Capítulo 34 - Nueva millonaria.
Aquí les traigo nuevo capítulo, para compensar que el anterior fuese tan corto.
Espero que les guste :)
No podía dejar de pensar en él, en unas horas el auto se detendría frente a la mansión que había comprado con el dinero que le había robado a mi padre, no quería pensar en cuándo volvería a verle, sólo podía recordar las palabras que él me dijo antes de abandonar el auto.
- Tranquila – me dijo, al levantar la cabeza y mirarme – esto no es un adiós. Estás muy equivocada si crees que vas a librarte de mí – sonreí, divertida, lanzándome a sus labios después. Pero no duró mucho, teníamos prisa.
Lo que jamás pensé es que Galaxy pudiese conseguir algo tan maravilloso, era como si hubiese leído mi mente.
El lugar estaba en una urbanización junto a las montañas, a las afueras de la ciudad. Tenía una estructura cuadrada, pero era agradable a la vista. Dejé el auto en el garaje y entré por la puerta principal, después de subir las escaleras, observando el recibidor. Era bonito, con un gran espejo dorado, redondo, frente a una mesita gris.
Nada más entrar estaba la sala, en el centro unos sillones blancos de madera con una mesita de cristal redonda en el centro, al fondo junto a los ventanales que daban a las montañas estaba el sofá, junto a un bonito árbol, y una mesita blanca, también de cristal.
A la derecha había una pequeña barra americana junto a unos taburetes de metal, junto a más ventanales, desde el que podía verse el lateral de la casa, con un mini bar.
A la izquierda, bajando unas escaleras llegabas a otra zona, también con un sofá y más ventanales, junto a la chimenea y más ventanales, por lo que era tremendamente luminosa.
La cocina era amplia, muy moderna, y con una mesa redonda de cristal, con sillas blancas alrededor, con grandes ventanales por todas partes.
En la primera planta estaban las habitaciones, la primera era de azul cielo y blanco, con algunos detalles en marrón. También tenía una pequeña chimenea de estilo moderno, incrustada en un lateral, junto al baño. Y detrás de la chimenea se encontraba una pequeña sala con ventanales y maravillosas vistas, junto a una terraza.
El baño tenía ducha, y fuera una bañera blanca, preciosa, de diseño.
La habitación contigua era en tonos rosas palos, marrones y blancos, un poco menos luminosa, con un baño que solo tenía la ducha. Y la tercera habitación era en tonos grises y blancos, daba a las montañas, y era más pequeña que las anteriores.
El baño tenía la bañera incrustada en la ducha.
La siguiente habitación era un estudio con ordenador, muy amplia. Y la última un pequeño gimnasio, al que ni siquiera presté atención, pues acababa de ver la piscina. Me asomé a la ventana, observándola, era preciosa, incluso tenía zona chillout y jacuzzi. Y una pequeña barbacoa en el suelo, por detrás.
Me puse cómoda en seguida, lo primero que hice fue colocar la ropa que compré en Barcelona en mi armario, en la habitación más grande, en aquella que tenía esa chimenea tan extraña. Me coloqué el bikini y salí un rato a tomar el sol.
- Llamada entrante – escuché a Galaxy, giré la cabeza para mirar hacia la pequeña mesa de madera que había a mi derecha, junto a la fuente – el señor Santoro...
Descolgué, con rapidez, escuchando su voz al otro lado, con una gran sonrisa. Acababa de dejarle, sólo había pasado un día, y ya le echaba de menos.
- Hola preciosa – me dijo - ¿cómo va tu vuelta a la realidad?
- ¿Qué va a ser de ti cuando pases un mes sin verme, Nate? – me quejé, haciéndole sonreír al otro lado.
- No creo que aguante tanto tiempo sin estar dentro de ti – bromeó, rompí a reír, sin poder evitarlo, siempre pensando en lo mismo, si no hubiese vivido con él aquellos momentos en Barcelona, pensaría que sólo estaba conmigo por el sexo.
- Estoy tomando el sol en mi nueva casa, podrías pasarte a saludar si no tienes mucho trabajo – sugerí, sonrió, haciendo que Carlos se fijase en él, su jefe estaba actuando raro – sé que probablemente sea una locura, pero ...
- Déjame que me organice – pidió, sonreí, él estaba aceptando mi proposición – pero si al final no puedo, nos veremos el sábado en la fiesta de presentación ¿no?
- Galaxy se está encargando – aseguré, en aquel momento sentía que tenía mi propia secretaria, aunque ella era incluso más que eso – incluso me ha encargado un vestido, si fuese humana te diría que tienes que subirle el sueldo a esa chica.
- Puedes quedarte con ella hasta próximo aviso – me dijo – yo puedo seguir investigando desde el taller, si la necesito para alguna actualización... te avisaré.
- Nate – le llamé, haciendo que dejase de pensar en trabajo y se fijase de nuevo en mí - ¿crees que será posible que me consigas un coche? Vienen a recoger el de alquiler mañana, y quería hacer una gran entrada en el casino esa noche...
- ¿Cómo lo quieres? – preguntó. Sonreí.
- Quiero uno con lo último en tecnología, un coche del futuro – él sonrió, sabía a lo que me estaba refiriendo – podría pedirle a Galaxy que lo consiguiese, pero ... sé que puedo obtener un buen precio de uno de los dueños.
- Los vendí todos en la subasta – declaró, preocupándome – bueno, me quedé con algunos, pero ...
- Préstamelos, si no quieres vendérmelos.
- No necesitas un coche con lo último en seguridad – se quejó, justo cuando llegó a su destino, haciéndole una señal a su amigo para que se adelantase – tienes a Galaxy, te valdría con un coche normal.
- Quiero un coche que conduzca por mí cuando esté borracha – me quejé, sabía que estaba comportándome como una niña caprichosa en ese justo instante.
- Vale, veré que puedo hacer, pero vas a tener que pagármelo con intereses – sonreí, me encantaba cuando sacaba al empresario que llevaba dentro.
- Ahora tengo dinero, puedo hacerlo.
- No estoy hablando de dinero, pequeña.
- Puedo pagártelo, por adelantado, si vienes esta noche.
- Estoy gratamente tentado de aceptar esa oferta, pero tengo trabajo, nena. Te avisaré si hay novedades.
- Te cortaré la polla si me entero que esta noche la pasas con una puta – rompió a reír al otro lado, pero yo no estaba bromeando, y él lo sabía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro