Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo.


Aquí os traigo el final de esta bonita historia. Espero que les guste.

Epílogo.

Con ojos cerrados podía sentir la agradable brisa marina sobre mi rostro, despeinando mis cabellos, escuchando las olas del mar muriendo en la orilla, y a lo lejos, a las insistentes gaviotas, en busca de pescado para cenar.

Me toqué los brazos, lo cierto es que había refrescado, y aquel vestido blanco ya no era digno para usar en aquella época. Pero me resistía a dejar escapar ese verano maravilloso que había pasado junto al hombre al que más he amado en esta vida.

Un atisbo de melancolía se implantó en mi pecho, inundando cada parte de mí, al pensar en nuestra despedida. Se aproximaba, era irremediable, más después de que le hubiese confesado la verdad.

Jamás pensé que mi vida se transformaría en algo así, que las cosas irían por esos caminos, que mi padre fuese en realidad un narcotraficante que trabajaba para la mafia italiana, y que tenía miles de chanchullos para no ser detenido por las autoridades de los estados unidos de América.

Al final lo conseguí, acabé con Lewis, hasta llevarlo al colapso, a quitarse la vida, cuando no vio salida del infierno al que mi padre y yo lo llevamos. Pensé, durante mucho tiempo, que me merecería la pena, que me sentiría en paz después de vengarme de él, pero lo cierto es que... no fue así.

Cada humillación que ese hijo de puta me hizo pasar, cada golpe, cada insulto, seguía grabado en mi memoria, y esa sensación era incapaz de salir de mi organismo. Supongo que no podemos borrar el pasado, no podemos pasar página, cuando se ha sufrido tanto, cuando hay cosas que no se pueden olvidar así como así.

Quizás era eso lo que le sucedía a Nate. Y lo entendía. Por eso no podía reprocharle absolutamente nada, ni siquiera cuando me dijo que iría a por mi padre, que le haría pagar.

No podía ponerme de su parte, no cuando era mi propio padre de quién hablábamos. Había sido él, Maldonado, el que me ayudó a encontrarme a mí misma, a vengarme del hijo de puta que tanto daño me hizo, a llegar al lugar en el que me encontraba en ese momento. No podía darle la espalda a la familia, ni siquiera por él.

Ambos lo sabíamos, que después del verano nos convertiríamos en enemigos. Pero ... había valido la pena cada día que estuve a su lado, y volvería a aceptar aquella tregua si volviese a presentarse frente a mí.

Abrí los ojos tan pronto como escuché sus pasos, acercándose a mí, sigilosamente. Sonreí, melancólica, mientras él llegaba hasta donde estaba, abrazándome por detrás, escondiendo su cabeza en mi cuello, dejando miles de besos.

- Vuelve dentro – rogó – hace frío.

- ¿Cuándo te iras? – pregunté, aceptando lo inevitable. Él tardó un rato en contestar, como si quisiese prolongar aquel momento un poco más.

- Tengo que hacerlo – contestó, como si una parte de él quisiese volver a explicarme sus razones.

- Lo sé – acepté, sin querer darme la vuelta aún, soltándome de él, acercándome a la orilla, mientras él me observaba.

Comencé a dar vueltas sobre mí misma, mirando al cielo, esa maravillosa noche estrellada, mientras mis lágrimas aparecían, perdiéndose por mi sien, siendo absorbidas por mis cabellos.

- Es agradable estar aquí – acepté, evitando que él se percatase de que me dolía su pérdida. No quería que dejase de hacer lo que debía por mí causa, sabía que si lo hacía, jamás se lo perdonaría.

Era lo mejor para ambos, separarnos en ese momento y ocuparnos de nuestros asuntos, no volver a mirar hacia atrás, dejar nuestro amor en el pasado, olvidar. Aunque... yo sabía que jamás podría olvidar lo que sentía por él, no cuando había significado tanto. Fue el primer hombre que me hizo sentir especial, el primero que lo significó todo.

Pensé, durante mucho tiempo, que un gran amor era aquel que lo podía todo, sin que importase nada más. Pero me di cuenta, que a veces el amor... no es suficiente, a pesar de lo mucho que ames a esa persona, a veces... debes renunciar a lo que sientes, porque es lo correcto.

Estaba destinado desde el principio a ser de esa forma. De nada sirvió que él se alejase de aquel mundo, que abandonase todo aquello, siguiendo los últimos deseos de su padre, pues en el momento justo, él volvería para buscar venganza. Y yo... lucharía al lado del bando contrario, como si fuésemos enemigos.

La pregunta que rondaba mi mente en ese momento, mientras seguía dando vueltas sobre mí misma era... ¿sería yo capaz de estar a la altura de lo que se esperaba de mí?

Su mano se entrelazó a la mía, deteniéndome, haciendo que mirase hacia él. Nuestras miradas conectaron de una forma que parecía irreal, me hizo sentir tranquila, en paz, como si aún quedase mucho para enfrentarnos a nuestra realidad, como si nada importase, como si sólo existiésemos en aquel mundo él y yo. Ambos sonreímos, como dos idiotas, en aquella extraña despedida, dándonos cuenta, de que... a pesar de todo, lo que habíamos vivido había valido la pena, a pesar de que tuviese un final agrio.

Recordamos cada mirada, cada risa, cada gesto, cada caricia, cada beso, cada gemido, cada momento... antes de que todo terminase.

Fin.

Sí, es el final de la historia. 

Sé que quizás esperaban un final feliz, pero Nate necesitaba su venganza, a pesar de todo, y Roni sabía de esto, y lo aceptaba, incondicionalmente. A veces es justo eso, el amor no es suficiente.

Gracias a todos por leer esta historia a este final. Por quedarse en las risas, en los buenos momentos, también en las lágrimas, y en los malos momentos.

No descargo hacer secuela o segunda parte, pero de momento este será el final.

:D

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro