Lusu despertó, sintió a su lado la cama vacía, asomó la cabeza para mirar a su alrededor, no vio a nadie solo el sol entrando por las pequeñas ventanas.

—¿Pato?

No había nadie en la casa, se levantó y se estiró, había dormido muy bien que no sintió que su pato no estaba con el o que hicieran ruido al abrir la puerta.

Esté un par de prendas de ropa y y salió de la casa, afuera no había nadie, pero había ya cultivos para no verse solo el lugar y sostenerse de la mejor manera.
El sol molestaba sus ojos recién abierto, se tapó con sus sudadera y fue directo a un río detrás de las cabañas, se daría un baño y después esperaría a quacks, el tal vez salió con Vegetta algún lugar. Llegó al río no tan profundo y empezó a quitarse la ropa del día anterior, la lavaría y se daría el baño a la vez, aún se sentía mal por no dejar a su pato explorar y acercarse a los vecinos por así decirles, se disculparia cuando lo viera, lo saco a rastras de aquel lugar lleno de escombros pero no sabe que clase de intenciones tenían y no se arriesgaría.

Se metió por completo al agua helada quiso salirse pero tenía que enjuagar el jabón que tenía en el cuerpo y en el cabello. Sonreía cómo idiota el solo pensar en su pato, toda su existencia era plena felicidad para él, su voz, sus cicatrices, su forma de ser, su rostro. Todo era realmente un sueño para el, pensar que estaría con quackity en una relación su yo del pasado no se lo hubiera imaginado.

Ahora que recordaba por primera vez el híbrido pato al fin había dicho bien su nombre “Luzu” siempre tenía ese acento que lo hacía único pero era la primera vez escuchándolo decirlo bien, tal vez lo dijo por la situación de anoche pero a él no le causó enojó, solo preocupación.

Salió del agua bien bañado y con su ropa húmeda pero limpia, la pondría afuera para secarse y seguir con su día productivo.
Regresó a la casa improvisada y vio al hijo de sus amigos checando los cultivos, rociando polvo de hueso y colocando más agua.

—Buenos días spreen

—Buenas capó, gustas provisiones, dentro de poco mi pa se cambiará de casa y te dejaremos la casa de alado.

—No gracias spreen, si puedes solo necesito semillas.

—Tengo de todo en un cofre, deja te las traigo.

Lusu asintió y tendió su ropa mojada, en lo que salía spreen con las cosas escuchó la voz de vegetta, había llegado sólo con muchas cosas

—Mi buen amigo luzu ¿cómo amaneciste?

—Bien vege, ¿Quackity no venía contigo?

El hombre de vestimenta morada negó con la cabeza — No, de echo el salió temprano de aquí, apenas salió el sol me levanté y cuando vi a quacks el ya se iba lo saludé pero no me contestó. ¿No estará enojado?

—No creo... Ayer que lo traje de vuelta no dijo nada más que mi nombre, se durmió sin hablarme.

—Si está enojado entonces.

—Que no lo sé vege.

Spreen salió de la casa con una mochila extra —Aquí están las semillas, junté demasiadas que hay de sobra.

—Son muchas niño, pero gracias, igual si necesitas semillas después, te regresaré unas cuantas porque son muchas.

—No importa pa pero como quiera me debes una.

—Entonces.... Quackiti si está enojado?

—Cambia de tema, hablé con él y me escucho, no creo que él...

—LUSU!!

Quackity venía corriendo hacia el hombre alto, que lo miraba con amor.

—Observa el drama que se hará retoño.—vegetta le susurró a su hijo

—LUsuu!

El más bajo se colgó del cuerpo del castaño, y le beso la mejilla al más alto

—Son bipolares los boludos.

Esté extrañado por su comportamiento hizo que lo mirará a la cara pero quackity empezo a llorar
—¿Qué ocurre, porqué lloras?

—Perdón por quedarme toda la noche afuera, se hizo tarde, vegetta se había ido y estaba muy oscuro, me perdí y me quedé con los gringos.

Lusu y los otros dos no entendían que decía el pato.

—¿De que hablas? ¿Tuviste pesadillas? ¿Comiste algo que te hace alucinar?

—No pendejo, enserio me quedé con tu amigo y sus amigos gringos ¿Porque no me crees? ¿No estás enojado conmigo?

—¿Porqué estaría enojado contigo? Yo mismo fui por ti a la muralla y te traje aquí para dormir, el que debería estar enojado serías tú

—Lusu... Dormí en la casa de tu amigo Willbur, no llegue a casa—Los ojos rojos por el llanto de quacks miraron a lusu todavía tratando entender bien la situación.

Vegetta se metió en la conversación de los dos amantes.

—Quacks quacks, ¿de que hablas? Tu te fuiste con luzu, los muchachos te vieron irte con él.

—Venias muy callado anoche, no se que pase contigo pero actúas muy raro, como vas a dormir en una casa ajena si dormiste acá.

—Lusu, puta madre, vengo a pedirte perdón porque pensé que te preocupaba donde estaba y por que no llege a dormir.

—No entiendo nada de lo que dices patito, anoche fui, regresé contigo de la mano, spreen nos vio por la ventana y nos metimos a dormir.

—Una cosa quackiti — Habló vegetta —¿Porqué traes un overol si en la madrugada traías tu típico suéter y tus pantalones de siempre? ¿Dónde te cambiaste de ropa?

—Tambien dice vegetta que te saludo y no le miraste ni lo saludaste. ¿Que pasa con eso?

Este dejo de abrazar a lusu y se limpió las lágrimas que todavía salían. —Desde que llegamos a está isla he traído esté overol, el suéter está demasiado caliente, ni siquiera empaque esa ropa

—Yo, vege, spreen y los muchachos te vimos con tu ropa de siempre

—Que no verga, no traigo esa ropa, si quieres checa mi maleta, solo traigo camisas y ropa de playa.

—No quiero invadir tus pertenecías...

—Checalas, no hay pedo tu mira que no traigo otras mudas de ropa

Los cuatro se adentraron a la casa y lusu abrió la maleta de quacks que seguía sin entender nada, no sabía de que hablaban.
La muda de ropa solo consistía en camisas, shorts, overoles y más ropa que no ocasionará tanto calor

—Ves, no mentía con la ropa que traía, se supone que al venir a una isla no sería lo mejor traer sudadera al menos con tu sudadera negra.

—Es que no lo entiendo, por qué te vi con tu ropa de siempre y ellos también, te lo juro.

—Seria muy divertido que hubieran dos quackity o que nosotros estemos alucinando—Dijo spreen cruzado de brazos ante esas locas posibilidades.

—Tienes razón spreen.

—Que? Estamos alucinando pa?

—No, en qué probablemente alguien nos este ocultando que hay dos quackitis

Los tres miraron al nombrado que solo acomodaba su ropa a sus maletas.

—A mi no me miren, yo no tengo ningún gemelo, además si era idéntico a mi para confundirlo tendría las mismas cicatrices que yo, A ver prueben eso perros

—Tienes razón, lusu, tu miraste mejor a ese “quackiti" ¿Era idéntico a este?

—Era idéntico, era el mismo solo que estaba más serio y no habló, pensé que era porque estabas molesto conmigo.—Se tallo la cara frustrado, no creería esas posibilidades de que era un gemelo de su pareja, eran idénticos, todo de él, estar alucinando sonaba más cuerdo.

«“—¿Quackity?”»

Se acordó del incidente de Will con su pato.

—Iremos con Willbur y sus amigos.