Durante unos días me mantuve en el hospital debido a la marca en mi cuello. Aquella marca había sido controlada por mi profesora por lo que debería de estar bien a partir de ahora.

Sin embargo, me sentía algo frustrada debido a que no podría participar en las finales de los exámenes chuunin debido a que había tardado demasiado en despertar. Tener esta marca me había quitado las posibilidades de medir mis habilidades contra los demás.

—Me alegro mucho de que estés aquí —oí la voz de Shizuka. Ella se encontraba junto a Mei en la entrada del estadio donde se realizarían las finales de los exámenes chuunin—. Llegas justo a tiempo.

—El primer combate será entre Neji y Naruto —dijo Mei con una sonrisa—. Ya debe de estar por comenzar por lo que deberíamos de ingresar para verlos.

—¿Crees que Naruto pueda vencer a Neji? —me preguntó Shizuka.

—No lo sé —dije—, y no me importa.

Shizuka soltó una risa junto a Mei al oírme. Ellas comenzaron a guiarme hasta los lugares que habían apartado para así comenzar a presenciar los combates finales.

He mirado fijamente el primer combate donde Neji comenzaba a tener la ventaja sobre Naruto. No me sorprendía para nada que él estuviera ganando debido a que Neji es considerado un ninja genio que ha ganado cada uno de sus enfrentamientos y por lo que se veía este combate no sería la excepción.

—¿Cómo es posible? —preguntó sorprendido alguien a mi lado. He mirado a aquella persona y me encontré con el rostro de sorpresa del líder del clan Hyuuga. Él miraba sorprendido como Neji golpeaba a Naruto con una habilidad que no había visto antes—. Esa es una habilidad del clan principal...

Volví mi mirada hacia Neji donde noté que él había dejado a Naruto completamente en el suelo. He creído que con eso ya había ganado, pero el Uzumaki comenzó a levantarse poco a poco dejando a la multitud presente sorprendidos.

—¿El destino del odio de los Hyuuga? —pregunté confundida al oír lo que le decía Neji a Naruto. Sin pensarlo me he levantado de mi asiento al ver una marca en la frente del Hyuuga, la cual llamó sello maldito.

En ese momento recordé que cuando teníamos cuatro años él apareció con una venda, la cual le molestaba bastante. Pero cuando intenté quitársela él se ha alterado diciendo que no podía quitársela o su familia se enfadaría.

Nunca había entendido que había sucedido, pero desde que él apareció con aquella venda comenzó a actuar de manera extraña. A tal punto que terminamos por alejarnos.

—Neji... —susurró el líder de su clan al oírlo mencionar lo del sello.

Ahora comprendía por qué Neji comenzó a alejarse. Él estaba sufriendo por aquel sello y yo no había podido verlo debido a que también me encontraba sufriendo por lo que sucedió con mi familia.

Miré fijamente la puerta de la sala donde había sido traído Neji luego de perder contra Uzumaki Naruto. Dudé un momento si debía de ingresar o no, pero entonces escuché una fuerte explosión que me hizo detenerme.

—¿Qué haces aquí? —oí la voz de Neji. Él me miró confundido, pero no tardó en adaptar una expresión seria—. No te quedes ahí parada. Está sucediendo algo malo en Konoha.

—¿Qué sucede exactamente?

—He visto con mi Byakugan a Ninjas de la arena y del sonido pelear contra los de Konoha —dijo comenzando a dirigirse al estadio—. Si no quieres morir deberías de comenzar a abandonar este lugar.

—¿Crees que esto me asusta?

—No lo digo por eso —dijo—. Como sea. Diga lo que diga no hará que cambies de opinión así que has lo que quieras.

—Eso es exactamente lo que pensaba hacer.

Neji comenzó a irse dejándome atrás por lo que rápidamente comencé a seguirlo en dirección al estadio. Ahí nos hemos encontrado a varios ninjas enfrentándose entre sí.

Hemos esquivado varios de esos ataques y entonces hemos visto como unos ninjas se llevaban consigo a Hinata por lo que él sin dudarlo comenzó a seguirlos. Yo me quedé un momento en mi lugar y en eso he visto como Sasuke comenzaba a seguir a unos ninjas de la arena.

Sin embargo, lo ignoré por completo y comencé a seguir los pasos de Neji para rescatar a Hinata. Quizá con esos ninjas que la habían secuestrado pudiera medir las habilidades que no había podido mostrar en estas finales.