rascaba la nuca.

—Oh, no te preocupes, está aquí cerca. —comente, para así comenzar a caminar.

Ambos caminamos en silencio. El laboratorio de química estaba realmente cerca, por lo que no hubo oportunidad para montar una charla.

—Aquí es el laboratorio de química. —comente.

—Muchas gracias... —agradeció, yo hice una reverencia para luego irme.

Al llegar al salón de clases, toque dos veces la puerta, recibí un "pase" como respuesta; ingrese, hice una reverencia para luego dejar el material de mi maestra de biología sobre su escritorio para luego así irme a sentar a mi lugar junto a mis amigas.

No paso ni un segundo de que me había sentado en mi lugar, cuando ya mis amigas me estaban interrogando:

—¿Dónde estabas? —indago mi compañera de asiento, Lía, mientras que Jisoo y Yeji se daban la vuelta para entrar en la conversación.

—Estaba buscando el material de la maestra. —respondí, mientras abría mis cuadernos para así comenzar a escribir lo que la maestra explicaba.

Estas me miraron mientras se les achicaban los ojos; sabía perfectamente que ellas no creían lo que les decía.

—¿Estas segura de que eso fue lo que hiciste? —cuestiono Jisoo.

—¿Sí? —respondí con algo de duda. —¿Por qué lo preguntan?

—Porque te conocemos más que nadie en este mundo, por lo que sabemos muy bien que no solo fue eso. —contesto Yeji.

Solte un suspiro. —Bien. Ayude a un chico nuevo a llegar a su clase. —respondí.

Estas se miraron unas con otras con emoción.

—¿Quién es?

—¿Como se llama?

—¿Como lo conociste?

—¡CUENTANOS TODO! —exclamaron, lo que provocó que recibiéramos un regaño por parte de la maestra.

—No es nada del otro mundo. —respondí. —Me caí, el me ayudo a levantarme y a recoger lo que se me había caído, luego me dijo que era nuevo y que no sabía dónde quedaba el laboratorio de química, lo encaminé hacia el laboratorio de química, me agradeció y luego vine a la clase. —dije.

—Tal y como sucede en los Kdramas. —expreso Lía con emoción.

Yeji y Jisoo se miraron una a la otra. —Hay que investigar quien es ese chico. —dijo Jisoo, por lo que Yeji solo asintió.

—No vallan a comenzar con eso. —dije de mala gana.

—Si, tienen que saber quién es, luego nos lo cuentan. —comento Lía, obviando lo que acabe de decir.

—Señoritas Hwan, Kim, Choi y Song, no les volveré a advertir de que hagan silencio; a la próxima, las expulso de mi clase por dos semanas. —advirtió la maestra de Biología, provocando así que las cuatro comenzáramos a prestar atención a la clase.

Horas después:

Lía y yo nos encontrábamos saliendo al segundo recreo del día.

Lía se dirigió hacia mi: —¿Sabes dónde están las locas de Jisoo y Yeji?

—No. —respondí. —; De hecho, no estuvieron en toda la clase de matemática. —comente mientras que tomaba de mi jugo de mango.

—Quien sabe dónde se habrán metido. —dijo, mientas nos sentábamos en el mismo lugar de siempre.

Junto con Lía, permanecimos charlando la mayor parte del receso; hablamos sobre cosas como: ¿cuándo sería el próximo concierto de Taylor Swift?

En eso, notamos como dos chicas se dirigían hacia nosotras, Lía y yo nos miramos, para luego volver a dirigir nuestras miradas hacia aquellas chicas, dándonos cuenta así que estas eran Jisoo y Yeji.

—Hasta que al fin las encontramos. —comento Jisoo, mientras que se sentaba junto a mí; Yeji imito su acción, sentándose junto a Lía.

Lía cruzo sus brazos. —Se puede saber, ¿Dónde demonios estaban? —indago un tanto molesta.

—Oye, tranquila. —tranquilizo Yeji. —; Estábamos haciendo una investigación.

—¿Qué investigación? — indague.

Estas se miraron, para luego acercarse más hacia nosotras, provocando que Lía y yo hiciéramos lo mismo. —Estábamos investigando sobre el chico con el que chocaste ayer. —comento Jisoo.

Yo rodee mis ojos, mientras que soltaba un suspiro un tanto pesado. —No me jodan. —dije en un pequeño susurro mientras que recostaba mi espalda sobre el gran árbol que estaba detrás de mí.

Las tres chicas junto a mí se me quedaron mirando.

—¿Y quién es? —pregunto Lía.

—Nada más y nada menos que, Kim TaeHyung. —respondió Yeji con una sonrisa la cual mostraba picardía.

Mis ojos se abrieron más de lo normal al escuchar quien era aquel chico.

Únicamente me dedique a formar una "O" con mis labios, mientras que mi mente comenzaba a generar.

"No me pueden estar hablando enserio"

"¿Como es que supieron quién era?"

—¿Como supieron que era el? —indague, mientras que sentía como mis nervios comenzaban a salir.

—Tenemos nuestros contactos. —dijo Jisoo mirando a Yeji.

—Si, y nos hablaron mucho de el. —comento Jisoo.

Lía y yo nos miramos por unos segundos.

—¿Que les dijeron? — indago Lía.

—Créeme, muchas cosas.

—¿Como qué?

—Cosas como: es muy amable, inteligente.

—Y, nos dijeron algo, lo cual, es muy evidente. —dijo Yeji, haciendo que Lía y yo mantuviéramos nuestros ojos puestos en ella. —: Que es muy coqueto. —expreso; en su mirada se notaba la picardía.

En eso, sentí como mi rostro se comenzó a calentar.

"Que calor" pensé en mis adentro.

—Oye, ¿Por qué tienes el rostro tan rojo? —pregunto Lía, mientras que posaba sus manos sobre mi rostro.

—¿Rojo? —toque mi rostro con mis manos.

Yeji se cruzó de brazos, mientras que sonreía con picardía. —¿Te encuentras bien?

Yo asentí.

—¿No será que estas nerviosa? —pregunto Jisoo con una sonrisa.

—N-No.

Las tres chicas junto a mi comenzaron a reírse como focas locas.

—No me vengas a decir que no; te conocemos a la perfección. —dijo Lía.

—¿P-Por que debería de estarlo?

—Porque te gusta Taehyung. —afirmo Yeji.

—El no me gusta. —respondí.

—Si... definitivamente le gusta. —afirmo Jisoo.

—Como se les ocurre pensar que me gustará un chico al que no conozco. —respondí un tanto indignada.

—Porque te conocemos a la perfección. —repitió Lía.

—Sabes, No es malo que te guste un chico. —expreso Jisoo, mientras que este pasaba su mano sobre la mía.

—Pero, es que a mí no me gusta el. —comente, mientras bajaba mi cabeza con algo de inseguridad.

—Está bien, digamos que no te gusta. —expreso Yeji mientras se cruzaba de brazos.

En eso, la campana de la escuela comienza a sonar, provocando que las cuatro soltáramos un pesado suspiro; la vida de un estudiante no es para nada fácil.

—Bien, Vámonos, si no, recibiremos otro reproche de la maestra de lenguas. —comente, mientras me levantaba de mi lugar, haciendo que las chicas frente a mí imitaran mi acción, para luego, comenzar a caminar.

—Leah, ¿Como es que tienes esa fuerza de voluntad? —pregunto Lía, haciendo que parara mi paso.

Me di la vuelta hacia ella, y le respondí:

—Cuando realmente quieres algo, tienes que luchar para conseguirlo. —le respondí con una amplia sonrisa, para luego, colocarme mi mascarilla y así seguir con mi paso.