006.
Habíamos derrotado a los ninjas que intentaron secuestrar a Hinata por lo que nos ocultamos en el bosque unos momentos debido a que no podíamos regresar con ella a la aldea porque esta estaba siendo atacada.
—¿Cómo te encuentras? —preguntó repentinamente Neji.
—¿Acaso te estás preocupando por mí?
—Es de mala educación...
—...contestar una pregunta con otra —interrumpí, ya que me sabía de memoria cada uno de sus sermones—. Estoy bien.
Nos mantuvimos en silencio un momento, pero aquel silencio no me molestaba.
—Esa marca... —dijo repentinamente, captando mi atención—. Lo que te sucedió en las preliminares fue causado por eso, ¿no?
—Sí —respondí con un tono sombrío mientras llevaba una mano a mi marca y en eso he recordado lo que mencionaron mis compañeras.
Ellas habían dicho que él me había estado protegiendo cuando estuve inconsciente en el segundo examen y que debía de agradecerle por ello.
—¿Hermano...? —oí la sutil voz de Hinata—. ¿Dónde estamos?
—Lejos de la aldea —respondió Neji, mientras se acercaba—. ¿Cómo se encuentra?
—Un poco adolorida, pero estaré bien —sonrió—. ¿Qué fue lo que sucedió?
—Unos ninjas de otra aldea intentaron secuestrarla para obtener su byakugan —dijo—, pero nosotros hemos ido a rescatarla.
He podido notar que Hinata se sorprendía con el hecho de que él había ido a rescatarla.
—Gracias...
—No debería de agradecer —dijo Neji—. Ese es mi trabajo como miembro de la rama secundaria.
Hinata realizó una expresión temerosa y no dijo nada. Neji por su parte se alejó de ella para así mirar a su alrededor con su byakugan, y entonces un Anbu apareció frente a nosotros.
—La aldea ya está bien por lo que pueden volver.
Los tres nos hemos mirado entre sí por un segundo para luego comenzar a seguir a aquel Anbu de regreso a la aldea.
Entonces cuando hemos llegado nos enteramos que el tercer Hokage había muerto por Orochimaru y el oír aquel nombre he sentido un ligero dolor en mi cuello.
Aquella persona había sido quien colocó esta marca en mi cuello y todavía no entendía muy bien la razón de ello.
Con la muerte del tercer Hokage la aldea se volvió intranquila, ya que todavía no se tenía un nuevo Hokage que dirigiera y protegiera la vida de todos sus habitantes.
Aquello no me importaba demasiado por lo que solamente me concentraba en mejorar mis habilidades para así algún día poder enfrentarme a aquel hombre que destruyó mi felicidad.
—Profesora —dije ingresando a una habitación, donde pude encontrarla acompañada de Hatake Kakashi y Maito Gai.
—¡____! —exclamó mi nombre de manera animada mientras se acercaba—. Lo lamento mucho, pero hoy no podré entrenar contigo.
—¿Sucedió algo? —pregunté confusa, y en eso habían llegado Sasuke y Neji—. ¿Qué hacen ustedes aquí?
Ninguno dijo algo porque en ese momento llegó otro Jounin de la hoja y dijo:
—¿Es cierto que Itachi ha vuelto? ¿Y que persigue a Naruto?
—¿Qué...?
Sasuke y yo nos hemos mirado en ese momento. Entonces con la furia comenzando a plantarse en nuestros cuerpos hemos salido de aquella habitación para así buscar a Naruto.
Encontrar a Naruto significaba encontrar a Uchiha Itachi.
—Señor, Naruto debió venir por aquí —dijo Sasuke cuando hemos llegado a Ichiraku—. ¿No le ha dicho donde se encuentra?
—Naruto se ha ido con Jiraiya – san a una ciudad turística.
Encontrar a Naruto no sería para nada fácil si se encontraba en una ciudad donde constantemente iba gente. Sin embargo, nuestros problemas podrían resolverse si utilizamos a alguien con un poder de encontrarlo.
—Neji —dije. Él había aparecido frente a nosotros—. Ven con nosotros.
—Buena idea —dijo Sasuke—. Él podrá encontrar a Naruto en ese lugar.
—No comprendo lo que está sucediendo.
—Luego te explicaremos —dije rápidamente.
Neji no protestó o dijo algo. Él nos ayudaría a encontrar a Naruto para así poder ver a Uchiha Itachi.
Sasuke y yo no hemos tardado en lanzar un Kunai cuando vimos como Uchiha Itachi sostenía el brazo de Naruto.
—¿Quiénes son ellos, Itachi – san? —preguntó la otra persona que lo acompañaba.
—Mi hermano menor y la hermana de un antiguo amigo...
—Había oído que todo el Clan Uchiha había sido aniquilado —dijo—, por ti.
He podido notar como Neji se sorprendía con aquella confesión y que iba a mencionar algo, pero Sasuke y yo nos habíamos lanzado contra Itachi.
La rabia y desesperación comenzó a consumirnos y la marca en nuestro cuello comenzaba a reaccionar debido a ello, por lo que pronto nuestro poder aumentaría. Sin embargo, eso no sucedería, porque Itachi nos había detenido colocando sus manos en nuestro cuello mientras nos estampaba contra una pared cercana.
—Todavía son débiles —dijo, seriamente—. Les falta odio.
Sus ojos habían intentado clavarse en los míos por lo que rápidamente he cerrado mis ojos y en eso he podido oír como Sasuke comenzaba a gritar de manera desesperada. Itachi lo estaba torturando y si yo no hubiera cerrado mis ojos a tiempo estaría sufriendo el mismo daño.
—Algún día pagarás por lo que le hiciste a Shisui... —murmuré con la voz un tanto cortada debido a que él seguía haciendo presión en mi cuello—...mi hermano confió en ti...
Mi cuerpo fue lanzado lejos y entonces he chocado con algo o más bien alguien, porque cuando he abierto mis ojos he podido encontrarme con la mirada preocupante de Neji.
Llevé una mano a mi cuello como un intento de recomponer mi respiración. Entonces logré ver como Sasuke caía al suelo inconsciente, mientras Itachi dirigía su mirada hacia donde me encontraba y el verlo ocasionó que la marca de mi cuello palpitara.
Estaba furiosa y lo único que quería era lanzarme contra aquel que me quitó a mi hermano mayor, pero sabía que si hacia eso solamente estaría cavando mi tumba.
Todavía soy débil, por lo que no podría contra él en este momento.
—Mantente alejado.
Sus palabras fueron dirigidas hacia Neji, pero este hizo caso omiso a lo que dijo y se mantuvo a mi lado. Uchiha Itachi dio unos pasos hacia nosotros, por lo que Neji se ha levantado y el verlo activar su Byakugan me hizo sorprender; sin embargo, antes de que hiciera algo que podía perjudicarlo lo he apartado rápidamente.
Fue entonces que sentí las manos de Itachi sobre mis hombros y al mirarlo he podido notar en su mirada soledad, pero antes de que pudiera siquiera reaccionar me ha hecho ver unas imágenes espantosas que me hicieron gritar de la desesperación.
Él me estaba mostrando la muerte de mi hermano mayor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro