Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

──── 016.

Hanabi llegó luego de unos minutos que Kagura se llevara a mi hijo, por lo que inmediatamente le conté lo que sucedió. Ella no tardó en ir y alertar al Hokage, quien rápidamente envió a un par de ninjas a buscar a Kagura, mientras que yo fui llevada hacia el hospital con mi bebé en brazos, intentando mantener la calma y recuperar las fuerzas para recuperar a mi hijo.

En el hospital, recibí atención médica para recuperarme por completo. Hinata, Hanabi y Sakura se quedaron a mi lado, apoyándome y consolándome mientras esperábamos buenas noticias. Los días comenzaron a pasar rápidamente, y tal como había dicho Kagura, estaba viviendo con la agonía de no poder ver a mi hijo.

Las esperanzas de encontrar a Kagura se iban desvaneciendo poco a poco. Sin embargo, después de varios días de búsqueda, unos ninjas de Konoha lograron localizar a Kagura, por lo que, sin siquiera llegar a pensarlo, fui directo a ese lugar y así recuperar a mi hijo.

Desafortunadamente, Kagura no se encontraba con mi hijo. Ella lo tenía ocultado en algún lugar por si algo como esto llegaba a suceder.

—Se acabó, Kagura —dije firmemente mientras la miraba fijamente—. No te saldrás con la tuya.

—Espere, señora Uchiha. No debemos atacarla —dijo uno de los ninjas que lograron ubicar a Kagura—. El Hokage dijo...

—No me importa lo que haya dicho —dije de manera hosca mientras me preparaba para atacar—. Yo recuperaré a mi hijo, pase lo que pase.

—Pero...

—Cierra la boca —exigí, ocasionando que ese ninja se asustara.

En aquel momento, Kagura soltó una risa y nos observó fijamente.

—El Hokage ha sido un estúpido al permitirte continuar en libertad —dijo Kagura—. ¿Realmente creen que pueden vivir en tranquilidad con ella rondando por allí? Yo que ustedes, desde ahora, dormiría con un ojo abierto. No vaya a ser que un día la hagan enfadar y ella intente matarlos.

Pude notar que los ninjas dudaban ante las palabras de Kagura, pero aquello no me hizo retroceder.

—Por favor, deje que nosotros nos encarguemos —volvió a hablar el ninja de antes—. El Hokage exigió que lleváramos a esta mujer con vida.

—Ya les dije que eso no me importa —dije de manera ruda, pues estaba perdiendo la paciencia—. Conozco muy bien a esta mujer. Ella no dirá nada y es por ello por lo que le sacaré la ubicación de mi hijo a la fuerza.

—Oponerse a la palabra del Hokage trae graves consecuencias —dijo el ninja al momento en que sostenía mi muñeca cuando me vio avanzar—. Por favor, no nos meta en problemas.

—Suéltame ahora mismo si no quieres quedar manco para toda la vida.

Kagura volvió a reír al oír mi amenaza, ocasionando que los demás la miraran fijamente.

—¿Ven lo que digo? A ella no le importa la gente de Konoha —dijo Kagura con una sonrisa burlona—. Es capaz de matarlos a todos si eso la beneficia.

Nuevamente, las palabras de Kagura hacían dudar a los ninjas que me acompañaban y, debido a ello, ocasionó que todos se distrajeran. Kagura aprovechó esa oportunidad para lanzar una bomba de humo al suelo y desaparecer de nuestras vistas.

—¡Maldición! —exclamé frustrada mientras comenzaba a atravesar el humo y perseguir el rastro de Kagura—. ¡No te voy a dejar escapar!

Kagura corría y corría mientras iba activando algunas trampas que se encontraban en el camino. Ella se adentró a una cabaña que se encontraba cerca de un acantilado y así escapar de mí, por lo que activé mi Sharingan e ingresé a ese lugar; dispuesta a sacarle toda la información necesaria.

—Se acabó, Kagura —dije firmemente—. Ya no hay nadie que pueda ayudarte.

—¿Realmente crees eso? —preguntó Kagura desde una habitación—. ¿De verdad vas a matarme?

—Primero te sacaré la información que necesito y luego te mataré.

—Oh, comprendo —dijo Kagura—. Sin embargo, lamento decepcionarte. Hoy no moriré.

—¿Qué te hace tener tanta fe? —pregunté mientras iba abriendo poco a poco la puerta de la habitación de donde ella se encontraba oculta.

En aquel momento, cuando miré a Kagura, mi cuerpo se paralizó y mi Sharingan se desactivó.

—Este pequeño me hace tener toda la fe posible —dijo Kagura con una sonrisa mientras apuntaba un Kunai cerca del cuello de mi hijo—. Ahora, si no quieres ver rodar la cabeza de tu pequeño, me dejarás ir.

Kagura comenzó a acercarse hasta la puerta mientras aferraba el Kunai al cuello de mi pequeño. Ella me observó en todo momento, esperando a que yo hiciera algún movimiento y así cumplir con su amenaza. Sin embargo, no me moví, pues sabía que ella era capaz de cumplir con lo que me decía y así verme sufrir para toda la vida.

—Maldición... —susurré mientras observaba como Kagura se iba de la cabaña.

Esperé un momento en aquella cabaña porque creía que, si salía inmediatamente, ella no dudaría en matar a mi hijo.

—¡No te acerques! —exclamó Kagura, ocasionando que me alertara y comenzara a salir de la cabaña—. ¡Si te acercas, lo mataré!

—Kagura, detente. Esto no tiene que suceder así.

Oír la voz de Neji me hizo sentirme aliviada por un momento.

—Todo esto es culpa de ella —dijo Kagura con rabia—. Si ella no hubiera vuelto... Si ella nunca hubiera existido... ¡Tú te habrías fijado en mí y ahora mismo estaría sosteniendo a nuestro hijo!

Las palabras de Kagura resonaron en el aire, cargadas de resentimiento y dolor.

—Kagura...

—¡No te acerques! —exclamó la mujer al momento en que me miraba—. ¡Y tú vete de aquí!

—Dime, Kagura —dije—. ¿Qué es lo que quieres? Yo estoy dispuesta a hacer lo que quieras, pero a cambio, no le hagas nada a ese niño.

—¿Lo que sea? —preguntó Kagura, a lo cual asentí—. En ese caso... Quiero que desaparezcas de la vida de Neji. Quiero que te alejes de él y que nunca vuelvas a interponerte entre nosotros.

—Si hago eso. ¿Dejarás a ese niño?

—Si cumples con lo que pido y no haces nada —dijo mientras me miraba fijamente, ignorando por completo el hecho de que Neji comenzaba a acercarse a ella de manera sigilosa—. Yo dejaré a este niño. Sin embargo, si te llego a ver o incluso me entero de que andas rondando por cerca... Yo no tendré piedad y acabaré con la vida de, no solo este niño, sino que también de la pequeña.

Kagura estaba completamente desquiciada y aunque quería negarme a lo que decía, no podía. No quería poner en peligro la vida de mi hijo.

—Está bien, Kagura. Lo haré —dije, ocasionando que ella solo se concentrara en mí—. Me alejaré de Neji. No sabrás nada de mí, te lo aseguro.

—Aceptaste demasiado rápido. Eso me hace pensar que tienes algo en mente.

—No. Te aseguro que no tengo nada en mente —dije, intentando mantener su mirada en mí—. Yo no volveré a acercarme a ustedes. Lo prometo.

—Hay una sola forma en la que crea en tus palabras —dijo al momento en que lanzaba un Kunai a mis pies—. Toma eso y acaba con tu vida aquí mismo. De esa forma, sabré que no mentías.

Kagura estaba pendiente por completo en todos mis movimientos, así que, para que su concentración se mantuviera en mí, tomé el Kunai que me había lanzado y lo acerqué peligrosamente a mi cuello.

—Te diré una cosa, Kagura —dije—. El amor es una maldición.

Kagura me miró confundida. Fue entonces que Neji, de un movimiento rápido, logró apartar a nuestro hijo de la mujer, mientras que yo me lancé rápidamente hacia ella y así evitar que los dañara.

—¡Tú me has engañado! —exclamó Kagura.

—Se acabó, Kagura —dije seriamente—. Deja de luchar y asume las consecuencias.

—¿Así como tú asumiste las tuyas? —preguntó mientras formaba una sonrisa sarcástica—. No. Yo no aceptaré nada.

—Ya no hay nada que puedas hacer.

—Te equivocas. Todavía hay algo que tenía planeado —dijo al momento en que sostenía mi cuerpo con fuerza—. Es una pena, Uchiha. No verás a tus hijos crecer.

De manera repentina, Kagura lanzó algo al suelo y todo comenzó a temblar. Fue entonces que, el piso bajo nosotras comenzó a derrumbarse y poco a poco empezaba a caer al acantilado.

—Tú realmente eres ingenua —dije.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Kagura, confusa.

—Dime, Kagura —dije mientras formaba una pequeña sonrisa de arrogancia—. ¿Acaso olvidas quién soy?

El suelo se derrumbó por completo, por lo que Kagura y yo comenzamos a caer por el acantilado. Ella me miró confusa, pero a la vez con sorpresa cuando ha visto mis ojos cambiar y así formar aquel gran poder que gané cuando vi a Neji morir frente a mis ojos.

El Susano'o que formé me protegió de las rocas que caían y me elevó para llevarme a un lugar seguro, donde pude encontrarme con Neji y mi pequeño bebé.

—Todo se ha acabado —dijo Neji mientras se acercaba y me entregaba a nuestro hijo—. Podremos estar en tranquilidad.

—Sí. Finalmente, todo acabó.

Neji y yo nos observábamos con una pequeña sonrisa el pequeño rostro de nuestro hijo. Ambos lo observamos por un momento, luego nos miramos fijamente y acortamos nuestra distancia en un pequeño y tierno beso.

Todo había acabado, por lo que mi familia y yo podríamos estar en paz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro